Jett: The Far Shore
- PlataformaPS46PC6PS56
- G¨¦neroAventura
- DesarrolladorSuperbrothers
- Lanzamiento05/10/2021
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorSuperbrothers
JETT: The Far Shore, An¨¢lisis. Una idea reprimida por numerosas limitaciones
Lo nuevo de Superbrothers no termina de funcionar a pesar de su universo y su interesante planteamiento, lastrado por problemas mec¨¢nicos y de control.
Cuando conocimos la existencia de JETT: The Far Shore no pudimos sino anotar su nombre en la lista de pendientes viniendo de donde viene. Superbrothers, una organizaci¨®n canadiense dedicada al mundo del dise?o desde hace casi dos d¨¦cadas, nos sorprend¨ªa en 2012 con el fenomenal Sword & Sworcery EP, una aventura de acci¨®n y exploraci¨®n aderezada por un mundo apasionante, m¨ªstico.
Tras esa primera incursi¨®n en los videojuegos de la mano de Capybara (Grindstone), hemos tendido la mano a ciegas con este nuevo t¨ªtulo, una odisea espacial que de nuevo acierta de lleno con la premisa de su voluntad art¨ªstica, capaz de construir un universo fascinante sobre el papel, pero err¨¢tico, autolimitado y empa?ado por decisiones de dise?o capaces de traducirse en frustraci¨®n. Es una l¨¢stima, pero JETT: The Far Shore es un experimento algo fallido por un motivo muy sencillo: su principal prop¨®sito es la exploraci¨®n de territorios desconocidos, pero la libertad para conocer nuestro alrededor es escasa.
Expedici¨®n interestelar en un mundo abierto encorsetado
Comencemos por el principio. JETT: The Far Shore nos invita a embarcarnos en una expedici¨®n interestelar en busca de un futuro incierto. El presente, ahogado por el olvido, inquieta a una poblaci¨®n en busca de respuestas. Y es ese el cometido de Mei, procedente de una tribu con ascendencia religiosa; la protagonista de esta aventura de acci¨®n en un enorme planeta oce¨¢nico nunca antes incursionado por seres humanos.
Mei es una de las pocas elegidas para esta tarea, cuya premisa argumental es la mar de interesante por c¨®mo se nos va narrando no solo el pasado del personaje y su tribu, sino lo que sucedi¨® cientos de a?os antes del comienzo de la aventura. Una especie de space opera de la que solo podemos decir cosas buenas en su dise?o de sonido y arte; no as¨ª en el dise?o de mec¨¢nicas. Mei y una decena de personas viajar¨¢n en estas naves llamadas jett para descubrir territorios marcados por la inmensidad y la hostilidad de lo desconocido. Seres vivos misteriosos, inclemencias climatol¨®gicas, olas mar¨ªtimas impredecibles, horizontes sorprendentes¡ Y un mensaje que aboga por el respeto a los ecosistemas y el uso responsable de los bienes que nos aporta la naturaleza.
En el proceso deberemos informar a la nave nodriza de nuestros progresos, que se van compilando en forma de datos a trav¨¦s de un registro enciclop¨¦dico. Es inmersivo, es atractivo en lo visual y te sumerge desde el primer minuto. No dejas de preguntarte qu¨¦ es lo que te espera y por qu¨¦ eres t¨² la persona elegida para este viaje intergal¨¢ctico. Lo cierto es que esa primera hora de juego no se ve correspondida por el resto de la aventura.
Atravesando lo m¨¢s rec¨®ndito del espacio¡ con un control irregular
Es desde que empezamos a familiarizarnos con los controles cuando nos damos cuenta de los puntos flacos de lo nuevo de Superbrothers, que funciona mucho mejor sobre el papel, como experiencia cinematogr¨¢fica, que como videojuego propiamente dicho. Dejando a un lado el excelente uso de los gatillos adaptativos de DualSense de PS5, la manejabilidad de la nave es inc¨®moda. La energ¨ªa del veh¨ªculo depende de la gesti¨®n de los turboreactores: no podemos sobrecargar el motor. Dependiendo de si queremos iniciar un viaje de varios kil¨®metros o desplazarnos a ras de suelo en peque?as distancias, la movilidad ha de ser una u otra. Tras casi una decena de horas de partida no nos hemos acostumbrado y encontramos problemas graves de dise?o.
A pesar del empe?o del personaje Isao, que nos acompa?a en todo momento, por presentar cada nueva mec¨¢nica ¡ªcreednos, hemos estado constantemente con una actitud receptiva en ese proceso de familiarizaci¨®n¡ª, en la pr¨¢ctica no es ¨¢gil, no es c¨®modo y, en ocasiones, el comportamiento del jett roza lo arbitrario. Los periodos de exploraci¨®n en la propia nave constan de dos mec¨¢nicas principales: un gancho para recoger y lanzar objetos; y un radar para identificar elementos del entorno en proceso de investigaci¨®n.
El principal problema es la sensibilidad del control de la nave, con constantes choques y da?os, f¨ªsicas algo irreales m¨¢s una dificultad evidente para sobrevolar seg¨²n qu¨¦ zonas. Ni la c¨¢mara se sit¨²a como es debido ni la reacci¨®n del jett a los comandos funciona como deber¨ªa.
El punto en que tenemos m¨¢s capacidad de interacci¨®n con el resto de tripulantes es cuando abandonamos el jett, con perspectiva en primera persona, pero son situaciones extremadamente constre?idas y, en ocasiones, decepcionantes. El planteamiento del contexto es interesante, solo que se desaprovecha este rico lore; no culmina y, para remate, llegamos al final sin tener repuesta de muchos de los interrogantes planteados por el propio juego. Es una idea pendiente de rematar, lastrada por su propia ejecuci¨®n a los mandos. Ten¨ªamos la esperanza de sorprendernos por una gran historia. Hay situaciones de lucidez en lo narrativo, con elementos que aprovechan la naturaleza ¨²nica del videojuego. No obstante, son muy pocos. Adem¨¢s, el hecho de tener un personaje gu¨ªa, al m¨¢s puro estilo Navi en The Legend of Zelda: Breath of the Wild, desentona y demuestra que el juego no ha sido capaz de transmitir su mensaje sin recurrir constantemente al lenguaje verbal. Te sientes encadenado: los momentos de libertad est¨¢n obstaculizados por las propias limitaciones del JETT.
Y es as¨ª como te aproximas al final, en una monta?a rusa de sensaciones, un choque de buenas ideas pobremente ejecutadas, aunque su componente audiovisual pueda servir de gancho suficiente para continuar. La gran virtud de JETT es que los temas que trata y el misticismo que escriben su mundo est¨¢n bien cohesionados con la atm¨®sfera. Se percibe su mensaje ecologista y c¨®mo critica sabiamente las consecuencias de la avaricia humana y el cambio clim¨¢tico. Vivimos en un mundo finito, con recursos limitados, lo que nos obliga a ser responsables y respetuosos con el resto de seres que nos rodean. No olvidaremos JETT: The Far Shore por su excelente banda sonora, compuesta por scntfc (Oxenfree, Afterparty) ni por una direcci¨®n art¨ªstica digna de los grandes estudios; pero s¨ª lamentaremos su equivocado esquema de control en una aventura extremadamente autolimitada.
Hemos realizado este an¨¢lisis en PS5 a trav¨¦s de un c¨®digo de descarga facilitado por Popagenda.
Conclusi¨®n
JETT: The Far Shore es un videojuego con un prop¨®sito tan original como apasionante, puro y extremadamente asociado a las ciencias naturales. Sin embargo, su primera hora promete cosas que no se cumplen ni en lo narrativo ni en lo jugable, por mucho que haya momentos org¨¢nicos realmente meritorios. Superbrothers no ha consumado el control de la nave, un elemento fundamental de la jugabilidad, y cuenta con cambios de ritmo algo irregulares. Por suerte, su excelente apartado art¨ªstico, tanto en lo visual como en lo estrictamente sonoro, facilitan que sigas enganchado hasta un final que, por desgracia, deja sobre la mesa alg¨²n que otro interrogante.
Lo mejor
- Su banda sonora y un apartado art¨ªstico sublime.
- El contexto de su universo engancha desde el primer momento.
- Volar y explorar es muy satisfactorio¡
Lo peor
- ¡pero el control de la nave, muy mejorable.
- Su ritmo, en ocasiones excesivamente lento.
- Demasiadas preguntas sin responder.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.