Warlander, ya lo hemos jugado. Una mezcla ca¨®tica de g¨¦neros

Ya hemos conquistado los primeros castillos de Warlander. Toylogic estrena la beta en PC de su nuevo proyecto con la promesa de ofrecer una mezcla de g¨¦neros sin igual, todo ello con la fuerza que ofrece debutar como free to play. ?Qu¨¦ propone en la pr¨¢ctica? ?C¨®mo fusiona todas las vertientes que reinterpreta? Te contamos nuestras sesiones tras luchar en las primeras partidas.

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?Qu¨¦ propone Warlander?

Warlander es un juego de acci¨®n en tercera persona que combina la f¨®rmula jugable del hack and slash, la estructura de la partida de un MOBA y la gesti¨®n de clases de un RPG moderno. Desde el primer momento transmite esa curva de progresi¨®n a la que el free to play es muy dado: f¨¢cil de jugar pero dif¨ªcil de dominar.

Las sesiones multijugador a las que nos enfrentamos con el resto de la prensa internacional se centraban en un modo de juego reducido, en el que 40 jugadores divididos en 2 equipos luchaban por conquistar el castillo del contrario. Toylogic promete otro modo de 5 equipos con hasta 100 jugadores simult¨¢neos.

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Como dec¨ªamos, una partida a Warlander sigue la misma estructura de la de un MOBA. Tres l¨ªneas claras en las que cada equipo empuja hacia la captura de torres intermedias, que en este caso aparecen como puntos de regeneraci¨®n. A medida que un equipo se acerca al castillo del contrario debe lidiar con los aparatos defensivos que construye el contrincante; de hecho, durante la ofensiva llega un momento dado en el que el camino hacia la fortaleza debe realizarse junto a un ariete. La colaboraci¨®n es fundamental.

Toylogic ha encontrado una soluci¨®n para animar a los jugadores a desempe?ar un rol determinado. Sobre el papel no quieren que los equipos confluyan en los mismos puntos en un combate incesante, sino que se dividan en escuadras con diferentes metas. Hablamos de defensores del castillo, operaciones especiales (roamers entre l¨ªneas) o atacantes. Ser¨¢ el comandante quien asigne objetivos a cada uno para mantener cierto orden en la partida.

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El objetivo final de cada equipo es destruir el n¨²cleo del rival, o al menos realizar m¨¢s da?o que el contrario. Este orbe se localiza en el coraz¨®n de cada castillo. Cuando toca protegerlo, el caos se apodera de la escena. Enemigos colocando escaleras para saltar las murallas, arietes apretando por la puerta, tormentas de magia azotando¡­ Por momentos no sabes c¨®mo abordar la situaci¨®n, ya que las individualidades no marcan tanto la diferencia.

Desde la baraja

Todo el Valor que sumes en una partida se traducir¨¢ en la progresi¨®n de tu personaje, o m¨¢s bien tu baraja. Puedes formar varios personajes simult¨¢neos que trasladar posteriormente a la partida entre cualquiera de las tres clases disponibles. Cuanto m¨¢s equipo poderoso sumes a uno, m¨¢s tiempo de refresco tendr¨¢s que esperar para volver a controlarlo tras morir en la batalla.

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Warlander propone gestionar tus builds para que tu perfil sea vers¨¢til ante la situaciones y roles que desempe?es. Lo m¨¢s f¨¢cil es comenzar con un arquetipo sencillo, como el guerrero. Solo te basta empu?ar una espada y un escudo con las que sumar fuerzas con tus aliados, para posteriormente probar con otros personajes m¨¢s fuertes. El mago, por ejemplo, ataca a distancia lanzando hechizos desde la punta de sus dedos, pero es tremendamente d¨¦bil al resto de da?os.

No siempre puedes equiparles todo lo que puedas. Las armas y las piezas del equipamiento (divididas seg¨²n su valor) tienen un l¨ªmite de puntuaci¨®n global; siempre tienes que bordear el m¨¢ximo de CP permitido si quieres poder construirlo. Es un sistema que est¨¢ por ver c¨®mo se desenvuelve a lo largo de las horas, ya que tambi¨¦n intervienen bonificaciones pasivas (t¨ªtulos) que suman interesantes mejoras en el rendimiento. Mejor ataque, defensa¡­ Esperemos que est¨¦ equilibrado.

En manos de la comunidad

La impresi¨®n que nos deja estas primeras partidas es un poco representativa de lo que puede ocurrir una vez est¨¦ en manos de los jugadores. Nosotros contamos con la direcci¨®n de un empleado de Plaion, la editora del juego, quien asum¨ªa el rol de comandante y nos guiaba a lo largo de la partida. Pero incluso as¨ª hay algunas aristas que no nos terminan de convencer.

Las dudas vienen por sistema de roles. El descontrol se apodera de la sesi¨®n desde los primeros momentos de partida. Los defensores tienen un papel que se torna aburrido la mayor parte del tiempo. Si est¨¢s en un equipo que empuja contra el enemigo, tras construir las defensas tendr¨¢s poco o nada que hacer. Otras veces, cuando s¨ª se requer¨ªa del apoyo de esta escuadra, no estaban ocupando el espacio de deb¨ªan. Tampoco queda clara la diferencia entre atacante y operaciones especiales. Al final todo el equipo termina empujando por las mismas l¨ªneas hasta que alguien consigue infiltrarse por el flanco.

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Dirigir un equipo de tantas personas es dif¨ªcil, pero si encima eliminamos la comunicaci¨®n (algo habitual en los multijugadores desenfadados), la estructura se puede diluir como un azucarillo. A los mandos no destaca; se mantiene en la media. Tampoco nos parece un hack and slash puro o profundo. Realizas combinaciones en base a pulsar sobre habilidades activas previo tiempo de refresco. Muchas veces la caja de impacto deja que desear, y eso que era un entorno controlado.

En definitiva, queda margen de mejora en todos los sentidos, pero lo m¨¢s importante es transmitir a la comunidad cu¨¢les son las reglas de la batalla. Cuando funciona es indudable que divierte. El problema es que para llegar ah¨ª necesitas pasar por un periodo donde reina la confusi¨®n y la sensaci¨®n de que no tienes el control de lo que ocurre.