Matchpoint Tennis Championships, an¨¢lisis. Sin relevo en el tenis virtual

Los aficionados al tenis parece ser que contamos cada nueva entrega en nuestras plataformas como decepci¨®n y este a?o, con nombre de franquicia original y de la mano conjunta de los australianos Torus Games y de los alemanes de Kalypso Media, tampoco ha sido una excepci¨®n. Son ya unos cuantos intentos que no acaban de dar en el clavo para representar el deporte rey de raqueta como se merece mientras otros, incluso mucho m¨¢s minoritarios, reciben m¨¢s que correctas adaptaciones electr¨®nicas. Matchpoint Tennis Championships tiene algunas ideas que vale la pena rescatar pero es en general un producto por debajo del umbral de calidad que merece recomendar su compra.

Sin calentamiento

Matchpoint pone al jugador r¨¢pidamente en situaci¨®n sin ning¨²n tipo de floritura ni pre¨¢mbulo; nada m¨¢s empezar podremos empezar o retomar la carrera - que ser¨ªa como la campa?a principal - o jugar un partido de individuales contra alguien de manera local u online. Tambi¨¦n es posible practicar algunos fundamentos b¨¢sicos del tenis mediante el tutorial o con algunos minijuegos. Y hasta aqu¨ª llegan todas las opciones que ofrece el t¨ªtulo, apostando claramente a su n¨²cleo jugable para mantener el inter¨¦s del jugador dadas sus escasas modalidades de juego. Llama la atenci¨®n que la duraci¨®n de los partidos no sea acotable, detalle que hemos dado por sentado en la inmensa totalidad del resto de juegos de todos los deportes habidos y por haber, pero que aqu¨ª destaca por su ausencia.

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Una vez a los mandos, la creaci¨®n de Torus Games ofrece un sistema de control del personaje semi autom¨¢tico, de forma que a menudo no existe la sensaci¨®n de que manejemos al tenista en s¨ª sino que nuestra mayor preocupaci¨®n ser¨¢ apuntar hacia d¨®nde queremos dirigir la bola (y con qu¨¦ tipo de golpe) mientras el propio juego se encarga del peso de mover al personaje. Tenemos control sobre ¨¦l siempre despu¨¦s de golpear a la bola, pero la IA asume el mando una vez la pelota se dirige hacia nosotros golpeada por el rival. Este sistema funciona de forma bastante intuitiva y cuesta muy poco hacerse con las bases del coraz¨®n del juego, ofreciendo una experiencia accesible tanto para los habituales del videojuego como para cualquiera que quiera echarse unas partidas y haya tocado pocas veces antes un mando.

La perspectiva puede cambiarse desde el modo ¡°retransmisi¨®n¡±, el cl¨¢sico y de lejos m¨¢s c¨®modo, a otra vista trasera con inmersi¨®n un poco mayor y que a?ade un pel¨ªn de realismo a los encuentros. La captura de movimientos est¨¢ bien realizada en cuanto a la forma y ejecuci¨®n de los golpes de los tenistas; hay que destacar un detalle que nos ha sorprendido positivamente y que pasar¨¢ por alto a todo aquel que no practique el deporte a cierto nivel: los jugadores efect¨²an el split-step antes restar, un breve paso de preparaci¨®n previo a devolver un saque que pocas veces, o ninguna que tengamos en mente ahora mismo, hab¨ªamos visto antes representado en un videojuego y muy presente en el juego real.

Es un gesto sin repercusi¨®n de facto en la mec¨¢nica del videojuego pero que nos ha parecido interesante verlo dibujado aqu¨ª, lo que refleja que alguien se ha tomado la molestia de observar un partido de tenis de verdad antes de programar. Y aunque parece algo obvio decirlo, lo dejamos por escrito porque entra en directa contraposici¨®n con otros muchos detalles que de forma completamente absurda no est¨¢n bien implementados en el juego y o bien muestran el incre¨ªble desd¨¦n a la hora de reflejar fielmente el deporte, o bien la prisa por querer sacarlo en una fecha determinada o tal vez el desconocimiento del equipo de testeo para poder se?alar algunos fallos garrafales que no deber¨ªan haber llegado al producto final.

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Nada a 40

Y es que de forma un poco triste hay que decir que pocas m¨¢s son las virtudes de Matchpoint Tennis Championships. No es que se estuviera esperando un nuevo Virtua Tennis o el sucesor espiritual de Top Spin 4, pero el juego no acaba de tomar una direcci¨®n clara en lo que pretende y el resultado final es, como en otras tantas iteraciones a lo largo de los ¨²ltimos a?os, muy insatisfactorio. Hay dos caminos, dos apuestas diferenciadas para hacer un juego deportivo: apostar por una visi¨®n arcade poniendo gran peso en un control m¨¢s simple pero ahondando en una mec¨¢nica intr¨ªnsecamente divertida e incluso obviando alguna regla del deporte, o tal vez apostar por intentar reflejar el juego lo m¨¢s fielmente posible, haciendo hincapi¨¦ en aquellos detalles que denotan profundo conocimiento del juego en cuesti¨®n. Y aqu¨ª fallamos de forma estrepitosa en ambas opciones.

Para empezar en el aspecto t¨¦cnico; el juego es muy pobre gr¨¢ficamente y cualquier parecido de los jugadores licenciados a sus hom¨®logos reales masculinos o femeninos es producto casi de la coincidencia. Todos los jugadores tienen sus golpes modelados adem¨¢s de la misma forma, a excepci¨®n del rev¨¦s a una mano o a dos; en la formaci¨®n del tenis se hace mucho hincapi¨¦ en que cada jugador desarrolle su propio swing en lugar de imponer uno, y no hay dos swings iguales: pues bien, esto no es as¨ª en este juego, donde da igual que uno juegue contra Nick Kyrgyos o contra un bot inventado por la IA que la forma de golpear ser¨¢ la misma. Menci¨®n aparte merece lo que no est¨¢ directamente en la pista, como por ejemplo el p¨²blico; no estamos hablando de que se encuentra gr¨¢ficamente una o dos generaciones por detr¨¢s¡­ pasar¨ªa tranquilamente por la etapa de 128 o 64 bits. No es broma.

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Nada a 50

Hablando de IA, dado que las opciones de juego son bastante escasas, uno esperar¨ªa que por lo menos el modo carrera supusiera un reto a la altura, pero nada m¨¢s lejos de la realidad. Los mismos patrones de juego funcionan en cualquiera de los 3 modos y es casi igual de sencillo llevarse los campeonatos sin esfuerzo, m¨¢s all¨¢ de tener que soportar el hecho de que no es posible ajustar la duraci¨®n de los partidos a la que hay por defecto. Y s¨ª, eso significa jugar 7 rondas a 5 sets en un grand slam. Bueno, 6 rondas y media en realidad, porque da igual si uno es el 110 o el n¨²mero 2 del mundo, el juego te obliga a jugar una ¡°ronda de clasificaci¨®n¡± a un set para poder acceder al campeonato. Ch¨²pate esa Rafa, nos importan un bledo tus 22 grandes y to situaci¨®n de top ten, si quieres jugar Roland Garros, a desquitarte con un j¨²nior en la fase previa. Adem¨¢s el juego ordena a veces los cuadros por orden de ranking, en lugar de separar cabezas de serie, con lo que es perfectamente plausible que en segunda ronda jueguen el n¨²mero 1 contra el 2 y la final la disputes contra el 95.

Detalles como este, que demuestran desd¨¦n en la programaci¨®n del juego o falta de tiempo tal vez, son algunas de las cosas que m¨¢s molestan a un aficionado del deporte de verdad. Siempre empezamos sacando nosotros TODOS los partidos, por ejemplo. O los tie-breaks y super tie-breaks, que son juegos de desempate, NO empiezan sacando un jugador 2 puntos: empieza sacando un punto y luego su contrario dos puntos y se van alternando de dos en dos. Basta con haber visto un tie-break por la tele y querer saber c¨®mo funciona para darse cuenta. O la situaci¨®n de los jueces de l¨ªnea en la pista, que hacen las se?ales de que la bola va fuera - pero son mudos y pueden ser atravesados por objetos s¨®lidos como pelotas (?ja! r¨ªete t¨², Visi¨®n, y tu intangibilidad como superpoder. No te puedes comparar a un juez de l¨ªnea de Matchpoint). Los jueces laterales est¨¢n, adem¨¢s, colocados lej¨ªsimos de la pista de forma que ser¨ªa casi imposible cantar una bola desde all¨ª. Algunos no vamos tan lejos ni de vacaciones.

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Nada de nada

Muchas de estas cr¨ªticas, a excepci¨®n de aquellas propias al apartado t¨¦cnico, no requieren de un gran esfuerzo a nivel de recursos para solucionarse. No rompen el juego ni tampoco lo arreglan pero le dan empaque, le quitar¨ªan parte de ese aspecto de t¨ªtulo de segunda fila que arrastra en todo momento. Y aunque est¨¢ claro que las diferencias de financiaci¨®n de un proyecto requieren recortes en algunas ¨¢reas, creo que no supon¨ªa una diferencia masiva grabar alguna l¨ªnea de audio m¨¢s para el comentarista, por ejemplo, que repite una y otra vez la docena y media de frases que le han puesto a su disposici¨®n, siendo adem¨¢s la mayor¨ªa de car¨¢cter muy obvio: ¡°dispone de tres bolas de break, una detr¨¢s de la otra¡±. Por no ir¡­ ni las estad¨ªsticas ni los logros van bien. Da igual el n¨²mero de primeros servicios que fallemos, al final del partido siempre nos dir¨¢ que hemos metido el 100%. Y hay bolas que CLARAMENTE van fuera y el sistema los computa dentro.

Hay otros elementos adem¨¢s que dan la sensaci¨®n de que el juego sale antes de tiempo; a medida que subimos de ranking y participando en torneos, se nos ponen a disposici¨®n nuevas raquetas, equipamiento, entrenadores¡­ Los primeros dan bonificadores pasivos a nuestras habilidades (derecha, rev¨¦s, volea, servicio¡­) y los segundos permiten mejorar estas estad¨ªsticas cuando optamos por entrenar en lugar de jugar un torneo. Hay alguno de estos factores, como el de fitness, que todav¨ªa no sabemos exactamente para qu¨¦ existe.

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No hay ning¨²n tipo de cansancio entre puntos, partidos o incluso torneos y da la sensaci¨®n de que podr¨ªa haber sido un factor que se quer¨ªa a?adir pero que al final se qued¨® en el tintero. Otros detalles que podr¨ªan haber sido interesantes para mejorar la presentaci¨®n hubiesen sido que si jugamos en hierba ¨¦sta estuviera en mejores condiciones en la primera ronda que en las ¨²ltimas o que al derrapar en tierra batida se quedase la marca en el suelo. Lo hemos visto en otros t¨ªtulos, sabemos que no cuesta mucho de implementar y da mejor imagen final.

Pero todo esto, todo absolutamente todo, se compensar¨ªa si el coraz¨®n del juego estuviera fet¨¦n; cuando nos movemos de lado a lado, con las limitaciones que comentamos m¨¢s arriba, el t¨ªtulo funciona moderadamente bien. Con buenos detalles adem¨¢s: la diferencia de swing de un golpe con top spin a uno cortado, tirarse la bola m¨¢s a la izquierda al querer hacer un saque con kick o m¨¢s a la derecha cuando queremos ir plano¡­ pero luego, como tambi¨¦n resulta habitual en otros juegos del g¨¦nero, Matchpoint gestiona muy mal el juego en la red, por ejemplo.

Es muy anti intuitivo, teniendo que forzar el subir a la red con uno de los botones y muchas veces el personaje ignorando ese comando, o siendo v¨ªctimas de un globo que es un golpe para el que el juego no tiene respuesta alguna m¨¢s que correr a atr¨¢s siendo el 99% de las veces incapaz de golpear a la bola que viene bombeada. En el campo online: bola abierta y siguiente bola al otro lado es punto casi seguro la mayor parte de las veces, con escas¨ªsimo margen de contrarresto.

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