Elden Ring, an¨¢lisis en progreso: tan grande que da miedo

Hoy, 23 de febrero, ten¨ªamos permiso para publicar el an¨¢lisis de Elden Ring a partir de las cuatro de la tarde. Por desgracia, y c¨®mo ya habr¨¦is deducido tanto por el t¨ªtulo como por la ausencia de nota, no va a ser el caso. Porque a pesar de sumergirnos en un bucle pr¨¢cticamente limitado a jugar, comer, jugar, dormir y jugar de nuevo desde que lo recibimos la semana pasada, la nueva obra de From Software sigue teniendo desaf¨ªos por superar y secretos por descubrir. Al momento de redactar estas l¨ªneas, el contador de nuestra partida ya supera las 75 horas de juego y el jefe final ¡ªal menos, creemos que lo es¡ª est¨¢ a pocos pasos de distancia, pero la aventura dista de terminar.

Porque lo ¨²ltimo de Hidetaka Miyazaki, director de Dark Souls, Bloodborne y otros t¨ªtulos para los que sobran presentaciones, es una ¨¦pica de escala incomparable, m¨¢s abrumadora con el paso de las horas que durante el siempre prometedor ¡ªpero rara vez tan cumplidor¡ª inicio. Elden Ring no solo es el juego m¨¢s grande de la compa?¨ªa, lo es a una distancia enorme, solo comprensible tras dedicarle decenas literales de horas. Castillos y pantanos, bosques y monta?as, ciudades y mazmorras; su mundo abierto se encarga de recopilar, homenajear y subvertir los ambientes por los que tan c¨®modamente se ha movido estos a?os el estudio, solo que ahora en un colosal espacio en el que cabalgar y saborear una clase de libertad por momentos apabullante.

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El mundo de Elden Ring no es uno dominado por los iconos y las misiones de un Assassin¡¯s Creed o un The Witcher. Tampoco es uno que indique con la claridad de Breath of the Wild la ubicaci¨®n de sus objetivos principales. A pesar del evidente cambio en el formato, sigue siendo un Souls. Esto es, un juego lleno de misterios y descubrimientos; de personajes que hablan entre enigmas; de lugares inalcanzables a menos que demos con la ruta adecuada, no siempre tan evidente. No es un simple espacio abierto por el que repartir cosas, es una obra de ingenier¨ªa jugable que se retuerce en todas las direcciones, cambia de altura, de ambiente y de tipo de dise?o a placer, sin perder la coherencia ni dejar de sorprender.

Siempre hay alg¨²n sitio al que ir, siempre hay estructuras tentando en el horizonte y siempre hay enemigos dispuestos a sabotear nuestras expediciones. A veces acabamos en cuevas sin importancia para el desarrollo principal, pero llenas de materiales para mejorar nuestra arma o nuestros esp¨ªritus (¨²tiles invocaciones para aquellos que jueguen offline); otras, recorremos una fortaleza llena de enemigos y trampas pensando que igual al final nos espera uno de los grandes jefes de los que habla la introducci¨®n, pero la recompensa real son nuevas armas, esp¨ªritus, magias o pistas que se?alen con la vaguedad habitual hacia otra direcci¨®n. La sensaci¨®n de estar perdido es casi constante; pero la de encontrar algo de valor, o de ver algo nuevo, tambi¨¦n.

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A pesar de su escala ¡ªy las peque?as mazmorras con motivos recurrentes que pueden recordar a los m¨¢s derivativos c¨¢lices de Bloodborne¡ª, el mundo de Elden Ring est¨¢ claramente creado a mano. Con gran atenci¨®n al detalle. Con una meticulosidad m¨¢s propia de juegos considerablemente m¨¢s peque?os. Por supuesto, su tama?o requiere concesiones, especialmente en lo que se refiere a los minijefes, a menudo reusados con diferentes colores, atributos o condiciones de pelea. Pero From ha sabido transitar al nuevo tipo de dise?o con una facilidad pasmosa. Como en el caso de Nintendo y Breath of the Wild, no se limita a adaptar las convenciones de otros, reimagina las suyas y crea algo tan familiar como refrescante en el proceso. Un nuevo modelo. Un juego que, sin lugar a dudas, inspirar¨¢ a los otros que vengan detr¨¢s.

Anoche, en momento en el que correspond¨ªa escribir el an¨¢lisis si nos hubi¨¦semos empe?ado en sacarlo hoy, lo que hicimos fue bajar por una amplia y bella zona opcional que, en vez de culminar en el esperado jefe, lo hac¨ªa en un puzle y otra ¨¢rea a la que dif¨ªcilmente se podr¨ªa hacer justicia con palabras ¡ªpero nos abstendremos de ense?ar aqu¨ª para no robaros ese momento¡ª. Se trata de uno de nuestros lugares favoritos de todo Elden Ring, o de toda la trayectoria del estudio en general. Y mira que hay buenas opciones para elegir. Al final, por supuesto, s¨ª que hab¨ªa jefe. Uno que los fans pronto contar¨¢n entre sus favoritos de esta serie de juegos. Ponemos la mano en el fuego. Y si estuvi¨¦semos escribiendo el an¨¢lisis, ni lo habr¨ªamos visto.

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As¨ª que cada cosa a su tiempo. 75 horas despu¨¦s de empezar, a¨²n nos quedan rincones del mapa por ver (?os hemos dicho que tambi¨¦n se extiende por debajo de la tierra y no solo en forma de mazmorras?), subtramas por investigar, enigmas por resolver y un NG+ con el que experimentar, aunque sea de forma breve. La vida de un buen Souls se extiende m¨¢s all¨¢ de sus cr¨¦ditos y queremos que el an¨¢lisis refleje eso. As¨ª que os instamos a volver antes del lanzamiento para leer la versi¨®n completa y, mientras tanto, os dejamos con una peque?a selecci¨®n de im¨¢genes ¡ªtodas pertenecientes al primer cuarto del juego¡ª para ir abriendo boca. Elden Ring (casi) est¨¢ aqu¨ª, y os aseguramos desde ya que la espera ha valido por completo la pena.

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