C¨®mic
Reckless: Ed Brubaker y Sean Philips, una pareja en estado de gracia
La pandemia ha permitido al d¨²o salirse de la esclavitud de la grapa y plasmar directamente en formato de novela gr¨¢fica otra magn¨ªfica historia.
Cuenta el propio Ed Brubaker que vivi¨® su infancia rodeado de los libros de su padre, lector compulsivo capaz de disfrutar de igual manera con Nobokov, Chandler o Ludlum como con las revistas pulp de detectives y esp¨ªas. Durante a?os soa?aba con llevar este ideal al c¨®mic, pero la dictadura de las editoriales que obliga a un ritmo de producci¨®n que condiciona la narrativa hac¨ªa imposible convertir la ilusi¨®n en realidad. El formato mensual de grapa con 20 p¨¢ginas y con cliffhanger para cerrar romp¨ªa el ritmo literario que las historias demandaban.
Lleg¨® la pandemia y donde los dem¨¢s vieron un problema, Ed encontr¨® una oportunidad para ofrecer algo distinto al p¨²blico a la vez que hac¨ªa realidad uno de sus grandes deseos: dar vida en el c¨®mic a uno de sus personajes que tantas veces hab¨ªa le¨ªdo en las p¨¢ginas de su progenitor. Nac¨ªa as¨ª Reckless, un solucionador de problemas que estaba m¨¢s all¨¢ de las reglas y que se rige por un estricto c¨®digo personal.
El formato
La prima gran decisi¨®n que Brubaker y Philips tomaron sobre su personaje fue el formato elegido, saldr¨ªa directamente en novela gr¨¢fica y eso ten¨ªa dos consecuencias importantes para la estructura del c¨®mic. La primera es que el ritmo narrativo dejaba de estar condicionado por el formato epis¨®dico, lo que facilita acondicionar la velocidad del relato a las necesidades del autor, pudiendo alargar determinadas escenas sin temor a quedarse sin espacio. La otra consecuencia es la temporalidad. Mientras que el formato grapa permite conectar con el lector de manera peri¨®dico y no muy extensa en el tiempo, la novela gr¨¢fica tiene el h¨¢ndicap de dilatar en el tiempo esta relaci¨®n y ello conlleva el riesgo de una desconexi¨®n con la obra. La soluci¨®n a la que lleg¨® la pareja creativa fue acortar de manera significativa este tiempo y publicar tres tomos de 144 p¨¢ginas al a?o. Un esfuerzo descomunal que obliga a duplicar la producci¨®n que normalmente har¨ªan para una serie regular.
La historia
Reckless es un personaje que resulta conocido por todos, un clich¨¦ que ya hemos visto antes en el cine interpretado por Steve McQueen o Robert Reford, pero que Brubaker lleva un paso mas all¨¢ dot¨¢ndolo de un pasado difuso y un c¨®digo moral que est¨¢ m¨¢s all¨¢ de lo pol¨ªticamente correcto. Es cierto que se repiten muchos tics del c¨®mic noir en el que tan bien se manejan Burbaker y Philips (Criminal, The Fade Out..), pero ello no desmerece en nada a un relato lleno de giros y que empieza como una aventura cl¨¢sica de detectives para desembocar en algo mucho m¨¢s grande. La historia est¨¢ ambientada en Los ?ngeles de los 80 en una ¨¦poca de profundos cambios pol¨ªticos, sociales y econ¨®micos. El protagonista tiene que hacer frente a su pasado, cuando era un agente del FBI infiltrado en una organizaci¨®n revolucionaria, y echar una mano a un antiguo amor.
Brubaker hace un magn¨ªfico retrato de la realidad pol¨ªtica de la ¨¦poca a trav¨¦s de simples pinceladas aqu¨ª y all¨¢: la crisis de la Guerra de Vietman, los movimientos anarquistas, la lucha del FBI por sofocar una posible revoluci¨®n interna y la guerra sucia de la CIA financiada a trav¨¦s del narcotr¨¢fico.
Ed Brubaker
El guionista de Maryland pasa por ser uno de los mayores talentos actuales del mundo del c¨®mic, algo que avalan sus cuatro premios Eisner. Curtido en el mundo de los superh¨¦roes, fue junto a Bendis y Millar uno de los responsables de dar forma al nuevo universo Marvel a principios del siglo XXI dot¨¢ndolo de una visi¨®n m¨¢s oscura y adulta. Memorables son sus trabajos en Capit¨¢n Am¨¦rica, creando la figura de Soldado de Iniverno, y su etapa al frente Daredevil, un personaje que encaja a la perfecci¨®n con el tono sombr¨ªo de sus relatos. En su paso DC tambi¨¦n ha firmado obras notables como Scene of the Crime (1999), Gotham Central (2003), Catwoman (2004) o El hombre que r¨ªe (2005). Pero donde m¨¢s y mejor ha brillado ha sido dentro del c¨®mic noir; sus obras (Criminal, Gotham Noir) est¨¢n a la altura de las del mejor Miller (Sin City) y ha conseguido revitalizar el g¨¦nero.
Sean Philips
Dibujante brit¨¢nico que hab¨ªa pasado por casi todas las revistas destacadas de las islas (Judge Dredd Magazine, Crisis, 2000 AD) antes de dar el salto a Estados Unidos, donde tambi¨¦n realiza trabajos para casi todas las grandes editoriales. En 1999 coincide por primera vez con Brubaker en La Escena del Crimen, aunque no como dibujante, sino como entintador. Hasta 2004 no firman una obra conjunta, Sleeper, que va a ser un primer adelanto del enorme potencial de la pareja. Su consagraci¨®n llega con la serie Criminal en Icon, un sello de Marvel para obras con una mayor libertad creativa.
Philips es un virtuoso tanto del dibujo, como puede comprobarse en sus excelentes portadas y trabajos como ilustrador, como de la arquitectura de la p¨¢gina. Es capaz de dirigir al lector hacia el punto exacto que requiere la narrativa y combina encuadres agresivos con otros de estilo m¨¢s cl¨¢sico. Su simbiosis con Brubaker es perfecta y cada una de sus obras conjuntas se ha saldado con un enorme ¨¦xito, son hoy por hoy una de las grandes parejas creativas del panorama actual del c¨®mic y un valor seguro que a¨²na entretenimiento y calidad.