An¨¢lisis de Little Kitty, Big City, una peque?a (y muy felina) aventura con mucha sustancia

Stray fue uno de los juegos que en su momento tuvieron un impacto positivo entre los jugadores, dando protagonismo a un gato que recorr¨ªa diferentes localizaciones a trav¨¦s de un mundo futurista y donde era destacable la recreaci¨®n de los movimientos y reacciones del felino, gracias a captura de movimientos. Sin duda el juego result¨® en una experiencia que se gan¨® reconocimientos entre los diferentes sistemas en los que apareci¨® y que a d¨ªa de hoy sigue siendo uno de los destacados del panorama reciente.

Hoy nos llega Little Kitty, Big City una propuesta con una premisa similar pero mezclando, a su vez, ciertos aspectos que lo asemejan con Untitle Goose Game. El resultado resulta en una premisa m¨¢s desenfadada en la que tomar el control de un felino con el que aventurarse a trav¨¦s de las calles de una ciudad variopinta de estilo japon¨¦s, explorando sus rincones e interactuando con diferentes personajes de lo m¨¢s variopinto.

El juego da comienzo con nuestro felino protagonista descansando en su lugar preferido, en la cornisa que da a la ventana donde vive con su due?o. Tal es la relajaci¨®n y satisfacci¨®n que en un descuido el gato termina desliz¨¢ndose hacia una gran ca¨ªda que amortigua gracias primero a un cuervo, que pasaba por all¨ª, y luego a varios elementos que encuentra en su camino y su propia habilidad hasta terminar en un cubo de basura. Desorientado y perdido, el felino tendr¨¢ que investigar a trav¨¦s de la gran ciudad para encontrar la manera de volver a casa.

Los controles resultan sencillos para utilizar los movimientos del felino, teniendo la opci¨®n de controlar los movimientos con el stick izquierdo, pudiendo correr (y por ende embestir) al pulsar el RB mientras que el bot¨®n LB se utiliza para agazaparse y colarse por peque?as oberturas. Se puede saltar pulsando el bot¨®n A, teniendo este movimiento la posibilidad de marcar la trayectoria de tal manera que en zonas donde se pueda escalar se fije autom¨¢ticamente y facilite la escalada. A su vez los gatillos del mando permiten controlar las patas de manera que se pueden mover objetos, bien para moverlos en una direcci¨®n o para quitarlos de en medio aunque tambi¨¦n es posible utilizarlo para hacer tropezar a los viandantes y que caigan al suelo, algo que ser¨¢ ¨²til para conseguir ciertos objetos necesarios para las secundarias del juego. Con el bot¨®n X se puede interactuar con objetos, bien sea cogerlos, entrar en ellos (caja o cubos de basura) o en ciertos casos tirar de ellos, como ciertos elementos que pueden bloquear las oberturas en paredes. Tambi¨¦n se podr¨¢n utilizar diferentes gestos al pulsar el bot¨®n Y, teniendo una selecci¨®n limitada que se ir¨¢ expandiendo a medida que se progrese en la aventura.

Adicionalmente, se podr¨¢ conseguir la habilidad de escalada, la cual se desbloquear¨¢ al conseguir comer peces dispuestos en diferentes zonas de la ciudad, y que permitir¨¢ subir por las fachadas de edificios que tengan zonas con hiedras. Si bien de entrada la limitaci¨®n, de entrada, vendr¨¢ por la barra de aguante que se ir¨¢ vaciando progresivamente, o m¨¢s al utilizar la opci¨®n de saltar para avanzar m¨¢s r¨¢pido, hasta vaciarse por completo. Al consumir un nuevo pez se a?adir¨¢ un punto adicional a la barra de esta habilidad, lo que facilitar¨¢ la escalada a zonas cada vez m¨¢s altas llegando a estar al nivel suficiente con el que cumplir el objetivo principal del juego.

En la ciudad xd encontrar¨¢n diferentes animales que propondr¨¢n encargos con objetivos variados sin demasiada dificultad, cosas como recoger un n¨²mero de piezas brillantes y entregarlas al cuervo. Otras, en cambio, requieren un poco m¨¢s de ma?a, como encontrar a varios patitos dispersos en diferentes lugares y hacer que sigan al gato o encontrar a un camale¨®n que desafiar¨¢ a encontrarlo ofreciendo pistas para tal menester. En algunos casos, la resoluci¨®n de estos requerir¨¢ de la interacci¨®n con humanos que lleven objetos espec¨ªficos, teniendo que hacerles tropezar para que caigan y suelten el objeto necesario para poder recogerlo y as¨ª poder cumplir el objetivo del encargo. Las recompensas recibidas ser¨¢n variadas, tales como algunos casos diferentes tipos de sombreros, peces u otros objetos variados, gestos o incluso caracter¨ªsticas, haciendo que el desarrollo resulte interesante y divertido.

Las piezas brillantes se podr¨¢n encontrar en diferentes puntos de la ciudad, bien dispersas a la vista, o golpeando conos para poder descubrirlas pero tambi¨¦n al encontrar y romper frascos de vidrio o reciclando latas en los contendores apropiados, incluyendo tanto las que se encuentren tiradas en el suelo como las que se pueden sacar en las m¨¢quinas. Esto servir¨¢ como divisa para intercambiarlo en las m¨¢quinas expendedoras del cuervo para conseguir nuevos sombreros con los que equipar a nuestro gatuno protagonista, aunque algunos de ellos se podr¨¢n obtener localizando esferas escondidas en diferentes zonas del mapa. Estos accesorios no aportan mayor valor que el de meros est¨¦ticos, a?adiendo simplemente un punto de personalizaci¨®n (y encanto) al gatuno protagonista.

La interacci¨®n con la ciudad produce efectos variopintos durante la partida, algo que resulta interesante. De entrada algunas de las calles estar¨¢n bloqueadas por perros shiba que al menor intento de pasar ladrar¨¢n asustando a nuestro felino y haci¨¦ndole retroceder, mientras que con el contacto con las zonas de agua producir¨¢n un inmediato rechazo. Por su parte, los humanos mostrar¨¢n diferentes reacciones como par¨¢ndose a mirar al felino y acerc¨¢ndose a achucharlo, teniendo el jugador la opci¨®n de corresponderles. Otros denotar¨¢n su alergia a este animal o incluso en ciertos casos se mostrar¨¢n molestos y no dudar¨¢n en tratar de atrapar al felino bien para recuperar un objeto o, en el caso de las tiendas, echarlo fuera.

Jugablemente estamos ante un t¨ªtulo bastante divertido, sin duda, que tiene como gran atractivo la interacci¨®n con el entorno y el contenido que ofrecen los diferentes encargos. La exploraci¨®n de la ciudad no se hace aburrida pues s¨®lo con investigar escalando entre cajas u otros objetos o fachadas para alcanzar nuevas alturas se hace interesante, adem¨¢s de los objetos que se pueden encontrar en los cubos de basura, con algunas rarezas que parecen poco pr¨¢cticas pero que en algunos casos producen efectos divertidos. Sin duda la duraci¨®n es uno de sus impedimentos, siendo una aventura bastante corta, pero pese a ello el contenido que ofrece, junto con un desarrollo entretenido e hilarante, lo hacen lo suficientemente entretenido.

El apartado gr¨¢fico ofrece un estilo de dibujo animado, vistoso y llamativo, destacando tanto los diferentes animales que aparecen en la aventura, con personalidad propia, como por la ciudad en s¨ª misma, con diferentes tiendas y referencias a la cultura japonesa (muy obvia). Si bien no es un estilo que llegue a ser referente t¨¦cnico, sin duda posee el suficiente atractivo como para resultar llamativo e interesante de entrada.

Finalmente el apartado sonoro ofrece unas melod¨ªas ligeras que sonar¨¢n de fondo durante la partida, ofreciendo un estilo sobrio y sencillo que resulta discreto. Por su parte, el juego carece de voces propiamente dichas. Los humanos emiten sonidos para expresarse y mostrar emociones, mientras que los animales poseen sus llamadas caracter¨ªsticas (maullidos, graznidos,...) que aportan un punto divertido durante la partida.

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