Gigante con pies de barro...

Las pel¨ªculas japonesas basadas en Godzilla son meras producciones que no tiene otra pretensi¨®n que entretener al personal aunque sea a base de adefesios varios o situaciones de bochorno. Sin embargo, la idea de Roland Emerich, quien en un alarde de notoriedad se sac¨® de la manga la licencia del incestivo monstruo, decidi¨® hacer de ¨¦l algo comercial y atrayente para las masas, dej¨¢ndose en ¨¦l un dineral irrecuperable adem¨¢s de abandonar por el camino el gancho que ten¨ªan aquellas luchas de humanos enfundados en un r¨ªdiculo disfraces y efectos especiales tan entra?ables como r¨ªdiculos.

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M¨¢s o menos el historial del largometraje sintetiza lo que significa Godzilla: the series. Puede que la intenci¨®n haya rellenado cada uno de los circuitos que entra?a el cartucho de modo que todo el envoltorio de supreproducci¨®n que le rodea no es m¨¢s que una m¨¢scara demasiado grande. Ubi, adaptando a la port¨¢til una mec¨¢nica similar a la de Rampage World Tour, o memorizando una de las fases de Barts Nightmare para SNES, ha quemado todo lo que significa esta p¨®liza incluyendo la decepci¨®n que nos llevamos con el film "hollywoodiense".

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Visto est¨¢ peque?a introducci¨®n, es muy posible que recorra en tu cuerpo una sensaci¨®n de libertad absoluta, emoci¨®n, y unas ganas incre¨ªbles de ponerte a lomos de este engendro procedente de una mutaci¨®n funesta... pero antes de todo ser¨ªa precavido echarle una ojeada a lo que realmente te depara lo ¨²ltimo de Crave...

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Los escenarios, por otra parte, si parecen sacados directamente de un c¨®mic detallado y rebosante de elementos. Lo mejor de todo, son los edificios alumbrados en la noche y con un mont¨®n de ventanas y colores que condimentan satisfactoriamente unos gr¨¢ficos excesivamente insulsos.

  m  ¨²  s  i  c  a

Muy buena para ser totalmente inexistente. De hecho se dejar¨¢ escuchar en la intro mediante una ejecuci¨®n sobresaliente y de car¨¢cter tenso, o alguna que otra m¨¢s acompa?ando nuestros movimientos en los men¨²s de pausa o inicio. Por el resto, la carencia absoluta de ella le enajena todo el deber y trabajo sucio a los FX de una forma demasiado vil.

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  s  o  n  i  d  o   f  x

Lo cierto es que al estar totalmente hu¨¦rfanos de unas cuantas partituras que maquillen ciertos instantes des¨¦rticos en cuanto sonidillos, han sido lo suficientemente trabajados como para no quedarse en un intento de revolucionar la consola entre unos cuantos tiroteos y explosiones algo por encima de la media de que dispone GBC. Claro que nada de "speeches" ni ning¨²na otra parafernalia que la consola de Nintendo ya controla desmesuradamente a su pretil edad.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

El control de la criatura es bastante contradictorio. Supuestamente deber¨ªa ser pr¨¢gmatico y variado a la vez, lo que en funciones acaba siendo complicado y muy muy limitado. Podr¨¦is efectuar un par de coletazos que de poca cosa sirven, lanzar bolas de fuego desde vuestras fauces aunque tarden una eternidad y media en hacer colisi¨®n con el objetivo, o repatear el suelo usando todos los botones del pad de Game Boy. Adem¨¢s, y excluyendo que la facilidad con que deber¨ªan salir estas acciones no son en realidad m¨¢s que una tapadera, el proceso de la aventura es demasiado lineal y completamente carente de alg¨²n aliciente que aporte cambios entre fase y fase.

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Est¨¢ claro que solo los m¨¢s incondicionales del mutante disfrutar¨¢n de un t¨ªtulo as¨ª. Incluso puede que decepcione a los que prefieran el atuendo aut¨¦ntico de Gamera y compa?¨ªa que anteriormente, y en contra de lo que denoten presupuesto y p¨²blico, tienen muchos m¨¢s seguidores que la versi¨®n estadounidense.

Movi¨¦ndonos en t¨¦rminos de durabilidad, las 10 pantallas no dan para mucho, y si le sumamos que no permite la posibilidad a dos jugadores queda limitado, y mucho, al "leiv motiv" tan poco agradable...

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ¨®  n

No est¨¢ nada mal por tener un sabor americano como la recientemente estrenada pel¨ªcula protagonizada por Hank Azaria o Mathew Borderick, aunque ello fuera en el 1998. Puesto que en realidad tienen poca relaci¨®n, lo que Godzilla de Ubi intenta es aportar un poco de comidilla a un cat¨¢logo que empieza a hacer aguas por todas partes, y que ya acusa la proximidad de la sucesora de la plataforma m¨¢s vendida del mundo. Eso s¨ª, con solo pensar en que dentro de nada tendremos a Zelda, Pok¨¦mon y hasta posiblemente Warlocked, no vale mucho la pena dejarse los doblones en producciones tan desafortunadas. Bueno, salvando las diferencias con los juegos antes mencionados, GMW es decepcionante por su mon¨®tono planteamiento y los poco recursos de que dispone en los momentos de verdad importantes. Lastimoso donde los haya...