Kirby¡¯s Return to Dream Land Deluxe, an¨¢lisis. El m¨¢s familiar de todos

Kirby no falla nunca a la fiesta de Nintendo. Presente en todas las plataformas y de formas muy diversas, la gran creaci¨®n de HAL Laboratory se coron¨® el a?o pasado con seguramente su mejor entrega: Las Tierras Olvidadas que era, adem¨¢s, su estreno en el formato 3D. En cambio, en lo del scroll lateral, la bola rosa es veterana ya. Ahora vuelve a Nintendo Switch con Return to Dream Land Deluxe, un remake del juego que sali¨® en Wii (Kirby¡¯s Adventure Wii) y que sigue la estela de otros t¨ªtulos recuperados para la consola h¨ªbrida: mejoras gr¨¢ficas y nuevos conteidos (como Bowser¡¯s Fury de 3D World). El resultado es el del Kirby m¨¢s familiar, pero tambi¨¦n uno de los m¨¢s repletos de contenido que recordamos.

El t¨ªtulo se centra en Kirby y sus amigos intentando ayudar a reconstruir la nave de Maglor, un mago llegado de otra dimensi¨®n que necesita las piezas para poder volver a su mundo. bajo esta premisa, arrancamos una serie de mundos (cinco en un principio, pero son m¨¢s) con sus respectivas fases donde adem¨¢s de llegar al final, recolectamos piezas que nos permiten desbloquear nuevos contenidos extras.

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Podr¨ªamos pensar que la base del juego es esa, y una demo puede servir para entender mec¨¢nicas y planteamiento general, pero la realidad es que es solo una parte de todo lo que esconde esta edici¨®n Deluxe. Porque s¨ª. Kirby arranca como casi siempre lo hace, con una campa?a muy suave, en momentos excesivamente liviana incluso para sus estandartes, pero va cogiendo carrerilla en el tramo final y explota definitivamente cuando se termina la historia.

Esto sucede en muchos juegos de la saga pero es especialmente relevante en Return to Dream Land Deluxe. El modo extra con menos vida y mucha m¨¢s dificultad en diversos tramos, el ep¨ªlogo exclusivo de Switch para la historia de Maglor o la cantidad de desaf¨ªos y minijuegos -en solitario y en compa?¨ªa- que vamos desbloqueando y descubriendo a medida que avanzamos hacen que el cuadro general del juego sea sorprendentemente rico: la historia acaba siendo la puerta de entrada a una cantidad de propuestas que nos plantean si no es este el Kirby con m¨¢s contenido de los ¨²ltimos tiempos. Ah, y nos dej¨¢bamos el coliseo, y coleccionar m¨¢scaras, y mejorar puntuaciones¡­

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Muy Kirby, muy familiar

Pero volvamos al principio. Arrancamos la aventura por las fases mientras superamos enemigos algo indolentes, zonas de plataformeo cl¨¢sico en 2D y muchas transformaciones, entre ellas algunas nuevas para esta edici¨®n como una de arena -olvidable- y mecha, que parece sacada de Robobot y que es bastante potente. Sea como fuere, el uso de las transformaciones no solo vale para facilitarnos la vida contra los enemigos, jefes intermedios y jefes de fase, sino que tambi¨¦n tienen un papel importante a la hora de explorar las fases. Con algunas podremos romper ciertos bloqueos, coger objetos travesando muros (como el l¨¢tigo de cowboy) o congelar bloques de fuego para luego romperlos.

La gracia no est¨¢ tanto en superar las fases, sino en conseguir el mayor n¨²mero de piezas posibles para desbloquear nuevos extras. Su principal contratiempo es que a lo largo de los cinco mundos iniciales, la dificultad es bastante baja y es dif¨ªcil morir salvo alg¨²n mal salto en momentos concretos. Es verdad que la exigencia se eleva algo en los mundos finales, pero sin ser nada del otro mundo. Pasa tambi¨¦n en los elementos de exploraci¨®n: en la primera mitad es dif¨ªcil no encontrar todas las piezas; en la segunda mitad deberemos repetir fases para conseguirlas.

A lo largo de los niveles se intercalan peque?os puzles (con llaves), brechas que nos llevan a desaf¨ªos alternativos donde escapamos del scroll lateral y nos enfrentamos a alg¨²n jefe y cada mundo tiene su jefe final esper¨¢ndonos. En general, los mid-bosses se repiten en exceso y son poco desafiantes. Los jefazos, eso s¨ª, son interesantes aunque solo los dos-tres ¨²ltimos tienen algo de desaf¨ªo real, incluido uno que homenajea a Dragon Ball: un mono que se transforma en super saiyan y lanza un kame hame ha. Bien ah¨ª.

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En general son mundos entretenidos, variados por las transformaciones (algunas s¨²per habilidades est¨¢n pensadas para destrozarlo todo a nuestro paso, y es divertido) y tiene su miga para el jugador completista, pero sin ser muy cuidadosos es f¨¢cil terminar con un 75-80% del total hecho en una primera partida. Fases casi sobre ra¨ªles, otras a oscuras y algunas -pocas- que parecen no tan lineales al final completan una historia muy Kirby, para lo bueno y para lo malo.

El cooperativo juega un papel importante, porque este Return to Dream Land Deluxe nos parece el Kirby m¨¢s familiar en el sentido amplio de la palabra. Un juego ideal para jugar en compa?¨ªa de los m¨¢s peque?os, y que trata el cooperativo como algo relevante y no complementario como pasaba en Las Tierras Olvidadas. Todos podemos ser Kirby (adem¨¢s de Bandana Waddle Dee, Rey Dedede y Meta Knight), transformarnos, absorber y tener las mismas capacidades, aunque solo acabar¨¢ la partida si Kirby rosa, el mando principal, muere. Por desgracia, seguimos sin poder jugarlo online y se queda solo en cooperativo local. A eso se a?ade la ayuda de Maglor, un extra pensado para facilitar m¨¢s las cosas y que es evidente que no va dirigido al jugador medio, sino al m¨¢s ocasional o peque?o de la casa.

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Un ep¨ªlogo sorprendente: Maglor y sus poderes m¨¢gicos

Se ha a?adido un ep¨ªlogo sobre Maglor tras completar la historia que es toda una grata sorpresa. Una vez terminamos el juego abriremos la modalidad extra (mayor dificultad para la historia principal, algo que creemos para un remake podr¨ªa haber estado disponible de inicio) y esta aventura con dicho personaje, que ha perdido todos sus poderes y necesita recuperarlos. El formato es similar al de Kirby: mundos con fases y jefes finales, pero con una mec¨¢nica muy particular que lo convierte en un vicio.

Empezamos con lo justo, pudiendo saltar y disparar una bola de energ¨ªa. A medida que avanzamos por las fases recopilamos bolas m¨¢gicas mientras acabamos con enemigos. Si adem¨¢s, hacemos combos golpeando rivales, multiplicamos las recompensas. Y con esta recolecci¨®n de magia, podemos ir a un men¨² para desbloquear nuevas habilidades y potenciar las que ya tenemos. Poder levitar m¨¢s rato, disparar dos bolas hacia arriba, lanzar bombas hacia abajo¡­ A todo esto, a cada mundo superado a?adimos habilidades m¨¢s poderosas, como un dash da?ino, un movimiento que nos hace invisibles para atravesar muros inbloqueables o un s¨²per rayo m¨¢gico devastador.

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As¨ª que tenemos una aventura en la que vamos sumando habilidades y mejorando las mismas, superando nuevos desaf¨ªos, realizadno combos de golpes mayores para conseguir m¨¢s recompensas y con ellas mejorar todav¨ªa m¨¢s nuestras acciones. ?Solo para terminar la aventura y dejarla aparcada? Para nada. Todo ello est¨¢ pensado para rejugar las fases, conseguir m¨¢s combos y mejorar r¨¦cords para tener trofeos platino en cada uno de los niveles. Muy arcade, y muy bien planteado. La campa?a en s¨ª no es muy larga pero su rejugabilidad es muy alta. Y s¨ª, tiene cooperativo.

El nivel de exigencia del ep¨ªlogo es notablemente superior al juego base. Solo el primer jefe del primer mundo ya nos mat¨® dos veces, que son dos veces m¨¢s que todos los jefes de los primeros cinco mundos de Kirby. No es para nada un desaf¨ªo imposible, pero tiene ese puntito de exigencia que se agradece. En Kirby, la esquiva (bloqueo con R y moverse a un lado) lo usamos sobre todo en el tramo final, con Maglor es una mec¨¢nica necesaria al poco de empezar).

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Festival de desbloqueables: Kirby para rato

Todo esto se completa con una cantidad de minijuegos y desaf¨ªos que se van desbloqueando que dan juego para rato. Tendremos desaf¨ªos con ciertas habilidades concretas o los minijuegos recopilados en Maglolandia Fantas¨ªa para jugar con amigos: diez propuestas desde Samurai Kirby hasta tenis bomba, pasando por otros que parecen sacados de Mario Party. Eso s¨ª, algunos son anecd¨®ticos y los jugaremos un par de veces.

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La sensaci¨®n es que el juego usa la historia principal de base para explicar habilidades y transformaciones y que explota sus usos de una manera m¨¢s desafiante con todo lo que le envuelve. Si a esto sumamos que podremos coleccionar un sinf¨ªn de m¨¢scaras para pon¨¦rnoslas mientras jugamos, tenemos mucho m¨¢s contenido del que parece en un primer momento.

Todo esto, con un apartado audiovisual encantador. El salto a nivel gr¨¢fico es evidente, pero sobre todo es lo bien que se ve el juego en movimiento. Suave, con trazos muy finos y muy cuco de principio a fin. Tanto las animaciones de Kirby y sus amigos como la riqueza de los escenarios, algunos a?adidos en forma de ara en este caso es especialmente destacable; todo con una banda sonora acorde y textos al castellano.

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