Atari 50: The Anniversary Celebration, an¨¢lisis. Un ejemplo de preservaci¨®n del Videojuego

Los inicios de un arte suelen ser borrosos y dif¨ªciles de fijar. Las l¨ªneas temporales que marcan su arranque se desdibujan y hacen complicado colocar el Kil¨®metro Cero desde donde partir¨¢ el largo camino que tiene por delante. Por eso, seg¨²n va pasando el tiempo, suele darse un pu?etazo sobre la mesa para marcar un punto determinado con el mayor consenso posible.

Le pas¨® al cine, que finalmente estableci¨® su principio en aquella exhibici¨®n p¨²blica del cinemat¨®grafo el 28 de diciembre de 1896, en el Caf¨¦ Capuchinos de Par¨ªs, a cargo de los hermanos Lumiere. En el Rock?n?roll sigue habiendo bandos que, seg¨²n temporada, inclinan la balanza hacia el Rock Around The Clock de Bill Halley And The Comets en 1954, o aquella primera canci¨®n que grab¨® Elvis, supuestamente para su madre, en la Sun Records de Sam Phillips un a?o antes.

En ambos casos no se borran los hallazgos anteriores, sino que se afianzan como los primeros pasos que derivar¨¢n en una larga carrera a partir de ese s¨®lido primer momento que supone el punto de partida elegido. Pues con los videojuegos ocurre algo parecido.

Atari, los Padres Fundadores

Ya lo contamos en la noticia que dedicamos a los 50 a?os de Atari y los 45 de la consola dom¨¦stica VCS: OXO lleg¨® en 1952, Tennis for Two en 1956, Space Wars en 1962 y Computer Space en 1971, pero no es hasta 1972, con el estreno de la recreativa de Pong, que se da pie a la continuidad y al establecimiento de una industria que se alce y sostenga en el tiempo.

Aquel primer pistoletazo de salida dio comienzo a una carrera que llega hasta hoy convertida en marat¨®n. Nada menos que medio siglo de Historia de un medio que ya no es tan nuevo, y que se percibe cada vez de forma m¨¢s incuestionable con la perspectiva que da el tiempo, como la ¨²ltima manifestaci¨®n art¨ªstica ideada por el ser humano.

Nolan Bushnell y Ted Dabney bautizaron Atari a su empresa en honor a un juego que les encantaba y al que sol¨ªan jugar juntos, el Go. El resto, como se suele decir, es historia. Una que Atari 50: The Anniversary Celebration recoge de la mejor manera posible y como no pod¨ªamos haber imaginado.

Ampliar

Celebrando la Historia

Los an¨¢lisis de recopilaciones retro no requieren demasiado tiempo. Se trata de arrancar cada juego mil veces jugado antes para comprobar si hay fidelidad, ver opciones de visualizaci¨®n y si trae extras jugosos como galer¨ªas de arte o fonotecas (Capcom, por ejemplo, en sus compilaciones cuida mucho esos apartados que son un caramelo para los jugadores de toda la vida) o adiciones como trofeos y clasificaciones online. Pues bien, con Atari 50: The Anniversary Celebration, aunque no incluye algunos de los elementos mencionados, nos hemos llevado una tremenda sorpresa.

Ya era llamativo que pesara much¨ªsimo m¨¢s que el anterior Atari Flashback Classics, nada menos que 8,1 gigas frente a 382 megas. Y s¨ª, sab¨ªamos que se inclu¨ªan aqu¨ª juegos de Jaguar, pero ni aun as¨ª se justificaba tal diferencia. Pues bien, la propuesta que hemos encontrado nos ha hecho, casi sin darnos cuenta, probar cada uno de los m¨¢s de 100 juegos que incluye y hojear p¨¢gina a p¨¢gina cada uno de los manuales, manteni¨¦ndonos atrapados durante horas con su riqu¨ªsimo enfoque.

Y es que hemos encontrado un incre¨ªble tesoro en su interior, nada menos que un recorrido por la historia de la compa?¨ªa repleto de documentos originales, im¨¢genes, folletos promocionales, entrevistas realizadas para la ocasi¨®n, repaso a los entresijos del hardware y del software por texto o de propia voz de los implicados, juegos in¨¦ditos que se hab¨ªan quedado en el caj¨®n, revisiones de cl¨¢sicos realizadas este mismo a?o, ?incluso contamos con Airworld, el cierre de Swordquest, la tetralog¨ªa inacabada de la Atari 2600, que se ha desarrollado exclusivamente para este Atari 50: The Anniversary Celebration!

Ampliar

Mucho m¨¢s que una recompilaci¨®n de juegos

As¨ª, nos encontramos con cinco bloques: Or¨ªgenes de arcade, Las recreativas en casa, Altibajos, Los albores del PC y Los 90 y m¨¢s all¨¢. Cada uno de ellos se despliega en una l¨ªnea temporal que a su vez se para en momentos clave en otras l¨ªneas que surgen hacia abajo, cre¨¢ndose as¨ª una estructura de ¨¢rbol en la que perderse feliz entre sus ramas.

El contenido enciclop¨¦dico hace honor a la historia de Atari, evidentemente, pero tambi¨¦n a quienes la hicieron posible. As¨ª, al contrario que los juegos originales, puramente corporativos en su informaci¨®n, aqu¨ª se reconoce y se da protagonismo a los programadores (donde nos encontramos con la paortaci¨®n important¨ªsima de mujeres como Wendy Allen y Donna Bailey), los ingenieros y los dise?adores gr¨¢ficos del arte de las portadas.

En la parte documental, de la que se extraen y exponen citas en texto, tenemos tanto a las personas que levantaron aquel milagro interactivo como a fans ac¨¦rrimos del mismo. Podemos ver y escuchar a Ted Dubney (cofundador de Atari), Al Alcorn (creador de Pong), Jerry Jessop (ingeniero de Atari), Eugene Jarvis (creador de Defender y Robotron: 2084), Howard Scott Warshaw (Yar?s Revenge y, ejem, ET), Garry Kitchen (port de Donkey Kong), David Crane (cofundador de Activision tras dejar Atari), Tod Frye (port de PacMan), Mike Albaugh (en Atari desde 1976 al 2000), Owen Rubin (Major Havoc, Space Duel¡­), Tim Schafer (Double Fine), Cliff Bleszinski (Gears of War), Wade Rosen (actual CEO de Atari)¡­ Una aut¨¦ntica barbaridad. Pero, ?qu¨¦ pasa con Nolan Bhusnell?

Conforme vamos viendo clips documentales, extra?a la ausencia de la gran cabeza visible de Atari. Al principio aparece en una vieja y visionaria entrevista para la televisi¨®n, pero m¨¢s all¨¢ de eso, nada. Tan acostumbrado a verlo en documentales sobre videojuegos, ?tal vez se debe a una reciente enemistad con la compa?¨ªa que levant¨® de la nada a principios de los 70? Recordemos, fue despedido poco despu¨¦s de que esta fuera comprada por Warner. Pero sigamos avanzando, no adelantemos acontecimientos.

Ampliar

Un broche de Oro

Calebration esconde secretos y sorpresas. Hay varios juegos que se mantienen ocultos bajo un acertijo, como si fuera todo parte de un juego aun mayor que lo engloba todo, a lo Adventure, el documentado concurso de los Swordquest en el mundo real, o la b¨²squeda de una de las llaves que aparece en ese gran homenaje a Atari que es Ready Player One. Ernest Cline, que aparece en pantalla en el garaje en el que guarda su Delorean tuneado junto a un poster de Regreso al futuro, comenta:

Y as¨ª vamos avanzando en este regreso al pasado, aprendiendo y jugando a los videojuegos seg¨²n van apareciendo en esta apasionante l¨ªnea temporal. De las m¨¢quinas arcade a las Atari 2600, 5200 y 7800, de los ordenadores de 8 bits Atari 400 y 800 (lo que nos permite jugar a un t¨ªtulo a¨²n alucinante como Star Riders) a las ¨²ltimas batallas comandadas por la port¨¢til Lynx o la consola de sobremesa Jaguar, que a la postre protagonizaron el final de una guerra perdida. En medio, Atari Video Music, Touch Me (inspirador de Sim¨®n Dice que tuvo versi¨®n port¨¢til, ?jugable aqu¨ª!) o los nunca lanzados casco de Realidad Virtual y la consola port¨¢til con im¨¢genes hologr¨¢ficas¡­ Y entonces aparece, en el ¨²ltimo punto interactivo de este incre¨ªble viaje, tras horas recorriendo d¨¦cadas de momentos alucinantes, Nolan Bushnell.

Entrevistado nada menos que por el actual CEO de Atari porque la ocasi¨®n lo merece, un joven Wade Rosen, Bushnell, visiblemente m¨¢s mayor que su interlocutor, comenta animado, con humor y nost¨¢lgico. Nos habla sobre un pasado del que se siente orgulloso y, en ¨²ltima instancia, se muestra plenamente consciente de lo que consiguieron, de su legado y del lugar indiscutible que ocupa Atari como base sobre la que se erigi¨® la manifestaci¨®n industrial y art¨ªstica m¨¢s apasionante del siglo XXI.

Desde aqu¨ª nos rendimos a la evidencia con tan solo una palabra que pueda salir de nuestras gargantas: un sonoro y efusivo ?Gracias!