Saints Row, impresiones. Las apariencias enga?an

Pongamos las cartas sobre la mesa. El primer tr¨¢iler de Saints Row no era muy atractivo que digamos. Estaba protagonizado por unos cr¨ªos cuyo dise?o parec¨ªa un estereotipo bastante cringe de lo que se considera moderno hoy en d¨ªa. Intentaba con tanto ah¨ªnco eso de ¡°molar¡± que al final pasaba lo contrario y generaba rechazo. S¨®lo faltaba ver a los personajes haciendo bailecitos de Fortnite (spoiler: el juego final los tiene). Encima el tr¨¢iler era una cinem¨¢tica y supon¨ªa el reinicio de una saga apreciada y sin aparente necesidad de reseteo. Era un c¨²mulo de malas decisiones que desencaden¨® una lluvia de dislikes en Youtube y oblig¨® a Volition a sacar un gameplay extendido que se reservaba para fechas posteriores. Es una pena que muchos ya hubieran saltado del barco y puesto agua de por medio. Aquel gameplay constataba algo de lo que tratamos de avisaros en nuestras impresiones iniciales: Saints Row regresa cambiado como nunca, pero tan divertido como siempre.

Gracias a Koch Media, en MeriStation hemos tenido una segunda aproximaci¨®n al juego y c¨®mo ha cambiado la pel¨ªcula. Se nota que esta vez hay ganas de despejar dudas y callar bocas. El p¨²blico pudo llevarse una mala primera impresi¨®n, pero esta vez no van a permitir que sea as¨ª. Para que os hag¨¢is una idea del cambio de enfoque, este nuevo gameplay coge el toro por los cuernos y empieza reconcili¨¢ndonos con sus protagonistas. La soluci¨®n que propone es f¨¢cil: si no os gustan, cambiadlos. A cualquiera de ellos. Saints Row contar¨¢ con el editor m¨¢s completo y profundo de la historia de la saga (y esto son palabras mayores). El editor ha sido hist¨®ricamente una caracter¨ªstica tan importante que, en anteriores entregas, hasta se ha lanzado por separado antes que el juego para que fu¨¦ramos trasteando con ¨¦l y compartiendo nuestras creaciones online. Esta vez no funcionar¨¢ as¨ª, pero las opciones son infinitas.

Hemos visto un personaje que se parec¨ªa a Shrek, otro con el aspecto de Tony Soprano, un tercero con las cicatrices del Joker y as¨ª podr¨ªamos seguir hasta ma?ana. ?Os gust¨® sentiros como un cirujano al elegir el tama?o de vuestro pene y tetas en Cyberpunk 2077? Tranquilos que aqu¨ª tambi¨¦n contaremos con voz y voto en lo que a nuestras partes p¨²dicas se refiere. Y ojo porque no s¨®lo hay editor de personajes. Tenemos otro igual de completo para coches y armas. Incluso la base de nuestra organizaci¨®n criminal se puede remodelar al gusto de cada uno.

Pensar¨¦is que exageramos, pero el garaje parec¨ªa sacado de Need for Speed Underground y la armer¨ªa ya la quisiera para s¨ª la saga Call of Duty. Las pistolas, por poner un ejemplo, permiten escoger una skin diferente para cada una de sus piezas. Las mesas de trabajo ofrecen combinaciones tan alocadas como un bate de b¨¦isbol que usa luces de navidad como clavos (y por supuesto, estos brillan al golpear a los enemigos). Por no hablar de la variedad de veh¨ªculos: el hoverboard de Regreso al Futuro, un puesto de perritos calientes, food-trucks con forma de tibur¨®n o unicornio, asientos eyectables, wingsuits... etc¨¦tera, etc¨¦tera. A nivel de personalizaci¨®n, Saints Row juega en otra liga.

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Solucionado el tema est¨¦tico, Volition tambi¨¦n ha abordado esta vez las dudas jugables. O m¨¢s que dudas, inc¨®gnitas. Hasta ahora ten¨ªamos muchas promesas y poco material. ¡°El mejor sistema de conducci¨®n que hemos hecho nunca¡±, dec¨ªa la desarrolladora. ¡°Variedad, variedad y variedad. La clave es divertir y sorprender de manera constante¡±. Sonaba genial, pero¡­ ?en qu¨¦ se traduc¨ªa aquello? Pues bien, se acabaron los castillos de arena en el aire. La desarrolladora se ha explayado y nos ha mostrado Saints Row en detalle. Y s¨ª, la propuesta sobrevive a sus promesas.

Burnout meets John Woo

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En lo que a conducci¨®n respecta, estamos ante un juego de lo m¨¢s arcade. Las persecuciones policiales est¨¢n a la orden del d¨ªa y al verlas es imposible no pensar en Burnout. Se nos invita abiertamente a chocar con los veh¨ªculos rivales para echarlos de la carretera y hacer que se estrellen. Explosiones, sistema de da?os, casta?azos a c¨¢mara lenta y saltos imposibles, todo a gran velocidad. Y si nos cansamos y buscamos algo m¨¢s pragm¨¢tico, podemos romper de un codazo la ventana en cualquier momento y sacar la UZI de turno para abrir fuego mientras conducimos. O mejor a¨²n, ponemos el piloto autom¨¢tico (o pedimos al compa?ero que coja el volante) y trepamos al techo del coche o al cap¨®, como en el m¨ªtico Pursuit Force de PSP. Una vez all¨ª nos convertimos en John Woo y disparamos tumbados boca arriba o saltamos a otros veh¨ªculos en marcha. ?F¨ªsicamente imposible? Quiz¨¢s. ?Visualmente espectacular? Sin dudas.

Fuera del coche, movernos resulta igual de r¨¢pido, fluido y ameno. Ni el Spider-Man de Insomniac en sus paseos por Nueva York. El mundo de Santo Ileso es enorme (el mapa m¨¢s grande de cualquier Saints Row), pero viajar por ¨¦l no puede ser m¨¢s divertido (?o queremos decir disparatado?). Existe un bot¨®n para salir eyectados de nuestro coche y a continuaci¨®n desplegar un wingsuit con el que volar y avanzar a toda velocidad. ?Perdemos impulso? Bajamos hacia alg¨²n ciudadano y rebotamos encima suya como si fuera un goomba para volver a proyectarnos hacia arriba. O llevamos a cabo la opci¨®n B: subimos a un coche en marcha, robarlo sin que llegue a detenerse y continuar con ¨¦l desde ah¨ª. Gamberrada tras gamberrada.

Acci¨®n en vena, divertida y sin pretensiones

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?Y qu¨¦ hay de la acci¨®n? ?Qu¨¦ hay de los ¡°muchos perks y habilidades distintas¡± de los que hablaba Volition? En el reboot de Saints Row nuestro personaje ganar¨¢ experiencia, subir¨¢ de nivel y podr¨¢ desbloquear nuevos movimientos y ventajas. El ¨¢rbol de habilidades no ser¨¢ igual que el de anteriores entregas, sino una mezcla de varios de ellos. Entre los poderes desbloqueables, por ejemplo, hemos intuido un ataque como el hadoken de Ryu o el red hawk de Luffy D. Monkey (una bola/pu?etazo de fuego, vaya). Otro permit¨ªa humillar al adversario tir¨¢ndole de la oreja y haciendo que se arrodille, como en el Canis Canem Edit de Rockstar (Bully para los amigos), y hab¨ªa uno que serv¨ªa para pegar una granada a los enemigos y despu¨¦s lanzarlos lejos de nosotros para que estallen a distancia, al estilo de Nathan Drake en Uncharted. Un completo repertorio de acciones que sumar¨¢ habilidades pasivas como puedan ser una mayor resistencia al fuego y las explosiones. A la espera de conocer el n¨²mero total, por ahora pinta variado y vistoso.

Pero si en este reboot hay un ni?o mimado, ese es nuestro arsenal. Tan loco como el de entregas pasadas o como el de un juego de Borderlands. Hemos visto fusiles que desplegaban un escudo y permit¨ªan ver y disparar a los malos a trav¨¦s de las paredes, o pi?atas explosivas que sustitu¨ªan a las granadas. Nos cruz¨¢bamos con enemigos que mov¨ªan varias armas blancas a tal velocidad que se confund¨ªan con el General Grievous. Por no hablar de cierta arma que, al golpearnos, provocaba en nosotros los efectos de un viaje de LSD. Nos qued¨¢bamos ciegos, el mundo a nuestro alrededor quedaba a oscuras y, de vez en cuando, como si fu¨¦ramos un s¨®nar, volv¨ªamos a ver el contorno de las cosas, pero con colores chillones y llamativos. Ojal¨¢ el broche de oro lo ponga el regreso de las favoritas de los fans.

Primeras dudas y miedos

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Con todo, hemos de admitir que la puesta en escena se intuye un poco simple y machacabotones. No es algo que podamos corroborar sin ponernos a los mandos, pero en lo que hemos visto, los enemigos eran esponjas de balas que no ca¨ªan ni con varios disparos a la cabeza. Tampoco hab¨ªa opci¨®n de cubrirse (y si la hab¨ªa, no importaba). El cuerpo a cuerpo, por m¨¢s que se haya redise?ado inspir¨¢ndose en Uncharted, consiste en ir como un pollo sin cabeza de lado a lado mientras soltamos un pu?etazo por aqu¨ª y otro por all¨¢ sin dejar de correr. Es una propuesta arcade y alocada, pero nos genera dudas a medio, largo plazo, cuando pierda el factor sorpresa y la carcajada inicial.

Por su parte, el batiburrillo de nombres citados en estas impresiones permite vislumbrar lo que podemos esperar: un c¨®ctel de ideas y propuestas ya vistas con antelaci¨®n. Saints Row no inventa la rueda. Ni la rueda ni la p¨®lvora ni nada. Es una experiencia bastante conservadora y cl¨¢sica dentro de su propia locura. Es como volver a los sandbox de principios de siglo. Hay momentos en los que se agradece, en los que se echa de menos la f¨®rmula y apetece un juego directo y sin pretensiones. M¨¢s en plena sequ¨ªa del g¨¦nero. Sin embargo, esto mismo provoca que haya otros momentos en los que en realidad lo que echemos de menos sean algunos de los pasos que ha dado el g¨¦nero en los ¨²ltimos a?os. Es el caso del mapa lleno de iconos o del relleno gen¨¦rico y repetitivo en sus secundarias. Ya podemos funcionar sin ambas cosas. El 100% de Saints Row ser¨¢ una labor tit¨¢nica que adem¨¢s de tiempo exigir¨¢ paciencia.

Creando nuestro imperio

Todo depender¨¢ de c¨®mo funcione la piedra Rosetta de este nuevo Saints Row. La gran novedad del juego es la posibilidad de montar distintas start-ups criminales por los nueve distritos diferentes de Santo Ileso. Negocios que os sonar¨¢n de las entregas originales. Podemos abrir un garaje como tapadera para robar coches, levantar una cadena de food-trucks en los que en vez de hamburguesas se vende droga, montar una cl¨ªnica sanitaria que sirva para timar al seguro o fingir que somos un campamento militar para trapichear con armas. Hasta 14 criminal adventures diferentes, cada una con 4 fases de progresi¨®n y sus propias secundarias y mec¨¢nicas jugables asociadas. Por ejemplo, el garaje viene acompa?ado de un minijuego que consiste en hacer explotar el mayor n¨²mero de coches en el menor tiempo posible, como el modo espect¨¢culo de Burnout Paradise.

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Estos negocios turbulentos se pueden instalar all¨ª donde nos apetezca y lo decidimos desde nuestra base de operaciones, personalizable con m¨¢s de 100 coleccionables diferentes. Se trata de una iglesia abandonada en mitad de la ciudad desde la que podemos desarrollar a la banda y relacionarnos con nuestros compa?eros. Provoca reminiscencias a lo planteado por Assassin's Creed en Valhalla, o salvando las distancias, a Red Dead Redemption 2 y sus campamentos. Al margen de la mesa de mando, el modo de funcionar ser¨¢ puro GTA. Sacamos nuestro m¨®vil, navegamos por la agenda y vamos seleccionando opciones. Ser¨¢ desde el tel¨¦fono desde donde por ejemplo invitemos a otros jugadores a nuestro mundo, pues recordemos que absolutamente todas las actividades de Saints Row pueden hacerse en multijugador cooperativo para dos personas.

Si estas mec¨¢nicas empresariales logran ser lo suficientemente profundas y diversas como para mantener la experiencia en constante evoluci¨®n, Saints Row podr¨ªa dar el campanazo y convertirse en uno de los juegos del verano. Ya sab¨¦is lo que dicen: las apariencias enga?an. Os gustara m¨¢s o menos aquel primer tr¨¢iler, el juego ha ido desplegando ante nosotros un elenco de posibilidades encomiable. Su mundo, su editor y su jugabilidad merecen una segunda oportunidad sin prejuicios.

Nosotros estamos deseando bucear en sus posibilidades para ver qu¨¦ sensaciones produce con el correr de las horas. Hasta que llegue, y por si os hab¨¦is quedado con ganas de m¨¢s, os recomendamos repasar la preview original, en la que profundizamos en su mundo, influencias, tipos de enemigo y razones que explican el reboot. Y si no, tranquilos que tampoco habr¨¢ que esperar demasiado. Los Saints volver¨¢n el 23 de agosto de 2022 a PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X.

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