DUSK: An¨¢lisis, el mejor heredero moderno de Quake

Hace unos a?os que se intenta resucitar al FPS de los noventa. Muchos lo han intentado, con m¨¢s o menos ¨¦xito, pero hasta ahora ninguno ha llegado a capturar del todo la experiencia de aquellos tiempos. El ¨²ltimo DOOM quiz¨¢s fue el m¨¢s cercano, captando perfectamente el esp¨ªritu de la ¨¦poca pero tanto sus mec¨¢nicas como dise?o de niveles pecaban de excesiva modernizaci¨®n. Otros como STRAFE o Ion Maiden siguen en proceso de refinar su jugabilidad y contenido para poder acercarse a los cl¨¢sicos de anta?o. Ninguno de esos estudios, unos m¨¢s grandes o peque?os pero la mayor¨ªa con recursos y experiencia en la industria, ha conseguido por ahora captar de manera tan exacta lo que nos tra¨ªan los antiguos juegos de disparos que hac¨ªan posibles nuestras procesadoras Pentium.

Pero el 2018 a¨²n puede sorprendernos. Y es que en este ¨²ltimo mes del a?o ha salido a la venta DUSK, el heredero de QUAKE, DOOM y BLOOD, orgulloso miembro del elitista grupo de juegos cuyos t¨ªtulos carecen de min¨²sculas. La creaci¨®n de David Szymanski con la colaboraci¨®n de Andrew Hulshult es una rompedora vuelta a los comienzos del g¨¦nero que incorpora de forma casi sigilosa innovaciones modernas para convertirse en una de las mejores y m¨¢s completas experiencias del a?o. Con una estruendosa banda sonora metalera, jugabilidad fluida y vertiginosamente r¨¢pida y un dise?o de niveles y enemigos que vuelve a esos a?os dorados, DUSK es un t¨ªtulo absolutamente indispensable para todo nost¨¢lgico, pero podr¨ªamos decir que es imprescindible para todo aficionado al g¨¦nero.

Regresa a los noventa

Desde el primer momento DUSK nos recuerda a que tiempos pertenece. No hay un logotipo que nos salude en este juego, sino letras blancas sobre un fondo gris simulando la cargad del t¨ªtulo. De fondo escuchamos el sonido de unos ventiladores de ordenador luchando por funcionar. El men¨² se abre con una desgarradora banda sonora y comenzamos la partida. Inmediatamente queda claro que DUSK no es un juego inspirado por los de anta?o, en su anhelo por capturar aquella ¨¦poca se ha convertido en uno m¨¢s. Es algo que se nota en todo momento y que abarca todos los aspectos del t¨ªtulo, empezando por una atm¨®sfera tan opresiva que consigue ser claustrof¨®bica hasta en los espacios m¨¢s abiertos pero tambi¨¦n en el cari?o que se ha puesto hacia perfeccionar su sistema de movimiento o el dise?o de sus texturas y fuentes de texto.

No hay un momento de paz en DUSK, desde el momento en que escogemos entre los ingeniosamente nombrados modos de dificultad hasta que terminemos el juego no habr¨¢ un segundo para descansar. Al fin y al cabo, hay seres que desmembrar. Para nuestras sangrientas labores disponemos de un exquisito arsenal repleto de distintas versiones de las armas m¨¢s populares del g¨¦nero. Tenemos lanzacohetes, ametralladoras, pistolas, rifles de larga distancia y las m¨ªticas escopeta y recortada. Quiz¨¢s nuestra preferida sea la ballesta, capaz de atravesar m¨²ltiples enemigos con una sola saeta pero todas ellas cuentan con su uso en combate y son absolutamente maravillosas de utilizar. Los efectos de sonido se combinan con unas excelentes mec¨¢nicas de tiro y cambio de arma para crear una jugabilidad que no solo alcanza a los antiguos cl¨¢sicos sino que puede llegar a superarlos en muchos aspectos.

Lo increible de DUSK es como sus desarrolladores han conseguido incorporar elementos modernos en la jugabilidad sin restarle un ¨¢pice de credibilidad al llamamiento a la nostalgia que induce. Podremos usar dos pistolas o escopetas al mismo tiempo para la devastaci¨®n m¨¢xima de nuestros enemigos , deslizarnos por el suelo (lo que combinado con ¡°bunnyhopping¡± nos hace casi imposibles de matar) o entrar en una rabia asesina similar a la del DOOM m¨¢s reciente en la que nuestro ratio de disparos y da?o aumentar¨¢n considerablemente. Cuando un juego incluye tantas mec¨¢nicas y todas ellas est¨¢n as¨ª de bien dise?adas e implementadas jugarlo es un placer en todo momento y eso es cierto de la totalidad de los tres episodios de DUSK. La adici¨®n de estos peque?os detalles a lo que ya era una muy buena f¨®rmula nos lleva a este terror¨ªfico resultado.

El laberinto ha vuelto

Todo esto ya lo consigui¨® hacer DOOM y quiz¨¢s de manera aun m¨¢s perfecta en 2016 pero DUSK supera a la obra de id en un aspecto: el dise?o de niveles. En DOOM los niveles consist¨ªan en arenas separadas por pasadizos o zonas abiertas, pero en todo momento estaba claro cuando ¨ªbamos a entrar en un combate serio y el camino a seguir raramente era sorprendente. En DUSK se recaptura esos niveles que parec¨ªan dise?ados por el Minotauro donde el ¡°backtracking¡± estaba al orden del d¨ªa y las llaves para progresar eran indispensables. Esto a veces puede resultar tedioso, pero en DUSK los niveles consiguen tener un equilibrio perfecto entre tama?o y complejidad, con zonas abiertas que casi siempre pueden ser atravesadas por un atajo para regresar a zonas ahora accesibles. Tampoco reniega DUSK de sorprendernos o incluso emboscarnos, con varios momentos en los que atrapa al jugador contra las cuerdas intencionalmente, solos contra incesantes hordas con todos los pron¨®sticos en nuestra contra.

A esto debemos a?adir que la variedad visual de un nivel a otro es excelente, llev¨¢ndonos esta infernal traves¨ªa de tenebrosos pantanos a complejos militares , de cultos a ej¨¦rcitos y en ning¨²n momento languideciendo demasiado en un solo lugar. Tambi¨¦n hay consistentes cambios en el tama?o y enfoque de los niveles, pasando de estrechos t¨²neles a batallas a campo abierto en un abrir y cerrar de ojos. Todo esto contribuye a que los tres episodios de DUSK, cada uno con diez niveles, tengan una cota de calidad alt¨ªsima y por tanto contamos con una campa?a que no tiene nada que envidiar a los grandes.

M¨¢talos a todos

Durante estos tres episodios el dise?o de enemigos es tambi¨¦n digno de menci¨®n. Cient¨ªficos, militares, brujas, granjeros paganos zombies... el elenco de personajes a los que debemos derrotar es sorprendentemente variado y sus movimientos, comportamientos y animaciones capturan perfectamente la imperfecci¨®n de los noventa. Ninguno de ellos es individualmente peligroso, pero en grandes n¨²meros pueden abrumarnos f¨¢cilmente y en las dificultades m¨¢s altas los enormes ej¨¦rcitos de abominaciones presentan un verdadero desaf¨ªo.

Cuando decimos que ning¨²n enemigo es individualmente peligroso obviamos por supuesto a los jefes finales, cuya dificultad va desde ¡°sorprendentemente f¨¢cil¡± hasta ¡°una verdadera pesadilla¡±. Cuando vimos que el primer gran enemigo era un simple cocodrilo capaz de escupir bolas de fuego nos preocupamos, pero fue la ¨²ltima vez que dudamos de DUSK a la hora de enfrentarnos con abominables bestias del infierno. Estos enfrentamientos nos har¨¢n emplear todos nuestros recursos, movernos a toda velocidad y apuntar endiabladamente bien si queremos sobrevivir.