Alder's Blood, An¨¢lisis

Las historias lovecraftianas siempre acaban girando alrededor de c¨®mo la cordura se convierte en nuestro ¨²ltimo basti¨®n de defensa cuando todo lo dem¨¢s falla, y cuando el acero no puede acabar con los monstruos. En Alder¡¯s Blood la cordura no es una estad¨ªstica variable, pero el jugador es plenamente consciente de ella. Factores como el desgaste y el castigo est¨¢n impregnados en el ADN de su jugabilidad.

El t¨ªtulo de Shockworks Games es un RPG t¨¢ctico que tiene mucho de lovecraftiano, pero m¨¢s a¨²n tiene mucho de otros juegos lovecraftianos antes que ¨¦l. Un pastiche que a menudo encuentra frescura, pero que tambi¨¦n se ve afectado por lo reiterativo y las limitaciones de su propuesta. Tras un peque?o pr¨®logo-tutorial en el que controlamos a un personaje llamado Duke, el mapa de la regi¨®n de nos abre y pasamos al juego como tal.

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Lo primero que sorprende de Alder¡¯s Blood es su ¨¦nfasis en lo narrativo, hay mucho que leer aqu¨ª. Los di¨¢logos que tenemos con los numerosos personajes es gran parte de ello, pero tambi¨¦n hay lore en la descripci¨®n de los lugares a los que vamos o detr¨¢s de las mec¨¢nicas que llevamos a cabo. La historia se sigue con moderado inter¨¦s, es lo suficientemente densa como para crear sensaci¨®n de universo con miga, pero no sus textos no se hacen pesados para ralentizar un ritmo que, por lo general, es bastante ¨¢gil.

Lo que s¨ª hay es mucho ir y venir y mucha sensaci¨®n de mandado. Esto no supone un problema de primeras ya que no recorremos los sitios ¡°f¨ªsicamente¡±, nos movemos por el mapa a trav¨¦s de una interfaz y los lugares que visitamos est¨¢n representados mediante im¨¢genes est¨¢ticas, pero igualmente, trazaremos las mismas rutas a menudo e iremos dando bandazos entre los mismos interlocutores. De mientras se ir¨¢ desarrollando in crescendo una trama que tiene que ver por supuesto con la inminente oscuridad que se acerca. Visiones y sue?os oscuros son una pieza m¨¢s en un tablero ya de por s¨ª repleto de monstruos y criaturas infernales que vagan a sus anchas por este empobrecido territorio. Adem¨¢s de esto, la historia tambi¨¦n da lugar a conspiraciones entre las cuatro facciones del juego, en las que nuestro nivel de lealtad tendr¨¢ tambi¨¦n implicaciones jugables.

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Pero no es solamente leyendo como pasaremos nuestro tiempo obviamente. Gran parte de la experiencia jugable de Alder¡¯s Blood pasa por gestionar el estado de nuestra party, mantenerlos abastecidos de comida, con el nivel de HP a tope, lo mejor equipados que podamos y con las tareas que mejor se les den asignadas para ayudar al campamento. Tambi¨¦n es importante mantenerlos como buenos cazadores, porque a la hora de enfrentarse a los numerosos peligros lo van a necesitar.

Las numerosas misiones son donde sucede la verdadera acci¨®n del juego, hasta entonces todo es preparatoria. En cualquier lugar del mapa podemos acampar y descansar, y es recomendable hacerlo a menudo. En el campamento gestionamos nuestra banda de cazadores, los subimos de nivel o los equipamos, dejamos que descansen para curar sus heridas o los asignamos a tareas de b¨²squeda de comida o crafteo. Tener comida es necesario para que los cazadores no se mueran de hambre y para hacer viajes, y el crafteo nos permite conseguir armas y talismanes nuevos ¨²tiles para el combate. Con experiencia subimos de niveles a los cazadores, y podemos asignarle pasivas que mejoran ciertas estad¨ªsticas o habilidades. Esto nos permite tomar decisiones como especializar a ciertos cazadores en tareas espec¨ªficas. Quiz¨¢s uno de ellos no es buen combatiente, pero es el mejor recolector de comida que tenemos.

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Algo de lo que no hay escapatoria por muy bien que gestionemos esta rama del juego es de la corrupci¨®n. La corrupci¨®n es un enemigo invisible, una estad¨ªstica dentro de cada cazador que seg¨²n va pasando el tiempo nos indica lo cercano que est¨¢ de morir. Est¨¢ tan implementado en la jugabilidad que hay una mec¨¢nica espec¨ªfica para sacrificar a cazadores y, a cambio, ganamos recursos para facilitarnos incorporar a nuevos que los sustituyan en la banda.

Contra lo que s¨ª podemos luchar es con las diferentes criaturas que se moran estas tierras, aunque quiz¨¢s no deber¨ªa ser nuestra prioridad. El sistema de misiones de Alder¡¯s Blood es bastante directo, conforme nos movemos por el mapa y avanzamos en la historia desbloqueamos nuevas misiones a las que enfrentarnos, algunas son principales y otras son secundarias y opcionales, aunque realmente tienen formatos muy similares.

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A la hora de pasar a la acci¨®n entramos en un RPG t¨¢ctico por casillas donde el posicionamiento y gestionar las acciones de forma inteligente son esenciales para salir airosos. Desde su mism¨ªsimo pr¨®logo, cuando se nos est¨¢ ense?ando las mec¨¢nicas, el sigilo se descubre como el arma principal del t¨ªtulo. Nuestro personaje est¨¢ siempre en desventaja frente a las criaturas enemigas, e incluso cuando hacemos misiones con m¨¢s de un cazador, se m¨¢s en n¨²mero no nos garantiza una victoria inmediata. El sistema de turnos en el que se rige estrictamente las misiones del juego tiene dos pilares fundamentales: la estamina y la detecci¨®n.

La detecci¨®n depende la visi¨®n y del olfato de los enemigos. Lo ideal es siempre movernos de cobertura en cobertura para evitar estar al descubierto al final de nuestro turno, pero eso no es suficiente. Si alguna de las casillas que pisamos durante nuestra acci¨®n de movimiento entra en la l¨ªnea de visi¨®n de un enemigo ¨¦ste nos detectar¨¢, nuestro turno se detendr¨¢ moment¨¢neamente y tras alertar a sus compa?eros tendremos un ¨²ltimo movimiento de reacci¨®n bien para huir o para realizar un ataque desesperado. De igual modo, el viento deja un rastro de nuestro olfato que se visualiza en pantalla similar a como ver¨ªamos un cono de visi¨®n, si en una acci¨®n de movimiento el enemigo entra en contacto con ese rastro, nos detectar¨¢ inmediatamente.

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La estamina, por otra parte, determina la cantidad de acciones que podemos hacer en un turno. Cada acci¨®n tiene un coste concreto y debemos utilizar esto a nuestro favor para maximizar las acciones que podemos hacer de forma eficiente. Algunas como desplazarnos tienen un coste peque?o pero otras como recargar un arma deben usarse ¨²nicamente en momentos concretos cuando hayamos hecho todo aquello que queremos hacer. La penalizaci¨®n por gastar la estamina es muy alta, nuestro cazador cae rendido al suelo inmediatamente, se finaliza su turno est¨¦ donde est¨¦ y pierde tambi¨¦n el pr¨®ximo turno. Perder un turno en Alder¡¯s Blood, y m¨¢s despu¨¦s de haber sido detectados supone una muerte segura, por lo que gestionar la estamina en este juego es crucial si no queremos tener que reintentar la misi¨®n por completo.

Alder¡¯s Blood llega a ser muy punitivo. A pesar de que estos sistemas est¨¢n reflejados visualmente en pantalla en todo momento, hay mucho que se escapa de nuestro control en el momento a momento de la partida. El rango de visi¨®n de nuestro personaje es m¨¢s bien cortito, y ocurre a menudo que nos detectan enemigos que ni siquiera sab¨ªamos que estaban ah¨ª inicialmente. El patr¨®n de movimiento de los enemigos es irregular, lo cual nunca nos permite saber hasta qu¨¦ punto nos podemos acercar a ciertos enemigos. En un juego en el que cada movimiento debe estar medido para no fracasar, hay ciertos factores m¨¢s aleatorios de los que nos gustar¨ªan, como la direcci¨®n del viento, que puede cambiar en cualquier momento, desvelando nuestra posici¨®n ante el enemigo. Cabe destacar en este momento que la muerte, cuando nos llegue, es permanente para el cazador, o al menos lo es bajo cierta condici¨®n. Con la pantalla de Game Over podemos reiniciar la misi¨®n y volver a intentarlo, pero si salimos de una misi¨®n fracasada porque queremos replantear nuestra estrategia, el cazador muerto se habr¨¢ perdido para siempre.

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El ¨²ltimo recurso entonces es pelear, y lo es porque nuestro cazador puede morir f¨¢cilmente con un par de golpes bien dados de¡­ bueno, de casi cualquier enemigo en realidad. Por eso cuando nos aproximamos al combate lo ideal es hacerlo en emboscadas furtivas, entramos y salimos. Si atacamos por la espalda con el arma adecuada podemos tumbar al enemigo y, al igual que nosotros, hacer que pierdan un turno. Si los rematamos, haremos que desaparezcan. Hemos de tener en cuenta que no todos los enemigos responden bien a esta t¨¢ctica, hay enemigos m¨¢s duros que resistir¨¢n nuestras pu?aladas por la espalda y nos contraatacar¨¢n, dej¨¢ndonos vulnerables.

No todo es pegar pu?aladas por la espalda, el juego tambi¨¦n cuenta con un buen repertorio de armamento para enfrentamientos m¨¢s abiertos. Nuestros cazadores pueden llevar dos armas que alternar en cualquier momento. Tenemos armas de fuego y armas blancas. Las de fuego nos permiten combatir a distancia de forma eficaz, pero hacen mucho ruido y a la hora de recargar gastamos casi un turno entero. Las armas blancas como dagas o espadas, sobre todo las segundas, nos permiten plantarles cara a las bestias cuando est¨¢n de cerca.

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El resto de nuestro equipamiento es igualmente importante, los talismanes se pueden craftear en el campamento y mejoran nuestras pasivas o nuestras estad¨ªsticas generales, mientras que los objetos son muy variados y cubren desde p¨®cimas curativas hasta armas secundarias como cuchillos arrojadizos. Los guijarros son, por ¨²ltimo, la distracci¨®n ideal para cuando tengamos que volver al sigilo, crean un ¨¢rea sonora que atraer¨¢ a cualquier enemigo y nos despejar¨¢ el camino.

Aparte de combatir, Alder¡¯s Blood refresca su f¨®rmula con diferentes tipos de misiones, algunas pueden ser desplazarnos simplemente por el escenario evitando a los enemigos, y otras pueden incluir conseguir ciertos objetos, o seguir ciertas pistas en el escenario.

Pese a todo esto, el loop de juego acaba radicando en los dos pilares principales: el sigilo y la gesti¨®n de nuestra banda de cazadores. Alder¡¯s Blood encauza toda su narrativa y sus mec¨¢nicas a generar esta sensaci¨®n de hast¨ªo en un mundo hostil, a veces para bien, creando un mundo evocador y con puntos argumentales interesantes, pero a menudo para mal, como un sistema de sigilo a veces err¨¢tico, y una filosof¨ªa punitiva que no perdona errores, ni siquiera cuando no depende enteramente de nosotros.

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C¨®digo proporcionado para la versi¨®n de Nintendo Switch.