Destroy All Humans! an¨¢lisis

Muchos recordar¨¢n la desenfadada aventura de acci¨®n Destroy All Humans! de 2005 que llegaba al mercado durante la generaci¨®n de PS2 y Xbox a cargo de Pandemic Studios, un notable videojuego que nos pon¨ªa en la piel de un malvado alien¨ªgena que ten¨ªa un ¨²nico objetivo, que no era otro que acabar con los humanos, tal y como su t¨ªtulo sugiere. Ahora, y tras 15 a?os desde su lanzamiento original, llega su nueva versi¨®n en forma de remake ?y no una simple remasterizaci¨®n? para la actual generaci¨®n, es decir, PC, PS4 y Xbox One. Obra de Black Forest Games junto a THQ Nordic, esta nueva puesta al d¨ªa de las aventuras y desventuras del cabez¨®n Crypto-137 pretende recuperar un modo de entender el medio que apunta con descaro a la diversi¨®n directa, sin grandes artificios y manteniendo el mismo esp¨ªritu de anta?o, no sin ofrecer peque?as actualizaciones de control aqu¨ª y all¨ª, adem¨¢s de un profundo lavado de cara que le sienta genial a tan gamberra visi¨®n de la ciencia ficci¨®n de mediados del siglo XX.

?Un gran pisot¨®n para la humanidad!

La entrega original de Destroy All Humans! supuso en su momento un soplo de aire fresco a las aventuras m¨¢s arcade que, lejos de recurrir a rebuscados guiones o complejas mec¨¢nicas de juego, nos serv¨ªa en bandeja una suerte de peque?os mundos abiertos en los que hacer el gamberro a trav¨¦s de un sinf¨ªn de clich¨¦s de la ciencia ficci¨®n de los a?os 50, con la tem¨¢tica OVNI como eje central de su alocada propuesta. Un t¨ªtulo que si bien estaba lejos de ser perfecto, s¨ª ofrec¨ªa diversi¨®n y desparpajo con un sentido del humor muy personal e incluso cierta iron¨ªa sobre el patriotismo yankee y sus m¨¢s rid¨ªculas maneras de lavar el cerebro a sus ciudadanos. Y hablando de cerebros, Crypto necesitar¨¢ muchos de ellos para desarrollar sus habilidades y las de su platillo volante; pero eso lo dejamos para m¨¢s adelante.

Con esta premisa, tanto THQ Nordic como el estudio alem¨¢n Blask Forest Games han querido recuperar ese esp¨ªritu que tan bien funcion¨® a mediados de los 2000 para crear una nueva visi¨®n de la obra original a trav¨¦s de una profunda puesta al d¨ªa, eso s¨ª, m¨¢s en lo visual que en su desarrollo o mec¨¢nicas, pr¨¢cticamente inalteradas tras d¨¦cada y media. Y si bien se ha logrado rehacer el juego desde cero, s¨ª se han mantenido inalterados los pilares centrales del mismo, un detalle que los que jugaron al original r¨¢pidamente detectar¨¢n; desde el control a las misiones, pasando por las voces originales, los desaf¨ªos, el gui¨®n y todas las particularidades que conforman el juego. Eso s¨ª, se han actualizado ciertos aspectos para que las sensaciones a los mandos no se sientan tanto de otra ¨¦poca, puliendo alguna que otra caracter¨ªstica e incluso a?adiendo algo de material in¨¦dito, logrando relativo ¨¦xito en este sentido.

Ya en su momento, Destroy All Humans! cautiv¨® tanto por su ambientaci¨®n como por su argumento, toda una parodia de la ciencia ficci¨®n estadounidense de los a?os 50 en la que los OVNIs y los alien¨ªgenas invasores estaban a la orden del d¨ªa. El t¨ªtulo original de la malograda Pandemic ya recurr¨ªa a toda clase de clich¨¦s del g¨¦nero, todo ello para construir un sencillo aunque efectivo gui¨®n en el que no faltan aliens cabezones, platillos volantes, abducciones, hombres de negro, militares, bombas at¨®micas, fake news, lavados de cerebro, robots, vacas radioactivas, sondas anales y cualquier locura relacionada con tan hilarante tem¨¢tica. Y en el remake no falta de nada, cosa de la que nos alegramos profundamente.

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De igual modo, su disparatado argumento se mantiene completamente inalterado, un gui¨®n que nos presenta a la raza alien¨ªgena de los Furones, del planeta Fur¨®n, unos aliens que llevan tiempo visitando la Tierra con el objetivo de conquistarla, pero que deciden precipitar los eventos tras el incidente de uno de sus aliens exploradores, Crypto-136, cuyo platillo volante se estrella en Rockwell. Con el objetivo de averiguar qu¨¦ ha ocurrido con su compatriota cl¨®nico, Orthopox-13 y Cryptosporodium-137 deciden iniciar una misi¨®n de rescate que dar¨¢ paso a una invasi¨®n en toda regla a manos de tan peculiar pareja de aliens, con el bueno de Crypto visitando lugares como una granja de vacas, unas instalaciones militares o una ciudad t¨ªpicamente yankee a modo de ocurrentes parodias.

Como decimos, el desarrollo del t¨ªtulo es exactamente el mismo del original, es decir, se nos ofrecen hasta seis entornos abiertos diferentes en los que llevar a cabo misiones (revisit¨¢ndolos seg¨²n el propio desarrollo de los acontecimientos), ya sea para cumplir con las misiones principales y las secundarias o para recoger coleccionables, superar desaf¨ªos o, simplemente, hacer lo que nos apetezca explotando las no pocas herramientas que ofrece el videojuego a nivel de jugabilidad. La estructura es siempre la misma: usamos la nave nodriza como base, ya sea para elegir misi¨®n, mejorar las habilidades de Crypto o de su platillo volante o cambiar el aspecto del alien¨ªgena protagonista, entre otras posibilidades. Una vez se ha elegido una misi¨®n o un escenario ya desbloqueado para explorar libremente o superar desaf¨ªos, Crypto baja a la Tierra en su nave para acceder al nivel deseado.

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El control de Crypto y las f¨ªsicas relacionadas con su jugabilidad se mantienen pr¨¢cticamente intactas a excepci¨®n de ligeras mejoras que, de alguna manera, logran que el control no se sienta desfasado. Novedades como la posibilidad de disparar mientras volamos, extraer cerebros mientras nos movemos o realizar un breve deslizamiento sobre el suelo para hacer del control de Crypto algo m¨¢s ¨¢gil. Asimismo, Crypto no morir¨¢ solo con tocar el agua, sino que su escudo se ver¨¢ afectado mientras mantenga el contacto, hasta perecer finalmente si no alcanzamos tierra firme tras unos instantes. Por otro lado, se han a?adido otras habilidades como controlar la mente de los humanos para utilizarlos a nuestro favor o transformar objetos del escenario en munici¨®n, ya sea para las armas de a pie o para el platillo. Y es que como ocurr¨ªa en el original, podremos alternar el desplazamiento sobre el terreno de Crypto con el pilotaje de la nave, especialmente en misiones de destrucci¨®n del escenario.

En este sentido, el t¨ªtulo se muestra mucho m¨¢s satisfactorio que el original, a lo que debemos sumar una mayor variedad de humanos, edificios y veh¨ªculos; menci¨®n especial para los efectos de destrucci¨®n de edificios, muy logrados. Y tanto Crypto como su platillo volante han recibido incluso m¨¢s mejoras desbloqueables a trav¨¦s del ADN humano que podamos recoger, logrando una experiencia mucho m¨¢s completa. Pero es que adem¨¢s, desde Black Forest Games se ha hecho un gui?o a los fans de Destroy All Humans! con el a?adido de una misi¨®n in¨¦dita en el ?rea 42 que en su momento no se incluy¨® en el original y que ahora se ha recuperado; un peque?o detalle que se agradece.

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El humor que toca el juego puede resultar chocante hoy en d¨ªa, pero desde un inicio se deja claro que no es m¨¢s que una obra desenfadada con ciertos aires de cr¨ªtica social, especialmente a una ¨¦poca convulsa, sacando provecho del juego que da la ciencia ficci¨®n, los supuestos ataques comunistas y las ya citadas fake news que tan de moda parecen estar en la actualidad.

Tal y como suced¨ªa en el t¨ªtulo del que nace este remake, su jugabilidad es bastante variada con misiones tanto de acci¨®n directa como de infiltraci¨®n, en las cuales tendremos que usar todo el arsenal de Crypto para salir airosos. Ya sea disparando a diestro y siniestro con diferentes ca?ones o rifles gal¨¢cticos, haciendo estallar cabezas para recoger ADN, lanzando objetos o personas gracias a los poderes de psicokinesis o haciendo uso de las sondas anales; todo muy loco. En la vertiente del sigilo podremos valernos del control mental para confundir a los humanos o adquirir el aspecto de determinadas personas para colarnos en lugares prohibidos sin levantar la m¨¢s m¨ªnima sospecha, aunque siempre pendientes de que los efectos no se pasen o no nos descubran los agentes de la CIA y sus artilugios.

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A todo ello debemos sumar una serie de desaf¨ªos por superar una vez hayamos desbloqueado cada mapa, pruebas que van desde carreras a eliminaci¨®n de objetivos, pasando por la supervivencia de oleadas de enemigos, entre otras; adem¨¢s, se incluyen numerosos coleccionables que deberemos encontrar haciendo uso de las diferentes habilidades de Crypto. Aun as¨ª, el remake de Destroy All Humans! delata sus or¨ªgenes a trav¨¦s de misiones poco ambiciosas, demasiado sencillas para los tiempos actuales con un dise?o algo desfasado; adem¨¢s, r¨¢pidamente se volver¨¢ una experiencia repetitiva que deja poco margen a la novedad una vez nos hayamos hecho con las nociones b¨¢sicas.

Una guerra de los mundos muy vistosa

Aunque el verdadero salto de este remake de Destroy All Humans! llega de la mano de un apartado visual sorprendentemente satisfactorio y que est¨¢ a a?os luz del original; pero para bien. Sus creadores han realizado un estupendo trabajo de dise?o con modelados m¨¢s actuales (aunque sin grandes alardes), texturas m¨¢s que convincentes, efectos de iluminaci¨®n y part¨ªculas destacables y unas animaciones algo m¨¢s discutibles que, si bien no son lo mejor de lo mejor en videojuegos actuales AA, s¨ª cumplen su funci¨®n.

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Aunque no es oro todo lo que reluce y este remake presenta tambi¨¦n algunos contratiempos gr¨¢ficos como algo de popping, clipping o bajadas de rendimiento, todo ello en una PS4 Pro, algo que no deber¨ªa suceder si tenemos en cuenta un apartado t¨¦cnico que no pasa de correcto para los tiempos que corren. Eso s¨ª, su dise?o art¨ªstico es sensacional y solo el aspecto de todo el conjunto ya nos dibujar¨¢ una sonrisa en la cara a pesar del aspecto de pl¨¢stico de los personajes y unas animaciones algo justas. A nivel sonoro se ha remasterizado el material original, algo que en ocasiones adolece de cierta falta de calidad, tanto en m¨²sica como efectos y di¨¢logos, en perfecto ingl¨¦s con subt¨ªtulos localizados al castellano.