Song in the Smoke
Song in the Smoke, an¨¢lisis PSVR. Supervivencia en el origen del tiempo
17-Bit da un salto de fe desde sus dos anteriores juegos. De los directos Skulls of the Shogun y Galak-Z a la supervivencia del hombre primitivo v¨ªa realidad virtual. Y s¨ª, la piscina estaba llena.
La realidad virtual, con todo su potencial, se ha visto acotada muchas veces por el recurso f¨¢cil de los shooters en primera persona (est¨¢ticos en plan tiro al blanco o al uso, con desplazamiento libre). Y s¨ª, encontramos grandes t¨ªtulos, como el rese?ado por aqu¨ª Fraked, pero a la larga se transmite la impresi¨®n de una preocupante falta de ideas.
M¨¢s all¨¢ de la apuesta de los puzles de mil y una formas y del, no lo suficientemente explotado, juego en tercera persona (sea este de scroll lateral cl¨¢sico o con perspectiva trasera m¨¢s moderna), la primera persona parece hecha para ser disfrutada en VR. La potencia del invento es meternos de verdad en la acci¨®n, hacernos sentir que estamos ah¨ª, y qu¨¦ mejor para ello que transmitir la acci¨®n a trav¨¦s de nuestros propios ojos. Claro est¨¢, lo bomb¨¢stico del mundo en el que vivimos hace que sean los shooters los reyes de la fiesta. Afortunadamente podemos encontrar otro tipo de juegos dentro del g¨¦nero. Obras maestras de la aventura y el videojuego en general como es Half Life: Alyx, al que cualquier etiqueta se le queda corta; o interesantes propuestas como Budget Cuts, s¨¢tira de los recortes de personal en impersonales corporaciones. S¨ª, se puede explotar de forma eficiente y original la primera persona en realidad virtual. Y ah¨ª es cuando nos topamos con el g¨¦nero de la supervivencia.
El g¨¦nero de supervivencia y la VR, amor a primera vista
La potente particularidad de sentirte en ese otro lugar gracias a la VR pone en bandeja el que nos hagan pasarlo mal. Por eso el terror es otro de los g¨¦neros m¨¢s explotados en este formato. La supervivencia, por su parte y como contamos en el an¨¢lisis del fallido The Red Lantern (que no es un juego VR, pero tampoco de supervivencia, dado su err¨®neo enfoque), debe ponernos continuamente en aprietos; cogernos del cuello y hacer pinza hasta que, en un ¨²ltimo momento, demos con algo que nos permita seguir respirando. Son la zancadilla continua a la vuelta de la esquina, el encontrar una y otra vez piedras en el camino.
Por eso supervivencia y terror van tan de la mano muchas veces dentro y fuera de la VR, porque lo primero puede producir lo segundo. La falta de recursos en un entorno hostil, los peligros de la noche, las trampas, los animales salvajes, los monstruos, la escasez, el hambre, el fr¨ªo, una herida que no para de sangrar¡ todo lo m¨¢s chungo imaginable puede darse en un juego de supervivencia. Y no es extra?o que ello se transforme dentro de nosotros en ansiedad, en angustia, en miedo. Miedo por perder la vida como en ning¨²n otro g¨¦nero, porque nuestro trabajo durante la partida es precisamente preservarla ante la negaci¨®n de la misma a trav¨¦s de las propias mec¨¢nicas. Son juegos que continuamente nos quieren matar, juegos cuyo objetivo es vernos muertos. Todo esto se potencia si nos sentimos dentro de esa trampa a trav¨¦s de un casco VR y si las acciones que debemos realizar para seguir con vida son f¨ªsicas, como si de la realidad se tratase.
Hacer de las limitaciones una virtud
Lo comentado se plasma con buenos resultados en Song in the Smoke, pero antes vamos a hacer hincapi¨¦ en un detalle que pod¨ªa haber dado al traste con la idea. En el comentado The Red Lantern, una de las cr¨ªticas que hicimos ten¨ªa que ver con su direcci¨®n art¨ªstica. En primera persona ve¨ªamos un mundo de dibujo animado y colores pastel. Aquella Alaska en la que deb¨ªamos adentrarnos no asustaba por sus formas redondeadas y amables, por el contrario, animaba inconscientemente a quedarnos a vivir all¨ª.
Las limitaciones t¨¦cnicas de la realidad virtual, que obligan a repartir la potencia de renderizado, impiden en muchos t¨ªtulos, sobre todo si son independientes, el realismo en sus gr¨¢ficos. Seg¨²n qu¨¦ g¨¦neros no hay problema con eso, pero s¨ª en la supervivencia en primera persona y con VR, porque ah¨ª la realidad es uno m¨¢s de los elementos que se suman al ¨®rdago que tiene el juego preparado para nosotros. Asumida dicha limitaci¨®n por parte del peque?o estudio 17-Bit, nos parece inteligente el tono fant¨¢stico elegido para el juego con sus monstruos y m¨¢gicos portales, porque justifica de forma solvente la ausencia de realidad (no ocurr¨ªa as¨ª en The Red Lantern, que se ambientaba en nuestro presente).
El responsable del particular tono del juego es nada menos que Katsya Terada. Ya desde la portada y la pantalla de men¨² se advierte su fuerte personalidad. El veterano ilustrador, que ha trabajado en obras impresas, cinematogr¨¢ficas y l¨²dicas de primer nivel como El rey Mono, Blood: The Last Vampire y The Legend of Zelda: A Link to the Past, es capaz de imprimir su sello m¨¢s all¨¢ de su influencia principal, el gran Moebius. Lo bien dise?ado que est¨¢n los niveles hace el resto.
C¨®mo A song in the Smoke saca partido del g¨¦nero de supervivencia
Ya en faena, todo lo dem¨¢s funciona mejor que bien. Somos un hombre primitivo en un tiempo milenario ancestral. De vez en cuando nuestro est¨®mago ruje, por lo que buscaremos bayas silvestres que comer para aplacarlo. La noche trae el fr¨ªo, as¨ª que tocar¨¢ completar un c¨ªrculo de piedras, llenarlo de ramas, poner una bolita de hilos inflamables y chasquear dos piedras para traer la magia del fuego. En las llamas estar¨¢ bien asar comida previamente cazada. Del despelleje anterior de nuestra presa sacaremos partido curtiendo pieles para cubrirnos de las inclemencias del tiempo, por ejemplo. Para la caza, habremos construido lanzas, hachas, flechas, cuchillos. Armas que nos servir¨¢n igualmente para defendernos de animales salvajes y feroces.
Todo esto estar¨ªa muy bien en un juego de supervivencia al uso, pero es su implementaci¨®n en VR lo que marca la diferencia. Para chasquear esas piedras con las que encender fuego deberemos realizar f¨ªsicamente el movimiento. Lo mismo para machacar una poci¨®n en un cuenco o para afilar un palo que convertir en lanza. Blandiremos con nerviosismo a izquierda y derecha nuestra hacha ante una bestia que se nos echa encima amenazante, y tensaremos nuestros brazos para que haga lo propio el arco que sostiene la flecha. Recordad, todo en un entorno que nos hace sentir en un espacio que no es el nuestro real. Como resultado, la magia est¨¢ servida.
Conclusi¨®n
Song of the Smoke, juego de supervivencia en VR, narra la vida ancestral trav¨¦s del misticismo y lo on¨ªrico, lo que le sirve para distanciarse de una realidad a la que no puede aspirar por cuestiones presupuestarias y t¨¦cnicas. As¨ª, el trabajo de Katsya Terada en el apartado art¨ªsitco es excepcional. Por otro lado, la implementaci¨®n de las mec¨¢nicas v¨ªa mandos Move unida la realidad virtual disparan la sensaci¨®n de inmersi¨®n. Deberemos realizar manual y f¨ªsicamente cada peque?a o gran acci¨®n. Chasquear dos piedras para crear fuego, defendernos de enemigos, inclinar un cuenco para beber su contenido¡ Son momentos para llevar a cabo una y otra vez, pero que asimilamos sin problemas al ponerlos en pr¨¢ctica de forma natural. 17-Bit triunfa de pleno con su propuesta, y convierte a Song in the Smoke en una de las mejores opciones¡ si lo tuyo es sufrir y luchar por tu vida en entornos hostiles que se empecinan en que mueras.
Lo mejor
- El trabajo realizado en el dise?o de niveles.
- La implementaci¨®n v¨ªa Move de cada acci¨®n.
- La sensaci¨®n de estar casi siempre en desventaja.
- La gran inmersi¨®n de todo ello a trav¨¦s de la RV.
Lo peor
- Que no sea tu tipo de juego. La excelente implementaci¨®n de la supervivencia parad¨®jicamente complica que se acerquen los ne¨®fitos a su propuesta.
- A pesar del increible trabajo de Katsya Terada, no dejamos de pensar qu¨¦ tal le habr¨ªa sentado un tono m¨¢s realista en sus gr¨¢ficos.
- La extra?a combinaci¨®n de movimiento continuos y por saltos a la hora de superar desniveles, por ejemplo.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.