Blood Bowl 3, an¨¢lisis PC. Touchdown fallado

El cambio de paradigma que ha supuesto la distribuci¨®n digital online ha terminado por configurar un mercado del videojuego muy distinto al que vivimos en otros tiempos. Como todo, esta evoluci¨®n del negocio ha tra¨ªdo cosas buenas y cosas malas, aunque tristemente parece que m¨¢s de las segundas que de las primeras. Este Blood Bowl III que hoy analizamos es buena muestra de todo ello. Trat¨¢ndose de un videojuego que esper¨¢bamos con ansias, debido a lo mucho que nos gusta la propuesta de la saga, tenemos que admitir que nos hemos llevado un chasco may¨²sculo con esta tercera entrega. Repitiendo varios de los males del lanzamiento de la segunda parte, y a?adiendo muchos otros, estamos ante un t¨ªtulo que casi no nos da razones para recomendar su compra existiendo precisamente la alternativa de esa segunda entrega.

Cuando se lanz¨® en 2015, Blood Bowl II arrastraba varios problemas, y sobre todo ten¨ªa el inconveniente de haber recortado mucho contenido con respecto a su primera entrega, para apostar por lanzar dicho material en forma de contenido descargable de pago. Todo ello fue duramente criticado en su momento. El lanzamiento en 2017 de Blood Bowl II Legendary Edition, incluyendo todo el contenido lanzado para la versi¨®n base y puliendo las aristas de esta, supuso ya s¨ª una raz¨®n de peso para hacerse con el t¨ªtulo. Y como ya hemos comentado, nos cuesta horrores encontrar razones para recomendar actualmente la compra de esta tercera entrega, teniendo Blood Bowl II Legendary Edition al mismo precio y pudiendo encontrarlo de forma habitual en las ofertas de las plataformas digitales en torno a los 6 euros, siendo un t¨ªtulo mucho m¨¢s pulido y con mucho m¨¢s contenido que Blood Bowl III.

Todo ello, pese a un retraso en el lanzamiento de casi dos a?os, el cual nos hac¨ªa albergar esperanzas de que esta vez s¨ª Cyanide se estaba tomando su tiempo para hacer las cosas bien. Por desgracia, lo que hemos recibido es una suerte de Early Access, nada pulido y con faltas flagrantes, que para m¨¢s inri frente a esas cosas que le faltan s¨ª que tiene implementado un sistema de microtransacciones in game para cosm¨¦ticos que no tiene pies ni cabeza. Para rematar la faena, el salto gr¨¢fico con respecto al anterior, lanzado no olvidemos en 2015, es pr¨¢cticamente nulo, siendo incluso aquel m¨¢s vistoso en ciertos aspectos. Todo ello nos duele en el alma, porque una vez enfrascados en los brutales e imprevisibles encuentros de esta peculiar fusi¨®n de f¨²tbol americano por turnos con el universo Warhammer disfrutamos como enanos con la propuesta de esta peculiar saga. Pero en vista de un lanzamiento tan desastroso, no nos queda m¨¢s remedio que dar un severo tir¨®n de orejas a Cyanide en esta ocasi¨®n.

Del tablero a nuestras pantallas

Blood Bowl III es una fiel versi¨®n digital del popular juego de mesa hom¨®nimo. En lo que s¨ª evoluciona con respecto a su antecesor es que implementa las ¨²ltimas normas y reglas de la versi¨®n de 2020 del juego de tablero. Este es uno de los pocos puntos que nos har¨ªan decantarnos por esta tercera entrega frente a la segunda, en caso de ser unos fan¨¢ticos de la versi¨®n de mesa que quisi¨¦ramos jugar con dichas reglas. Por si no tenemos ni idea acerca de qu¨¦ va la cosa, Blood Bowl es una curiosa mezcla de f¨²tbol americano con estrategia por tunos, donde toda acci¨®n, salvo el desplazamiento de los jugadores dentro de su rango de movimiento, se realiza mediante tiradas de dados.

Los partidos est¨¢n divididos en dos partes de ocho turnos para cada jugador en cada una de ellas. El objetivo consiste en anotar m¨¢s touchdowns que el rival para llevarnos el partido. Conseguiremos un tanto cada vez que uno de nuestros jugadores est¨¦ en posesi¨®n del bal¨®n y alcance la l¨ªnea de touchdown del equipo rival. Durante cada turno, podremos ir realizando acciones con nuestros 11 jugadores, como desplazarlos por las casillas del campo de juego, intentar recoger la pelota, fintar o agredir a un jugador rival. Seleccionamos el jugador con el que queramos realizar una acci¨®n, la indicamos, y se nos mostrar¨¢ en pantalla la tirada de dados necesaria para que dicha acci¨®n sea un ¨¦xito, dejando en nuestra mano si decidimos acometerla o no. Para ciertas acciones, tiraremos dados con caras especiales, que dirimir¨¢n el resultado de los duelos entre jugadores, por poner un ejemplo.

Si intentamos realizar una acci¨®n y no conseguimos la tirada de dados necesaria, adem¨¢s de funestas consecuencias para el jugador que la realiza, nuestro turno acabar¨¢ instant¨¢neamente y pasar¨¢ al jugador rival. Es por ello que habr¨¢ que estudiar todas las acciones posibles que tenemos en mente para cada turno, y tratar de realizar primero las que tengan m¨¢s probabilidades de ¨¦xito y dejar las m¨¢s arriesgadas para el final, ya que un resultado negativo en la tirada dar¨¢ al traste con nuestra planificaci¨®n de ese turno de manera abrupta. En cualquier caso, el azar es caprichoso, y en ocasiones esa acci¨®n que d¨¢bamos por segura falla, ocurriendo tambi¨¦n lo contrario, que esa jugada desesperada con un margen de probabilidad ¨ªnfimo nos sale bien. Esto provoca que los partidos sean una aut¨¦ntica locura, llenos de acciones inesperadas que pueden cambiar el rumbo del encuentro en cualquier momento. Esta mezcla de azar, con t¨¢ctica y la enorme profundidad y posibilidades del sistema de juego es algo que nos encanta.

Y ojo, porque la entrada en el mundo de Blood Bowl para el profano no es nada amigable. Porque repetimos, toda acci¨®n est¨¢ sujeta a la tirada de dados, y elementos como la posici¨®n de nuestros jugadores y los rivales, las estad¨ªsticas de cada jugador y m¨¢s detalles marcar¨¢n las probabilidades de ¨¦xito o fracaso. Todas estas variables resultan complejas de asimilar en nuestras primeras partidas, y exigen paciencia por nuestra parte en nuestras primeras horas en el juego. Por poner un ejemplo, algo tan simple como realizar un pase, tendr¨¢ una tirada de dados para la ejecuci¨®n del pase, una tirada para la interceptaci¨®n del mismo por parte de cada rival en la trayectoria, y otra tirada para la recepci¨®n del pase por parte del jugador que lo recibe. Es m¨¢s, para que un jugador recoja el bal¨®n del campo, tambi¨¦n se nos marcar¨¢ un valor de tirada necesarios para el ¨¦xito. Y si por ejemplo se nos indica un tres, y sacamos un uno o un dos, el bal¨®n volar¨¢ de nuestras manos, y perderemos el turno, no pudiendo realizar m¨¢s acciones y quedando a merced del turno del jugador rival.

Un paso atr¨¢s

Como hemos comentado, nos encanta la f¨®rmula Blood Bowl, nos parece una aut¨¦ntica locura y una fuente inagotable de diversi¨®n si nos gustan los juegos t¨¢cticos pos turnos sometidos a los caprichos del azar y las tiradas de dados. Una vez saltamos al terreno de juego, Blood Bowl III nos ofrece viscerales e imprevisibles encuentros llenos de momentos impagables. El problema es que nos encontramos ante un juego que en casi todo es un paso atr¨¢s con respecto a Blood Bowl II Legendary Edition, y que adem¨¢s ha sufrido un lanzamiento propio de un Early Access nada pulido, que hace gala de un sistema de microtransacciones rid¨ªculo, y sobre el que pende la sospecha de un abuso descarado de dlc.

Blood Bowl III actualmente solo ofrece 12 equipos frente a los 20 de la Legendary Edition de Blood Bowl II, contando adem¨¢s con omisiones flagrantes. Lo m¨¢s grave es que parece que se han encontrado 7 equipos ocultos dentro del c¨®digo del juego, totalmente jugables toqueteando dicho c¨®digo, y que por supuesto Cyanide se ha guardado para hacernos pasar religiosamente por caja para poder disfrutarlos. Frente a un mont¨®n de elementos que faltan, cuyo lanzamiento a posteriori est¨¢ marcado en una hoja de ruta vergonzosa, para lo que Cyanide s¨ª ha tenido recursos y tiempo de sobra para implementar es un sistema de microtransacciones tan rid¨ªculo que cada elemento de equipaci¨®n que compremos solo podr¨¢ ser empleado por un ¨²nico jugador. Mientras tanto, cosas tan b¨¢sicas como varias habilidades especiales para los jugadores o un modo espectador est¨¢n en stand by en la hoja de ruta post lanzamiento.

El modo campa?a para un jugador, que ya era bastante soso en la entrega anterior, resulta a¨²n m¨¢s desangelado en Blood Bowl III, limit¨¢ndose a ofrecernos una serie de encuentros contra equipos rivales con unas cinem¨¢ticas cutres en medio que no consiguen hilar la m¨¢s m¨ªnima trama. Visualmente, tampoco se aprecian en ning¨²n momento los ocho a?os de diferencia con respecto a la segunda entrega. El t¨ªtulo se ve bien, sin alardes, y cumple sin m¨¢s en lo gr¨¢fico. La desidia de Cyanide llega al punto de haber reciclado las l¨ªneas de di¨¢logo de los comentaristas de Blood Bowl II. Tambi¨¦n se han reportado multitud de bugs en las partidas, encontr¨¢ndonos con situaciones en que la inteligencia artificial se queda pensando atorada hasta el infinito. En definitiva, un lanzamiento nada pulido. En la versi¨®n Pc de Steam, no nos han saltado los logros en m¨¢s de 20 horas de partida.

Torneos, ligas y competiciones

Las posibilidades a la hora de disfrutar de este violento deporte van m¨¢s all¨¢ de la campa?a para un jugador. Podremos anotarnos a diversas ligas y competiciones online, y medirnos a jugadores de todo el planeta, o crear nuestros propios torneos. Tendremos la opci¨®n de crear y gestionar un equipos, fichando jugadores, mejor¨¢ndolos con los puntos de experiencia que adquieren en los partidos, y a?adiendo diversos elementos a nuestra organizaci¨®n que nos dar¨¢n ventajas y opciones especiales en los partidos. Aunque un tanto ca¨®tica, toda esta parte de gesti¨®n tambi¨¦n nos ha gustado, y nos pica a jugar y mejorar nuestro equipo para tratar de ser cada vez m¨¢s competitivos. Afortunadamente, todos los textos en pantalla cuenta con una correcta traducci¨®n al castellano.

Tambi¨¦n contaremos con varias opciones de personalizaci¨®n para nuestro equipo, aunque muchas de ellas est¨¢n sujetas a ese incompresible sistema de microtransacciones que tanto lastra el juego. Aunque podremos jugar sin conexi¨®n a Internet, es casi obligatorio hacerlo aunque optemos por hacerlo en el modo de un jugador, ya que el progreso no se comparte si estamos offline y no podremos emplear esos equipos en el modo online. Otra cosa que no nos ha gustado es el rid¨ªculo nivel del que hace gala la inteligencia artificial rival, que en muchas ocasiones opta por decisiones nada l¨®gicas que nos dan mucha ventaja. En definitiva, una ocasi¨®n perdida y un t¨ªtulo que s¨ª que merecer¨¢ la pena jugar dentro de una temporada, tristemente estamos ante otro lunar dentro del universo digital del mundo Warhammer.