A Little to the Left, an¨¢lisis. Puzles en busca de orden

El orden: para algunos una forma de vivir; para otros un peque?o infierno del d¨ªa a d¨ªa. Para nosotros, el leitmotiv del protagonista de este an¨¢lisis, que no es otro que el videojuego A Little to the Left, un rompecabezas casual que ya est¨¢ disponible para PC y Nintendo Switch a cargo del d¨²o de creativos canadienses Max Inferno junto a la editora Secret Mode y que nos invitar¨¢ a poner orden en nuestra vida a trav¨¦s de m¨¢s de 75 puzles que entran por los ojos. ?Y de qu¨¦ manera! Desde luego, aquellos que convivan con el TOC encontrar¨¢n en A Little to the Left una raz¨®n m¨¢s para dar rienda suelta a sus man¨ªas y obsesiones, aunque nunca est¨¢ de m¨¢s poner algo de orden en nuestro hogar. Veamos en nuestro an¨¢lisis si A Little to the Left logra hacerse un hueco entre los puzles m¨¢s recomendables del a?o o, por lo contrario, lo dejamos metido en el caj¨®n del olvido de Steam o la eShop.

Pon orden en tu casa antes de que aparezca el gato

Siempre viene bien dejar de vez en cuando las experiencias fren¨¦ticas m¨¢s cl¨¢sicas del medio para apostar por propuestas m¨¢s relajantes; y si aportan un plus visual como el que nos ocupa, mejor que mejor. As¨ª, el t¨ªtulo debut de Max Inferno (Annie Macmillan y Lukas Steinman) apuesta por una serie de peque?os puzles de l¨®gica e intuici¨®n en los que ordenar diferentes elementos del hogar u objetos m¨¢s o menos cotidianos, todo ello a trav¨¦s de una gran variedad de retos que sorprender¨¢ por lo imaginativo del conjunto. En este caso, y a diferencia de Unpacking -juego de hace un a?o en el que deshac¨ªamos una mudanza con una ¨²nica soluci¨®n-, podemos completar muchos de los puzles de varias formas, ya sea ordenando una librer¨ªa a trav¨¦s de un patr¨®n u otro, colocar papeles en un orden determinado o mover los cuadros en un sentido concreto. No hay duda de que los constantes desaf¨ªos resultan de lo m¨¢s imaginativos y curiosos.

Todo ello a trav¨¦s de 5 cap¨ªtulos con m¨¢s de 75 puzles que se pueden completar en pocos segundos o varios minutos, dependiendo de su dificultad o si nos quedamos atascados en alguno en concreto, algo que suceder¨¢ en no pocas ocasiones. Con todo, y si somos suficientemente h¨¢biles, podremos completar la ¡°historia¡± -si es que podemos llamarla as¨ª en ausencia de una narrativa clara- en unas 3 horas. Pero como decimos, depender¨¢ de nuestra habilidad con este tipo de puzles visuales en los que en ocasiones ser¨¢ complicado encontrarles la l¨®gica. Entre medias aparecer¨¢ un ¡°lindo gatito¡± que tratar¨¢ de arruinarnos la tarea, ya sea pasando su peluda cola sobre la mesa para movernos algunas ¡°piezas¡± o mediante alg¨²n desafortunado zarpazo que trate de despistarnos. En cualquier caso su presencia no pasa de anecd¨®tica; vamos, como los propios gatos.

Por lo general, los puzles son muy creativos y algunos de ellos nos obligar¨¢n realmente a fruncir el ce?o para desenmara?ar algunas de las situaciones m¨¢s rebuscadas y ca¨®ticas. El control es totalmente satisfactorio, ya sea con el rat¨®n en PC o mediante toques sobre la pantalla o deslizando el dedo sobre la misma en el caso de Nintendo Switch; en la consola h¨ªbrida tambi¨¦n podemos optar por controles tradicionales -sobre todo aquellos que no quieran dejar huellas sobre la pantalla, TOC, TOC- aunque la experiencia no es tan c¨®moda, resultando incluso torpe y poco intuitiva.

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Como buen t¨ªtulo simple en su concepci¨®n y ejecuci¨®n, A Little to the Left apuesta por un dise?o art¨ªstico a la par de su personalidad, es decir, con dibujos hechos a mano con mucho estilo y en los que se ha aplicado una paleta de colores pastel que le sientan como anillo al dedo a su car¨¢cter indie, casi artesanal. En conjunto, el t¨ªtulo resulta de lo m¨¢s agradable, tanto por su apuesta visual como por una ambientaci¨®n pausada, adornada una banda sonora sosegada y minimalista y unos efectos de sonido muy bien elegidos, aunque escasos.

Y a pesar de que todo parece emanar buenas sensaciones, A Little to the Left tambi¨¦n ofrece una contrapartida no tan brillante. Para empezar, las resoluciones de los diferentes tipos de rompecabezas se antojan algo aleatorias junto a las peque?as asistencias sonoras, presentes en unos y no en otros, algo que desemboca en una constante reiteraci¨®n de la mec¨¢nicas de ensayo-error. Adem¨¢s, el juego es variado en su planteamiento, aunque la ejecuci¨®n cae demasiado a menudo en la repetici¨®n de unos pocos sistemas, dando lugar a una leve falta de ideas tras repetir un mismo concepto en varias ocasiones. Y con m¨¢s de 80 desaf¨ªos, este h¨¢ndicap se dejar¨¢ notar m¨¢s de lo que nos gustar¨ªa.

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Por suerte para algunos, A Little to the Left ofrece un sistema de pistas que m¨¢s bien es un sistema de soluciones, como si mir¨¢ramos en la ¨²ltima p¨¢gina de los magazines de crucigramas cl¨¢sicos. Si bien el sistema nos permite borrar lo que queramos de una p¨¢gina llena de garabatos que esconden la soluci¨®n, es demasiado sencillo pasar directamente a la resoluci¨®n visual de todos y cada uno de los puzles y anular as¨ª el propio desaf¨ªo del juego. Depender¨¢ del jugador si quiere valerse por s¨ª mismo o descubrir las soluciones sin esfuerzo alguno. Tambi¨¦n podemos, simplemente, descartar un puzle y pasar al siguiente a expensas de que nuestra consciencia nos martirice por ello.