The Dark Pictures: Switchback VR, an¨¢lisis. El primer juego que descarrila en PS VR 2

Quiz¨¢s no fuera el mejor juego de lanzamiento de PlayStation VR y a buen seguro no aparecer¨¢ en los tops y rankings del dispositivo, pero todo el que probara Until Dawn: Rush of Blood en las primeras gafas de Sony podr¨¢ constatar lo divertido que era. Se trataba de una propuesta id¨®nea para estrenar la tecnolog¨ªa. Ten¨ªa todo lo que uno esperaba de su primera experiencia: provocaba mariposas en el est¨®mago y sonrisas gracias al v¨¦rtigo de sus monta?as rusas, guardaba un pu?ado de sustos de los que te saltaban a la cara y era de lo m¨¢s inmediato. Lo pillabas en unos segundos y te enganchabas a los pocos minutos. No iba sobrado de contenido y se ve¨ªa algo justo a nivel de gr¨¢ficos y dise?o de niveles, pero cumpl¨ªa y m¨¢s al precio tan competitivo que le acompa?aba. Ahora, nueve a?os despu¨¦s, Supermassive Games nos regala una secuela para PS VR2 que cambia Until Dawn por The Dark Pictures y que parece salir de una c¨¢psula del tiempo. The Dark Pictures: Switchback VR parece no haber aprendido ni mejorado absolutamente nada en este tiempo y sus mec¨¢nicas y gr¨¢ficos son los de hace una d¨¦cada, sin cambio alguno. O s¨ª, pero a peor. Estamos ante una propuesta decepcionante que no aprovecha la tecnolog¨ªa a su alcance y que mancha el buen recuerdo de Rush of Blood, del que podr¨ªa haber sido un DLC.

Empecemos por lo m¨¢s evidente, por el acabado gr¨¢fico. Es el primer chasco que uno se lleva al iniciar The Dark Pictures: Switchback VR (y no es precisamente un chasco menor). Si te decides a estrenar PlayStation VR2 con el juego, lo m¨¢s probable es que ese mismo d¨ªa acudas corriendo a tu tienda de confianza a devolver las gafas y reclamar de vuelta los 600 euros que cuestan. Porque lejos de permitirnos apreciar un salto adelante con respecto al anterior dispositivo, el juego da la impresi¨®n de verse peor que Rush of Blood, o como m¨ªnimo igual, pero seis a?os despu¨¦s. Tiene unos tiempos de carga tan habituales como inexplicables, alg¨²n que otro bug y de todos los t¨ªtulos de lanzamiento de PS VR2 que hemos probado, es el ¨²nico que nos ha mareado y generado cierto motion sickness.

Siendo tan lineal (hablamos de un juego on rails, recordemos); usando truquitos tan demod¨¦ para aliviar cualquier exigencia t¨¦cnica (algunos niveles tienen m¨¢s niebla que Silent Hill 2); y careciendo sus enemigos de cualquier clase de inteligencia artificial, que el resultado final sea tan pobre roza lo bochornoso. La resoluci¨®n es ¨ªnfima, se ve borroso, cuenta con unas texturas y modelados planos y lo adereza todo con unos efectos que parecen sacados de hace varias generaciones. No ya de PS4, sino de PS3. Terrible.

Repetimos que estando en PS5, la consola del SSD, la que prometi¨® (y logr¨®) erradicar gran parte de los tiempos de carga, volver a cruzarse con tantos en una propuesta tan justita no tiene explicaci¨®n alguna. Por no hablar de sus continuos errores, como enemigos que se quedan paralizados y sonidos que se repiten incluso si le has volado la cabeza al monstruo que los emit¨ªa y lo has dejado atr¨¢s hace quince minutos. Al principio te r¨ªes, pero despu¨¦s llegan las n¨¢useas y recuerdas su precio (40 euros).

Por desgracia, los problemas van m¨¢s all¨¢ del terreno audiovisual. Tambi¨¦n tenemos nuestros m¨¢s y nuestros menos con muchas decisiones de dise?o. Por ejemplo, el ritmo es sopor¨ªfero, a todas luces demasiado lento para la monta?a rusa en la que se supone que vamos montados. Es curioso que heredemos lo peor de Rush of Blood (su duraci¨®n, inferior a 4 horas), pero perdamos lo mejor (su dinamismo y variedad). Los tramos a c¨¢mara lenta y los momentos contemplativos sin sustos ni acci¨®n de ning¨²n tipo se multiplican. Y encima durante los mismos se nos mortifica arrebat¨¢ndonos las armas de las manos para que no nos distraigamos haciendo el tonto con ellas.

Menci¨®n especial a las cinem¨¢ticas en el interior de un tren que se repiten y reciclan hasta la saciedad. Narran una historia tan vac¨ªa de di¨¢logos como de inter¨¦s. Y si para nosotros, que hemos jugado a todas las entregas de The Dark Pictures y reconocemos a sus personajes, no ha logrado generarnos curiosidad, no queremos ni imaginar c¨®mo podr¨ªa ser capaz de apelar a quienes se vean privados de ese contexto y se lancen directamente a los brazos de semejante galimat¨ªas. Con lo bien que lo hac¨ªa el original manteni¨¦ndose tan sencillo como pod¨ªa... Aquel nos presentaba un circo repleto de payasos dementes y nos arrojaba contra un villano con ganas de poner a prueba nuestra salud mental. En Switchback son todo gui?os y referencias (e incluso los niveles est¨¢n cada uno inspirado y ambientado en un cap¨ªtulo de la saga). Son ganas de enrevesar las cosas en una f¨®rmula que precisamente lo que ped¨ªa era sencillez e inmediatez.

Adem¨¢s, si estamos en un juego de tiro al blanco, ?por qu¨¦ cambiar los objetivos y las dianas por meros enseres del escenario sobre los que se ha pintado una diana amarilla encima? Y eso evitando hablar del gunplay, a todas luces impreciso e insatisfactorio, con enemigos como esponjas que no reaccionan a los impactos hasta caer desplomados. Con muchos jefes no sabremos si realmente estamos d¨¢ndoles o no. Y si ten¨ªais intenci¨®n de probar la nueva detecci¨®n de dedos de los mandos de PlayStation VR2, olvidaros de hacerlo con Switchback VR.

El juego no hace uso de pr¨¢cticamente ninguna de las posibilidades del nuevo casco. Hay alguna, como el eyetracking en cierta fase en la que los enemigos s¨®lo se mueven cuando parpadeas y cierras los ojos, pero es la excepci¨®n a la regla y tampoco termina de funcionar del todo. En ese caso concreto sin ir m¨¢s lejos se te exige parpadear s¨ª o s¨ª para continuar. En general da la impresi¨®n de que bien podr¨ªa haber salido para el original, como secuela de Rush of Blood o como DLC de aquel.

Tampoco queremos hacer mucha m¨¢s sangre. Por buscar alg¨²n punto positivo, ahora tenemos m¨¢s jefes finales (aunque los combates son como son...), los nuevos puzles resultan simp¨¢ticos y las decisiones van m¨¢s all¨¢ de elegir camino (ahora est¨¢n en nuestra mano las vidas de los personajes implicados en la historia). Pero son momentos anecd¨®ticos que no evitan que nos lamentemos por el potencial desaprovechado de esta secuela, a todas luces no desarrollada para PlayStation VR2. En vez de mejorar la experiencia original, Switchback da varios pasos hacia atr¨¢s y no s¨®lo no resuelve lo que le pedimos a aquella, sino que estropea lo que hac¨ªa bien. A pesar de que el estudio ha demostrado su talento en un mont¨®n de ocasiones, en su d¨ªa dio la sensaci¨®n de que Supermassive parec¨ªa denostar la tecnolog¨ªa al no dedicarle el mismo tiempo y mimo que al resto de sus proyectos, lo que deriv¨® en que sacara productos r¨¢pidos, baratos y deficientes (Bravo Team o The Inpatient). Visto lo visto, no hay dos sin tres.