Gracias, Norman: Death Stranding 2 es la noticia del a?o

¡°Joder, es que la acabo de poner y se me escapan las lagrimas, colega¡±, dec¨ªa mi buen amigo Jorge tras conocer la noticia. Volv¨ªa a nuestro servidor de Discord tras rememorar Don¡¯t Be So Serious, de Low Roar, una de las melod¨ªas que forman parte de la fotograf¨ªa de Death Stranding. Yo, en cambio, prefiero Give Up, del mismo autor. Escucharla me transporta a los infinitos horizontes de esta versi¨®n quebrada de Estados Unidos. Ambos compart¨ªamos una vez m¨¢s qu¨¦ canciones definieron nuestro paso.

Death Stranding es una f¨¢brica de momentos ¨²nicos. Le basta con un acorde de guitarra en el momento adecuado para grabar un recuerdo inolvidable. Algunos le definen como un simulador de paseos, pero lo que yo y muchos otros vivimos fue algo dif¨ªcil de expresar con palabras. Te inhibe de todo lo malo a tu alrededor. Es ox¨ªgeno enfrascado en un producto de entretenimiento.

La segunda parte de nuestra conversaci¨®n fue incluso reveladora en pleno 2022. ¡°Es una oda a la sociedad, una celebraci¨®n de nuestro esfuerzo. Es el placer de ayudar a otros a triunfar y saber que sin los dem¨¢s t¨² tampoco habr¨ªas triunfado¡±, dec¨ªa Jorge. Lo piensas en fr¨ªo y es verdad. En todo momento est¨¢s conectado con el resto de la comunidad, unos jugadores que encuentran placentero ayudar a los dem¨¢s sin pedir nada a cambio. ?Te falta un recurso? Lo recibes en cuesti¨®n de minutos. ?Quieres salvar tu pellejo en el ¨²ltimo momento? Siempre hay una tirolina lista para ser usada. Es una dosis de realidad (y lecci¨®n) maquillada como videojuego.

Todav¨ªa tiene m¨¢s valor si lo ponemos en contexto. Death Stranding llegaba al mercado tan solo unos meses antes de que la COVID-19 cambiara para siempre nuestra forma de vida. El confinamiento puso en valor la figura del mensajero, de aquellas personas que contra viento y marea trabajan por conectar con los dem¨¢s; por sostener a la sociedad. Son el pegamento que une todos los mecanismos del sistema. Otra vez Hideo Kojima se adelantaba a la actualidad.

Jorge y un servidor nos sent¨ªamos as¨ª al animar a estos rostros virtuales a que se unieran a la red quiral. ¡°Los mejores momentos ocurr¨ªan siempre cuando los ¨¢nimos estaban m¨¢s bajos. Has gastado todos tus recursos, te has quedado sin la suela de tus zapatos y todav¨ªa te queda una larga caminata bajo la lluvia para llegar a tu destino. No hay esperanza hasta que encuentras un puente en el que resguardarte, un punto de control con Pop Virus alegr¨¢ndole el chaparr¨®n al resto de mensajeros. Gracias a la marca de un jugador pude llegar a la meta¡±, recordaba. En mi caso tengo cientos de an¨¦cdotas de este estilo guardadas en el caj¨®n.

Gracias, Norman, por confirmar el regreso de una licencia que ha dejado esta huella en m¨ª. Una secuela de este calibre da cierto v¨¦rtigo. Ya sabes lo que dicen, nunca segundas partes fueron buenas, pero hay creativos que pueden con el peso de esta responsabilidad. Pocos directores me vienen a la memoria que sepan lidiar tan bien con la presi¨®n como Hideo Kojima. Si el japon¨¦s cree que hay margen para una segunda parte, confianza plena. ?Qu¨¦ momentos nos volver¨¢n a marcar?