Hace ahora m¨¢s de un a?o que disfrut¨¢bamos con la versi¨®n original del t¨ªtulo de Arkane para los ordenadores de sobremesa. El juego, cuyo an¨¢lisis pod¨¦is leer aqu¨ª , relataba las aventuras de Sareth, un aprendiz del brujo Phenrig que se embarca en una peligrosa misi¨®n para conseguir un m¨ªstico objeto, el craneo de las sombras. Durante su traves¨ªa, un c¨²mulo de circunstancias le lleva a descubrir su oculta personalidad, adem¨¢s de a entablar peligrosas relaciones con demon¨ªacas personalidades en su interior. En funci¨®n de las elecciones del jugador, la historia se va desarrollando y d¨¢ndonos alguna que otra sorpresa, hasta llegar a la recta final donde viviremos un total de cuatro finales distintos. Dependiendo de c¨®mo hayamos resuelto ciertas situaciones de la trama tenemos acceso a uno u otro, variando enormemente en el resultado final.
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Ahora, y bajo el sobrenombre Elements, Ubisoft ha portado el t¨ªtulo a Xbox 360 a?adiendo ciertos detalles en la trama, como nuevos cap¨ªtulos. Tambi¨¦n se ha readaptado el sistema de control y se ha reestructurado el multiplayer, adem¨¢s de modificarse el sistema de progresi¨®n del personaje y corregirse una gigantesca cantidad de bugs y problemas de la versi¨®n para PC. Pese a todos los a?adidos, el tiempo desde su lanzamiento y los nuevos y m¨²ltiples fallos en su programaci¨®n y rendimiento resultan un pesado lastre, que hace que esta conversi¨®n pase sin pena ni gloria a engrosar el cat¨¢logo de la plataforma. Como veremos a continuaci¨®n, no es tanto el desarrollo del juego, casi calcado al original, si no el repertorio t¨¦cnico y sus numerosos problemas los que hacen que jugar sea una experiencia no demasiado agradable.
Gr¨¢ficos
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Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n al comenzar en Elements es el aspecto gr¨¢fico tan modesto, aunque vistoso que se presenta. El motor Source deja notar el paso del tiempo, conservando su potente capacidad para sorprender al jugador con una gesti¨®n brillante de la f¨ªsica y el sistema de colisiones. En lo meramente visual, los modelos se aprecian algo toscos, lo que se palia en parte con su gran tama?o y su nivel de detalle, adem¨¢s de con la buena animaci¨®n de la que hacen gala. Con todo, el juego hace aguas en cuanto a su solvencia para mantener la tasa de im¨¢genes estable. Esto se deja notar por primera vez en el primer nivel tras el tutorial, donde un c¨ªclope enorme entra a la ciudad de Yelmo de Piedra por la fuerza. En esos momentos, los tirones y saltos en la imagen son m¨¢s que evidentes, algo que se repite a posteriori con m¨¢s frecuencia de la deseada.
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M¨¢s a¨²n, no se aprecia mejor¨ªa alguna en los gr¨¢ficos respecto a la versi¨®n de PC, que en comparaci¨®n a Elements, funciona de forma mucho m¨¢s estable y fluida. El multijugador sale todav¨ªa peor parado, habi¨¦ndose reducido la calidad de los elementos para disminuir la carga en pantalla. El juego a trav¨¦s de Internet resulta una dolorosa causa, existiendo numerosos problemas de retardo ocasionados por los intentos de mover de forma solvente toda la partida. Estos infructuosos esfuerzos derivan en otros problemas, que trataremos convenientemente en el apartado de jugabilidad. De momento, basta decir con que el apartado visual no es para nada lo que uno podr¨ªa esperar, habi¨¦ndose limitado a portar de bastante mala manera el trabajo realizado hace casi a?o y medio.
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Sonido y Efectos FX
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El sonoro es un apartado que no var¨ªa un ¨¢pice entre la versi¨®n de PC y la que tenemos entre manos, ya que no se han hecho retoques o a?adidos. Encontramos pues una banda sonora cargada de temas ¨¦picos y que se adapta correctamente a las situaciones que vamos viviendo en pantalla. As¨ª, nos deleitar¨¢ cuando sea necesario con piezas melodiosas y tranquilas, si as¨ª lo sugiere el entorno en el que nos hallamos. Por el contrario, entrar en combate significar¨¢ un cambio autom¨¢tico de la m¨²sica de fondo, lo que muchas veces puede darnos pistas de la proximidad de un enemigo sin verlo siquiera. En cualquier caso, el nivel de las composiciones es bueno y m¨¢s que solvente para acompa?ar nuestra aventura en todo momento, adem¨¢s de estar interpretadas por la orquesta sinf¨®nica de Praga.
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Cuesti¨®n aparte es el repertorio de efectos sonoros, que en nuestra versi¨®n llegan encabezados por un doblaje cuidado y de calidad. As¨ª, viviremos como los guardias se llaman unos a otros, los orcos nos increpan para levantarse la moral y la misteriosa Xana se abre camino a trav¨¦s de nuestra mente con sus continuados di¨¢logos con Sareth. Por otro lado, las armas, los golpes y los dem¨¢s sonidos de combate y ambientales est¨¢n plasmados con la suficiente variedad como para que no acaben aburriendo. El conjunto de efectos queda por tanto a buen nivel, mezcl¨¢ndose un casi continuo sistema de di¨¢logos entre nuestro personaje y su acompa?ante interior con las advertencias de los enemigos y los sonidos del combate.
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Jugabilidad
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El cambio de plataforma no s¨®lo ha tra¨ªdo consigo los mencionados problemas t¨¦cnicos, si no que el juego se ha visto desprovisto del sistema manual de evoluci¨®n del personaje. Ahora, en lugar de recibir puntos de habilidad y distribuirlos como queramos, hay que elegir qu¨¦ clase de personaje vamos a ser desde el inicio de la partida. Los cuatro tipos; guerrero, mago, asesino y arquero, se diferencian por sus habilidades, que recibimos autom¨¢ticamente al subir de nivel. As¨ª, no podemos controlar que nuevas t¨¦cnicas aprende nuestro personaje, y nos vemos obligados a aceptar la secuencia predeterminada. Se pierde as¨ª gran parte de la profundidad que supone desarrollar a Sareth a nuestro gusto, quedando seriamente da?ado el componente rolero, si es que se puede catalogar as¨ª esta operaci¨®n. Mas a¨²n, se restringe nuestro armamento, con lo que si somos arqueros solo podremos empu?ar arco y dagas, vet¨¢ndonos la espada y los b¨¢culos, que aparecer¨¢n como objetos coleccionables. Esto da lugares a situaciones inveros¨ªmiles, como que eligiendo guerrero no podamos atacar con el arco pero si usarlo para lanzar flechas de cuerda, algo totalmente absurdo.
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Todas las clases tienen este tipo de restricciones, que no solo limitan nuestro potencial de combate y la versatilidad de opciones, si no que cierran puertas a la exploraci¨®n mediante el arco de cuerdas, que un mago no puede manejar. Resultan limitaciones extra?amente impuestas y que no favorecen para nada la impresi¨®n que nos hemos llevado del t¨ªtulo. Por otro lado, pese a que se comentaba que eran m¨¢s de 800 los bugs solventados, lo cierto es que Elements sigue presentando multitud de ellos. Desde barriles que se desvanecen en el aire al ser alcanzados por una flecha a enemigos que encuentran que su mejor ruta hasta nosotros es a trav¨¦s de una fogata, hemos encontrado de todo. La mayor¨ªa no afectan directamente al desarrollo, aunque en alg¨²n momento nos hemos quedado atascados en ciertas partes del escenario sin poder movernos, hasta que hemos sido cazado por la espada de alg¨²n enemigo y muertos sin remedio.
Las otras novedades se centran en la aparici¨®n de un nuevo tutorial, que hay que repetir en cada nueva partida, y alg¨²n episodio adicional durante la trama. Sin ser grandes incorporaciones, aumentan un poco la duraci¨®n del t¨ªtulo, que pierde gran parte de su esencia una vez finalizado. El multijugador, que como dec¨ªamos resulta todo un calvario para el jugador, da signos ausentes de no poder manejar toda la carga de las partidas, produci¨¦ndose retrasos y p¨¦rdidas de la conexi¨®n. Una vez dentro, se han modificado todos los mapas de la versi¨®n de PC, para hacerlos m¨¢s jugables y equilibrados. Si bien los entornos cumplen, las clases siguen estando tan desequilibradas como lo estaban en la versi¨®n para compatibles, siendo el mago y el arquero apuestas seguras. Los controles, por ¨²ltimo, se han llevado a la consola con gran acierto, eligiendo una disposici¨®n bastante acertada y que permite manejar a Sareth con bastante soltura. Solo echamos algo m¨¢s de velocidad en los giros sobre su propio eje, donde a¨²n se muestra lento.
Aunque hay bastantes problemas, el t¨ªtulo ofrece la misma calidad en cuanto a contenido que hace a?o y medio, por lo que tenemos un interesante y entretenido t¨ªtulo de acci¨®n entre manos. Los combates, eje principal de la aventura, est¨¢n bien resueltos y son divertidos y desafiante en las partes m¨¢s avanzadas. Tambi¨¦n el entorno nos ofrece otras formas de acabar con nuestros enemigos, aunque en muchos sitios se nos sugiera claramente lo que deber¨ªamos hacer, dej¨¢ndose aqu¨ª poco lugar para la improvisaci¨®n.? La trama, aunque no demasiado potente, resulta suficiente para justificar nuestro periplo por el mundo y la b¨²squeda del cr¨¢neo de las sombras. La lucha en el interior de Sareth tambi¨¦n es un interesante factor que hace m¨¢s entretenido el avance por el juego, que nos depara algunas sorpresas seg¨²n se van desvelando misterios sobre nuestro personaje.