Itadaki Smash, an¨¢lisis: #Instafood de foto pero falto de especias

Una especie de ¡®Master Chef, la pel¨ªcula¡¯ si hubiese sido dirigida por el Takashi Miike m¨¢s loco y con ganas de cachondeo, Itadaki Smash presenta a unos cocineros con poderes y rasgos Yokai y a la abuela fantasma de uno de ellos que deben perseguir¡­ comida, comida rebelde por escenarios que parecen de calles japonesas 80s. Desde rollos de Sushi ninjas a un ramen-cangrejo maravillosamente delirante. Itadaki Smash es estupendo en la personalidad que emana su direcci¨®n art¨ªstica, aunque su ejecuci¨®n jugable denota su humilde origen.

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Itadakimasu!

Seg¨²n la sinopsis oficial, Katsu es el propietario del mejor restaurante de la ciudad. Sin embargo la mafia de los Tengogo est¨¢ decidida a acabar con su negocio, para ello lanzan una maldici¨®n sobre toda la comida transform¨¢ndola en terribles demonios. Solo Katsu y sus amigos con sus nuevos poderes podr¨¢n ser capaces de detenerlos.

Y aqu¨ª es donde arranca este Itadaki Smash, cuyo t¨ªtulo ya rese?a un estupendo juego de palabras con la popular expresi¨®n nipona ¡®itadakimasu¡¯ -que no significa buen provecho, sino m¨¢s bien gratitud al plato que vas a comer y a quien te lo ha preparado.

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Obra conjunta de Main Loop Games y Relevo Games, dos desarrolladoras indie espa?olas, Itadaki Smash es una (original) carta de amor a la cultura y comida japonesa, los Beat¡¯ em up de arcades y la 3? y 4? Gen y la fascinaci¨®n entre lo moderno y lo tradicional que es Jap¨®n. Esto se traduce en un arcade de combates y plataformas en el que atravesamos 18 niveles de izquierda a derecha limpi¨¢ndolos de enemigos.

Con la opci¨®n de elegir entre cuatro personajes, cada uno con su propio equilibrio -el que m¨¢s corre pero menos fuerte pega, el ¡®tanker¡¯ lento que sacude con contundencia-, Itadaki Smash es un ¡®yo contra el barrio¡¯ ¡®by the numbers¡¯ que dicen los americanos. Tenemos un bot¨®n de pegada normal, otro fuerte, uno para agarrar, uno para el golpe poderoso -que tiene su propia barra de ki y sus ¨ªtems escasean-, uno para correr y otro para saltar.

Y como siempre, seg¨²n los combines obtendr¨¢s distintos combos -como lanzar al enemigo a un lado de la pantalla o al aire-, pero en el caso de este juego son muy pocos y apenas hay variantes, por lo que los repetir¨¢s una y otra vez.

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Final Mochi XXI

Para compensar lo corto que es, el juego te deja elegir entre varios modos jugables: el modo normal es la campa?a en s¨ª con ¡®continues¡¯ infinitos, pensada directamente para expandir la accesibilidad del juego a todo el mundo. Eliges el personaje, saltas al ruedo y en apenas un par de horas puedes hacerte los 18 niveles y 4 Jefes Finales que tiene el juego, que tampoco son demasiado largos.

Lo que nos ha gustado de ellos son los ¡®throwbacks¡¯ constantes a los t¨ªtulos que hicieron grande y popular al g¨¦nero del Beat¡¯em Up: desde las calles de una ciudad con neones por todas partes a una zona en obras, una autopista en la que saltamos sobre los veh¨ªculos -ese DeLorean bastardo mola mil- o, ya en gui?o directo, niveles de cl¨¢sicos como Streets of Race 2 y su sal¨®n recreativo o cierta fase de bonus que debe ser la m¨¢s ic¨®nica en la historia del videojuego.

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Streets of Rice

El modo Arcade te reta a que te pases la campa?a sin continues, como si solo tuvieses una moneda de 5 duros. Aqu¨ª los Final Bosses te dar¨¢n m¨¢s guerra sin duda. El modo Vs, igualito al ya citado SORII, es una pelea entre dos jugadores, aunque no puedes elegir a ning¨²n enemigo del juego, s¨®lo a los cuatro protagonistas. Y el modo Arena te reta a resistir oleada tras oleada en un mismo escenario.

Aunque esto es de agradecer, el problema de Itadaki Smash es su falta de variedad, la simpleza de un sistema de combate con pocos alicientes, enemigos con IA muy simplona digna de la 4? gen y cuyos modelos se repiten y repiten, y un gameplay falto de pegada con personajes y enemigos con algo de lentitud en sus movimientos.

Aero Eaters 3

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A nivel visual, y m¨¢s concretamente art¨ªstico, es donde Itadaki Smash pega con fuerza, porque ese mundo de demonios Yokai cocineros, de mochis, noodles y onigiris ninjas peleones y de r¨¢menes-cangrejos dignos de de un Earthworm Jim, entra por lo ojos y est¨¢ muy bien plasmado en cuanto a dise?os, iluminaci¨®n y animaciones. Aunque las cinem¨¢ticas dejan entrever de nuevo el presupuesto discreto del juego.

A nivel sonoro, tenemos lo que el juego demanda, temas ca?eros para aumentar el ritmo y que no decaiga. Y todo bien localizado al castellano para entender la cantidad de chistes a los ¡®Deadpool¡¯ rompiendo la cuarta pared que tiene el juego.