Like a Dragon: Ishin, an¨¢lisis. Entrega con identidad, versi¨®n con margen de mejora

La deuda del Ryu Ga Gotoku con los fans de Occidente queda oficialmente saldada. Casi una d¨¦cada ha tenido que transcurrir para conocer de primera mano el spin-off m¨¢s querido por la comunidad en Jap¨®n. Dejamos atr¨¢s la Kamurocho de hoy en d¨ªa para viajar en el tiempo, concretamente a la era Bakumatsu en pleno 1867. Las circunstancias de este contexto influyen directamente en su oferta. Es un juego con identidad dentro de la saga. Por fin est¨¢ con nosotros.

Entre remasterizaci¨®n y remake

Con esas palabras la editora define esta reedici¨®n de Like a Dragon: Ishin. No es exactamente el mismo juego de 2014 porteado a las consolas actuales, sino que se han realizado trabajos espec¨ªficos tanto en el plano t¨¦cnico como en lo jugable. Salta a la vista que el cambio m¨¢s evidente resulta en lo gr¨¢fico. Atrapa por la vista. Like a Dragon: Ishin es el primer trabajo del Ryu Ga Gotoku Studio en base a Unreal Engine, en concreto su cuarta versi¨®n.

Esta decisi¨®n va m¨¢s all¨¢ de mejorar el apartado gr¨¢fico de un t¨ªtulo que ya de por si se public¨® en la generaci¨®n de PlayStation 4. Es un globo sonda, un campo de pruebas para conocer si el futuro de la franquicia necesita un cambio de aires con respecto al Dragon Engine, el motor interno del estudio que tan buenos resultados dio de cara al jugador en Judgment, Lost Judgment y Yakuza: Like a Dragon (dejamos de lado los problemas t¨¦cnicos vistos en Yakuza 6: The Song of Life y Yakuza Kiwami 2).

En lo visual no tenemos demasiadas pegas. Los modelados est¨¢n recreados a una gran calidad de detalle, que se suma a la excelente fotograf¨ªa diurna que permite la iluminaci¨®n del motor de Epic Games. El problema es que el aporte del motor termina ah¨ª, es decir, no se a?aden nuevas capas t¨¦cnicas que influyan a nivel jugable. Siguen las transiciones con tiempos de carga entre interiores y barrios anexos, incluso en la versi¨®n de nueva generaci¨®n. Su introducci¨®n no marca diferencias.

Adem¨¢s, durante nuestra experiencia hemos encontrado algunos bugs inc¨®modos que no hab¨ªan estado presentes cuando se usaba el motor gr¨¢fico propio. Por ejemplo, en algunas ocasiones al cambiar de plano durante una conversaci¨®n, la textura de la piel de los personajes aparece en baja calidad durante medio segundo. Tambi¨¦n se altera el comportamiento de los NPC, quienes apenan camuflan como aparecen y desaparecen sin rumbo fijo. Esos problemas en el comportamiento tambi¨¦n los hemos encontrado cuando entramos en secciones donde el enemigo debe patrullar algunas zonas determinadas.

Daisuke Sato, el que fuera productor de la franquicia, afirmaba en febrero de 2021 que de traer de vuelta el juego ¡°necesitar¨ªan un remake con trabajo adicional en vez de hacer simplemente hacer un port¡±. Lo que nos encontramos dos a?os despu¨¦s es una versi¨®n que no ha tocado algunos elementos que ya parecen de otra ¨¦poca. Nos referimos sobre todo a la distribuci¨®n de Kyo, la ciudad principal. Es poco org¨¢nica. Su distribuci¨®n vertical hace que las conexiones entre puntos est¨¦n sujetas por apenas dos o tres corredores que se alargan en exceso. Tampoco hay referencias visuales que ayuden a reconocer donde nos encontramos con solo una mirada. Al contrario de Kamurocho, en el que su dise?o es atemporal, pasear por Kyo termina siendo un obst¨¢culo para disfrutar de los contenidos y actividades que propone el juego.

La senda del samur¨¢i

Por m¨¢s que pasen los a?os, el combate de Like a Dragon: Ishin se mantiene f¨¦rreo. Antes alud¨ªamos a la identidad que se hab¨ªa granjeado frente al resto de entrega, y uno de los motivos por los que toma peso esa idea es el combate. Siempre hab¨ªamos percibido el uso de herramientas ofensivas como un recurso complementario a los pu?os desnudos de Kiryu y Yagami. Aqu¨ª ocurre todo lo contrario: la katana y el revolver una parte indivisible de los recursos de Sakamoto Ryoma, protagonista de la aventura.

Durante nuestro avance hac¨ªamos hincapi¨¦ en la versatilidad de Bailar¨ªn Salvaje, uno de los cuatro estilos de lucha que puedes cambiar en tiempo real. Tem¨ªamos que controlar las dos armas al mismo tiempo decantara demasiado la balanza a usarla. S¨ª, te saca de m¨¢s de un aprieto, pero la variedad de enemigos y situaciones hace que la experiencia te anime constantemente a utilizar el estilo que aprovecha las debilidades del contrario.

El auge de las armas de fuego en esta ¨¦poca nos lleva a algunas secciones extra¨ªdas casi de un shooter en tercera persona, salvando las distancias. Debemos cubrirnos con los elementos improvisados del escenario para evitar pelotones fusil en ristre. Ah¨ª ponemos en pr¨¢ctica el estilo Tirador, donde el gatillo del revolver lleva el comp¨¢s del combo. Los dos estilos restantes, Espadach¨ªn y Luchador, dejan que el peso del combate lo lleve la katana y la combinaci¨®n de pu?etazos de Ryoma, respectivamente.

Esta versi¨®n integra en el combate el sistema de cartas visto en las mazmorras del original. Podremos tener la compa?¨ªa espiritual de compa?eros que ofrecer¨¢n un impulso en tu repertorio de ataques. Funcionan como una habilidad activa que precisa de refresco para volver a utilizar, aunque no siempre son ofensivas. Por ejemplo, una de ellas a?ade autocuraci¨®n durante un periodo del combate, mientras que otro lanza electricidad que se distribuye entre los enemigos cercanos. Marcan la diferencia en las peleas m¨¢s complicadas y sirven como un excelente a?adido para renovar las sensaciones a medida que las horas avanzan, ya que podremos mejorarlas y alternar entre nuestra baraja.

Alrededor del combate orbitan mec¨¢nicas que animan a invertir tiempo en las actividades secundarias. La forja es una de ellas. A medida que obtengamos recursos podremos invertirlos en la fabricaci¨®n de armas y piezas de equipo de diferente valor, que incluso pueden a?adir habilidades pasivas como bonificaci¨®n. La hoja de ruta entre armas de la misma familia recuerda a la estructura de juegos como Monster Hunter. Por otro lado, cada estilo de combate tiene un ¨¢rbol de mejoras en el que podemos invertir esferas seg¨²n el nivel tengamos y cuanto lo hayamos utilizado. Pica mucho ir escalando y mejorando tanto a Ryoma en s¨ª como su arsenal.

Sello Like a Dragon

La llegada de Like a Dragon: Ishin a Occidente viene de la mano del plan de SEGA por alcanzar nuevos territorios adem¨¢s de los angloparlantes. La localizaci¨®n de textos al castellano es completa y sigue la l¨ªnea de lo visto desde Judgment. Algunas veces peca de demasiada literalidad al trasladar los di¨¢logos, pero en l¨ªneas generales hace un buen trabajo transport¨¢ndonos el contenido ¨ªntegro del juego. De hecho, contin¨²a la filosof¨ªa de trabajo de la localizaci¨®n inglesa, que tambi¨¦n busca trasladar la manera de hablar de los personajes al texto.

Como habr¨¢s podido comprobar, durante todo el texto no hemos querido profundizar en la historia, una de las fortalezas del estudio. La fuerza del guion y la narrativa se mantienen intactas aqu¨ª. No queremos desvelaron el contexto de los personajes ni los eventos que animan a Sakamoto Ryoma a emprender su viaje personal. Lo que s¨ª podemos decir es que merece mucho la pena. En nuestro caso, completarlo nos ha llevado 35 horas, pero puede variar dependiendo del tiempo que inviertas en las actividades secundarias.

Siempre hemos dicho que cada entrega de la saga se divide en dos grandes partes: la seria, que se encuentra en la trama principal, y el caj¨®n de sastre en el que se convierten sus actividades secundarias. Esta edici¨®n incorpora un gran arco secundario llamado Otra Vida, en la que tendremos que hacernos cargo de una peque?a granja que nos reportar¨¢ beneficios econ¨®micos. Para darle un toque fanservice, una versi¨®n de Haruka en este tiempo ser¨¢ tu mano derecha. Su participaci¨®n protagoniza uno de los grandes metajuegos que incluye su oferta.

Algunas sorpresas in¨¦ditas te esperan en las subhistorias¡­ y hasta ah¨ª podemos leer. Muchas de las que ya se inclu¨ªan en el original son desternillantes, desde un movimiento local que se convierte en meme, hasta un hikikomori que lo ¨²nico que busca en la vida es encontrar una mujer guapa y rica¡­ desde el balc¨®n de su casa. Los m¨¢s de 12 minijuegos que incluye repasan algunas de las actividades propias de la ¨¦poca, como el baile Buyo, la pesca y las apuestas de carreras de gallinas. El que destaca sin lugar a duda es el club de alterne, una variedad de pruebas frente a una cortesana que te har¨¢n re¨ªr a carcajadas.

NOTA: 7.5