Avatar, cr¨ªtica de la versi¨®n remasterizada. Un espect¨¢culo 3D para vivir en el cine
El filme de James Cameron se ha reestrenado en los cines con una versi¨®n mejorada, meses antes de la llegada de Avatar: El Sentido del Agua.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de ver 15 minutos de Avatar: El Sentido del Agua. M¨¢s all¨¢ de que me impresion¨® la calidad t¨¦cnica y lo bien que lucen el agua y el 3D, no est¨¢ en mi mano decir mucho m¨¢s porque la informaci¨®n todav¨ªa est¨¢ embargada. Lo que s¨ª puedo comentar es que una de estas secuencias aparece como escena postcr¨¦ditos en la versi¨®n remasterizada de la primera pel¨ªcula, que ha vuelto a los cines m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s.
Voy a ser sincero: de la Avatar original recordaba esas medusitas blancas que caen del cielo en el bosque y que quedan muy monas en pantalla gracias al 3D. Tambi¨¦n ten¨ªa un vago recuerdo del destino del personaje de Michelle Rodr¨ªguez, que pobre, se cuentan con los dedos de una mano las veces que acaba bien y feliz... o que sale de su papel clich¨¦ de polic¨ªa, soldado o piloto militar, como en este caso.
El mensaje ecologista resulta m¨¢s oportuno que nunca, pues la situaci¨®n de nuestro planeta se agrava a pasos agigantados y no parece que ning¨²n pa¨ªs est¨¦ realmente comprometido con salvaguardar el bienestar de todos. En la pel¨ªcula, Pantora se representa como un mundo de oc¨¦anos cristalinos y bosques frondosos, en el que sus habitantes viven en sinton¨ªa con la naturaleza y con las otras criaturas que lo habitan. Pero nada, que ah¨ª va el ser m¨¢s destructor de todos como un elefante en una cacharrer¨ªa: el homo sapiens, que de sapiens tiene poco porque somos m¨¢s tontos que tontos. Cogen sus armas y se disponen a conquistar el lugar destruyendo y arrasando con todo y con todos. Vaya, como en el mundo real.
El equilibrio natural en peligro por culpa de los de siempre: nosotros
Los personajes caen un poco en el manique¨ªsmo, especialmente el coronel Miles Quaritch, que odias desde el primer segundo que aparece en pantalla. No puede ser m¨¢s pesado con ese rollo de personaje duro y sin escr¨²pulos, ese pestazo a discurso pastiche patriotero tan de actualidad hoy en d¨ªa. En contraposici¨®n, la simbiosis con la naturaleza de los nativos se antoja cautivadora, con ritos y c¨¢nticos que convergen en preciosas composiciones y planos.
La amenaza de los humanos conduce inevitablemente a una serie de conflictos armados que sirven para canalizar la acci¨®n, bien llevada aunque al final me parezca algo cargante. Da muchas vueltas: ahora ataco, ahora me repliego, espera que vuelvo, venga, que ya llega la batalla final... pero ah, no, un momento. En definitiva, quiz¨¢ unos cortecitos para acortar el metraje le hubieran venido de maravilla.
Seguro que a Avatar se le pueden criticar muchas cosas, pero James Cameron y su equipo tienen el m¨¦rito de haber impulsado la tecnolog¨ªa, saliera como saliera el tema de las tres dimensiones. Se nota que la pel¨ªcula ha sido filmada para lucirse, y ahora que ha sido remasterizada en 4K, se ve a¨²n mejor. No es una producto que cambie mi percepci¨®n del cine como pel¨ªcula en s¨ª, pero s¨ª creo que mantiene el encanto de su imaginer¨ªa visual. Una obra pensada por y para las salas de cine, un espect¨¢culo. Y el mensaje, que no est¨¢ de m¨¢s recordarlo en los oscuros tiempos que corren.