Muerte a los terr¨ªcolas!! muahahaha

Su misi¨®n era importar un poco de ADN terr¨ªcola fresco, para as¨ª poder perpetuar la especie, en un alarmante declive por el efecto cuesta bajo y sin frenos que la clonaci¨®n tiene sobre el coeficiente intelectual Fur¨®n. En en las ¨²ltimas remesas de clones ¨¦ste ha alcanzado m¨ªnimos de par¨¢lisis cerebral -el ejemplo m¨¢s claro, n¨²mero 136- y el peque?o contratiempo con el misil nuclear est¨¢ haciendo que los l¨ªderes alien¨ªgenas pierdan la paciencia.

Pero para eso est¨¢s tu, que no te andas con chiquitas y vas a ir a moder a los terr¨ªcolas donde duele, al cuello, y as¨ª vengar el incidente de tu predecesor. Bueno, antes habr¨¢ que ver si todav¨ªa sigue vivo, pero si no, ser¨¢ la excusa perfecta para sembrar el caos, la destrucci¨®n, precipitar a la raza humana al abismo y de paso robarles unas cuantas h¨¦lices de ADN. Al fin y al cabo, no hay Fur¨®n que trague a esos simios...

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Destroy All Humans comienza con nuestro irascible protagonista -porque ni os cuento la mala leche que tiene el compa?ero Crytpo- sufriendo un aterrizaje de emergencia en plena campi?a del estado de Illinois. Este ser¨¢ el punto de partida de la invasi¨®n, o intento de ella. Ser¨¢ tambi¨¦n el lugar donde hacernos con los controles b¨¢sicos, que son muy amplios. Su raza posee una desarrollada psique y Crypto puede utilizar poderes mentales, ¨²tiles para varias aplicaciones.

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La m¨¢s b¨¢sica es el scaner cerebral, mediante el cual podremos literalmente leer las mentes de nuestras v¨ªctimas, ya sean humanos o animales -vacas por ejemplo-. El scaner tambi¨¦n nos recuperar¨¢ algo de energ¨ªa mental, tom¨¢ndola prestada de los incautos que se nos pongan a tiro y as¨ª seguir disfrutando de nuestras dotes como mentalista sin fatiga alguna.

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Siguiendo con las habilidades telep¨¢ticas, Crypto igualmente podr¨¢ hipnotizar a los humanos y hacer que estos se sometan a su voluntad, por ejemplo, podremos hacer que se duerman, que bailen la jota o hagan el payaso para llamar la atenci¨®n del resto, desviar la atenci¨®n y no ser descubiertos, hacer que nos revelen una localizaci¨®n secreta, u obligarles a que roben una cabeza nuclear y que la transporten hasta una base del gobierno. Mil perrer¨ªas vamos.

Por otro lado, tambi¨¦n podremos utilizar Psicokinesia para mover objetos a distancia y lanzarlos con violencia hacia donde deseemos, apuntando con el anal¨®gico derecho de una forma muy c¨®moda, como el control general del juego basado en el conocido m¨¦todo de los 2 sticks.

La primera nos servir¨¢ para extraer ¨ªntegramente el cerebro de los humanos unido a su tallo encef¨¢lico y la segunda para desintegrar al personal hasta que quede hecho polvo. Como complemento encontramos el Detonador de Iones,  algo as¨ª como una granada de mano con detonador, pero a lo bestia. 

Crypto tambi¨¦n ha cuidado su propia seguridad, y al igual que el Jefe Maestro o los colegas del Killzone, se ha traido por banda un generador personal de escudos. La debilidad con la que la madre naturaleza ha castigado a su raza le obliga a estar permanentemente protegido o un s¨®lo impacto y se ir¨¢ de cabeza al otro barrio. De esta forma, y con el escudo al m¨¢ximo, podr¨¢ resistir hasta el impacto de un ob¨²s de tanque. Y cuando llegue a cero, a esperar un ratito y listos.

La inicial es freir a la gente con el Zap-O-Matic hasta que caigan electrocutados y posteriormente, mediante telekinesis, sacar el cerebro a presi¨®n contra los huesos del cr¨¢neo hasta que estos cedan. Este m¨¦todo tiene una variante bastante m¨¢s divertida que consiste en intentar sacar el cerebro de la cabeza con los despavoridos terr¨ªcolas a¨²n vivos y corriendo delante de nosotros.

Para el m¨¦todo alternativo tendremos que utilizar una de nuestras armas, la Sonda Anal ?, que una vez cargada y disparada, busca el recto del enemigo, se introduce en su intestino, asciende y acaba por ejercer una presi¨®n tal que el cerebro unido a la m¨¦dula espinal salen catapultados contra los huesos del cr¨¢neo, eviscer¨¢ndose. La diferencia entre la sonda y la cerebrotom¨ªa por telekinesis radica en que utilizando la primera obtenemos m¨¢s cantidad de ADN al incluirse la ra¨ªz de la m¨¦dula junto al enc¨¦falo.

Para que no seamos perezosos y no dejemos de lado esta faena, existe un sistema de mejora de armas y habilidades de Crypto en forma de tienda espacial que regenta su compatriota Pox y que se adquieren previo pago en ADN. Zap-O-Matic de 3 rayos, disparo doble, mayor capacidad de munici¨®n y cosas por el estilo. Tambi¨¦n podremos mejorar las armas del platillo volante e incluso adquirir un ca?¨®n de ultrasonidos con el que los tanques y veh¨ªculos enemigos saldr¨¢n volando por los aires con s¨®lo apretar el gatillo.

Este estado se podr¨¢ prolongar todo el tiempo que queramos, siempre y cuando tengamos energ¨ªa mental para alimentar el holograma. Adem¨¢s, estamos indefensos mientras estemos camuflados, ya que no podremos utilizar ning¨²n arma, ni recoger objetos, ni siquiera saltar, por lo que s¨®lo ser¨¢ ¨²til cuando necesitemos pasar desapercibidos -especial para algunas misiones de infiltraci¨®n-.

A trav¨¦s de la nave nodriza podemos desplazarnos a cada una de las 6 localizaciones distintas que presenta Destroy All Humans, y que vienen a ser un retrato bastante pintoresco de lugares como una zona rural del estado de Illinois, una peque?a ciudad de Utah, la zona pija de la California de la d¨¦cada dorada americana o una base secreta del gobierno, el Area 42, en el desierto de Arizona. En principio no est¨¢n todas disponibles, si no que hay que ir descubri¨¦ndolas a medida que l¨®gicamente se avanza en el modo historia y se completan las misiones principales, pero siempre podemos volver sobre nuestros pasos para seguir sembrando la destrucci¨®n de los humanos, robar sus ra¨ªces cerebrales o terminar alguna misi¨®n secundaria que hemos dejado a medias.

Algo bastante insulso tras la repetici¨®n, pero m¨¢s adelante comenzar¨¢n a darse situaciones destartaladas, como suplantar a un alcade y dar un mitin, asesinar a un presentador de TV antes de que desvele nuestra existencia, doblar todas las antenas de una ciudad para que capten la se?al de nuestra nave, infiltrar una grabaci¨®n hipn¨®tica en un t¨ªpico cine americano para coches o aguantar las arremetidas de la US Army contra nuestro platillo en una emboscada.

La trama adquiere consistencia al incluir, tambi¨¦n con una magistral parodia, a los hombres de negro, esos agentes del gobierno encargados de investigar los fen¨®menos OVNI, maquillar los hechos y negar todo conocimiento -los titulares de los peri¨®dicos para explicar los desastres que vamos acometiendo no tienen ning¨²n desperdicio-. La consistencia del argumento aumenta cuando nos enfrentamos a los men in black en el Area 42 -otra referencia c¨®mica, en este caso al Area 51-, donde experimentos gen¨¦ticos han conseguido combinar ADN fur¨®n con el de los agentes.

A nivel visual nos encontramos con un juego muy cargado de elementos, que cont¨ªnuamente est¨¢ realizando cargas en segundo plano y que definitivamente, pasa factura a las dos consolas. En PlayStation 2 existe un poping brutal, de libro, que hace que nos demos de morros con muchos de los elementos del escenario o que al dar un giro de repente, nos encontremos con el escenario vac¨ªo y a las d¨¦cimas de segundo se generen los objetos correspondientes.

El horizonte tambi¨¦n se ve afectado y su distancia de dibujado es muy escasa y encubierta por un efecto niebla. En Xbox las situaciones tan extremas no se producen, pero la consola de Microsoft no se libra de tener poping, aunque el frame rate en las 2 m¨¢quinas se mantiene constante y no cae por debajo de los 30. Comentar tambi¨¦n que Destroy All Humans soporta modo a 60 herzios y Progressive Scan.

El apartado sonoro hacer hincapi¨¦ en lo nutrido que est¨¢ Destroy All Humans a nivel de di¨¢logos. Cada personaje que nos crucemos en el juego, ya sea del tipo que sea, tiene sus propias frases; pensamientos cotidianos, perversiones, dilemas del d¨ªa a d¨ªa, que escucharemos en voz alta al escanear su cerebro.

Por otro lado, Crypto mantendr¨¢ en todo momento contacto con Pox, que le ir¨¢ facilitando las instrucciones a seguir en cada momento. Eso si, las voces est¨¢n ¨ªntegramente en ingl¨¦s, pero al menos la traducci¨®n que se ha hecho de las mismas ha sido ejemplar. Matices propios de nuestra lengua para que los chistes funcionen, frases hechas, expresiones coloquiales, incluso tacos y palabras malsonantes.