Cr¨ªtica de Star Wars Andor, un thriller de esp¨ªas gal¨¢ctico, ?la mejor serie de la saga?
Los creadores de Rogue One manejan el g¨¦nero con maestr¨ªa y construyen una Rebeli¨®n sin manique¨ªsmos ni medias tintas.
La lucha del bien contra el mal es uno de los temas principales de Star Wars desde su concepci¨®n en los a?os setenta, un planteamiento dicot¨®mico que tambi¨¦n deja espacio a los tonos grises. Andor, la nueva serie encabezada por Tony Gilroy ¡ªdirector de Rogue One¡ª se despoja de manique¨ªsmos y ofrece un retrato veros¨ªmil tanto de los Rebeldes como del Imperiales, personajes con claroscuros que no siempre se acogen a lo que se entiende necesariamente como ¡°buenos¡± o ¡°malos¡±.
Diego Luna repite como Cassian Andor, un personaje que no siente simpat¨ªa por el Imperio Gal¨¢ctico (m¨¢s bien todo contrario), pero que tampoco tiene intenci¨®n de ayudar a la Rebeli¨®n, al menos no de manera altruista.
El camino hacia la Rebeli¨®n
La primera temporada de la serie, ya disponible al completo en Disney+, arranca en Morlana One, un sistema controlado por una corporaci¨®n privada bajo atenta mirada imperial. En plena b¨²squeda de su hermana desaparecida, Andor asesina a dos agentes de la empresa a sangre fr¨ªa, por lo que se convierte en el objetivo n¨²mero uno.
El personaje de Syril Karn (Kyle Soller), uno de los agentes que dirige la persecuci¨®n de Andor, es interesante porque ejemplifica muy bien el tono de la serie. Est¨¢ alineado con el Imperio, pero lo que mueve sus acciones es el sentido de la justicia: Cassian ha asesinado a dos de sus compa?eros, de modo que lo correcto es arrestarlo. Incluso cuando cae en desgracia, hace todo lo posible por enmendar sus errores ante el escepticismo de su madre Eedy (Kathryn Hunter), con la que intercambia di¨¢logos punzantes.
Una serie que se cocina a fuego lento
De vuelta a Ferrix, el hogar actual de su madre adoptiva Maarva (Fiona Shaw), Andor se ve obligado a escapar. La producci¨®n de Lucasfilm abraza de lleno el g¨¦nero del thriller de esp¨ªas, un g¨¦nero en el que Gilroy se mueve como Luke y compa?¨ªa en una base enemiga, como Pedro por su casa. El showrunner y los guionistas se toman su tiempo para construir el contexto general y el de todos los personajes, para finalmente desencadenar un cl¨ªmax en cada uno de los arcos (generalmente de tres episodios).
Al igual que en Rogue One, puede que los Rebeldes tengan motivaciones leg¨ªtimas, pero no act¨²an dentro de los l¨ªmites de la moral: si tienen que matar matan, aliados inclusive. En esa primera etapa del movimiento, una de las figuras rese?ables es Luthen Rael (Stellan Skarsgard), el personaje que recluta a Andor para dar un gran golpe contra los Imperiales. Mantiene una doble vida: por un lado, se trata de uno de los cabecillas de la Rebeli¨®n; por el otro, regenta una tienda de antig¨¹edades en Coruscant, que en realidad es una tapadera.
Al principio, cuando conocemos al grupo variopinto de guerrilleros que se encarga del robo en Aldhani, resulta complicado empatizar con ellos. Sin embargo, los guionistas se detienen de nuevo para dotarlos de personalidad. Vel (Faye Marsay) demuestra su humanidad ante el desafio de liderarlos pese a sus dudas; Cinta, guerrillera dura; Nemik, joven e idealista...
Equilibrio delicado y personajes muy humanos
No todas las guerras se libran en el campo de batalla. La senadora Mon Mothma ¡ªnuevamente interpretada por Genevieve O'Reilly¡ª opera en las sombras y colabora con los Rebeldes mientras mantiene su posici¨®n pol¨ªtica de cara a la galer¨ªa. Todo su entorno parece estar en su contra, el enemigo en casa. Confecciona un delicado equilibrio que se puede quebrar en cualquier momento, un paso en falso y todo habr¨¢ acabado. Cada instante con Mon es delicioso, por lo que nos hubiera gustado degustar m¨¢s escenas protagonizadas por ella y su familia.
Dedra Meero, del Bur¨® de Seguridad Imperial, saca a relucir su inteligencia dentro un sistema en el que solo prevalecen los m¨¢s fuertes. Algunos de sus compa?eros desde?an sus ideas, aunque sus juicios e intuiciones est¨¦n m¨¢s cerca de la verdad que los de muchos de sus rivales. Se intuye que simplemente por su condici¨®n de mujer debe desempe?ar su labor mejor que sus aliados masculinos, en un intento de demostrar una val¨ªa incontestable.
Una de las cosas que hace muy bien Star Wars: Andor es humanizar al bando del Imperio Gal¨¢ctico. Puede que defiendan un r¨¦gimen totalitario, pero dentro de uniforme hay una persona de carne y hueso. Adem¨¢s, en la saga jam¨¢s nos hab¨ªan mostrado la perspectiva de una familia Imperial con hijos. Todo esto contribuye a desdibujar la caricatura en la que se hab¨ªan convertido.
Andor avanza lenta pero inexorablemente, con una narrativa que construye y teje una red de personajes interconectados que se re¨²nen en un episodio final que te deja sin aliento, porque Gilroy ha conseguido crear un producto brillante lleno de tensi¨®n, emoci¨®n y sentimiento. Es la mejor serie de Star Wars junto a The Mandalorian, aunque con tonos completamente diferenciados.
La segunda temporada de Star Wars: Andor no se estrenar¨¢ hasta 2024.