
Empire: Total War
- PlataformaPC9
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorThe Creative Assembly
- Lanzamiento03/03/2009
- EditorSEGA
Alcanzando la cumbre
The Creative Assembly vuelve a regalarnos una obra maestra de la estrategia. Un excelente juego con infinidad de posibilidades, de opciones y de facciones con las que intentar conseguir la dominaci¨®n de un siglo tan tumultuoso como fue el XVIII. Un imprescindible en toda colecci¨®n que se precie.
La franquicia Total War siempre ha sido sin¨®nimo de calidad. The Creative Assembly ha sabido, desde la primera entrega, infundir un esp¨ªritu b¨¦lico sin parang¨®n en todas sus creaciones: Shogun, Medieval, Rome y Medieval II han sido todos modelos a seguir dentro del g¨¦nero de la estrategia. El tiempo transcurrido entre las diferentes entregas ha servido para que la desarrolladora pudiese pulir y mejorar distintos aspectos t¨¦cnicos y jugables, siempre apuntando m¨¢s alto en el siguiente cap¨ªtulo, algo que no siempre consegu¨ªan. No es el caso con Empire, que s¨ª logra llegar a su objetivo; un t¨ªtulo de calidad muy elevada que consigue hacerle sombra a Rome, considerado uno de los mejores juegos de todos los tiempos.

Si no lo consigue, se debe principalmente a alguna que otra decisi¨®n de dise?o equivocada, junto a peque?os detalles que precisaban pulirse un poco m¨¢s. Pero esto no consigue empa?ar el resultado final: uno de los juegos de estrategia m¨¢s grandes, m¨¢s intensos, m¨¢s completos y m¨¢s apasionantes de la historia de los videojuegos. El mimo al detalle en todos y cada uno de los aspectos del juego consiguen abstraernos de la realidad y meternos de lleno en las encarnizadas batallas de un per¨ªodo tan tumultuoso de la evoluci¨®n humana como es el siglo XVIII. Un siglo de conquistas, colonias y grandes batallas mar¨ªtimas, que The Creative Assembly han conseguido representan con ¨¦xito en Empire: Total War.

Guerra y caos
De todas las entregas de la franquicia hasta la fecha, esta es la que m¨¢s se merece ese subt¨ªtulo de 'guerra total'. Empezamos en el a?o 1700, una ¨¦poca de descubrimientos en la que medio mundo era todav¨ªa una inc¨®gnita en las cartograf¨ªas. La fant¨¢stica representaci¨®n hist¨®rica de aquel per¨ªodo nos evocar¨¢ infinidad de pel¨ªculas y de lecciones de historia; un tiempo de batallas con estilo, de trajes rimbombantes y mosquetes, que est¨¢ ahora bajo nuestro control. El caos de la ¨¦poca se har¨¢ patente en todo momento en los mapas de juego, con numerosos reinos en formaci¨®n y peque?os pa¨ªses y alianzas que se resisten al control de las grandes regiones del planeta.

El mapa ha crecido mucho con respecto a otros Total War, y ahora tendremos que vigilar varios frentes, no s¨®lo en Europa, sino tambi¨¦n en Am¨¦rica y en las Indias. Nuestras ansias de conquista deben tener muy en cuenta las colonias que por aquel entonces ten¨ªan los imperios m¨¢s importantes, y pelear por expandir territorios a lo largo y ancho del globo. Pero esto ser¨¢ en el modo Gran Campa?a, del que hablaremos dentro de unas l¨ªneas. Antes, empecemos por el primer modo que nos presenta Empire, Camino a la Independencia. Se trata del ¨²nico modo del juego en ofrecernos un argumento a la par que nos sirve de peque?o tutorial pr¨¢ctico (hay otro, pero m¨¢s te¨®rico) en el que acostumbrarnos a c¨®mo se desarrolla Empire.

Dicha campa?a se divide en cuatro episodios que narran la historia m¨¢s importante y de mayor repercusi¨®n de este convulso periodo hist¨®rico: la fundaci¨®n de Estados Unidos. Siguiendo fielmente la historia (los cap¨ªtulos no son demasiado largos y nos proponen misiones sencillas con las que poder avanzar y seguir los acontecimientos reales), veremos c¨®mo George Washington consigue su objetivo y crea la primera versi¨®n de esta poderosa naci¨®n. Como ya decimos, se trata de un sencillo tutorial, sin grandes pretensiones, pero muy divertido e interesante, que servir¨¢ tanto para que los nuevos a la franquicia se acostumbren a su sistema de juego, como para que los expertos seguidores conozcan las novedades que presenta esta nueva entrega.

Una vez completado este modo (se puede acceder desde el principio, pero es recomendable hacer primero esas misiones informativas de pr¨¢ctica), saltaremos al modo estrella del juego, Gran Campa?a. Aqu¨ª, tendremos todo el mundo a nuestro alcance, y deberemos seleccionar la facci¨®n que queremos controlar entre: Gran Breta?a, Francia, Austria, Provincias Unidas, Espa?a, Prusia, Polonia-Lituania, Imperio Otomano, Rusia, Suecia o Confederaci¨®n Maratha. Como cabr¨ªa esperar, cada una tiene sus propias caracter¨ªsticas y ej¨¦rcitos, comienza con territorios hist¨®ricamente l¨®gicos, y sus objetivos ser¨¢n diversos. Eso s¨ª, podremos seleccionar el tipo de partida que queremos disputar, que variar¨¢n en longitud y objetivos para nuestra facci¨®n.
En primer lugar, tenemos lo que se considera Campa?a Corta; en un lapso de 50 a?os, dependiendo de la facci¨®n que seleccionemos de inicio, deberemos conquistar un determinado n¨²mero de regiones (15, 20 ¨® 25), entre ellas algunas determinadas por una lista (principalmente, las que se poseen de primeras). La variante de Campa?a Larga nos mantiene con el mismo lapso de 50 a?os, pero el n¨²mero de regiones aumenta significativamente (24, 30 ¨® 35). Luego, tenemos la posibilidad de jugar a Victoria Prestigiosa, donde tendremos 99 a?os para conquistar un determinado n¨²mero de regiones (15, 20 ¨® 25) y, adem¨¢s, poseer la regi¨®n de m¨¢s prestigio. Y por ¨²ltimo, Dominio Mundial, con 99 a?os para conquistar 40, 45 ¨® 50 regiones, pr¨¢cticamente todo el globo.

Para terminar el repaso a los modos de juego, tenemos tambi¨¦n la posibilidad de Jugar Batalla, en donde disputaremos distintas reyertas por tierra o mar, asedios o escenarios hist¨®ricos. Aqu¨ª el factor estrat¨¦gico sobre el mapa desaparece, dej¨¢ndonos directamente en el campo de batalla con el objetivo de aniquilar a nuestros rivales. Y por supuesto, el excelente modo multijugador, que suele quedarse en el olvido injustamente; batallas de hasta ocho participantes que se antojan intensas e interesantes (recomendable jugar partidas igualadas) y una clasificaci¨®n global muy atractiva. La profundidad y variedad de modos de juego en Empire es impecable, y las horas de diversi¨®n que propicia son casi ilimitadas.

Sobre el mapa
Empire: Total War, al igual que sus predecesores, se divide en dos aspectos claramente diferenciados: el primero de ellos es la estrategia sobre el mapa del mundo, el aspecto gubernamental y t¨¢ctico del juego; el segundo, es el desarrollo de los combates sobre el terreno, un aspecto m¨¢s b¨¦lico. Aunque ambos aspectos requieren mucha estrategia, las diferentes formas de afrontarlas son notables; y al igual que los cap¨ªtulos anteriores, es posible disfrutar s¨®lo de los aspectos que prefiramos. Es decir, si lo nuestro no son las batallas, podemos simularlas y quedarnos s¨®lo con el mapa; si no nos gusta el mapa, podemos dejar que sea la m¨¢quina la que autogobierne y combatir (adem¨¢s de las batallas directas); y por supuesto, podemos hacer ambas cosas.

El juego se desarrolla por turnos; los personajes y ej¨¦rcitos se pueden mover una distancia determinada en cada turno, las ciudades tienen un n¨²mero de evoluciones m¨¢ximas, etc. Cuando consideremos que nuestra labor ha terminado, tan s¨®lo tendremos que pulsar el bot¨®n de que el turno ha llegado a su fin, y ser¨¢ el momento de que nuestros rivales hagan sus movimientos (podremos elegir si queremos verlos o no). A diferencia de otros t¨ªtulos, en Total War las batallas tienen lugar dentro del propio turno, justo cuando dos facciones se encuentran y el enfrentamiento es inevitable. Eso s¨ª, los mapas no se limitar¨¢n s¨®lo a los grandes imperios que podremos seleccionar, sino que habr¨¢ muchos territorios peque?os que tambi¨¦n buscan la expansi¨®n o, simplemente, la subsistencia.

La lista de facciones secundarias es mucho m¨¢s extensa (aunque por su tama?o y fuerza b¨¦lica, son muy inferiores a las que podemos controlar): Estados Italianos, Venecia, nueva Espa?a, Sajonia, Estados de Berber¨ªa, Imperio Mongol, Marruecos, Trece Colonias, Saboya, Naciones Cheroquis, Portugal, G¨¦nova, Caballeros de San Juan, Bavaria, Confederaci¨®n Hurona, Confederaci¨®n Iroquesa, Curlandia, Daguest¨¢n, Dinamarca, Georgia, Hannover, Kanato de Crimea, Louisiana, Mysore, Naciones de las Praderas, Naciones Inuit, Naciones Pueblo, Persia, Westfalia y Wutemberg. Su presencia, pese a ser secundaria, es b¨¢sica para dar forma al panorama pol¨ªtico y humano que se viv¨ªa en el planeta en esta ¨¦poca.

Por supuesto, no todo ser¨¢ batallar, y tan importante como defender nuestras fronteras y expandir nuestros horizontes ser¨¢ ayudar a crecer a nuestra poblaci¨®n, mejorando nuestras granjas, creando nuevas edificaciones, preparando nuestras tropas, negociando alianzas y tratados con las dem¨¢s facciones, desarrollando tecnolog¨ªas, mejorando las infraestructuras? La profundidad de opciones es, sencillamente, asombrosa, y gracias al sistema por turnos, podemos invertir tanto tiempo como consideremos necesario en estudiar nuestras opciones y tomar las decisiones que creamos apropiadas. Sobre el mapa, adem¨¢s de nuestras ciudades, veremos nuestras tropas militares y agentes; los primeros sirven para combatir los segundos para tareas diplom¨¢ticas o de espionaje.
Los agentes son generados de forma autom¨¢tica por ciertos edificios; por ejemplo, en las universidades y monasterios se obtienen gentilhombres, eruditos, misioneros, imanes y brahmanes, mientras que de las tabernas surgen libertinos, hashishins y thugees. Sus formas de actuar y sus actitudes son muy diferentes, claro est¨¢. Nuestras fuerzas militares deberemos reclutarlas por nuestra cuenta, en las ciudades que poseamos. Tendremos de diversos tipos, tanto infanter¨ªa como caballer¨ªa como ca?ones o barcos, y podremos fusionarlas en grandes ej¨¦rcitos o que act¨²en por separado. Si atacan una ciudad, podemos asediarla o bien atacar directamente; pero el enfrentamiento con unidades errantes ser¨¢ un combate directo siempre. Como ya dijimos, podremos determinar si queremos pasar a disputar la batalla o que la simule la m¨¢quina.

En cuanto a los barcos, no s¨®lo servir¨¢n para el combate mar¨ªtimo, sino tambi¨¦n transportar¨¢n unidades, saquear¨¢n rutas comerciales, bloquear¨¢n puertos, etc. Pero lo m¨¢s interesante, adem¨¢s de la diplomacia ya comentada, tendremos muchos aspectos pol¨ªticos a seguir de cerca, como la construcci¨®n de nuevas edificaciones o la gesti¨®n de impuestos. Tambi¨¦n ser¨¢ muy importante el comercio entre regiones y el desarrollo de nuevas tecnolog¨ªas, que adem¨¢s de servirnos para ganar prestigio como regi¨®n nos ayudar¨¢ en el terreno militar. En este aspecto, los gentilhombres y eruditos son muy importantes, ya que como estudiosos favorecer¨¢n un desarrollo m¨¢s r¨¢pido y podr¨¢n robar las tecnolog¨ªas de otras regiones.

De entre todos los aspectos a vigilar, el Prestigio es de lo m¨¢s importante, y que supone que los rivales nos mirar¨¢n con m¨¢s respeto y tendremos felices a nuestros s¨²bditos, evitando que tengan lugar revoluciones que nos obliguen a cambiar de gobierno. Todo lo comentado alcanza unas cotas de profundidad muy superiores a lo que se puede expresar en palabras; simplemente, decir que conforman un todo muy cre¨ªble, en el que tendremos tantas cosas a las que prestar atenci¨®n que nos perderemos irremisiblemente durante horas intentando conseguir que nuestro imperio salga adelante. No faltar¨¢n, como es habitual en la franquicia, las peticiones de nuestros ¨®rganos de gobierno, con el fin de mejorar nuestra situaci¨®n sobre el mapa.

En combate
Las batallas no han cambiado demasiado con respecto a las entregas anteriores. Simplemente, deberemos tener en cuenta las distintas circunstancias que rodean nuestro entorno; por ejemplo, la posici¨®n que ocupemos sobre el terreno ser¨¢ muy importante, as¨ª como el tipo de escenario en el que nos encontremos. Tambi¨¦n tendremos que tener muy en cuenta el tipo de tropas que tenemos y a qu¨¦ nos enfrentamos, para saber qu¨¦ t¨¢ctica es la mejor. El sistema de control ser¨¢ muy c¨®modo, pudiendo dar las ¨®rdenes directamente con teclado y rat¨®n, o bien a trav¨¦s de los iconos que tendremos a nuestra disposici¨®n en la parte inferior de la pantalla.

La moral tambi¨¦n jugar¨¢ un papel importante de cara a la actitud que muestren nuestras unidades en el combate; y como siempre, el combate finalizar¨¢ cuando una de las dos facciones sea aniquilada o huya, siendo posible en este ¨²ltimo caso el perseguir y acabar con los supervivientes. Las batallas de asedio son algo diferentes, y el objetivo es abrirnos paso hacia el asentamiento enemigo, ya sea mediante artiller¨ªa pesada o utilizando ganchos y cuerdas. Estos combates pueden ser aut¨¦nticas joyas estrat¨¦gicas y de diversi¨®n, con infinidad de opciones t¨¢cticas a nuestra disposici¨®n. Eso s¨ª, tendr¨¢n una duraci¨®n m¨¢xima que podremos determinar de 20, 40 ¨® 60 minutos; as¨ª se evita que se prolonguen indefinidamente en el tiempo.

Principales novedades
A buen seguro, los jugadores expertos de Total War habr¨¢n reconocido ya algunas diferencias con respecto a los t¨ªtulos anteriores, pero destacaremos aqu¨ª los cambios m¨¢s importantes que se han introducido en esta entrega (m¨¢s all¨¢, claro est¨¢, del cambio de ¨¦poca y de las nuevas facciones que tenemos a nuestra disposici¨®n, adem¨¢s del aumento del mapa a todo el globo). Para empezar, lo m¨¢s destacable son los combates navales; bastante complejos en un principio, se convierten en todo un reto digno de los almirantes m¨¢s expertos de la realidad, ya que las embarcaciones act¨²an con bastante realismo en todo momento. Con tiempo y pr¨¢ctica es posible llegar a dominarlos, convirti¨¦ndose en una experiencia muy agradable, pero hace falta dedicarles tiempo.
Otra importante diferencia son las edificaciones. Anta?o, las capitales acumulaban todos los edificios importantes, pero ahora se expandir¨¢n por toda nuestra regi¨®n, en peque?os pueblos y aldeas, como pueden ser granjas o puertos en las zonas costeras. Esto implicar¨¢ que deberemos prestar atenci¨®n a estas peque?as ramificaciones, y defenderlas por separado, a?adiendo un nuevo toque estrat¨¦gico. Del mismo modo, la investigaci¨®n tecnol¨®gica ser¨¢ esencial para mejorar nuestros edificios, nuestras tropas, la calidad de vida de nuestra poblaci¨®n y para ganar prestigio a nivel internacional. Es muy importante tener contento a nuestro pueblo para que no tengan lugar revoluciones, que nos puedan obligar a modificar el gobierno entre monarqu¨ªa absolutista, monarqu¨ªa constitucional o rep¨²blica. Adem¨¢s, la diplomacia se har¨¢ a trav¨¦s de men¨²s, de forma directa, sin necesidad de enviar a nadie a negociar.

Una importante ventaja es que ahora los almirantes y generales pueden reclutar unidades a distancia, sin tener que volver hasta una ciudad y sin afectar al sistema normal de reclutamiento en cada regi¨®n. Los agentes y esp¨ªas, como hemos dicho, se generan autom¨¢ticamente en ciertos tipos de edificio, y seg¨²n la calidad de los mismos. En lo que respecta a las batallas terrestres, ahora la gran mayor¨ªa tienen armas de fuego con un tiempo de recarga inevitable, que debemos tener en cuenta para no sufrir heridas inesperadas mientras nuestras tropas son vulnerables; algo que, afortunadamente, tambi¨¦n vale para los enemigos, por lo que las cosas estar¨¢n equilibradas.

Apartado t¨¦cnico
Empire Total War cuenta con un apartado gr¨¢fico y sonoro muy bueno, aunque no son la base de su ¨¦xito. Visualmente, las batallas est¨¢n cargadas de detalles, de acci¨®n intensa y efectos muy realistas. La emoci¨®n del combate se transmite adecuadamente a trav¨¦s de sus gr¨¢ficos atractivos, con animaciones cuidadas y texturas bastante buenas. Lejos de explotar al m¨¢ximo los PC m¨¢s potentes, se mantienen en un modesto segundo plano para permitir una mayor accesibilidad en detrimento de la calidad gr¨¢fica. Eso s¨ª, en algunos aspectos se nota que el juego podr¨ªa dar algo m¨¢s de s¨ª, y en algunas ocasiones las texturas se pierden por el camino, motivado por una exigencia de requisitos superior a lo que realmente ofrece.

Pero estos problemas de optimizaci¨®n se limitan casi ¨²nicamente a las batallas, ya que sobre el mapa del mundo todo ser¨¢ muy bello y detallado, con animaciones muy cuidadas y una representaci¨®n soberbia del mapa del mundo. Del mismo modo, las batallas acu¨¢ticas est¨¢n mucho m¨¢s cuidadas que las terrestres, con una excelente representaci¨®n del agua y de la iluminaci¨®n, con barcos bien definidos y con un movimiento realista. A nivel sonoro, las melod¨ªas son muy atractivas, representando la ¨¦pica que se vive en pantalla, y los efectos de sonido durante los combates son realistas y cre¨ªbles. Destacar el doblaje de cada regi¨®n, conservando el idioma de cada una.

La jugabilidad es profunda y excelente, por no decir soberbia. Tenemos a nuestra disposici¨®n un gran n¨²mero de modos de juego, de opciones t¨¢cticas tanto en batalla como en el mapa, infinidad de horas de diversi¨®n en las reyertas online o superando los retos de la Gran Campa?a con cada facci¨®n. Los cambios han sido para mejor, ofertando un t¨ªtulo mucho m¨¢s profundo, apasionante, ¨¦pico, intenso e inolvidable que ning¨²n otro Total War hasta la fecha. El hecho de que cada facci¨®n tenga sus propios retos nos anima a volver a jugar una y otra vez, superando las dificultades que se nos presentan. Adem¨¢s, todo estar¨¢ al alcance de nuestro teclado y rat¨®n, una jugabilidad directa y sencilla en la que podremos hacer todo lo que queramos sin grandes problemas.

Empire Total War requiere, obligatoriamente, conexi¨®n a Internet y una cuenta de Steam para poder jugar. Algo que, si bien es cierto que tiene sus ventajas, tambi¨¦n tiene sus inconvenientes, como el hecho de que no podemos jugar sin estar conectados a Internet, y no todos los usuarios tienen esa disponibilidad de red. Tener el juego en formato f¨ªsico se antoja casi una mera formalidad, ya que una vez instalado no necesitaremos los dos discos para nada; se instalan los 15 gigas en el disco duro y desde entonces, el acceso al juego ser¨¢, ¨²nica y exclusivamente, a trav¨¦s de Steam. No nos parece la propuesta m¨¢s acertada, ya que va a privar a un buen n¨²mero de usuarios de tener acceso a un grand¨ªsimo juego de estrategia.
Tambi¨¦n destacar que la Special Forces Edition cuenta con tropas adicionales de las que carecen las ediciones b¨¢sicas. Ser¨¢n los Roger's Rangers brit¨¢nicos, los Ottoman Organ Gun otomanos, los Ghoorkas de Cachemira, el regimiento de Bulkeley franc¨¦s, la embarcaci¨®n HMS Victory brit¨¢nica, y por ¨²ltimo, las guerrillas Corso Terrestre espa?olas. S¨®lo estar¨¢n disponibles en el modo para un solo jugador, evitando el desequilibio en las batallas multijugador, pero hubiese estado bien que no se privase a algunos usuarios de contar con tropas importantes en la evoluci¨®n de algunas facciones.





Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.