?Por qu¨¦ est¨¢is todos tan hartos y cansados de Avatar?
?De d¨®nde sale la pereza por Avatar? ?Qu¨¦ lleva a la gente a repetir lo mucho que aburre y lo poco que interesa su secuela? ?Qu¨¦ haremos como vuelva a petarlo?
Recuerdo que sal¨ªan unos bichos azules de aspecto andr¨®gino. Tambi¨¦n que hab¨ªa un crossover inesperado en medio de la peli, cuando aparec¨ªa la teniente Ripley pele¨¢ndose de nuevo con la pobre compa?¨ªa Weyland-Yutani. Incluso una escena de sexo rarita que lleva diez a?os sin saber en qu¨¦ categor¨ªa de Xvideos meterse. Ah, y por supuesto recuerdo que te entregaban un carn¨¦ de cin¨¦filo a la salida si dec¨ªas que aquello era una copia barata de Pocahontas y Bailando con Lobos. Pero hasta ah¨ª. En mi memoria, Avatar no va mucho m¨¢s all¨¢. Es que ni prob¨¦ su 3D ni me he echado una siesta con las reposiciones de Telecinco, dos experiencias que al parecer hay que probar una vez en la vida. Y a¨²n dentro de esta aparente falta de inter¨¦s, soy incapaz de comprender el hate en torno a su secuela.
Si me dieran un euro por cada vez que he le¨ªdo o escuchado a alguien hablar sobre la pereza que da esta nueva entrega Avatar¡ no s¨¦, no quiero asustar a Cameron, pero puede que hubiera recaudado cifras similares a las de su pel¨ªcula. Y eso s¨®lo en el ¨²ltimo mes, antes de que hubiera t¨ªtulo, fecha, im¨¢genes o primer tr¨¢iler. Que s¨ª, que puede que la historia original ya estuviese vista, se hiciese un poco larga y tuviese dos amebas como protagonistas, pero a m¨ª se me ocurren decenas, cientos, ?miles de ejemplos! de cintas peores que han tenido continuaciones, remakes y qu¨¦ se yo, hasta heptalog¨ªas. Incluso si no las hubiera, si fuera lo peor que ha dado el s¨¦ptimo arte (y The Room acab¨® derivando en The Disaster Artist), estamos hablando de una secuela¡ ?en trece a?os! Tampoco es Cortilandia. No es como si nos estuvieran bombardeando con el temita cada Navidad. ?Por qu¨¦ genera entonces opiniones tan virulentas?
Supongo que cuando haces la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de la historia, tu ej¨¦rcito de detractores es tambi¨¦n el mayor de la historia. (Y el de ac¨®litos, claro). Cuanto m¨¢s se alaba una cinta o m¨¢s ¨¦xito tiene, m¨¢s necesidad sienten de derribarla aquellos con los que no termina de conectar. A veces citando proyectos mejores que merecieron tener su misma suerte, como si dependiese de ella. Otras veces responsabilizando a la obra de corrientes posteriores, como la de las gafitas y las secuencias CGI, y en muchas ocasiones criticando no tanto al largometraje como a la persona tras el mismo. ?Pero qu¨¦ culpa tienen los na¡¯vi de que al flipado de Cameron le diera por hablar de Avatar y el su 3D como una revoluci¨®n comparable a la llegada del sonido y el color al celuloide? Tampoco vayamos de ingenuos que el marketing no se invent¨® en 2009.