Venom: Habr¨¢ Matanza, Cr¨ªtica. Luces y sombras en una secuela irregular
Andy Serkis mejora los resultados de la cinta de 2018, pero vuelve a caer en algunos errores para contarnos, realmente, lo mismo. Gran papel de Tom Hardy.
Venom: Habr¨¢ Matanza es mejor pel¨ªcula que su antecesora. Tras el ¨¦xito de una primera parte confusa, intermitente y en ocasiones desabrida, Andy Serkis toma los mandos de una cinta consciente de sus errores, deseosa de hacer llegar su mensaje en una cinta ¨¢gil, desbordante de acci¨®n y con un tono m¨¢s decidido; aun con varios momentos valle. Se acerca otro ¨¦xito en taquilla, pero el margen de mejora para una eventual tercera parte sigue siendo evidente.
Porque las primeras partes de las pel¨ªculas de superh¨¦roes siempre llegan con el lastre de tener que presentar ?la picadura de la ara?a?. Aqu¨ª no. La qu¨ªmica entre el simbionte y Eddie Brock es seguramente lo mejor de estos 90 minutos de aventura. Hay conexi¨®n entre ellos, se siente natural; funciona de principio a fin. Cualquier lector del c¨®mic entender¨¢ que la relaci¨®n de ambos, lo que entendemos como Venom, es en realidad un pulso constante entre dos fuerzas, dos voluntades con mucho en com¨²n y no pocas diferencias.
El porqu¨¦ es lo de menos; la pel¨ªcula no se empe?a en forzar el leitmotiv, simplemente se deja llevar con situaciones que rozan el absurdo y que, siendo honestos, tienen un humor que encaja con la personalidad de un Tom Hardy que borda el papel. Sin duda, la mejor representaci¨®n que hemos visto del personaje en el campo audiovisual. El problema de todo esto es que el mensaje que se transmite al espectador es exactamente el mismo que en la obra original, una oportunidad perdida para trascender.
Grandes interpretaciones tropezadas por una trama irrelevante
El inconveniente de contar con un primer acto fant¨¢stico, que narra mediante planos y lenguaje no verbal d¨®nde estamos y de d¨®nde venimos, es que todo lo dem¨¢s queda en un segundo plano. De hecho, cuando parec¨ªa que la previsible crisis de pareja iba a desentonar en algo a¨²n mayor aparece la figura de Carnage/Matanza; a priori el potencial gran villano del que todo el mundo iba a hablar.
La realidad es muy diferente. Sony Pictures nos ha acostumbrado a supervillanos extraordinarios en el Universo Spider-Man; desde Alfred Molina hasta Willem Dafoe. Tambi¨¦n nos ha dejado personajes que terminaban arruinando el conjunto. Aqu¨ª hay un poco de ambas. Woody Harrelson promete, pero no explota. Hay pocos momentos brillantes. Encaja como Matanza, solo que sus acciones y la forma de expresar lo que motiva sus acciones acaba simplific¨¢ndose en un asesino en serie empe?ado con romperlo todo.
Venom: Habr¨¢ Matanza es una pel¨ªcula empapada de contrastes y limitaciones autoimpuestas. La primera y m¨¢s importante, su necesidad de ser PG-13. Esto es, en esencia, abandonar un gore que la pel¨ªcula pide a gritos, pero no puede hacerlo. Como resultado, no vemos escenas expl¨ªcitas ni apenas sangre. No es que queramos verla, es que con su ausencia se resta credibilidad a las escenas, especialmente las de m¨¢s acci¨®n.
Una comedia subida a una monta?a rusa
Hemos de decir, ante todo, que el reparto est¨¢ bien elegido, con personajes que saben a la perfecci¨®n cu¨¢l es su lugar en la pel¨ªcula; aunque no hubiese estado de m¨¢s algo m¨¢s de metraje, forzar las dos horas de rigor y explicar mejor al espectador las motivaciones de Matanza. Pasa todo tan r¨¢pido que no empatizas, no digieres, solo procesas. Que el propio Hardy haya formado parte del equipo de autores es algo que se percibe desde el primer momento. Se le ve tan c¨®modo que nos deja ganas de m¨¢s. Ganas de verle explorar el universo superheroico de Sony o, qui¨¦n sabe, quiz¨¢ un cruce con Spider-Man del que p¨²blicamente han reconocido un sincero inter¨¦s.
Como dir¨ªan los amantes de Dragon Ball: luz, fuego y destrucci¨®n, mucha destrucci¨®n. El humor de Venom: Habr¨¢ Matanza no tiene nada que ver con lo que hemos visto en el Universo Marvel de Disney, lo cual no es necesariamente malo. Depositar todos tus esfuerzos en repetir constantemente el mismo tipo de broma es lo que quiz¨¢ no guste a una porci¨®n considerable de los aficionados. Es una l¨¢stima lo desaprovechado que queda el personaje de Michelle Williams, que se merec¨ªa m¨¢s metraje visto lo visto en la primera parte. En cierto modo, esta secuela est¨¢ planteada para que no exista la necesidad de haber visto la obra original; no en vano, si desde el principio transmites al espectador que existe un conflicto amoroso, qu¨¦ menos que darle contexto antes de entrar en escena.
Conclusiones: entretenimiento con mucho margen de mejora
Con todo, Venom: Habr¨¢ Matanza es una pel¨ªcula que pasa el corte gracias, precisamente, a Venom. Su relaci¨®n te deja constantemente con ganas de m¨¢s porque fluye de maravilla. Durante las horas posteriores al visionado nos pregunt¨¢bamos si lo mejor para este personaje hubiese sido una serie. Quiz¨¢ as¨ª sea. Su fuerza en el mundo cinematogr¨¢fico y su capacidad para convertirse en blockbuster es lo que garantizar¨¢ que no sea esta la ¨²ltima vez que veamos a Edie Brock (ojal¨¢ con Hardy de nuevo) en pantalla.
Valoramos su valent¨ªa para no sentirse acomplejada, por el qu¨¦ dir¨¢n. Por someterse a situaciones sonrojantes a cambio de una carcajada y golpetazos de todos los colores en una pareja que pide a gritos m¨¢s oportunidades. Su fundamental escena poscr¨¦ditos deja vislumbrar por d¨®nde van a ir los tiros. Sin duda, una pel¨ªcula pensada para fans del personaje, pero imperfecta por no saber equilibrar en la balanza el peso de todos los elementos que la componen.