Tras los enigmas del Priorato

El C¨®digo Da Vinci es una de esas novelas tan pol¨¦micas que han dado demasiados quebraderos de cabeza sociales, cuyo resultado no ha sido otro que el de dotarla de una publicidad que la encumbr¨® a una de las obras m¨¢s le¨ªdas de los ¨²ltimos a?os, si no la m¨¢s. Adem¨¢s, provoc¨® que su nombre sea bien conocido en todo el planeta y que su autor pudiese sacar varias novelas m¨¢s, sin olvidarnos del estreno cinematogr¨¢fico de rigor.

Sin embargo, la pel¨ªcula adolece de los mismos defectos que la obra de Dan Brown, desde el punto de vista de que o te encanta, o la odias. Las combinaciones entre conocedores y no conocedores de la novela que disfrutaron o no de la pel¨ªcula son numerosas, pero vuelve a ser una creaci¨®n que no deja indiferente a nadie. Pero lo que a nosotros nos interesa es el juego que sali¨® a la luz con la excusa del estreno en la gran pantalla, que desgraciadamente corre una suerte similar.

El Santo Grial
Las pautas del juego son las mismas que las de la novela. De hecho, son las de esta, ya que pese a haber salido a la par de la pel¨ªcula, no existe una relaci¨®n directa entre ambos. Es decir, nuestros personajes no tendr¨¢n las caras de Tom Hanks, Audrey Tautou, Jean Reno o Ian McKellen, sino que todo estar¨¢ representado directamente seg¨²n las descripciones del libro, sin dejarse influir por la versi¨®n cinematogr¨¢fica.

De este modo, nos encontramos con la historia de Robert Langdon, un experto en simbolog¨ªa americano, que es llamado por un asesinato en el museo del Louvre de Par¨ªs. La v¨ªctima, antes de fallecer, escribi¨® el nombre de nuestro protagonista, por eso ha sido reclamada su presencia, y por eso tambi¨¦n es el principal sospechoso de la polic¨ªa como posible autor del asesinato.

Sophie Neveu, experta en criptogramas y nieta de la v¨ªctima, ayudar¨¢ a Langdon a escapar del Louvre antes de ser encerrado, e investigar¨¢n juntos las pistas que ha ido dejando su abuelo, intentando esclarecer los motivos de su muerte. Los descubrimientos les llevar¨¢n ni m¨¢s ni menos que a una b¨²squeda del Santo Grial en la que se enfrentar¨¢n a la mism¨ªsima iglesia, que quiere ocultar datos y hechos del asunto.

As¨ª pues, estamos ante la recreaci¨®n jugable de la novela de ¨¦xito, y como tal ofrece argumentalmente sus virtudes y defectos, mostr¨¢ndose d¨¦bil en ciertos momentos y ofreciendo una fuerte carga argumental en otros. En t¨¦rminos generales, la historia consigue resultar atractiva y enganchar al jugador para seguir la investigaci¨®n de Langdon hasta el final.

Los acertijos
Eso, siempre y cuando quien est¨¦ controlando al protagonista no se vea superado por alguno de los inevitables acertijos que pueblan El C¨®digo Da Vinci. Gran parte de ellos ser¨¢n criptogramas, de modo que deberemos sacar contrase?as, pistas y mensajes ocultos de series de letras o combinaciones, por lo general sin ninguna pista al respecto m¨¢s que nuestra propia inteligencia. Para investigar, podremos hacerlo al m¨¢s puro estilo Condemned, analizando de cerca nuestro alrededor.

Tambi¨¦n podremos encontrarnos con peque?os puzzles del tipo usar tal objeto con tal otro, al m¨¢s puro estilo de las aventuras gr¨¢ficas, y en algunas ocasiones ambos tipos se mezclar¨¢n, teniendo que formar una palabra moviendo las placas con las letras en el suelo. La variedad, en este aspecto, est¨¢ asegurada, y lo peor es la dificultad que puedan llegar a presentar los acertijos, al tener que enfrentarse a ellos muchas veces?sin pistas.

La acci¨®n
De esta forma, se solventar¨¢ el pilar fundamental de la novela, resolviendo las inc¨®gnitas ofrecidas para poder avanzar. Pero tampoco pod¨ªan faltar las dosis de acci¨®n que se dejan vislumbrar, por lo que Langdon y su compa?era tendr¨¢n que enfrentarse a polic¨ªas, escapar de persecuciones y tener cuidado en diversos aspectos por el camino que est¨¢n siguiendo.

Sin duda, la mezcla de acci¨®n, peleas y puzzles recordar¨¢ a algunos una de las aventuras gr¨¢ficas m¨¢s conocidas y apreciadas de la historia del g¨¦nero, Indiana Jones and the fate of Atlantis. Sin embargo, nada m¨¢s lejos de la realidad y de la calidad que desprend¨ªa aquel t¨ªtulo, ya que aqu¨ª la mezcla de g¨¦neros resulta desconcertante y, hasta cierto punto, fuera de lugar.

Tal vez de haberse pulido un poco, el resultado hubiese sido m¨¢s alentador, pero los enfrentamientos son de todo menos entretenidos. De este modo, nuestros primeros combates ser¨¢ bastante tediosos, por repetitivos y largos. El modo de acabar con los enemigos en agarrarnos a ellos y defendernos o atacarles siguiendo la secuencia de botones de la parte inferior de la pantalla.

Al principio tiene su inter¨¦s y hasta resulta agradable, pero con el paso de los combates en los que nos enzarcemos, la repetici¨®n se apoderar¨¢ de nosotros. Tambi¨¦n es cierto que podremos evitar los combates jugando a lo MGS, es decir, escondi¨¦ndonos en esquinas y lugares lejos de su visi¨®n y atacarles por la espalda, dej¨¢ndoles inconscientes (mediante el machaque previo del bot¨®n de ataque).

Pese a que este m¨¦todo funciona (y podremos recoger objetos como armas para ser m¨¢s contundentes), tiene sus fallos desde el punto de vista t¨¦cnico que nos hacen clamar al cielo por la falta de realismo. Y es que podemos estar mal ocultos en las narices de un polic¨ªa y este no vernos, o si llevamos a dos personajes, con que el que controlemos est¨¦ oculto ya llega, da igual que el otro se pasee frente a nuestro rival sin que este note nada extra?o.

Men¨²s directos
La gran virtud del juego es la sencillez para acceder a los men¨²s. Tendremos dos distintos, uno para datos y otro para objetos, y cada uno tendr¨¢ asignado un bot¨®n o tecla distintos. Todo elemento que recojamos que sea ¨²til para nuestra aventura se podr¨¢ utilizar r¨¢pidamente gracias al sencillo, directo y buen sistema de men¨²s del que hace gala el juego.

Apartado t¨¦cnico

Gr¨¢ficamente, El C¨®digo Da Vinci no es precisamente ninguna virguer¨ªa. Los personajes parecen acartonados, y no se mueven con ninguna naturalidad, consiguiendo unos efectos visuales nada impactantes. Esto en las secuencias de v¨ªdeo se resiente mucho, ya que en ellas no se mejora nada el motor del juego y dan una sensaci¨®n de juego con muchos a?os encima.

Adem¨¢s, el acabado es tan superficial que, si bien ya en movimiento dan una imagen bastante mejorable, cuando vamos por dos personajes nos sorprender¨¢ descubrir que gran parte de las veces (casi siempre) ambos corren perfectamente sincronizados en movimientos. Por lo dem¨¢s, los escenarios son grandes y relativamente bien detallados, aunque en ocasiones se pixelan y resultan demasiado planos. Digno de menci¨®n el Louvre, con las representaciones de todos los cuadros y esculturas.

En el apartado sonoro, melod¨ªas discretas que cumplen su funci¨®n de acompa?ar la acci¨®n, junto a efectos sonoros bastante bien elaborados y acorde con las situaciones. Destaca un trabajo de doblaje que, al no tener relaci¨®n con la pel¨ªcula, es totalmente exclusivo para el juego, y en el que no se fuerzan los acentos franceses en los personajes, encontr¨¢ndose a un nivel mejorable, pero digno, mejor que muchos otros doblajes de los ¨²ltimos meses.

Para terminar, en el aspecto jugable, El C¨®digo Da Vinci est¨¢ bastante bien, ya que a una aventura de una longitud media, se le une un buen sistema de men¨²s y unos controles m¨¢s o menos precisos de los personajes. Pena que decaiga en la dificultad de puzzles sin ayuda, en los mal insertados combates cuerpo a cuerpo y en que puede gustarte o no el argumento, al igual que pasaba con la novela.

Comparativa PC-PS2
Dif¨ªcil comparaci¨®n de un juego que, en esencia, es igual, pero se diferencia en los sistemas de control. En algunos momentos responde mejor PC (acertijos), pero en otros PS2 (acci¨®n), dejando la decisi¨®n a la plataforma que prefiera cada uno para jugar.