OlliOlli World, An¨¢lisis. Pureza y estilo sobre ruedas

Es dif¨ªcil no jugar a OlliOlli World con una sonrisa en la cara. Roll7 ha logrado evolucionar una f¨®rmula que parec¨ªa haber dicho ya su ¨²ltima palabra a trav¨¦s de lo que m¨¢s importa en un videojuego: las mec¨¢nicas. Cuando el skate tendi¨® la mano al g¨¦nero de los plataformas all¨¢ por 2014 fuimos muchos los que comenzamos a relacionar los viajes en transporte p¨²blico con la obra original y su secuela, OlliOlli2: Welcome to Olliwood, en la distintiva PS Vita. M¨¢s de un lustro m¨¢s tarde, el estudio londinense ha crecido a nivel creativo y profesional, cuyo acuerdo con Private Division nos permite tener ahora un OlliOlli m¨¢s grande y ambicioso. No necesariamente mejor; pero s¨ª m¨¢s accesible, atrevido y variado.

A grandes rasgos, OlliOlli World conjuga el skate en 2.5D mediante fases plataformeras en las que el objetivo va m¨¢s all¨¢ de llegar al final de la pantalla y pasar a la siguiente fase. La gracia est¨¢ en hacerlo bonito, en sentir que el excelente control logrado con esta tercera entrega fluya y se interiorice en nosotros. Pocas revoluciones hasta el momento, pues esta descripci¨®n es igual de v¨¢lida para para las obras originales. No es hasta que llevas unas horas jugando cuando te das cuenta de que tanto el dise?o de niveles como la implementaci¨®n de sutiles cambios en el esquema de control hacen que sea esta la entrega m¨¢s completa, la que mejor se sincroniza tanto con el g¨¦nero al que se dirige como con los tiempos actuales, donde todo est¨¢ conectado y la competici¨®n va m¨¢s all¨¢ de con nosotros mismos.

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Radlandia, sumergidos en un bucle sin fin

Radlandia es un lugar entra?able. Salta a la vista una apariencia que bien recuerda a Hora de Aventuras, pero eso en realidad es pura est¨¦tica. OlliOlli World es color, es car¨¢cter y es gusto, porque te transmite constantemente que la sofisticaci¨®n y la elegancia en cada giro, en cada truco, es la meta ¨²ltima. No importa tanto el hecho de llegar al final, sino de c¨®mo lo hagas. Y, por encima de todo, entender que la fase que llevas horas empe?ado en hacer ?perfecta? siempre tiene margen de mejora. Son tantas las posibilidades, los tipos de trucos, las posturas y las bifurcaciones que siempre se puede rascar un poco m¨¢s de puntuaci¨®n.

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OlliOlli World quiere que te vengas arriba. Por eso te invita a subirte a la tabla y conocer a los dioses m¨ªsticos del skate en busca de Gnarvana. Hemos de reconocer que en ocasiones el juego es demasiado atosigante con l¨ªneas de texto que no llevan a ning¨²n sitio y se empe?a, quiz¨¢ sin necesidad, en contarnos una historia que queda en un segundo plano. Porque insistimos: aqu¨ª lo que brilla son las mec¨¢nicas, un control sin flecos y el dise?o de escenarios. La trama aporta m¨¢s bien poco.

El excentricismo que rodea a todo este mundo, con cientos de colores para representar cada objeto que vemos en pantalla, personajes irreverentes tanto en su forma de ser como de vestir, as¨ª como localizaciones memorables, cohesionan a la perfecci¨®n con el tono y la ambientaci¨®n urbana. Est¨¢ cuidado al mil¨ªmetro, hasta en los m¨¢s peque?os detalles, y toda esa suma de factores resulta en un lugar en el que te sientes c¨®modo. Es abrumadora la cantidad de opciones de personalizaci¨®n disponibles para nuestro personaje; el profundo sistema de combos con m¨¢s de 100 movimientos; o las pistas de m¨²sica, que mantienen su estilo electr¨®nico e IDM que tan bien sentaron a los t¨ªtulos de la d¨¦cada pasada.

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Hay dos formas de enfrentarte a OlliOlli World: dejarte llevar como si de un juego de plataformas se tratase, avanzando nivel a nivel, o pararte y no pasar al siguiente mundo (hay un total de cinco) hasta que no has exprimido al m¨¢ximo cada uno de ellos. Es curioso, pero esa ingente variedad de combos, acrobacias y trucos hacen que cada partida sea distinta a pesar de que, en realidad, el esquema de comandos es extremadamente sencillo. Lo que se suele denominar easy to play, hard to master. Roll7 ha dejado de nuevo su impronta en la curva de ense?anza y aprendizaje, bien equilibrada. Eso s¨ª, es un juego mucho m¨¢s permisivo con el error ¡ªpenaliza menos y aumenta su n¨²mero de check points¡ª. En cada mundo aprendes nuevas mec¨¢nicas, formas de relacionarte con la tabla y con el entorno. A tal efecto, la rejugabilidad es norma.

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Al desbloquear algo nuevo t¨² mismo te das cuenta de que podr¨¢s volver atr¨¢s y duplicar o triplicar la puntuaci¨®n de esa fase que cre¨ªas dominada. Y as¨ª constantemente. Creer que el objetivo es ¨²nicamente llegar al final sin caerte es simplemente ara?ar la superficie. El desaf¨ªo de hacerlo a¨²n mejor es la clave del ¨¦xito, y para alentarnos el t¨ªtulo te muestra de forma aleatoria puntuaciones de otros jugadores, que generalmente suelen ser m¨¢s altas para que te piques; para que estudies ese salto y c¨®mo puedes ganar arriesgar un poco m¨¢s para batir al resto. Las clasificaciones en l¨ªnea dan verdadero v¨¦rtigo. Se nota que hay jugadores muy experimentados y con un dominio total de la tabla. Es mel¨®dico y es, ante todo, satisfactorio entrar en ?la zona?. Dependiendo de nuestra habilidad, tardaremos m¨¢s o menos en hacer puntuaciones incre¨ªbles, pero cuando lo consigues es extremadamente gratificante. No todos los desaf¨ªos de cada fase son igual de org¨¢nicos ni est¨¢n igual de bien explicados; aunque por lo general son suficientemente intuitivos y atractivos.

¡°Una m¨¢s y sigo ma?ana¡±

Cada fase cuenta con tres desaf¨ªos ¡ªque var¨ªan por cada nivel¡ª y tres puntuaciones. Ahora bien, y sin que sirva de destripe, invitamos a completar el juego hasta el final para desbloquear un desaf¨ªo adicional apto solo para aquellos que quieran dedicar decenas de horas al juego. Sin exagerar. La primera vuelta puede darnos para cuatro o cinco horas, pero realmente la campa?a no deja de ser una toma de contacto con las mec¨¢nicas y el lenguaje del juego. Es en las ligas multijugador endgame donde se abre otra capa de posibilidades. Cada d¨ªa hay fases generadas al azar en la que todo el mundo compite (daily grind), t¨² eliges si quieres participar en algunos m¨¢s o menos complejos. Tambi¨¦n podemos crear nuestros propios niveles en base a criterios determinados. El juego se encarga de crear un nivel aleatorio en base a ese filtro inicial; adem¨¢s, podemos mandar el c¨®digo a los dem¨¢s para que intenten superar nuestras puntuaciones.

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A partir de ah¨ª, el multijugador es as¨ªncrono, pues el objetivo pasa por mejorar las puntuaciones de los dem¨¢s¡­ y viceversa. De este modo, OlliOlli World solo te demanda quince o veinte minutos al d¨ªa si quieres formar parte de estas competiciones. Nos parece un a?adido muy oportuno que alargar¨¢ ostensiblemente la conversaci¨®n alrededor del que va a ser, con total seguridad, uno de los mejores videojuegos independientes de 2022. Eso s¨ª, esper¨¢bamos m¨¢s de este modo multijugador, tanto en opciones como en variedad. No deja de ser un a?adido un tanto superficial.

Antes de finalizar, una peque?a menci¨®n al apartado art¨ªstico, un aspecto totalmente subjetivo que dar¨¢ lugar a todo tipo de opiniones. A nosotros nos ha parecido un acierto porque, m¨¢s all¨¢ de ese estilo cartoon similar a la serie de Pandleton Ward y Cartoon Network, tiene mucha personalidad. El uso del color es inteligente, los dise?os no se acomplejan en exceso y el juego siempre te deja ver con claridad cada elemento. No est¨¢ sobrecargado de cosas. Las animaciones del skater son una gozada. Quienes se hagan con el juego en PS5 y Xbox Series pueden jugar en hasta 120 FPS con monitores compatibles; mientras que quienes prefieran la portabilidad, se?a propia de la saga, tienen en Nintendo Switch la respuesta directa a la ¨¦poca de PS Vita. Se ve de maravilla, la imagen es fluida, sin tirones, y la resoluci¨®n es HD. Impecable, en todo.

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Hemos realizado este an¨¢lisis con un c¨®digo de descarga suministrado por Best Vision PR en Nintendo Switch.