Fracked, an¨¢lisis PSVR. Acci¨®n de altura que te har¨¢ sudar

El g¨¦nero FPS es posiblemente el que m¨¢s se ha prodigado en los juegos de realidad virtual. Tanto es as¨ª que muchas veces da pereza enfrentarse a los que van llegando. Y no es extra?o, se ha buscado lo m¨¢s inmersivo de los videojuegos que encajara a la perfecci¨®n con el sin¨®nimo de ¨¦xito, y la primera persona y la acci¨®n pistola en mano parec¨ªa tener todo de su parte para ello. Es una pena en el sentido en que no se han explotado en profundidad otras v¨ªas. Astro Bot: Rescue Mission, por ejemplo, ha demostrado que los plataformas 3D pueden ser brillantes obras maestras, que se pueden dar atemorizantes mezclas entre juegos de velocidad y ritmo como Thumper, que un juego perfecto como el sinest¨¦sico REZ resulta incluso mejor en RV o que el terror puede alcanzar cotas inimaginables con un visor puesto como ha demostrado el valiente Resident Evil VII.

La realidad virtual tiene todav¨ªa mucho que decir, y ser¨¢ con ayuda de mayor potencia que permita una experiencia m¨¢s profunda y sin los temidos problemas f¨ªsicos para el usuario, la ausencia de cables que entorpezcan el juego y nuestras ganas de ponernos a jugar y, por supuesto, con excelentes t¨ªtulos que aprovechen las todav¨ªa in¨¦ditas posibilidades del nuevo soporte. Mientras tanto toca disfrutar de lo que hoy tenemos a mano, juegos como Fracked, que hacen que nos congratulemos por poder disfrutar de experiencias que no pueden darse en ning¨²n otro lugar.

El James Bond m¨¢s abrigado en todo su esplendor

Hay mucho del James Bond m¨¢s desatado de los 60 y 70 del siglo pasado en Fracked. El que nos enamor¨® (a nosotros y al Nolan de Inception y Tenet) con sus espectaculares tour de force en los pr¨®logos de cada pel¨ªcula, el de los malos megalomaniacos, el de las instalaciones plagadas de esbirros cl¨®nicos y an¨®nimos... En algunas de aquellas pelis protagonizadas por Connery y Moore encontramos escenas de acci¨®n en la nieve calcadas en el juego de nDreams. Nada m¨¢s empezar a jugar realizamos un descenso con esqu¨ªes por una ladera monta?osa, tras un par de minutos escasos, ya tenemos una avalancha sopl¨¢ndonos con su aire helado en el cogote. Estos descensos se ver¨¢n ali?ados m¨¢s adelante con torres de vigilancia, saltos locos y, por supuesto, malos montados en motos de nieve.

Al contrario de los malos de James Bond, aqu¨ª no cogemos cari?o a nuestro antagonista. Es un tipo que quiere acabar con la vida en la Tierra porque s¨ª, sin un futuro alternativo posible. En las pelis de Bond hasta pod¨ªas simpatizar con los mal¨¦volos planes del loco malote de turno. Desde la extinci¨®n de la da?ina raza humana para encontrar un nuevo comienzo en una Tierra virgen como en Moonraker, a ese malote tr¨¢gico a lo Capit¨¢n Nemo de La esp¨ªa que me am¨®. Aqu¨ª no encontraremos empat¨ªa alguna ante un malo mal¨ªsimo, aunque tampoco dar¨ªa tiempo en lo ajustado de la duraci¨®n del juego, unas pocas horas en las que da poco tiempo a pensar de lo intenso que es todo.

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No te pares, ?act¨²a!

Nos ha encantado lo f¨ªsico que es Fracked. Est¨¢n los tiroteos, claro, donde continuamente estamos moviendo nuestro cuerpo para protegernos de los disparos o en el acto necesario de recarga de las armas que se da en dos fases (tres si sumamos la expulsi¨®n de ese peligroso cargador con solo dos balas que nos puede poner en un aprieto). Pero hay m¨¢s, apretar botones, girar manivelas, coger asas para abrir puertas, manejar palancas y, los que m¨¢s nos han gustado, subir escaleras de mano y agarrarnos de salientes. Llega uno a soltar su gotita de sudor con el esfuerzo, lo que le da un agradecido plus de inmersi¨®n.

El juego apuesta por la espectacularidad en aquellos descensos por la nieve sin un segundo de respiro, pero tambi¨¦n en mitad de los tiroteos. No llega al nivel de intensidad de los ¨²ltimos Doom, claro (adem¨¢s, algo as¨ª igual har¨ªa que nos explotase la cabeza, ya llegaremos a la parte de accesibilidad), aunque igualmente la rapidez en los niveles m¨¢s avanzados es baza necesaria para ganar la partida. La inteligencia de los malos no es de diploma, aunque su correteo casi continuo, el que te busquen, el que haya kamikazes que explotan al acercarse, enemigos tipo tanque que nos siguen y nos obligan a cambiar de estrategia... har¨¢n que mordamos el povo en muchas ocasiones, pero siempre a sabiendas de que podemos mejorar y conseguir vencer. Los escenarios nos dan libertad para probar m¨²ltiples v¨ªas con las que experimentar y alcanzar el ¨¦xito.

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Es una pena que no se haya sacado m¨¢s partido a esta rejugabilidad metiendo rankings online, cron¨®metros o puntuaci¨®n por el n¨²mero de enemigos abatidos, los headshots o la elegancia en las ejecuciones (por ejemplo, acabar con varios enemigos mientras descendemos agarrados de una tirolina). Y resulta raro, porque algunos de esos elementos, realizados de forma natural durante las partidas, activan algunos trofeos, como es el caso de la rapidez de acci¨®n o el n¨²mero de enemigos abatidos. El que sea un juego corto y te deje tan buen sabor de boca pide a gritos DLCs que activen la competitividad, alarguen la historia o incluyan nuevos retos. Un trabajo tan bueno como este merece crecer desde sus s¨®lidas ra¨ªces.

Rendimiento y accesibilidad en VR

La direcci¨®n art¨ªstica cel shading de Fracked recuerda a la de Borderlands (por cierto, cont¨¢is con un buen port a realidad virtual de la excelente segunda entrega de la gamberra franquicia). Eso impide que se le vean las costuras al juego. Acostumbrados a estas alturas a la excelencia gr¨¢fica de un God of War, por ejemplo, siempre llama la atenci¨®n el aspecto de PS2 de algunos productos en PSVR. Es un peaje a pagar para que se mueva con soltura una acci¨®n que debe dividir la potencia de procesado que genera mundos envolventes en VR. El estupendo toque Cel Shading de Fracked lo saca de posibles e injustas comparaciones. Nos metemos de cabeza en su mundo y en ning¨²n momento nos llamar¨¢ la atenci¨®n por posibles carencias gr¨¢ficas.

El control es variado y est¨¢ muy bien integrado. Lo interiorizamos en pocos minutos por la naturalidad que han conseguido. En los descensos en esqu¨ª variamos la direcci¨®n moviendo nuestra cabeza. Los moves (s¨ª, son necesarios los dos pirulos) responden con soltura en el apuntado, a la hora de recargar r¨¢pidamente, de agarrar palancas o salientes... Se reparten adem¨¢s las funciones. Disparamos con una mano mientras la otra ayuda a la direcci¨®n de desplazamiento.

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Un ¨²ltimo aviso antes de que empec¨¦is a jugar (con lo que hemos contado, no s¨¦ qu¨¦ hac¨¦is leyendo esto todav¨ªa y no hab¨¦is salido corriendo a haceros con el juego), mirad las opciones de accesibilidad. Por defecto vienen ajustadas para el jugador experimentado. Los que os llev¨¦is regular con la realidad virtual trastead con el giro, con las ventanas que oscurecen los bordes... Ser¨ªa una pena que perdierais el moreno veraniego de vuestros rostros por un enfermizo amarillo vinagre. Por supuesto, los que jugu¨¦is en PS5 os beneficiar¨¦is de una mayor tasa de frames, m¨¢s resoluci¨®n en las texturas y menores tiempos de carga, as¨ª que tendr¨¦is menos problemas para acomodaros al juego. Es un aut¨¦ntico disfrute, otro imprescindible para el cat¨¢logo de PSVR que sale desde las entra?as de un g¨¦nero, el de los disparos en primera persona, demasiado saturado.