Total War: Warhammer 3, an¨¢lisis. La ¨¦pica conclusi¨®n de una trilog¨ªa imprescindible

Total War: Warhammer 3 marca el cierre a un cap¨ªtulo glorioso para la franquicia de Creative Assembly. Acostumbrados a que los brit¨¢nicos se centraran en contextos hist¨®ricos del pasado, su colaboraci¨®n con Games Workshop cumpl¨ªa los deseos de los fans de la rama Fantasy. Y es que la lucha iniciada en 2016 ha repasado pr¨¢cticamente todos los escenarios y facciones con un cuidado excepcional. El trato a la licencia ha sido uno de los factores clave para el ¨¦xito de la trilog¨ªa.

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Con la tercera entrega llegamos a ese punto donde se pone en pr¨¢ctica el aprendizaje adquirido durante los a?os. Es m¨¢s y mejor en planteamiento, a lo que se le a?ade la introducci¨®n de mec¨¢nicas nunca antes vistas en la franquicia. Jugar como Demonios del Caos es entrar en un juego completamente diferente a si eliges los Reinos Ogros, por ejemplo. La creaci¨®n de un Dios lleva a la saga a abrazar el RPG, otra capa m¨¢s de profundidad a una f¨®rmula ya de por s¨ª compleja.

Antecedentes: las claves antes de jugar

La franquicia Total War siempre ha mantenido una curva de aprendizaje importante antes de disfrutar plenamente de sus posibilidades. Hasta el momento los tutoriales dentro de la campa?a llevaban de la mano a quienes se introduc¨ªan por primera vez. Algunas entregas, como Total War: Rome 2, serv¨ªan como una introducci¨®n general al bucle jugable que propone Creative Assembly, tanto en batalla como en la gesti¨®n del imperio.

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El estudio ha querido aliviar a esta parte de la comunidad con la introducci¨®n de un pr¨®logo a la campa?a El Reino del Caos. Nada m¨¢s arrancar te sumergir¨¢s de lleno en una minicampa?a de alrededor de cinco horas a modo de tutorial interactivo. Se te mostrar¨¢n todas las mec¨¢nicas b¨¢sicas y las novedades introducidas en esta entrega.

Los veteranos deben estar tranquilos: en absoluto es una imposici¨®n para acceder a la oferta completa. Sin embargo, lo que nos encontramos en este pr¨®logo tiene bastante m¨¢s valor que un tutorial m¨¢s. Los hechos que se narran te permiten contar con la perspectiva completa de la campa?a El Reino del Caos. No queremos reventar las sorpresas: lo que s¨ª podemos decir es que vives de primera mano qu¨¦ es lo que desencadena el enorme conflicto posterior.

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Los esfuerzos narrativos son palpables. Durante todo el pr¨®logo vas observan el desarrollo de los personajes principales y c¨®mo algunos terminan cuestionando sus propias convicciones. Todo el envoltorio a la acci¨®n cl¨¢sica de Total War tiene un empaque importante. El tratamiento de la narrativa sorprende por momentos. Las escenas argumentales, desarrolladas a trav¨¦s de im¨¢genes de arte, ganan fuerza por la fuerza de las interpretaciones. El doblaje se encuentra en perfecto ingl¨¦s salvo los comentarios del consejero, que est¨¢ doblado al castellano. Eso s¨ª, todo cuenta con subt¨ªtulos a nuestro idioma.

Ursun y la voluntad del Caos

La campa?a El Reino del Caos es el plato fuerte de una oferta diversa, tal y como nos tienen acostumbrados a lo largo de la franquicia. El conflicto enfrenta a ocho facciones jugables en un mapa donde se encuentran m¨¢s de 100 grupos aut¨®ctonos. De base es un n¨²mero importante. Se dobla la cifra de las facciones bajo nuestro control respecto al lanzamiento de Total War: Warhammer 2. Pero en este aspecto va m¨¢s all¨¢ de aumentar el cat¨¢logo disponible: su ¨¦xito radica en las importantes diferencias que hay en sus estilos de juego.

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Manejar a cada facci¨®n se convierte pr¨¢cticamente en un Total War diferente. Podr¨¢s manejar a Kislev, Demonios del Caos, Reinos Ogros, Gran Catai, Khorne, Nurgle, Tzeentch y Slaneesh. La primera es la recomendada para nuestros primeros pasos. La Reina de Hielo defender¨¢ a la Madre Patria con todos los artilugios m¨¢gicos a su disposici¨®n. Destaca por la creaci¨®n de La Corte de Hielo, una escuela de doncellas y brujas que usar¨¢n la magia de hielo en pleno combate.

La mec¨¢nica es muy sencilla. Cada turno desde su creaci¨®n te pedir¨¢ que selecciones c¨®mo quieres enfocar al personaje. ?Ser¨¢ una doncella de la tempestad? ?O prefieres que siga los preceptos tradicionales del hielo? Puedes elegir a mano una serie de rasgos que determinan su versi¨®n final, que se a?adir¨¢ a tus filas como h¨¦roe (doncella) o se?ora (bruja). Ser¨¢n factores decisivos para mantener el trono alejado de las garras de otras ramas creyentes de Ursun.

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Pero el elemento m¨¢s diferenciador y atractivo de entre los elegidos pasa por las fuerzas de los Demonios del Caos. Podr¨¢s dar forma y nombre a tu propio Pr¨ªncipe Demonio a trav¨¦s de una campa?a en la que buscar¨¢s agradar a varias deidades. Como si de un juego de rol se tratara, puedes personalizar su rendimiento en combate con multitud de partes del cuerpo intercambiables.

Cuando captures un asentamiento o derrotes a un ej¨¦rcito, el Pr¨ªncipe podr¨¢ hacer una ofrenda a los dioses que tu desees: los tuyos propios del Caos, Khorne, Nurgle, Slaanesg y Tzeentch. Eso sumar¨¢ puntos en su casillero que ir¨¢ desbloqueando progresivamente nuevas partes. Si construyes edificios en su honor o eliges decretos concretos, todo formar¨¢ parte de un global que te abrir¨¢ nuevas oportunidades jugables.

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Y es que la cantidad de builds que puedes crear es bastante alta. Hasta 10 huecos puedes ocupar. Puedes combinar, por ejemplo, un brazo izquierdo de Khorne con unas alas de Tzeentech. Todos ellos te dar¨¢n multitud de rasgos, acciones pasivas y activas con las que moldear tu propio ej¨¦rcito del Caos. Dada la naturaleza b¨¦lica de estos monstruos deformes, observar¨¢s en la batalla que son unas tropas de control err¨¢tico, pero que no dudan en lanzarse contra el enemigo sea el coste que sea.

Camino al dominio mundial

Olvidad por un momento la guerra por el control del Gran V¨®rtice. En Total War: Warhammer 3 librar¨¢s una batalla global por alcanzar la posici¨®n de Ursun, el Dios Oso de Kislev, que se encuentra agonizando en las entra?as de los Reinos Oscuros. Durante los primeros turnos de la partida tendr¨¢s que lidiar con las potencias que amenazan tus asentamientos; no ser¨¢ hasta antes de entrar en el ecuador cuando se muestren las verdaderas cartas.

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Las facciones tienen una meta diferente. Kislev, por ejemplo, quiere curar a su Dios, mientras que Khorne busca la ofrenda definitiva: la calavera de una figura ancestral. Sea cual sea, durante la partida Ursun rugir¨¢, lo que abrir¨¢ portales que variar¨¢n su finalidad. Algunos te llevar¨¢n a otras dimensiones para combatir con fuerzas del Caos; permanecer¨¢n activos durante un periodo limitado de tiempo. Eso s¨ª, no debes perseguir a rajatabla este objetivo. Hay otras condiciones de victoria para quienes solo est¨¢n interesados en el dominio global. Ganar¨¢s si controlas 50 provincias tras capturar varios puntos clave de otras facciones.

Los jugadores habituales de Total War encontrar¨¢n algunas mejoras relevantes en el sistema de diplomacia. La m¨¢s ¨²til bajo nuestro juicio es la advertencia de expulsi¨®n de nuestras fronteras. Si una unidad de otra facci¨®n entra en nuestro territorio, podemos mandar una advertencia sobre ¨¦l para que abandone el lugar en un plazo de dos turnos. En caso de que persista, entablar¨¢s una guerra con ellos sin penalizaciones con el resto de los participantes.

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El multijugador se refuerza con la posibilidad de jugar a la campa?a con una versi¨®n para hasta ocho jugadores. Adem¨¢s, encontrar¨¢s otras dos experiencias conducidas por la narrativa para tres y seis jugadores. Tambi¨¦n encontrar¨¢s los cl¨¢sicos escenarios de guerra y las partidas igualadas v¨ªa matchmaking.