Spider-Man: No Way Home, cr¨ªtica sin spoilers. La madurez de un sue?o
La mejor pel¨ªcula de Tom Holland en el Universo Marvel es tambi¨¦n un deseo cumplido para los fans y, sobre todo, un homenaje a la figura de Peter Parker.
Spider-Man: No Way Home es el mayor fen¨®meno del a?o en el mundo del cine, ese halo de luz que detonar¨¢ un regreso masivo a las salas por parte de los aficionados al Universo Cinematogr¨¢fico de Marvel. Unas salas que en 2019 se supieron triunfantes con aquella Vengadores: Endgame convertida en acontecimiento. Y aqu¨ª estamos ahora, dispuestos a relatar nuestras sensaciones sin recurrir a destripes argumentales, digiriendo una pel¨ªcula que te habla de segundas oportunidades. Un sue?o cumplido que es, ante todo, una gran pel¨ªcula de Peter Parker. Tom Holland ya es un verdadero Spider-Man.
Perder, aceptar y entender la responsabilidad de esa m¨¢scara
Terminar la trilog¨ªa de un superh¨¦roe, sea o no su final, implica tomar decisiones, transmitir al espectador que el tiempo no pasa en balde y, sobre todo, dar cohesi¨®n a todo lo que ha sucedido antes para comprender lo que est¨¢ pasando ahora. Parece que Jon Watts ha querido ce?irse a esa condici¨®n, la de definir a un actor carism¨¢tico, inconfundible por su carisma, pero que necesitaba saberse Peter Parker. En Spider-Man: Homecoming y Spider-Man: No Way Home tuvimos dos relatos notables, pero algo difusos. Un joven adolescente sumergido en una comedia en la que la diversi¨®n se cogi¨® por bandera. Esta tercera parte divide su estructura en tres grandes actos, con el primero de ellos como piedra de toque para hablarnos de ese contexto y pasar a la acci¨®n sin apenas segundos para coger aire.
Es ah¨ª donde se rompe el cascar¨®n, tras unos primeros treinta minutos realmente ¨¢giles, r¨¢pidos, que cierran Far From Home y te hacen leer entre l¨ªneas que esta pel¨ªcula no busca repetir la f¨®rmula superher¨®ica de obras como Capit¨¢n Am¨¦rica: Civil War, en la que tambi¨¦n tuvimos una gran reuni¨®n de personajes dividida en bandos. Aqu¨ª la acci¨®n no se superpone a la trama, sino que No Way Home es una historia de resoluci¨®n y asimilaci¨®n; un homenaje a la figura de Peter Parker con m¨¢s l¨¢grimas que sonrisas.
Por primera vez en una pel¨ªcula del trepamuros, su identidad ha sido revelada al mundo, con los riesgos que ello implica para sus seres queridos y para consigo mismo. El deseo de revertir la situaci¨®n es el leitmotiv de todo el metraje; la clave reside en c¨®mo se llega hasta ah¨ª y las consecuencias que tiene. Todo gran cambio implica un sacrificio.
Junto con Spider-Man 2 de Sam Raimi, estamos ante la cinta que mejor construye al personaje, que reflexiona sobre la p¨¦rdida y hace entender al protagonista que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Chris McKenna y Erik Sommers convencen con el guion, que tras ese primer acto da la sensaci¨®n de estar queriendo meterse en demasiados l¨ªos. Hasta tal punto que llegas a pensar que va a ser imposible cerrarlo todo con ¨¦xito en tan solo dos horas m¨¢s. Pero lo consigue. Lo logra utilizando momentos del segundo tercio para deleitar con conversaciones que solo aquellos que hayan visto las anteriores entregas podr¨¢n interpretar. Y hasta aqu¨ª podemos leer.
Porque el multiverso es otra forma de referirnos a abrir un libro en blanco dispuesto a juntar todo tipo de historias, sorpresas y revelaciones que tanto Holland (Peter Parker) como Zendaya (MJ) y Jacob Batalon (Ned) acontecen en primera persona a la vez que el espectador. Especialmente rese?able es la figura de la artista estadounidense, mucho m¨¢s metida en el papel que en las regulares anteriores actuaciones. No en vano, el que m¨¢s sale ganando es Holland, convertido al completo en Peter Parker. Al cabo de los t¨ªtulos de cr¨¦dito tienes ese sabor de boca tan especial de creer que ahora s¨ª es un Spider-Man can¨®nico. Uno que ha dado alegr¨ªas a Sony ¡ªen todos los sentidos¡ª y que seguir¨¢ nutriendo el Universo Cinematogr¨¢fico de Marvel convencido de su destino, que no es otro que proteger. Entrar en la edad adulta es algo que no aprende solo, sino que lo entiende y asume a base de golpes, reveses y lecciones respetando el estilo de los c¨®mics. Y eso era muy importante.
Una buena idea que cumple lo que promete
Spider-Man: No Way Home es un acontecimiento cinematogr¨¢fico por mucho m¨¢s que simplemente poder ver de nuevo en pantalla a Doctor Octopus, Duende Verde, Lagarto, Electro y el Hombre de Arena, creednos. Jon Watts se ha desmarcado de anteriores cintas y deja para el recuerdo escenas inolvidables; especialmente unos 40 minutos finales que se pasan como un suspiro. En realidad, la pel¨ªcula se pasa volando. No es perfecta, con motivaciones que conducen los primeros dos tercios de la trama que pueden no llegar a convencer, pero por suerte todo se ubica como es debido y se da coherencia al relato.
La llegada de tantos personajes al Universo de Disney responde a aquellos villanos que conoc¨ªan la identidad del trepamuros en otros universos. Solo ellos. Imaginad la cantidad de conflictos argumentales que se topan de golpe. Algunos murieron, otros no. Entonces, ?por qu¨¦ est¨¢n todos aqu¨ª? La elegancia con la que se resuelven todos esos choques es l¨®gica, dentro de lo que cabe; aunque no da tiempo a profundizar en cada uno de ellos tanto como se merecen.
Uniendo el pasado con el presente para vislumbrar el futuro
Asimismo, el declarado tinte c¨®mico de anteriores pel¨ªculas del Spidey del UCM se despide aqu¨ª de ese tono al cabo del primer acto. A partir de ese momento se entra en una rueda de sucesos terriblemente dram¨¢ticos, complicados de asimilar, solo que de nuevo bien construidos y apoyados por aquellas aptitudes que han caracterizado siempre a Spider-Man. ?nicamente diremos que nos ha gustado el nuevo registro de Holland, que demuestra que adem¨¢s de carism¨¢tico es un buen actor. Ni qu¨¦ decir tiene lo mucho que suman tanto Alfred Molina como Willem Dafoe, aunque tengamos que aceptar que tener a tantos Siniestros en el casting implique dividir sus minutos de metraje en pantalla.
Hay momentos de la pel¨ªcula que hay que vivir en primera persona, en pantalla grande; para regresar de verdad diez, quince o veinte a?os atr¨¢s. El montaje, la direcci¨®n de sonido y la puesta en escena son seguramente las mejores de esta etapa del hombre ara?a en el cine. La mayor pega que encontramos es que esta reuni¨®n de grandes villanos se podr¨ªa haber estructurado de otro modo, que esta misma historia se podr¨ªa haber contado con un poco m¨¢s de profundidad; quiz¨¢ habiendo agilizado un poco ese segundo tramo para atender mejor el fenomenal ¨²ltimo tercio. Adem¨¢s, el impacto hubiese sido mayor si en los tr¨¢ileres se hubiesen desvelado menos cosas. Al final, hay muchas sorpresas, pero otras dejan de serlo por las circunstancias.