Crusader Kings II, Impresiones
Probamos Crusader Kings II: alianzas, intrigas, estrategia, guerra santa y varias novedades para la segunda entrega de un gran t赤tulo de alta estrategia. Paradox nos vuelve poner al frente de las grandes casas nobiliarias de Europa durante la Edad Media, para que hagamos crecer su poder o luchemos contra los enemigos de la f谷.
Paradox Interactive recupera uno de sus grandes t赤tulos de estrategia: Crusader Kings. Una ambientaci車n anterior a la de otras sagas principales (Europa Universalis, Victoria o Hearts of Iron) que recrea con un importante grado de precisi車n los principales a?os de la era Medieval. En MeriStation hemos tenido la oportunidad de probar una versi車n bastante avanzada de Crusader Kings II, y hoy os traemos nuestras impresiones sobre el esperado regreso de las dinast赤as europeas.
Si algo caracteriza a Crusader Kings es la importancia de las dinast赤as. En lugar de centrar nuestro inter谷s en la gesti車n de un reino o un imperio, las familias nobiliarias del mundo medieval ser芍n el motor de la acci車n del juego. El simulador de estrategia nos permite escoger un territorio y determinar los actos su casa gobernante, durante un periodo de tiempo que transcurre entre los a?os 1066 y 1453. Un t赤tulo cuyo precursor cont車 con una muy buena opini車n por parte de cr赤tica y usuarios y que, a迆n a d赤a de hoy, se mantiene vivo gracias al uso de modificaciones creadas por su comunidad de seguidores. Pero han pasado m芍s de 7 a?os, y la compa?赤a ha acertado en dar respuesta a la necesidad de una segunda entrega.
Crusader Kings II nos permite escoger cualquier a?o de inicio dentro del rango propuesto, aunque nos presenta selecciones predefinidas asociadas a alguno de los grandes eventos de la 谷poca: el comienzo de la dinast赤a de Guillermo I el Conquistador, la Tercera Cruzada o la Guerra de los 100 a?os. Habiendo elegido un comienzo para la partida, lo siguiente es escoger entre alguna de las familias que controlan territorios en esa 谷poca, ya sean reyes, duques o condes, con la restricci車n de que no sean paganos. Por si nos cuesta decidirnos, a un lado se muestran distintas posibilidades recomendadas que consisten en los principales protagonistas de los eventos por acontecer, y una estimaci車n del nivel de dificultad seg迆n nuestra elecci車n.
El mapa, revisado y transformado a 3D con gran acierto, se muestra con la tradicional divisi車n por provincias o territorios. Cada zona est芍 gobernada por un conde, que a su vez puede ser vasallo de un duque o un rey. A su vez, los duques pueden ser independientes o formar parte de un reino. Este es uno de los aspectos m芍s importantes para entender la funcionalidad de Crusader Kings, porque un noble va a necesitar de sus vasallos cuando quiera emprender alg迆n tipo de acci車n. En lugar de gobernar de forma 迆nica todas y cada una de nuestras provincias, habremos ido delegando su control en distintas casas nobles que tomar芍n todas las decisiones, acertadas o no. Al final, nuestro personaje se limita a controlar unos pocos territorios de manera directa y a lidiar con sus propios vasallos.
Otra novedad es la inclusi車n de ciudades dentro de las provincias. Anteriormente, cada territorio pose赤a una 迆nica ciudad en la que realiz芍bamos todas las construcciones, mejoras y reclutamiento de tropas. Pero en Crusader Kings II se extiende esta opci車n, a?adiendo la posibilidad de encontrarnos hasta 7 n迆cleos en cada provincia. Pueden ser ciudades, regidas por un gobernante, o arzobispados cedidos a un miembro del clero. Podemos construir en cualquiera de ellas de forma propia, y cada una cuenta con su propio ej谷rcito al servicio del territorio al que pertenecen. El n迆cleo principal siempre est芍 gobernado por el conde, duque o rey que controla el territorio en cuesti車n, pero el resto de urbes pueden ser cedidas a cualquier personaje de la corte.
Los territorios se definen, por otros aspectos como su cultura, religi車n, geograf赤a y porcentaje de habitantes campesinos, cl谷rigos o nobles. Es muy importante que a la hora de gestionarlos tengamos en cuenta las peculiaridades de la poblaci車n que habita cada zona. Cambiar la legislaci車n tendr芍 distintos efectos sobre las clases sociales y pueden traer descontento o revueltas si no se realizan con cuidado. De igual forma, la cultura o la religi車n ser芍n muy influyentes en la aceptaci車n de un conde, duque o rey, as赤 que ser芍 mejor que asignemos el control de la provincia a alguien que tenga un origen similar al de su poblaci車n. En la ficha de cada personaje podremos ver su credo y la cultura de la que procede.
Las fichas de personaje est芍n mucho m芍s detalladas que antes, y nos presentan much赤sima informaci車n sobre el mismo. Adem芍s, se proporcionan distintos atajos para acceder a pantallas de utilidad relacionadas, de forma que no tendremos que salir de la ficha y buscar la opci車n por otro lado. En Crusader Kings II se ha puesto mucho 谷nfasis en el protagonismo de las casas nobles, hasta el punto de que ahora existir芍n muchos m芍s personajes en activo y podremos atraer nuevas figuras mediante algunos de los eventos que generaremos nosotros mismos: invitar un noble a la corte (para crear un nuevo personaje) o presentar a una debutante (para producir un nuevo personaje femenino en edad de merecer)
La posibilidad de producir eventos es una de las nuevas opciones que aparece con las re-modeladas ventanas de administraci車n. Junto con los citados se incluyen la organizaci車n fiestas, torneos o cacer赤as, que consumir芍n algunos de los recursos de nuestro gobernante y producen un evento. Diplomacia, consejo, legislaci車n o tecnolog赤a son muy similares a Crusader Kings con su expansi車n Deus Vult. Sin embargo, s赤 que encontramos novedades en cuanto a espionaje, con la aparici車n de intrigas que pueden involucrar a alguno de los personajes de la corte en intentos de asesinato o traiciones, o la posibilidad de contratar mercenarios directamente desde la ventana de opciones militares, en lugar de tener que esperar a que ofrezcan sus servicios en nuestra corte.
Para iniciar un conflicto armado contra otra dinast赤a tendremos que contar con una Casus Belli relacionada. Puede tratarse de una reclamaci車n de un territorio o la necesidad de zanjar un agravio familiar, pero sin ella no podremos mandar nuestras tropas a la guerra. Una de las funciones del consejo, extendidas en esta nueva versi車n, ser芍 la de buscar Casus Belli contra otros territorios para iniciar batallas. Entre otras opciones encontraremos las de entrenar tropas, crear una red de esp赤a, encabezar una Inquisici車n o recaudar impuestos. Un miembro del consejo solamente puede realizar una de estas acciones al tiempo, siempre relacionada con su cargo, y hasta que no finalice no podr芍 ser llamado de vuelta.
Hay otros muchos aspectos que influyen en las puntuaciones de riqueza, prestigio y piedad. Las edificaciones, leyes, tecnolog赤as investigadas... todas ellas aplican un modificador positivo o negativo a la variaci車n en tiempo real de los valores citados. Tambi谷n se producir芍n cambios a partir de eventos, que ocurrir芍n de forma aleatoria durante la partida: hijos bastardos, duelos, cacer赤as, peque?as revueltas... Ante un evento podremos escoger entre una serie de posibilidades y ver su impacto de nuestro reino o territorio. Tambi谷n existen eventos propios para personajes, que como resultado eliminan o a?aden rasgos de car芍cter, o bien modifican sus puntuaciones personales. Atentos a las decisiones que tom芍is y sus repercusiones.
Crusader Kings II permitir芍 partidas en red con hasta 32 jugadores simult芍neos, y dado el estilo de juego podemos augurar que se tratar芍 de partidas muy entretenidas. Alianzas, traiciones, asesinatos, enlaces matrimoniales, ... y todo ello con el efecto aleatorio que resulta del protagonismo con el que se ha dotado a los personajes del juego, que en muchos momentos act迆an por su cuenta y tienen sus propias reclamaciones. Si a todo esto sumamos la posibilidad de modificar el juego, nos encontraremos con un t赤tulo sobre el que es normal levantar un alto nivel de expectativas. Conociendo los trabajos anteriores de Paradox, el muy posible que no salgamos defraudados de tal empresa, y febrero ser芍 el mes elegido para dar respuesta a todos los deseos.
Tambi谷n es justo decir que, aunque encontramos muchas mejoras respecto a su antecesor, en la versi車n de prueba que nos han facilitado hemos visto algunos elementos que no nos han gustado demasiado. En primer lugar, la excesiva cantidad de personajes puede resultar muy confusa a la hora de decidir ciertas acciones, ya que hasta la corte m芍s min迆scula tiene varios de ellos. Adem芍s, Paradox nos muestra ciertas inexactitudes hist車ricas que nos son propias de su gran labor habitual, relacionadas sobre todo con las nuevas opciones de ciudades y arzobispados. Esperemos que, de aqu赤 al lanzamiento, se trabaje en mejorar estos aspectos de cara a la publicaci車n final de uno de los t赤tulos de estrategia m芍s prometedores para el inicio del a?o que viene.
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