Aliens Dark Descent, an¨¢lisis. La gran redenci¨®n de los marines coloniales

No es sencillo encontrar una saga cinematogr¨¢fica cl¨¢sica de ciencia ficci¨®n que haya salido bien parada en nuestro mundillo. Ni Terminator, ni Robocop, ni Predator¡­ Hay honrosas excepciones, pero se pueden contar con los dedos de una mano aquellos videojuegos basados en estas licencias que podamos considerar productos siquiera dignos. Alien no es una excepci¨®n. Creada en 1979 por Ridley Scott, de hecho tampoco las pel¨ªculas que siguieron a Aliens: El Regreso (1986) han estado exentas de cr¨ªticas, y si hablamos de juegos, el asunto toma tintes dram¨¢ticos.

El caso m¨¢s reciente de desastre llevado a los mandos es Aliens: Colonial Marines, un desprop¨®sito de IA y dem¨¢s errores t¨¦cnicos que incluso suscit¨® cierta pol¨¦mica entre SEGA ¨Ceditora- y Gearbox ¨Cestudios a cargo-. Aunque nunca se lleg¨® a probar, la compa?¨ªa nipona lleg¨® a insinuar que el estudio de Randy Pitchford invirti¨® fondos destinados a este juego a Borderlands 2, algo que visto el resultado de un juego y otro, y conociendo al personaje, no resulta algo dif¨ªcil de creer.

Por suerte, SEGA no desisti¨® con la IP, y junto a Creative Assembly ¨Cir¨®nicamente expertos en estrategia-, nos brind¨® un Alien Isolation que hoy por hoy, est¨¢ considerado el mejor juego de la historia de la saga. En 2021 Aliens Fireteam Elite supuso un digno acercamiento a la acci¨®n cooperativa, pero a pesar de su evidente saber hacer, terminar¨ªa cayendo en el ostracismo del siempre hostil panorama de los juegos como servicio.

De nuevo de la mano de Focus Interactive, por suerte, hoy tenemos que hablar de un nuevo ¨¦xito como es Aliens Dark Descent, en parte inesperado, por dos motivos. El primero de ellos, externo al juego, y es que llega en un periodo veraniego donde tradicionalmente no disfrutamos de grandes lanzamientos, pero donde en esta ocasi¨®n a¨²n resuenan los ecos de Street Fighter 6, Diablo IV y Final Fantasy XVI. La otra raz¨®n para que nos haya sorprendido es que hablamos de Tindalos Interactive, un semidesconocido estudio galo en cuyo curr¨ªculum aparecen juegos como Stellar Impact o la saga Battlefleet Gothic. No hab¨ªa mucho lugar para el optimismo, ?verdad?

Situado cronol¨®gicamente entre Alien 3 y Alien: Resurrecci¨®n, Aliens Dark Descent nos lleva a una estaci¨®n espacial a la que llega la administradora Hayes ¨Ca quien encarnamos en las importantes fases entre misiones- y unos pocos supervivientes m¨¢s tras el decreto del Protocolo Cerbero. Este no es sino el exterminio en masa de las naves infestadas tras colarse unos huevos que contienen lo que ya nos imaginamos. As¨ª, orbitando alrededor del sat¨¦lite Lethe, nuestra tropa de Marines Coloniales investigar¨¢n qu¨¦ ocurre en el mismo a trav¨¦s de una aventura que combina elementos de otros videojuegos, pero lo hace de manera acertada y por tanto, hay que celebrarlo.

Durante las incursiones en s¨ª podr¨ªamos comparar a Aliens Dark Descent con una suerte de dungeon crawler en el que manejamos al grupo completo de cuatro marines a lo largo y ancho de las instalaciones y tambi¨¦n exteriores de Lethe. Tenemos que destacar cuando hablamos del ¡°grupo completo¡±, ya que aunque no es algo que nos haya resultado especialmente molesto, nos habr¨ªa gustado poder hacerlo de manera individual en ciertas ocasiones, como dejar en la retaguardia a alguno o alguna que est¨¦ especialmente afectado psicol¨®gicamente o bajo de salud, o simplemente, por motivos t¨¢cticos, como disponer de un arma de largo alcance. Esto tambi¨¦n hace que el sigilo, aunque presente, sea complicado, ya que no es f¨¢cil encontrar un lugar en el que los cuatro miembros puedan parapetarse y ocultarse de un xenomorfo.

Sin embargo s¨ª tenemos que decir que el control es plenamente satisfactorio, ya que simplemente mediante un sencillo point & click se?alamos un punto donde dirigirnos, algo que funciona de manera impecable tambi¨¦n con mando. La exploraci¨®n de hecho es uno de los puntos m¨¢s positivos del juego, ya que los escenarios tienen un tama?o considerable y est¨¢n repletos de secretos y recursos, adem¨¢s de los numerosos objetivos principales y secundarios que debemos cumplir para avanzar en la trama. Adem¨¢s, prec¨ªsamente la b¨²squeda de recursos tiene ese toque de riesgo-recompensa que genera la tensi¨®n de explorar m¨¢s de la cuenta, pero tambi¨¦n de poder conseguir un buen bot¨ªn.

Debido al tama?o de los entornos, un aspecto imprescindible y de agradecer es el ARC, un veh¨ªculo hibrido entre terrestre y a¨¦reo que nos puede transportar de un punto a otro entre los determinados en el mapa. No solo nos sirve para recorrer grandes distancias, sino que, al estar dotado de una torreta, nos vale tambi¨¦n para salir airosos de situaciones realmente complicadas, y por ello nos conviene tenerlo ¡°aparcado¡± siempre cerca de nuestra posici¨®n.

Una decisi¨®n que nos ha parecido acertada as¨ª mismo, y nos ha gustado tambi¨¦n, es que podemos desplegarnos en cada escenario varias veces, es decir, no debemos cumplir todos los objetivos en una sola incursi¨®n. De esta forma, si nuestros marines est¨¢n bajos de moral o de vida, extraemos y ya volveremos m¨¢s tarde. Eso s¨ª, el nivel de infestaci¨®n ir¨¢ aumentando con cada una, con lo que a medida que tardemos m¨¢s en completar cada escenario, este se convertir¨¢ en m¨¢s peligroso. Sin embargo, nos ha parecido que la dificultad est¨¢ realmente bien medida, resultando en un juego exigente pero en absoluto frustrante.

Esa mayor infestaci¨®n hace que los encuentros sean m¨¢s frecuentes. Habitualmente nos vamos a ver ¡°las caras¡± con xenomorfos, siendo obviamente nuestro rival m¨¢s temible, aunque tambi¨¦n los habr¨¢ humanos, adem¨¢s de los molestos ¡°abrazacaras¡±. Para hacer frente a nuestros enemigos, nuestro grupo abrir¨¢ fuego de manera autom¨¢tica y por defecto con su arma principal, aunque hay m¨²ltiples habilidades a nuestra disposici¨®n: Fuego de supresi¨®n que los ralentiza, Lanzagranadas para hacer una gran cantidad de da?o en ¨¢rea, Escopetazo para las distancias cortas, una torreta realmente letal¡­ No es un sistema de combate excesivamente profundo, pero s¨ª tenemos suficientes herramientas para dar cuenta de aquellos que quieren acabar con nuestros marines, adem¨¢s de la posibilidad de ralentizar el tiempo, o directamente pausar el juego, para tomar decisiones de manera m¨¢s tranquila.

La fase entre misiones, clave para el ¨¦xito

Entre una incursi¨®n y otra volveremos a la estaci¨®n espacial, donde el Aliens Dark Descent se torna en un juego de gesti¨®n como si de un XCOM se tratara. Sin embargo, algo que nos ha llamado poderosamente la atenci¨®n y nos ha gustado, es cierto toque rolero al tener que tomar decisiones ante determinadas situaciones que se dan fruto de la convivencia entre marines o de alg¨²n polizonte no deseado en nuestro regreso tras cada misi¨®n. Por ejemplo, dos marines pueden haberse peleado durante la comida, teniendo que decidir entre no hacer nada, echarles una mera reprimenda, o tomar una medida m¨¢s dr¨¢stica como encerrarles a ambos. Obviamente, cada una de esas decisiones conlleva sus consecuencias, y este es solo un peque?o ejemplo.

Pero adem¨¢s de ello, tenemos muchas otras opciones. En Cubierta de Mando podemos disfrutar de un somero resumen de la situaci¨®n, pero disponemos de otros departamentos donde llevar a cabo gestiones m¨¢s concretas. Las Barracas, donde mejoramos a nuestros marines, las Salas M¨¦dicas, donde los curamos y tratamos su estado mental, el Laboratorio, para investigar las muestras alien¨ªgenas recogidas¡­ Las posibilidades son m¨²ltiples, y aunque no pasemos tanto tiempo como durante las misiones, se convierten en una fase crucial que sin tomar con la precauci¨®n y dedicaci¨®n necesaria, las incursiones estar¨¢n abocadas al fracaso.