Un contratista de Defensa de EEUU quiere quedarse el spyware Pegasus en exclusiva
L3Harris est¨¢ en conversaciones con la compa?¨ªa israel¨ª NSO Group para quedarse con su tecnolog¨ªa de hackeo.
Cuando creas un arma efectiva y la alquilas, aunque su uso va a traer siempre connotaciones negativas, que pueda ser usada por quien quiera pagar su precio establece cierto equilibrio de poder, ya que si t¨² puedes usar ese arma y yo tambi¨¦n, tenemos una cierta igualdad de condiciones armament¨ªsticas. Pero, ?y cuando un arma de eficacia probada es exclusiva de una sola naci¨®n?
Un ejemplo fue Hiroshima, cuando los EEUU tuvieron la exclusiva de la bomba at¨®mica por varios a?os. Y lo mismo puede pasar ahora, pero a nivel de las ciberguerras.
La exclusiva de Pegasus
El mes pasado, el nombre de PEGASUS estuvo en boca de todos los noticieros de Espa?a -y parte del extranjero. El Gobierno de Espa?a se vio sometido a una presi¨®n y escrutinios m¨¢ximos tras conocerse el espionaje a los l¨ªderes independentistas con el sistema Pegasus en Espa?a, como el conseller Roger Torrent y al concejal de ERC en Barcelona Ernest Maragall. Las consecuencias del uso de este software esp¨ªa a¨²n resuenan por aqu¨ª, siendo un ejemplo de c¨®mo se puede acceder al uso de Pegasus.
Pegasus es un virus de tipo Spyware que, una vez se instala en el sistema, tiene la potestad de permitir a quien lo controla activar a distancia la c¨¢mara y el micr¨®fono del tel¨¦fono para poder grabar audio, v¨ªdeo y sacar fotos. El malware tambi¨¦n escanea correos, mensajes y puede almacenar datos como la localizaci¨®n del m¨®vil. Y todo ello de la forma m¨¢s simple, ya que la manera de entrar en tu m¨®vil es simplemente haci¨¦ndote una llamada.
Alquilar un spyware
Las cifras dependen de las fuentes consultadas, el New York Times apunta que NSO Group fija el precio de sus herramientas de vigilancia en funci¨®n del n¨²mero de objetivos, empezando por una tarifa plana de instalaci¨®n de 500.000 d¨®lares. Para espiar a 10 usuarios de iPhone, NSO cobra a las agencias gubernamentales 650.000 d¨®lares; 650.000 d¨®lares por 10 usuarios de Android; 500.000 d¨®lares por cinco usuarios de BlackBerry; o 300.000 d¨®lares por cinco usuarios de Symbian, adem¨¢s de la cuota de instalaci¨®n, seg¨²n una propuesta comercial.
Se puede pagar por m¨¢s objetivos. Cien objetivos adicionales cuestan 800.000 d¨®lares, 50 objetivos extra cuestan 500.000 d¨®lares, 20 extra cuestan 250.000 d¨®lares y 10 extra cuestan 150.000 d¨®lares, seg¨²n una propuesta comercial de NSO Group. A partir de entonces, hay una cuota anual de mantenimiento del sistema del 17% del precio total.
Pero, ?y si alguien lo tuviese en exclusiva?
L3Harris
L3Harris Technologies (L3Harris) es una empresa tecnol¨®gica estadounidense, contratista de defensa y proveedor de servicios de tecnolog¨ªa de la informaci¨®n que produce sistemas y productos C6ISR, equipos inal¨¢mbricos, radios t¨¢cticas, sistemas electr¨®nicos y de avi¨®nica, equipos de visi¨®n nocturna y antenas terrestres y espaciales para su uso en los sectores gubernamental, de defensa y comercial. Se especializan en soluciones de vigilancia, armamento de microondas y guerra electr¨®nica, siendo el sexto mayor contratista de defensa en los Estados Unidos.
Seg¨²n medios como Financial Times, el contratista L3Harris est¨¢ en conversaciones para hacerse con la tecnolog¨ªa de vigilancia de NSO Group, en un posible acuerdo que dar¨ªa a una empresa estadounidense el control de Pegasus, una de las herramientas de pirater¨ªa inform¨¢tica m¨¢s sofisticadas y controvertidas del mundo.
Seg¨²n el medio The Guardian, m¨²ltiples fuentes confirmaron que las conversaciones se centraron en la venta de la tecnolog¨ªa principal de la empresa israel¨ª -o el c¨®digo-, as¨ª como en una posible transferencia del personal de NSO a L3Harris. Sin embargo, cualquier acuerdo se enfrenta a importantes obst¨¢culos, entre ellos la necesidad de contar con el benepl¨¢cito de los gobiernos estadounidense e israel¨ª, que a¨²n no han dado luz verde al acuerdo.
Pegasus en manos de un solo cliente
En una declaraci¨®n, un alto funcionario de la Casa Blanca dijo: "Una transacci¨®n de este tipo, si se llevara a cabo, plantea serias preocupaciones de contraespionaje y seguridad para el gobierno estadounidense". Si se llega a un acuerdo, la operaci¨®n supondr¨ªa un giro asombroso para NSO, menos de un a?o despu¨¦s de que el gobierno de Biden incluyera a la empresa en una lista negra estadounidense y la acusara de actuar "en contra de la pol¨ªtica exterior y los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos".
Cuando se le pidi¨® que comentara las conversaciones, un portavoz de L3Harris dijo: "Somos conscientes de la capacidad y evaluamos constantemente las necesidades de seguridad nacional de nuestros clientes. En este momento, cualquier cosa m¨¢s all¨¢ de eso es una especulaci¨®n".
La Casa Blanca dijo que no hab¨ªa participado "de ninguna manera en esta posible transacci¨®n".El alto funcionario usado como fuente a?adi¨® que el gobierno de EE.UU. "se opone a los esfuerzos de las empresas extranjeras para eludir las medidas de control de las exportaciones o las sanciones de EE.UU., incluida la inclusi¨®n en la lista de entidades del Departamento de Comercio de EE.UU. por actividades cibern¨¦ticas maliciosas".
Cualquier empresa estadounidense, m¨¢xime un contratista de defensa estadounidense autorizado, debe ser consciente de que una transacci¨®n con una empresa incluida en la lista negra "no eliminar¨ªa autom¨¢ticamente a una entidad designada de la lista de entidades, y dar¨ªa lugar a una revisi¨®n intensiva para examinar si la transacci¨®n plantea una amenaza de contrainteligencia para el Gobierno de Estados Unidos y sus sistemas e informaci¨®n, si otras acciones estadounidenses con el contratista de defensa pueden estar en riesgo, hasta qu¨¦ punto una entidad o gobierno extranjero conserva un grado de acceso o control, y las implicaciones m¨¢s amplias de los derechos humanos".
La alianza de los Cinco Ojos
La Casa Blanca quiere dejar clara su postura de cara a la opini¨®n p¨²blica, pero est¨¢ claro que de tener el software esp¨ªa en una de sus contratistas, todas sus agencias sacar¨ªan partido de tener la exclusiva del uso de Pegasus -sin mencionar el ¡®boost¡¯ de importancia que L3Harris adquirir¨ªa de repente entre el resto de contratistas de defensa USA.
Una persona familiarizada con las conversaciones se?al¨® a The Guardian que si se llegara a un acuerdo, probablemente implicar¨ªa la venta de las capacidades de NSO a una base de clientes dr¨¢sticamente reducida que incluir¨ªa al gobierno de EE.UU., el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Canad¨¢ -que conforman la alianza de inteligencia de los "cinco ojos"-, as¨ª como a algunos aliados de la OTAN.?
La persona tambi¨¦n dijo que el acuerdo se enfrentaba a varias cuestiones sin resolver, entre ellas si la tecnolog¨ªa se alojar¨ªa en Israel o en Estados Unidos, y si se permitir¨ªa a Israel seguir utilizando la tecnolog¨ªa como cliente. Sea como fuere, que de repente el spyware Pegasus recayese en el uso exclusivo de unas pocas manos romper¨ªa ese equilibrio de poderes armament¨ªsticos.