An¨¢lisis: The Inpatient

The Inpatient, An¨¢lisis

No es Resident Evil 7, pero tampoco est¨¢ mal para empezar. The Inpatient toma el relevo del aclamado juego de Capcom, t¨ªtulo estrella del pasado enero 2017, y se convierte en el primer gran lanzamiento del a?o para PlayStation VR. El nuevo trabajo de Supermassive Games, estudio brit¨¢nico que saltara a la fama por Until Dawn, es el tercer proyecto del equipo con las gafas de realidad virtual de Sony, para las que ya nos brindaron Until Dawn: Rush of Blood y Tumble VR, y para las cuales pretenden sacar un segundo t¨ªtulo este 2018: Bravo Team. 

Como veremos a lo largo del presente texto, quiz¨¢s no estemos ante la obra m¨¢s fina de la desarrolladora, sobre todo por temas de control y duraci¨®n, pero eso no quita para que estemos ante una parada imprescindible para todos los amantes de los juegos de miedo, pues The Inpatient es una de las experiencias m¨¢s aterradoras que ofrece el cat¨¢logo de PS VR hasta la fecha, sino la que m¨¢s.

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El juego es la tercera incursi¨®n de Supermassive Games en el universo de Until Dawn, que tantos ¨¦xitos les ha reportado hasta ahora. Con la experiencia original obtuvieron un BAFTA, y hay que admitir que con el inesperado cambio de rumbo de Rush of Blood se sacaron de la manga uno de los t¨ªtulos m¨¢s recomendables a la hora de estrenar la tecnolog¨ªa de realidad virtual en PS4. En esta ocasi¨®n la apuesta se parece mucho m¨¢s a la vista en 2015, aunque a menor escala y sin tiempo para que esta se desarrolle y respire.

Si bien abandonan la coletilla "Until Dawn" para el nombre del juego, la conexi¨®n es evidente. The Inpatient est¨¢ ambientado en el mismo sanatorio que visitamos en su d¨ªa durante la aventura de Rami Malek, Hayden Panettiere y compa?¨ªa; el sanatorio Blackwood, solo que ahora lo haremos 60 a?os antes de los acontecimientos entonces narrados. Es decir, cuando a¨²n estaba plenamente operativo. No es imprecindible haber probado los anteriores, ni mucho menos. Es cierto que si lo hicimos nos sonar¨¢ la localizaci¨®n, conoceremos de antemano el enemigo que en ella nos aguarda y se nos dar¨¢ cierto background sobre la historia original, pero a decir verdad ni lo necesit¨¢bamos, ni nos aporta nada especial. La relaci¨®n es puramente anecd¨®tica.

Interpretaremos el papel de un personaje que est¨¢ interno en el sanatorio (y cuyo sexo y color de piel elegimos, curiosamente). Con un marcado caso de amnesia, no sabe qui¨¦n es y tampoco qu¨¦ hace all¨ª. Desconoce cu¨¢nto tiempo va a estar ingresado y mucho menos qu¨¦ puede hacer para mejorar, a qui¨¦n ha de creer y hacer caso. Viviremos su d¨ªa a d¨ªa y nos veremos puestos contra las cuerdas con pesadillas y recuerdos.

La trama no est¨¢ a la altura del primer Until Dawn (una oda al g¨¦nero slasher), ech¨¢ndose adem¨¢s en falta un nuevo elenco de actores conocidos, especialmente en un juego que saca tanto partido gr¨¢fico a los rostros de todos sus personajes. Sin embargo, agradecemos que para enterarnos medianamente bien de nuestra identidad y de la historia debamos buscar los coleccionables escondidos por los escenarios. Est¨¢n a simple vista, pero aportan la poca gracia y sentido que tiene la historia.

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Tan terror¨ªfico como ef¨ªmero e inc¨®modo

El inicio es algo lento y aburrido, y es una pena puesto que The Inpatient solo dura un par horas. No puede permitirse perder el tiempo, pero lo hace. Los primeros treinta minutos se exceden interrog¨¢ndonos y explic¨¢ndonos la importancia de nuestras decisiones. Parecen un d¨¦j¨¤ vu de Until Dawn, de las entrevistas entre cap¨ªtulo y cap¨ªtulo que ten¨ªamos con el Dr. AJ Hill (Peter Stormare) y de los v¨ªdeos del efecto mariposa y las ramificaciones de sus alas. Una vez se desprende de esos proleg¨®menos y empiezan las pesadillas y los recorridos por el sanatorio, la cosa mejora enormemente. Lo que no quita para que se haga corto, excesivamente corto. Es imposible empatizar con ning¨²n personaje, hay escenarios desaprovechados, mec¨¢nicas y situaciones que si se hubiesen repetido no nos habr¨ªa importado ni lo m¨¢s m¨ªnimo, etc¨¦tera.

En un primer momento puede parecer que s¨ª tiene una segunda vuelta para sortear la muerte de alg¨²n personaje, ver un final distinto o dar otro tipo de respuestas a nuestros interlocutores (como curiosidad, hay comandos de voz en castellano para contestar y funcionan muy bien). Pero sabi¨¦ndonos ya todos los sustos e import¨¢ndonos tan poco la historia y sus protagonistas, es una rejugabilidad enga?osa que ni justifica ni compensa su duraci¨®n.

IMAGEN 3

A nivel jugable estamos ante un walking simulator al uso. Hacemos poco m¨¢s que caminar por interminables pasillos a la espera de ser asustados. A veces solos, a veces en compa?¨ªa. A veces hay bifurcaciones, a veces pausas y momentos de di¨¢logo. En la mano izquierda llevamos una linterna para iluminar all¨ª donde apuntemos con el Move o Dualshock, y poco m¨¢s. Nada de acci¨®n, puzles o QTEs.

No solo simplifica la f¨®rmula Until Dawn a su m¨ªnima expresi¨®n, sino que adem¨¢s la jugabilidad es inc¨®moda. El personaje anda a ritmo tortuga, algo antinatural dada la situaci¨®n y las ganas de correr que le entrar¨ªan a cualquiera en ella. Tampoco le pedimos que esprinte, bastar¨ªa con que el resto de personajes no nos dejen atr¨¢s cuando ellos van andando. Adem¨¢s, solo se mueve recto. Ni lateralmente, ni en diagonal, ni nada. Es tremendamente torpe y molesto. En m¨¢s de un momento nos desquiciar¨¢ y costar¨¢ andar en la direcci¨®n que queremos o situarnos donde dese¨¢bamos. A menos que le ordenemos que camine recto, da un par de pasos y se para.

Se nos ofrece movimiento libre (cuidado con posibles mareos o motion sickness) o giros de 15, 30 o 45?, pero ninguna configuraci¨®n termina de ser del todo fluida y agradable. Una lacra casi tan grande como la duraci¨®n.

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Quejas a un lado, el juego resulta terror¨ªfico. Y eso, divertid¨ªsimo. Asegura gritos y ataques al coraz¨®n. Eso s¨ª, es de un tipo de horror muy particular, el de los sobresaltos y sustos inesperados, los llamados "jump scares". Habr¨¢ a quien le resulten facilones y gratuitos, y tendr¨¢ raz¨®n. La m¨²sica dispara su volumen, hay scripts que aparecen ante nosotros sin que pudi¨¦ramos intuirlo de modo alguno... digamos que de psicol¨®gico, sutil, survival y dem¨¢s variantes del g¨¦nero, poco. Al margen de la ambientaci¨®n, el juego es tremendamente efectista. Lo que no tiene nada de malo, pero valdr¨ªa la pena avisarlo.

Si somos amantes de estos ¨²ltimos no nos queda sino disfrutar, porque el juego es un aut¨¦ntico derroche y festival de ellos. Tiene algunas de las mejores "sorpresas" de esta clase que hemos visto. Muy variados y hasta tremendamente originales. Para despertar a los vecinos y no pegar ojo por la noche. Nada como descubrirle la realidad virtual a alguien con situaciones semejantes. L¨¢stima que no dure m¨¢s y que no mezcle los sustos con algunas mec¨¢nicas jugables que tengan cierta sustancia. Propone varias, pero ¨²nicamente lo deja en eso, propuestas. Con la linterna, por ejemplo, se pueden ver cosas que sin ella pasar¨ªan desapercibidas entre las sombras y hay otras que se esfuman si las enfocamos... No hubiera resultado demasiado original jugar con ella, pero hubiera sido mejor que nada. Acciones inventadas espec¨ªficamente para comer o llamar al ascensor tambi¨¦n invitan a pensar que en algun momento del desarrollo hubo "algo m¨¢s", pero nunca lo sabremos. Hasta las gafas cuentan con una divertid¨ªsima funci¨®n que no hab¨ªamos visto antes y no queremos arruinar, pues ofrece uno de los mejores momentos del recorrido.

La ambientaci¨®n termina de rematarla y aderezarla un acabado gr¨¢fico m¨¢s que decente, con especial menci¨®n a los rostros de los personajes; un apartado sonoro en la l¨ªnea de los sustos, muy efectista; y un sencillo doblaje al castellano.