Hell Pie, An¨¢lisis. Plataformas 3D algo desangelado

Los plataformas tridimensionales viven un peque?o renacer esta ¨²ltima d¨¦cada gracias a los desarrolladores independientes. Comenz¨® con Yooka & Laylee y contin¨²o con A Hat in Time, con alg¨²n que otro remake y juegos m¨¢s limitados en presupuesto por el camino. Sluggerfish se une a la legi¨®n con Hell Pie, un juego reminiscente de Conker¡¯s Bad Fur Day con su mezcla de coloridos visuales y humor ¡°adulto¡±.

Pero como suele ocurrir con los plataformas, el secreto est¨¢ en la masa. O, en este caso, en el dise?o de niveles y los controles. Por mucho que los trailers insin¨²en una producci¨®n de calidad, todos nos hemos topado con esos plataformas preciosos cuya sustancia equivale a la de una sopa de fideos sin fideos. Hay quien aun sufre al pensar en Balan Wonderland, por ejemplo. Veamos pues, en que cesta cae Hell Pie,

Celebrando a Sat¨¢n

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La historia de Hell Pie es sencilla, como no pod¨ªa ser menos. En el Infierno le est¨¢n preparando una fiesta a Sat¨¢n por su cumplea?os y necesitan de hediondos ingredientes para su tarta celebratoria. Aqu¨ª es donde entra en escena el demonio protagonista, encargado por el chef del Infierno con la recolecci¨®n de dichos ingredientes. En el camino nos encontraremos a Nugget, un querub¨ªn que se atar¨¢ a nosotros con una cadena y ser¨¢ tambi¨¦n la estrella mec¨¢nica del juego. Debemos recorrer distintos mundos para encontrar los cotizados ingredientes y concluir nuestra misi¨®n.

Las sensibilidades del juego son, cuanto menos, juveniles. Uno de los cuatro mundos est¨¢ repleto de enemigos con formas f¨¢licas, el vomito est¨¢ a la orden del d¨ªa y en general se tienen pocos reparos a la hora de mostrar cosas supuestamente desagradables. Por desgracia falta algo de agudeza en este humor que, si bien por su naturaleza nunca puede llegar a ser sofisticado, s¨ª puede ser m¨¢s gracioso de lo que vemos aqu¨ª. A lo largo del recorrido del t¨ªtulo nos sac¨® una carcajada audible y poco m¨¢s, a pesar de intentarlo constantemente. Aun as¨ª, en ning¨²n momento es ofensivamente terrible y desde luego no es en lo que se centra el juego.

Hell Pie esta subdividido en tres mundos principales en cada uno de los cuales podremos encontrar tres peque?os niveles lineares. Las tem¨¢ticas son diversas, empezando con una maravillosa isla reminiscente de Super Mario Sunshine y siguiendo con una peque?a ciudad vertical y una enorme jungla. Si bien son bastante peque?os tambi¨¦n son bastante agradables de explorar, visualmente resultones y sin duda la estrella del juego. Los niveles m¨¢s lineares son algo m¨¢s decepcionantes tambi¨¦n, con bastante repetici¨®n est¨¦tica dentro de los mismos y sin llegar a tener el cari?o que tienen estos otros niveles de exploraci¨®n.

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Cadenas y querubines

Una vez a los mandos, Nugget es sin duda la estrella del juego. Este peque?o querub¨ªn nos permitir¨¢ ejecutar saltos m¨¢s largos y complicados ayud¨¢ndonos de la cadena que nos une para conseguir la inercia necesaria. Es una mec¨¢nica que no hemos visto explotada a este nivel ¨¢ntes y que nos da bastante libertad de movimiento. A lo largo del juego podremos usar latas de comida podrida coleccionables para mejorar nuestras habilidades, pudiendo enlazar hasta cuatro saltos con Nugget consecutivos. Desafortunadamente, dicho ¨¢rbol es algo limitado y quitando los saltos adicionales no llegamos a usar ninguna de las habilidades adicionales.

En general, el movimiento del juego es fluido y agradable al jugador, pero s¨ª encontramos varios problemas a lo largo del juego. El principal es uno de colisiones, donde nuestro personaje pierde inmediatamente toda su inercia ante cualquier contacto con un elemento cuando nos columpiamos con nuestro querub¨ªn. El juego hace esto de manera quiz¨¢s demasiado sensible y es demasiado f¨¢cil precipitarnos al vac¨ªo sin la sensaci¨®n de haber tocado de verdad un obst¨¢culo de manera suficiente como para pararnos. Esto sumado a algunas veces en que nuestros comandos no eran ejecutados por el juego lleva a que a veces experiment¨¢ramos una frustraci¨®n que no creemos correspondiera a un error por nuestra parte, algo que jam¨¢s pasar¨ªa en un plataformas de alta alcurnia.

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El nivel de dificultad, afortunadamente, se adapta bien a la falta de precisi¨®n total de los controles. Hasta el final rara vez se nos plantea un desaf¨ªo decente y mientras tanto siempre hay checkpoints suficientes. No hay vidas con lo cual podemos repetir cada parte del juego hasta la extenuaci¨®n. A veces el juego deshabilita a Nugget con lo cual dependemos solo de nuestros movimientos b¨¢sicos, pero el mayor desaf¨ªo lo creamos nosotros mismos. Al darnos el juego tantas posibilidades para movernos columpiandonos con Nugget, plataformas que en principio no deber¨ªan ser accesibles con un solo salto se convierten en una realidad bajo nuestros pies. Suponemos que los aficionados al speedrunning encontrar¨¢n aqu¨ª una peque?a joyita donde es posible completar niveles completos tocando el suelo un pu?ado de veces.

La presentaci¨®n de Hell Pie es aceptable, con unos gr¨¢ficos coloridos que, como ya hemos mencionado, lucen especialmente en los niveles m¨¢s grandes con algunas inconsistencias en las texturas de los niveles m¨¢s lineares. Se trata de un dise?o art¨ªstico bastante cotidiano pero est¨¢ bastante bien ejecutado y no se queda tan lejos de los grandes plataformas en este aspecto. El sonido es tambi¨¦n decente, con una banda sonora de jazz y rock que complementa bien la est¨¦tica del t¨ªtulo.

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Finalmente, comentar la mec¨¢nica de disparos. A pesar de que los trailers de Hell Pie mostraban prominentemente la jugabilidad con armas de fuego, el juego solo llega a utilizar escopetas y ametralladoras en tres o cuatro momentos puntuales, incluyendo el malo final. Huele a mec¨¢nica introducida al comienzo de desarrollo a la que no se le supo sacar partida, as¨ª como los dos malos finales apestan a falta de presupuesto o tiempo. Otros peque?os errores que encontramos incluyen bugs que causan una muerte instant¨¢nea al empezar cada fase de un boss, clipping en el terreno y algunos errores de dise?o que nos permiten entrar en niveles que no deber¨ªamos. Con todo, no suponen un gran lastre en una experiencia que es, en general, buena. Como ¨²ltima puntilla, los cuernos desbloqueables nunca llegan a ser tan ¨²tiles como los primeros (que nos ayudan a correr) y parecen otra oportunidad algo desaprovechada.