Don?t Forget Me. An¨¢lisis PC, Buceando entre recuerdos

El hecho de sumergirnos en los recuerdos de varias personas en una aventura ambientada en un futuro dist¨®pico no es ni mucho menos original. Varios han sido los t¨ªtulos que lo han tratado anteriormente, como por ejemplo Remember Me, debut de los franceses Dontnod, videojuego con el que el t¨ªtulo que hoy nos ocupa guarda algunas similitudes, m¨¢s all¨¢ del curioso parecido de nombres. Don?t Forget Me tambi¨¦n es el t¨ªtulo con el que debuta en la industria otro peque?o estudio independiente franc¨¦s, The Moon Pirates, aunque a diferencia de sus compatriotas no tengan el apoyo de un gigante como Capcom para dar el salto como les ocurri¨® a Dontnod.

La premisa de partida partida nos resultaba muy atractiva, y la puesta en escena parec¨ªa que acompa?aba. Probamos la demo del juego en el ¨²ltimo y reciente festival de juegos independientes de Steam, y las impresiones fueron muy positivas. Desgraciadamente, tras jugar a la versi¨®n de lanzamiento final, nos hemos llevado un chasco importante. Tras una atractiva fachada y unas mec¨¢nicas a priori originales, nos terminamos por encontrar con un t¨ªtulo que no profundiza nada ni en dichas mec¨¢nicas, ni en la historia que nos narra, y que en poco m¨¢s de dos horas podremos terminar, qued¨¢ndonos con un chasco al ver que la interesante trama y el intrigante futuro dist¨®pico que nos dibuja se quedan en meros bosquejos de lo que podr¨ªa haber sido. El hecho de tener la posibilidad de rejugar la aventura para tomar otras decisiones en las pocas ocasiones en que estas se nos platean no cambia casi nada en absoluto.

Literalmente, el juego se desarrolla por completo en 6 pantallas est¨¢ticas, m¨¢s el minijuego bucear en los recuerdos, que viene a ser un interfaz de texto m¨¢s bien simple. Una aut¨¦ntica l¨¢stima, ya que hay varios juegos gratuitos que ofrecen bastante m¨¢s contenido tanto jugable como narrativo, y repetimos que la premisa y la puesta en escena s¨ª que nos hab¨ªa convencido en principio. Estamos casi m¨¢s ante un teaser de lo que podr¨ªa haber sido un m¨¢s que interesante juego que ante un lanzamiento propiamente dicho. Dada la competitividad del mercado actual del videojuego, y la calidad de los t¨ªtulos que nos est¨¢ ofreciendo el sector independiente del mismo, consideramos que la propuesta de Don?t Forget Me, que se lanza con un precio de 14,99 euros, se antoja demasiado parca para encontrar su lugar en el mercado.

No me olvides

La aventura se sit¨²a en un futuro cercano, donde tras una guerra que ha estado a punto de barrer a la humanidad de la faz de la tierra, la sociedad ha visto como la soluci¨®n a dicho conflicto fue implantar unos chips a las personas donde se almacenan todos sus recuerdos. La historia comienza en la cl¨ªnica de Bernard, un copista de recuerdos, actividad que es ilegal y est¨¢ perseguida por el gobierno. En los compases iniciales del juego, vemos como una desconocida llega a la puerta de la cl¨ªnica, para perder el sentido nada m¨¢s Bernard le abre la puerta. Una vez recupera la consciencia, descubrimos que su nombre es Fran y que no recuerda nada en absoluto, su chip de recuerdos est¨¢ completamente vac¨ªo. Como no tiene donde ir, se queda como ayudante de Bernard en su cl¨ªnica clandestina.

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Tras atender a un par de clientes que quieren preservar una copia de ciertos recuerdos (pese a que con la tecnolog¨ªa disponible en ese momento no se pueden reproducir), vemos como un misterioso hombre llega a la cl¨ªnica, y tras acceder a su chip nos veremos involucrados en la lucha de un grupo rebelde contra una conspiraci¨®n del gobierno para controlar a la sociedad. Ni la tem¨¢tica es excesivamente original, ya que se ha tratado muchas veces antes, ni el t¨ªtulo tiene oportunidad de profundizar m¨ªnimamente en ella en las dos horas escasas que dura. El ¨²nico personaje con un m¨ªnimo desarrollo y con el que es posible empatizar es Bernard, y todo lo que llegamos a saber de este futuro dist¨®pico es un mero esbozo.

A mayores, se tratan un par de temas punzantes e interesantes en los casos de dos clientes de la cl¨ªnica cuya trama es independiente de la conspiraci¨®n, y nos ha gustado tanto las tem¨¢ticas espinosas que trata como la posibilidad de tomar decisiones sobre ellas. Es una l¨¢stima que no se incluyeran un par de casos como estos a mayores. La sensaci¨®n de chasco se agrava con un final precipitad¨ªsimo e inesperado que nos deja con un palmo de narices sin saber ni la resoluci¨®n de la trama ni el destino de los personajes.

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Tecleando palabras para bucear entre recuerdos

El apartado jugable de Don?t Forget Me tiene dos vertientes bien diferenciadas. Por un lado tendremos la mec¨¢nica de bucear entre los recuerdos de los personajes. Esta parte es muy sencilla. Dentro de un interfaz similar al parser de una vieja aventura conversacional, se nos ir¨¢n presentando unos peque?os p¨¢rrafos con informaci¨®n sobre el sujeto de estudio. Deberemos ir eligiendo palabras clave de esos p¨¢rrafos y teclearlas en el parser, lo que desbloquear¨¢ las llamadas burbujas mnem¨®nicas, que nos presentar¨¢n otros p¨¢rrafos donde repetiremos el proceso, hasta llegar a la burbuja final con la informaci¨®n buscada. Si tecleamos una palabra clave se abre una o varias burbujas. Si tecleamos una palabra especial entramos a la zona restringida del chip de memoria, donde se nos penalizar¨¢ por introducir palabras que no sean las buscada y tendremos un n¨²mero limitado de intentos. Esta mec¨¢nica es muy simple y no evoluciona en absoluto, pero en cualquier caso solo la emplearemos con 3 sujetos en todo el juego, a mayores de nuestro gatete que ejerce de tutorial.

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La otra vertiente jugable nos permite controlar de forma directa a nuestra protagonista Fran, curiosamente no mediante puntero con control point and click como cabr¨ªa esperar, sino directamente con las teclas del cursor y con la barra espaciadora o intro para interactuar con ciertos elementos, que en ning¨²n momento se destacan como opci¨®n en pantalla, por lo que habr¨¢ que ir pulsando espacio un poco al tun tun. Estas secciones transcurren en la propia cl¨ªnica y en un bar, a modo de interludios, y en dos escenarios donde habr¨¢ que investigar recuerdos de dos pacientes para obtener informaci¨®n. Estos escenarios son muy simples, una ¨²nica pantalla en cada caso, y nos limitaremos a deambular por los mismos probando con los elementos que sospechemos que sean interactuables para obtener datos cruciales.

Desgraciadamente, la propuesta jugable es demasiado corta, limitada y plana. Un par de escenarios m¨¢s a investigar, algo m¨¢s de complejidad en los mismos o alguna vuelta de tuerca a la mec¨¢nica del parser de texto para bucear en los recuerdos le habr¨ªa dado mucha vida al t¨ªtulo. Como ya hemos comentado, en poco m¨¢s de 2 horas lo completaremos, y no habr¨¢ demasiados incentivos para volver a sumergirse en su propuesta. Afortunadamente, dada la importancia del texto en el juego, este cuenta con una buena traducci¨®n a nuestro idioma, solventada de forma eficaz dado que la misma resulta parte vital de la jugabilidad del juego. A modo de curiosidad, el t¨ªtulo cuenta con una funci¨®n de integraci¨®n en Twitch para que nuestros espectadores jueguen un papel crucial en la toma de decisiones, opci¨®n que no hemos probado.

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Jazz, Synthwave y pixel art

Visualmente, Don?t forget me apuesta por el pixel art tan en boga ¨²ltimamente, no excesivamente detallado en este caso, aunque atractivo a priori. El problema es el mismo que afecta al c¨®mputo global del t¨ªtulo, la escasez de contenido. Seis ¨²nicas pantallas est¨¢ticas, y un n¨²mero no mucho mayor de personajes forma el total del apartado gr¨¢fico del juego, lo que no le deja mucha oportunidad de lucimiento. Y es una l¨¢stima, porque los tonos de ne¨®n, la direcci¨®n art¨ªstica y el acabado general resultan muy atractivos, pero no hay mucho donde rascar. Un par de escenarios resultan muy atractivos, como el bar o el casino ilegal, son una representaci¨®n interesante de un futuro dist¨®pico cercano, pero son una ¨²nica pantalla en cada caso. Nos quedamos con ganas de tener un retrato detallado del atractivo futuro que se nos sugiere. Lo mismo se aplica al apartado sonoro. A la total ausencia de voces se suma una banda sonora con poca presencia y solo un par de temas, escaso cunado precisamente se vende el t¨ªtulo como una aventura futurista jazz-punk.