Aeon Must Die: An¨¢lisis. Velocidad sin control

Desde Barcelona y a manos de 2Awesome Studio nos viene un nuevo indie 2D, concentrado esta vez en la com¨²n practica de completar una fase una y otra vez para mejorar nuestros tiempos, tambi¨¦n conocida como ¡°speedrunning¡±. Solo que esta vez estaremos repitiendo niveles como la Gran V¨ªa, Las Ramblas o el Park G¨¹ell, algo comunmente solo posible para los habitantes de la ciudad condal. Venimos a discutir si, adem¨¢s de esta sugerente ubicaci¨®n, tenemos entre nuestras manos un juego digno.

Rompiendo records

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Aeon Drive no est¨¢ pensado para ser jugado una sola vez. Cuenta con una historia pero de la misma manera que ciertas producciones solo para adultos cuentan con una. La base real del juego es pasarnos los niveles y, una vez terminados, repetirlos hasta la extenuaci¨®n buscando siempre recortar esos segundos prescindibles de nuestros tiempos. La campa?a se puede completar en un par de horas pero cuanto tiempo pasemos en el juego depender¨¢ de cu¨¢nto nos embauquen sus sistemas, niveles y planteamiento general.

Nuestro arsenal de movilidad y ofensa se nos presenta r¨¢pidamente en su totalidad. Podemos deslizarnos por el suelo, atacar con una espada en corto rango (esto tambi¨¦n destruye las balas enemigas) y usar un dardo para teletransportarnos. Este dardo es la mec¨¢nica m¨¢s interesante del juego, si hubiera que mencionar alguna mec¨¢nica como interesante. Podemos tirarlo inmediatamente delante de nuestro personaje, teletransportarnos al mismo o reclamarlo para volverlo a disparar. Desafortunadamente, su complejidad posible no llega nunca a explotarse y, dada la gran velocidad del proyectil y el planteamiento de sus niveles, nunca llega a ser ¡°c¨®modo¡± el utilizarlo. Especialmente problem¨¢ticos los lanzamientos diagonales.

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Ojal¨¢ se quedaran ah¨ª los problemas. Pero a lo largo de sus cien niveles Aeon Drive no llega nunca a sorprender ni impresionar. Los niveles cuentan con varias rutas, s¨ª, pero ninguna de ellas es jam¨¢s especialmente sugerente. Los enemigos son meros obst¨¢culos en el mejor de los casos y molestos problemas aleatorios en el peor. Las animaciones son toscas, con una ausencia total de fluidez en sus transiciones y resultando siempre menos exageradas de lo necesario para agradar al jugador.

Siempre igual

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Pero lo peor de todo es la repetitividad. Solo en los dos ¨²ltimos mundos de diez se nos plantea un cierto desaf¨ªo y para entonces estamos ya aburridos de lo previo. Algo que podr¨ªamos perdonar si se llegase a cotas realmente altas de dificultad en estos ¨²ltimos niveles pero la realidad es otra. Aeon Drive nunca llega a ser ofensivamente malo, pero si es ofensivamente mediocre. No te sorprende y la profundidad de sus mec¨¢nicas no es suficiente como para querer exprimirlas. Aeon Drive es un juego de speedrunning sin rejugabilidad. Prueba de ello es que hayamos llegado a las primeras posiciones en el ranking en nuestro primer intento de varios niveles.

En el plano art¨ªstico el juego se presenta algo mejor. La visi¨®n de una Barcelona futurista es sugerente y su recreaci¨®n de los m¨²ltiples lugares ic¨®nicas de la misma s¨ª nos sac¨® alguna sonrisa. Su m¨²sica es aceptable, no algo que vayamos a escuchar mientras programamos una noche de Viernes pero tampoco algo que vayamos a sustituir inmediatamente por nuestra propia lista. Los enemigos son¡­ enemigos. Ah¨ª si que hemos visto m¨¢s creatividad en juegos de segunda categoria de la generaci¨®n de los 8 bit. Robots, robots y m¨¢s robots, ninguno de los cuales podr¨ªamos describir m¨¢s all¨¢.