Far Cry 6, impresiones jugables tras 6 horas de juego: estas son las reglas de la guerrilla

En las primeras horas de Far Cry 6, Dani Rojas conoce a Juan Cortez, un perro viejo de la guerrilla que se las sabe todas. Ha visto d¨ªas mejores, puesto que se pasa la mitad de su tiempo alcoholizado, pero todav¨ªa atesora unos cuantos trucos y habilidades a compartir. Sus reglas son claras e inequ¨ªvocas, todo un surtido de lecciones de vida para que el personaje se convierta en un buen guerrillero. Su lema es que aproveche todo lo que tiene a su alrededor con el objetivo de usarlo contra el enemigo, es decir, ser resolutivo con los recursos que uno tiene a su alcance. ?Resolver! Durante aproximadamente 6 horas, hemos podido ponernos a los mandos de la nueva propuesta de Ubisoft Toronto (y de los doce estudios que han colaborado en el proceso creativo). ?Revoluci¨®n o continuismo?, os preguntar¨¦is. Sigue leyendo para descubrir cu¨¢l es la respuesta.

En la isla de Yara, hace tiempo que las cosas no van bien. Tras la revoluci¨®n y el ascenso de la dictadura, este emplazamiento ficticio se ha mantenido congelado en el tiempo, como si la fotograf¨ªa se hubiera tomado hace cincuenta a?os. Ant¨®n Castillo, presidente reconvertido en cacique y dictadorzuelo, persigue un ideal de grandeza ut¨®pico, que busca con ah¨ªnco y renovado anhelo. Para el personaje, estupendamente interpretado por Giancarlo Esp¨®sito, el fin justifica los medios. ?l elige qui¨¦n es un buen patriota y qui¨¦n no. A los disidentes los tortura y los lleva al pared¨®n si hace falta.

?Su gran proyecto? Las plantaciones de tabaco modificadas gen¨¦ticamente, que sirven, al parecer, como medicamento para curar el c¨¢ncer. Castillo se quiere presentar ante la comunidad internacional como el l¨ªder de un r¨¦gimen poderoso y comprometido. Mientras tanto, en el campo, los esclavos se encargan de llevar el proyecto a buen puerto. Y eso que el presidente clama que cualquier ciudadano es elegible, incluso su propio hijo Diego. El v¨¢stago del dictador promete dar juego, porque no parece compartir el modus operandi de su padre.

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Es hora de unirse a la guerrilla

La sesi¨®n preview nos ha permitido probar todo el principio del juego y m¨¢s. La introducci¨®n deja entrever la retorcida personalidad del presidente, que se encuentra en un plat¨® de televisi¨®n, ya que ha concedido una entrevista con el fin de darse un ba?o de autobombo. Sus palabras reflejan las dos caras de Yara, su propia versi¨®n de Yara, la parte ideal y la brutal. El pr¨®logo nos pone en la piel de Dani Rojas, un personaje que puede ser masculino o femenino, en funci¨®n de la elecci¨®n del jugador.

Nueva Esperanza es la capital y el lugar en el que nos hallamos en esos compases iniciales de la aventura. La tranquilidad reina, al menos en apariencia, porque poco despu¨¦s las fuerzas del orden irrumpen y toman la ciudad. Escapamos como podemos y evitamos los encuentros directos. El sigilo se introduce en este punto, a trav¨¦s de una serie de mec¨¢nicas bien conocidas por aquellos que hayan jugado a anteriores t¨ªtulo de la saga. Pocos cambios en este apartado concreto. Podemos infiltrarnos sigilosamente y acabar con los enemigos sin hacer ruido, aunque las animaciones de asesinato son tan impresionantes como suele ser habitual. A veces, no es necesario matar, pues nos topamos con soldados enemigos sobornables si nos acercamos con el arma enfundada y unos cuantas monedas en el bolsillo. El gunplay en s¨ª, en primera persona, tambi¨¦n mantiene las bases de los Far Cry previos.

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Dani Rojas no desea unirse a la guerrilla ni luchar contra el ej¨¦rcito del presidente. Su voluntad es huir hacia los Estados Unidos, un objetivo que est¨¢ a punto de lograr. Sin embargo, Ant¨®n Castillo tiene ojos en casi todo el territorio, por lo que el viaje se tuerce muy r¨¢pido. Cuando despierta a orillas de una playa descubre que todo est¨¢ a punto de cambiar. Ante el jugador se abre un mundo abierto cl¨¢sico de Ubisoft, enorme, con multitud de tareas a realizar y de territorios a explorar, muchos de ellos peligrosos por la presencia de enemigos o de animales (que por supuesto atacan nada m¨¢s verte).

Como novedad, la desarrolladora ha implementado un sistema de pistas en el tel¨¦fono m¨®vil, mediante el cual podemos ver fotos del territorio tomadas previamente. Para facilitar la tarea, los guerrilleros de Libertad han pintado el suelo y la vegetaci¨®n de color azul, de forma que solo tenemos que seguir el rastro y observar las fotos almacenadas en el tel¨¦fono.

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Mec¨¢nicas conocidas y novedades: ?qu¨¦ es Resolver?

Los conocedores de la saga no tardar¨¢n en hacerse con los controles de Far Cry 6, porque apenas cambian con respecto a la quinta entrega. Desde el principio, la serie ha hecho especial hincapi¨¦ en aunar sus distintas facetas jugables: los tiroteos, el sigilo y la exploraci¨®n. Moverse a trav¨¦s de la isla de Yara resulta satisfactorio, pues hay opciones para todos los gustos. Si vas a pie, el elemento plataformero sigue presente: es posible aprovechar los puntos de enganche para ascender a una monta?a con el gancho, mientras que tambi¨¦n podemos hacer uso de tirolinas para deslizarnos r¨¢pidamente entre dos zonas distintas, sin olvidar el paraca¨ªdas para amortiguar la ca¨ªda. El salto, en cambio, a veces es m¨¢s complicado de medir. Un paso en falso y te derrumbas directo por el barranco.

Otra de las se?alas de identidad de Far Cry es la presencia de veh¨ªculos de todo tipo, por tierra, por mar y por aire. El sexto cap¨ªtulo no es una excepci¨®n e incluye una gama amplia de coches, aviones, helic¨®pteros, tanques, lanchas y dem¨¢s. Como Yara es una naci¨®n atrasada tecnol¨®gicamente, los veh¨ªculos son similares a aquellos de los a?os cincuenta. Eso s¨ª, modificados de forma conveniente para los objetivos de unos y otros. Far Cry 6 permite instalar armas en los coches, lo que nos proporciona un extra de protecci¨®n cuando nos topamos con soldados enemigos. Si todo falla, cabalgar es una buena opci¨®n, especialmente cerca de los puntos de control enemigos, que cuentan con trampas para que las ruedas del coche se pinchen al pasar por la superficie.

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La mec¨¢nica estrella de Far Cry 6 se llama Resolver y encaja a la perfecci¨®n con la ambientaci¨®n que han elegido: un territorio liderado por un dictador e influido por Cuba y otros pa¨ªses revolucionarios. La guerrilla est¨¢ en clara desventaja num¨¦rica cuando se compara con el ej¨¦rcito de Castillo. Al mismo tiempo, el acceso a las armas es muy limitado para esta gente. Por eso, la construcci¨®n y la modificaci¨®n de armas, el crafting, cobra una importancia vital. Todo parece indicar que este t¨ªtulo es el que m¨¢s variedad ofrece en cuanto a armas se refiere.

Ya se han visto en algunos v¨ªdeos las combinaciones rocambolescas que se pueden realizar. Usando el banco de trabajo y con los materiales adecuados es posible a?adir todo tipo de modificaciones que se adaptan a las misiones o al estilo de juego del usuario. Es cierto que el modo de hacerlo no es original en absoluto (todo se gestiona mediante un men¨²), pero el juego anticipa m¨²ltiples combinaciones y experimentos. Es importante se?alar que la progresi¨®n est¨¢ ligada a las armas, al equipamiento y a la posici¨®n que alcanzas dentro de la jerarqu¨ªa de la guerrilla.

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Los Supremo, ideales para quemar las plantaciones de tabaco

Un a?adido a tener en cuenta es el Supremo, un conjunto de jetpacks, cada uno con sus caracter¨ªsticas particulares. De este modo, algunos est¨¢n construidos para escupir fuego, mientras que otros lanzan descargas el¨¦ctricas. Tambi¨¦n hemos utilizado uno que permite curar al personaje, pero hay muchos m¨¢s. Todos ellos disponen de un ataque principal y uno especial, que se puede utilizar cuando la energ¨ªa alcanza el m¨¢ximo. Luego, hay que esperar un tiempo hasta que vuelve a estar operativo.

Los campamentos de las guerrillas son lugares animados, espacios donde se planifican todas las operaciones y el ¨²nico lugar en el que vemos a Dani en tercera persona. En uno de ellos conocemos a Clara, la l¨ªder de Libertad. Poco a poco, Dani se ir¨¢ introduciendo en las din¨¢micas de la guerrilla, aprendiendo sus secretos y manejando los distintos tipos de artefactos. Conocer¨¢ adem¨¢s a sus compa?eros de armas, los amigos que nos acompa?an durante las misiones. Guapo y Chorizo, el feroz cocodrilo y el adorable perro salchicha, son los primeros personajes animales confirmados, junto a un gallo de muy mal genio. Los dirigimos en el campo de batalla para que cumplan su funci¨®n, ya sea atacar o despistar al enemigo. Esta no es una caracter¨ªstica nueva de Far Cry 6, ya que entregas anteriores han gozado del sistema de aliados.

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Las plantaciones de tabaco son lugares estrat¨¦gicos y vitales para Ant¨®n Castillo. Por tanto, destruirlos es un objetivo principal. Mec¨¢nicamente se ha plasmado de una forma que no resulta demasiado original en la saga. Las opciones son dos, b¨¢sicamente: quemar las plantaciones con fuego (el Supremo es ideal) y hacer estallar los tanques, que por cierto, son muy t¨®xicos. Siempre que tengamos la opci¨®n, es mejor mantener a los enemigos cerca para exponerlos a la explosi¨®n t¨®xica. Y si es al ritmo del tema Bella Ciau, como en la secci¨®n que jugamos, mejor que mejor.

Fortalezas, planificaci¨®n y cooperativo

Los soldados enemigos, armados hasta los huesos, se atrincheran en fortalezas casi inexpugnables, pero no lo son as¨ª para Libertad. Dani Rojas, como uno de sus nuevos integrantes, se interna en varias de ellas durante la partida. Ubisoft suele rescatar mec¨¢nicas de otros de sus juegos para implementarlas en distintas sagas. ?Os acord¨¢is de los drones de Ghost Recon y de las ¨¢guilas de Asssassin's Creed? Far Cry 6 lo incluye tambi¨¦n, aunque en esta ocasi¨®n nos valemos del tel¨¦fono m¨®vil, capaz de marcar a todos los enemigos y de indicarnos sus puntos fuertes y d¨¦biles. Funciona bien y le encontramos sentido dentro del contexto y de la narraci¨®n. Con todo, a estas alturas nos da la sensaci¨®n de que se ha repetido demasiado.

Al final de la sesi¨®n pudimos disfrutar de varias misiones principales y secundarias en cooperativo. Como en otros juegos de la saga, es posible jugar la campa?a con un amigo. A pesar de toda la locura que a menudo se desencadena en el t¨ªtulo, resulta divertido y gratificante echar unas partidas junto a un compa?ero. Si hay coordinaci¨®n entre los dos, la experiencia puede ser muy satisfactoria. No tuvimos tiempo suficiente para explorar las misiones secundarias que incluye el juego (lo dejaremos para el an¨¢lisis, lo mismo con las opciones de accesibilidad, que no son pocas), pero las que vimos eran muy curiosas, sobre todo una claramente inspirada en Indiana Jones, por su tono aventurero y por los gui?os.

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Far Cry 6 es todo lo que los fans de la serie esperan: acci¨®n a raudales, ambientaci¨®n ¨²nica, un villano con carisma, contenido de todo tipo y situaciones de aut¨¦ntico caos y locura. Con m¨¢s variedad de armas que nunca, habr¨¢ que ver si algunas mec¨¢nicas no se han quedado ya algo manidas, porque efectivamente, la f¨®rmula sigue siendo continuista. Aun as¨ª, los que disfruten de la serie tienen ante s¨ª una propuesta rica y repleta de cosas por hacer.