La licencia se toma 'licencias'

Con la llegada de la nueva s¨²per-producci¨®n de Hollywood dirigida por el siempre sorprendente Oliver Stone, nos llega su replica en el mundo de los juegos. Alexander o Alejandro Magno es una adaptaci¨®n de la pel¨ªcula del se?or Stone al mundo de la estrategia, aunque lo m¨¢s acertado para clasificar este juego ser¨ªa incluirlo en una categor¨ªa, m¨¢s cercana al "kill them all" que a la estrategia en tiempo real.

Debido a la ¨¦poca hist¨®rica en la que se desarrolla este juego nos hace inevitable compararlo con los inimitables juegos de Ensemble studios de la serie Age of ?  y como se puede comprobar en cuanto se pisa el mundo de Alejandro, quedar¨¢n patentes las grandes diferencias que hacen que en este juego la estrategia brille por su ausencia.

La historia

Quiz¨¢ el elemento m¨¢s cuidado en Alejandro sea su historia. En el modo campa?a debemos recorrer la historia de nuestro h¨¦roe desde sus inicios, hasta convertirnos en el gran personaje que hoy recordamos. A lo largo de la extensa campa?a los lugares hist¨®ricos en los que se forj¨® la leyenda de Alejandro Magno y que se representan eficazmente mediante el mapa de campa?a. Desde su Macedonia natal hasta las lejanas tierras de la India, realizaremos misi¨®n tras misi¨®n gan¨¢ndonos el apoyo de cada provincia que conquistamos.

En el aspecto hist¨®rico el juego es bastante cercano a los hechos reales aunque en cierto modo tampoco es que el argumento del juego este muy trabajado, ya que se limita a seguir pasa a paso la pel¨ªcula de Stone. Esto en ciertos momentos resulta un lastre para el juego, ya que hay veces que se pierde el cl¨ªmax en un aluvi¨®n de datos, sobre la realidad hist¨®rica de la batalla o la misi¨®n en cuesti¨®n.

Normalmente el jugador agradece una peque?a introducci¨®n hist¨®rica a la batalla, esto era a mi juicio muy bien llevado en los Age of Empires donde al principio y al final de cada batalla te quedaba claro cuales eran las condiciones antes de la batalla y cuales eran las consecuencias de tus victoriosas acciones. Pues bien, aqu¨ª las introducciones se hacen a veces demasiado extensas, debido a que la introducci¨®n normal, se le a?aden fragmentos de video, que en definitiva cuenta en im¨¢genes lo que vas a leer un segundo despu¨¦s.

La introducci¨®n est¨¢ndar est¨¢ bien lograda con un texto sencillo aunque a veces se pasa de largo, y una reproducci¨®n en scroll de frescos antiguos que narran la haza?a que debemos realizar. Por eso a veces a?adir secuencias de video que duran m¨¢s de 5 minutos, es dar demasiada importancia a algo que con una de las dos variantes queda totalmente patente.

Con referencia a las distintas fases del juego siguen con cierta exactitud los hechos hist¨®ricos. As¨ª mismo los personajes tanto de un bando como de otro se encuentran retratados de forma bastante fiel, a excepci¨®n de Alejandro que sigue teniendo un aspecto sospechosamente parecido a Collin Farell.

Gr¨¢ficos

En lo que se refiere a la parte gr¨¢fica, Alejandro tiene un desarrollo bastante bueno. La calidad de los gr¨¢ficos es bastante alta aunque no llega a dise?arse un entorno muy distinto al de otros juegos parecidos. Cierto es que se busca el detalle en los elementos sencillos que forman parte del decorado. As¨ª pues, hay un alto nivel de detalle en ciertos elementos como los campos de trigo, el agua o incluso la espesa niebla que cubre el territorio sin explorar.

Estos elementos s¨ª que demuestran un desarrollo gr¨¢fico muy avanzando con respecto a otros motores. As¨ª mismo, el 3D falso que utilizan todo este tipo de motores gr¨¢ficos, est¨¢ m¨¢s desarrollado si lo comparamos con t¨ªtulos parecidos como Age of Mithology. Los objetos en general dan cierta sensaci¨®n de realismo a pesar del ambiente. Cabe resaltar las canteras y el agua, que llegan, sobre todo esta ¨²ltima, a un nivel de realismo muy eficaz. Pero, sin embargo, tambi¨¦n hay elementos que fallan en los mapas.

El propio terreno en muchas ocasiones no llega a estar del todo a la altura de los elementos que lo acompa?an. Es bastante com¨²n ver un asentamiento rodeado de mont¨ªculos, y detectar un nivel de detalle mucho mayor en las propias casas que en terreno, dejando un decorado poco cre¨ªble ya que da la sensaci¨®n de que las casas est¨¢n plantadas en la tierra.

Lo mismo ocurre con ciertos personajes o veh¨ªculos; parece que algunos personajes por ser menos ¨²tiles tienen un menor detalle en su construcci¨®n. Es el caso de los honderos, son personajes que en las primeras partidas son muy ¨²tiles, pero que si los examinamos a fondo tienen un menor nivel de detalle en sus elementos que un hoplita.

Otro elemento a rese?ar en el desarrollo gr¨¢fico de personajes, es que hay poca variedad de personajes no jugadores. Durante las numerosas misiones, hay varios personajes que interact¨²an con Alejandro y que en el cuadro de dialogo tienen un representaci¨®n gr¨¢fica, pero que en el mapa siempre tienen la misma representaci¨®n un aldeano simple.

Dentro de la l¨®gica no creo que sea necesario que todos los PNJ del juego tengan su representaci¨®n grafica, pero s¨ª aquellos que sean importantes para el argumento como pueden ser aquellos que piden un favor a tus huestes o que reclaman el rescate de su padre, y claro est¨¢ no son simple aldeanos.

En lo que se refiere a las embarcaciones hay que resaltar el alto nivel de realismo de las mismas, ya que por fin hay desnivel real, en el tama?o en las embarcaciones en un juego de este tipo. Pero a veces la diferencia de tama?o se ha hecho tan evidente que el m¨¢stil de un esquife de remos es m¨¢s alto que el faro del puerto donde se ha construido.

Sonido

La ambientaci¨®n sonora del juego como era de esperar totalmente guiada por la banda sonora de la pel¨ªcula. Durante las batallas asistimos a la repetici¨®n incesante del que debe ser tema principal de la pel¨ªcula. Aunque a veces sin saber muy bien porqu¨¦, la m¨²sica cambia hacia otros temas. Sin embargo, la del men¨² principal, la de los men¨²s de introducci¨®n, as¨ª como el comienzo de las misiones, es el citado tema musical principal de la pel¨ªcula, del que se puede acabar un poco harto.

Por lo que se refiere al sonido, la ambientaci¨®n es bastante buena, a excepci¨®n de los combates en los que simplemente se oyen el rechinar de algunas espadas y los quejidos de alg¨²n hombre muerto de vez en cuando. Se hecha de menos algo m¨¢s de realismo en cuanto al sonido, ya que el movimiento en general de tropas, con la excepci¨®n de la caballer¨ªa, queda bastante desapercibido.

Sobre esta ¨²ltima, cabe destacar que Alejandro ha conseguido cierto realismo en este tipo de unidades. El sonido atronador del galope de un centenar de caballos hace vibrar nuestra batalla cada vez que desplazamos a nuestros caballeros. Pero este es el ¨²nico atisbo de realismo sonoro ya que en lo dem¨¢s es muy pobre, y se hecha de menos algo de sonido de las tropas justo antes de entrar en combate.

Jugabilidad

Por lo que se refiere al t¨ªtulo tiene tres modalidades de juego individual: modo campa?a, modo misiones, y modo escaramuza. El modo campa?a inicialmente no podemos escoger otra que no sea la campa?a de Alejandro. Una vez completada se nos da acceso a las campa?as de los oponentes de Alejandro. En el modo campa?a nos aparece el mapa de las conquistas de Alejandro y sobre ¨¦ste el triunfal Alejandro sobre un corcel.

Cada provincia representa una misi¨®n, aunque muchas veces esas misiones est¨¢n compuestas de otras peque?as misiones de menor duraci¨®n, pero que igualmente hay que completar para poder conquistar toda la provincia. El orden de conquista de las provincias no es elegido por el jugador sino que cada misi¨®n terminada nos da acceso a otra zona del mapa de campa?a, aunque la provincia est¨¦ situada en lugar accesible, el jugador s¨®lo podr¨¢ continuar la campa?a hacia el lugar marcado.

Este hecho esta ideado obviamente para salvaguardar un progreso hist¨®rico lineal, pero creo que la situaci¨®n del mapa da pie a una interpretaci¨®n distinta, ya que m¨¢s bien parece un mapa del estilo Total War, en el que el desplazamiento de tropas se realiza sobre un mapa real.

Las misiones o trabajos del audaz Alejandro, no suponen nada nuevo, ya que se limitan al simple recorrido hist¨®rico de los hechos, y s¨®lo se alejan de la historia ciertos encargos, que son bastante tediosos. El sistema de juego de Alejandro parece una recopilaci¨®n de todos los juegos de estrategia conocidos. Parece un sofrito tomando como ingredientes algunas las caracter¨ªsticas distintivas de los grandes RTS.

En lo que se refiere al aspecto econ¨®mico y de infraestructuras, el juego sigue la estela de todos lo dem¨¢s; creaci¨®n de aldeanos, para recolecci¨®n de recursos, que permiten la fabricaci¨®n de edificios y ej¨¦rcitos. Pero Alejandro trae como novedad lo que podr¨ªamos llamar automatizaci¨®n de acciones, as¨ª cuando nosotros fabriquemos aldeanos en nuestro ayuntamiento, en teor¨ªa, estos salen despedidos a realizar sus funciones. A la pr¨¢ctica salen disparados al campo de trigo m¨¢s cercano y si queremos que nuestro aldeano tenga otra funci¨®n debemos hacerlo con lo m¨¦todos de siempre.

La fabricaci¨®n de cualquier elemento no tiene l¨ªmite, nuestro edificio no parar¨¢ de fabricar hasta que los recursos o el l¨ªmite de poblaci¨®n lo impidan. Esto para algunos despistados es un gran problema por que nos podemos juntar con que se nos olvid¨® parar la producci¨®n de aldeanos y ahora tenemos tantos que no podemos fabricar otra cosa.

Lo mismo nos ocurre con los soldados, esto en cierto modo es casi mejor a veces ya que se puede dejar fabricando un ej¨¦rcito para la pr¨®xima batalla mientras se est¨¢ plenamente metido en una. El inconveniente que tu econom¨ªa se quedar¨¢ tiritando, como no controlemos el ritmo de creaci¨®n de los soldados.

Alejandro tiene la posibilidad de atacar con cantidades ingentes de soldados, as¨ª trae un sistema de organizaci¨®n de los soldados por brigadas seg¨²n el tipo de unidad. Esto viene bien, puesto que el combate en s¨ª ya es una locura en cuanto hay m¨¢s de tres brigadas de 100 hombres combatiendo, y ser¨ªa imposible organizarse sin esto.

El combate es tarea ardua debido a la poca capacidad de control que tienes sobre las tropas. Alejandro se queda a medias entre el control de las unidades que tienes en Age of Empires y el cuidado t¨¢ctico que tienes que tener en los Total War. Al quedarse entre ambos mundos se pierde bastante en jugabilidad, ya que los soldados van ganando en experiencia, y eso los hace m¨¢s fuertes y efectivos en combate, pero eso no evita que enseguida rompan la formaci¨®n y se mezclen con todas la unidades.

Adem¨¢s, a las brigadas no se les puede asignar un objetivo concreto como una brigada enemiga, lo m¨¢s parecido es desplazarlas cerca del lugar donde se encuentre la brigada rival, y rezar para que entre en combate contra nuestro objetivo y no se lance contra otro. As¨ª, si estamos intentando romper una l¨ªnea de arqueros con nuestra caballer¨ªa, si esta se encuentra por el camino (no necesariamente interrumpiendo su trayectoria) otra brigada enemiga, atacar¨¢n primero a la m¨¢s cercana, dejando que nuestro hombres sucumban bajo el fuego de los arqueros enemigos.

En el apartado de los h¨¦roes, Alejandro trae una estructura muy parecida a la de Praetorians con los centuriones. Todos tus h¨¦roes tienen un radio de acci¨®n en el que causan unas mejoras en sus hombres, y unas desventajas a sus enemigos. Algunas de estas cualidades son de tipo moral, y la mitad de las veces no son apreciables en combate, salvo en el caso de que el contrario no disponga de h¨¦roes cerca.

Entonces la ventaja ser¨¢ tal que con un pu?ado de hombre puedes vencer ej¨¦rcitos o grupos de enemigos hasta 4 veces superiores en n¨²mero a tus tropas. Una ventaja para algunos, pero llega a ser bastante aburrido, sobre todo cuando tienes alg¨²n oficial m¨¦dico cerca que te cure a los pocos heridos que tengas, ya no hay m¨¢quina ni persa que se resista. Por otro lado, a pesar de los niveles de organizaci¨®n en brigadas, en muchas ocasiones no sabes qu¨¦ factor realmente define la formaci¨®n que han tomado tus soldados.

Es cierto que se puede elegir la direcci¨®n en la que situar al ej¨¦rcito, pero imaginemos que contamos con dos ej¨¦rcitos ordenados y listos para atacar. Pero uno de ellos entra en contacto con una avanzadilla del enemigo, en ese momento las unidades se dispersan y toman una nueva formaci¨®n que impide restaurar la necesaria para el ataque. Estos peque?os detalles hacen que poco a poco la jugabilidad pierda fuerza y la batalla no tenga nada de estrategia sino que depende de quien tiene m¨¢s h¨¦roes con m¨¢s experiencia en el campo de batalla y si no quien tiene el ejercito m¨¢s numeroso.