Hugh Jackman va a entrenar duro 6 meses para que su Lobezno est¨¦ a la altura en Deadpool 3
El actor volver¨¢ a lucir sus garras de adamantium despu¨¦s de seis a?os fuera de circulaci¨®n en pel¨ªculas de superh¨¦roes.
Logan es una de las cumbres de una l¨ªnea poco explotada dentro del mundo de los superh¨¦roes, el que se viste de drama, realismo, seriedad (una diferente a la supuesta seriedad de las pelis de DC) y, dir¨ªamos, cierto aire autoral. Ah¨ª est¨¢n El protegido o Joker para demostrar los buenos resultados, y el ¨²ltimo lobezno, claro, que en 2017 casi pareci¨® una extra?a versi¨®n superheroica de The Last of Us. Hab¨ªa all¨ª similitudes tremendas con el juego de Naughty Dog por el look barbudo de un Hugh Jackman crepuscular y su labor como protector de su acompa?ante protagonista.
Lobezno va al gimnasio
Tambi¨¦n es habitual que ciertos actores se tiren de cabeza ante ciertas exigencias para interpretar su siguiente papel. Tenemos ejemplos m¨ªticos como Robert De Niro engordando 20 kilos para Toro salvaje (1980), pero no hace falta irse tan lejos. Ejemplos m¨¢s recientes como lo camale¨®nico de un Christian Bale que en El Maquinista (2004) asustaba en pantalla con 27 kilos menos de peso.
En el cine de acci¨®n la cosa pasa por coger m¨²sculo en el gimnasio. Las maratonianas set pieces en ese tipo de cine requieren una alta exigencia f¨ªsica. Y bueno, ah¨ª el rey es el incombustible Tom Cruise, que no para el hombre en piruetas imposibles. Hugh Jackman, por su parte, no se atrever¨¢ con tanto, pero no parecen livianos tampoco esos 6 meses intensivos que pretende meterse en un gimnasio.
Jackman, que hab¨ªa desistido en reiteradas ocasiones en eso de calzarse el traje superheorico tras lo satisfecho que fue el cierre de Logan, cedi¨® finalmente ante un pesad¨ªsimo Ryan Reynolds y cierta epifan¨ªa que le vino un d¨ªa conduciendo.
Citas a la estupenda pel¨ªcula de Walter Hill aparte (L¨ªmite 48 Horas, 1982), quedaba por resolver la muerte del personaje en Logan. Pero ya sabemos que en el Universo Marvel ese no es ning¨²n problema.
Ya sin barreras, quedaba ponerse en marcha, y ah¨ª es donde viene el sacrificio f¨ªsico que da t¨ªtulo a esta noticia.
Desde luego, si vemos de lejos a Lobezno corriendo en nuestra direcci¨®n como alma que lleva el diablo, no sabemos si podr¨ªamos mover siquiera un m¨²sculo de la impresi¨®n. Mejor quedar con ¨¦l directamente en la pantalla de cine cuando se estrene la pel¨ªcula.
Fuente | Collider