Tormented Souls, an¨¢lisis de un rocambolesco retorno al terror cl¨¢sico

Hubo un momento durante el proceso de an¨¢lisis de Tormented Souls que cre¨ªmos que no ¨ªbamos a terminarlo para su fecha de salida. No fue por falta de tiempo ni nada por el estilo, al contrario. Simplemente, hubo muchos momentos de bloqueo absoluto en los que uno no sab¨ªa c¨®mo proceder. O un puzle se nos atragantaba horas o el siguiente paso no se ve¨ªa a pesar de peinar la zona a fondo. Pero al final, conseguimos avanzar. Y seguir. Hasta, tras m¨¢s de 15 horas, terminarlo. Tormented Souls es un juego que quiere evocar a los cl¨¢sicos del Survival horror de finales de los noventa: c¨¢maras fijas, rompecabezas por doquier, exploraci¨®n, examinaci¨®n de objetos, combate que recuerda a Resident Evil y una trama que se construye sobre todo a trav¨¦s de documentos de todo tipo.

Ha habido momentos de frustraci¨®n, en muchos otros se nota el presupuesto limitado y claro que tiene decisiones discutibles. Pero cuando lo terminamos, pensamos que ha valido la pena. Y eso es importante para un juego de este tipo. Tormented Souls es a ratos un homenaje a Resident Evil, a Silent Hill y a tantos otros; en otros momentos se permite el lujo de ser tan brillante como ellos; en no pocos, es excesivamente enrevesado y lo suficientemente ambiguo para poder colapsar al jugador. Pero en general, es una apuesta indie para un tipo de juego de terror que sigue funcionando y que vale la pena conocer.

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Qui¨¦n eres y qui¨¦nes son

Todo empieza de manera abrupta, con una chica, la protagonista, que recibe una carta con una postal de dos ni?as que dicen has olvidado. Sin m¨¢s dilaci¨®n, nos presentamos en un antiguo hospital abandonado en el que se supone sabremos algo de ellas, y ah¨ª empieza el terror. Nos dejan inconscientes y aparecemos entubadas en una ba?era y nos falta un ojo. Empieza Tormented Souls. Y lo hace tirando de t¨®picos, pero sabiendo que si va a convencer al jugador que hay detr¨¢s de la pantalla, ser¨¢ por otros motivos.

Lo primero que llama la atenci¨®n es la puesta en escena. Las c¨¢maras fijas para cambiar de plano son toda una declaraci¨®n de intenciones. Y el aspecto general de los escenarios cumple de manera notable: est¨¢n muy bien ambientados, detallados y te ponen en situaci¨®n. Al poco de empezar encontraremos un mechero, imprescindible porque si estamos a oscuras, ¨¦sta nos absorber¨¢ y nos matar¨¢. Y poco m¨¢s: toca explorar. Ya en los primeros minutos examinaremos objetos y los manipularemos para que nos sean ¨²tiles, encontraremos documentos que dar¨¢n contexto a donde estamos y tendremos que empezar a dar vueltas, a explorar.

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C¨®mo recuperar la luz de la planta en la que estamos para poder avanzar. Anotar que hay ciertas puertas con s¨ªmbolos que no sabemos abrir. Otras que no tienen energ¨ªa para hacerlo. Otras que est¨¢n cerradas por el otro lado. Todo esto pasa en la primera media hora, en la que conocemos a un intrigante Padre que nos da alguna indicaci¨®n. Y tras algunas vueltas, algunos enemigos muertos con un arma de clavos (disparamos como en Resident Evil cl¨¢sico pero sin apuntar a distinta altura), llegaremos al gran hall del hospital que nos dar¨¢ paso a una cantidad de contenido imponente.

Rompecabezas de alto nivel

El juego basa su desarrollo en tres claves: la exploraci¨®n para encontrar objetos, interruptores y elementos que nos permiten avanzar; el combate, con armas de fuego o cuerpo a cuerpo para vencer ciertos enemigos que una vez ca¨ªdos, no reaparecen; y los rompecabezas, que hay muchos, muy variados y muy exigentes.

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Porque los puzles son precisamente lo mejor del t¨ªtulo, sin lugar a dudas. Hay much¨ªsimos, y varios de ellos elevan el nivel de lo que hemos visto en los ¨²ltimos a?os en cualquier gran producci¨®n. Secuencias de l¨®gica, interpretaci¨®n de s¨ªmbolos para dar con soluciones, combinaci¨®n de objetos, c¨®digos secretos que ten¨ªamos delante y no supimos ver, vinculados a sonidos, a ritmos, a estar atentos a nuestro alrededor, algunos que precisan de interactuar con los objetos previamente¡­ No entraremos en destripes, pero son muy potentes, variados y adem¨¢s, siempre se presentan con una vuelta de tuerca. Cuando piensas que lo tienes todo para solucionarlo o avanzar, el juego te entorpece con un nuevo enigma, un nuevo hueco que rellenar. Y vuelve a empezar. El puzzle del reloj, del disco floppy, de los monos, del televisor, del tocadiscos. Son muchos los que recordaremos.

Por desgracia, la brillantez en muchos puzles a veces se excede: soluciones muy ambiguas en algunos casos, enrevesado en otros, no siempre es un juego ¨¢gil. Y es sencillo sentirse frustrado porque lo has probado todo y al final, la respuesta era algo que para nada es lo suficientemente claro. Y eso sucede m¨¢s de una vez. Tampoco ayuda el mapa, al que tienes que acceder desde el men¨² y es poco intuitivo. Pero aunque ha habido muchos momentos que hemos maldecido el juego, no par¨¢bamos de dar vueltas a qu¨¦ faltaba. Y la satisfacci¨®n de terminarlo fue enorme.

Esta sensaci¨®n tambi¨¦n est¨¢ presente por el hecho de que en Tormented Souls hay muchas preguntas sin respuestas en forma de puertas, objetos sin uso claro (todav¨ªa), lugares inaccesibles y todo a la vez. Hay un momento en el que tenemos tantos frentes abiertos que puede llegar a abrumar. Pero todo va tomando sentido, y acabas enlazando, volviendo hacia atr¨¢s, abriendo ese lugar imposible, y descubriendo nuevas localizaciones. Porque el dise?o del hospital es digno de menci¨®n: complejo, con secretos y conectado de manera inteligente. Y lo que nos queda luego, solo diremos eso. Si a todo esto le sumamos que tiene viajes a otras dimensiones, incluso a otro momento temporal -algo que est¨¢ bien pero se aprovecha poco-, el resultado es un juego con una estructura y unas ideas potentes, aunque no siempre las ejecute perfectamente.

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De hecho, una decisi¨®n valiente es la del sistema de guardado: solo se puede hacer manualmente en grabadoras y con cintas limitadas que vas encontrando. No hay checkpoints, as¨ª que si llevas una hora bloqueado, y acabas muriendo, toca cargar partida. Aunque puede frustrar esto en alg¨²n momento (no abundan las cintas), a la larga la experiencia es m¨¢s satisfactoria de superar as¨ª que con checkpoints inmediatos.

Acci¨®n mejorable y algo de low cost

Todo lo bueno que vemos en la ambientaci¨®n y escenarios y en la mayor¨ªa de puzles va reduci¨¦ndose cuando nos ponemos a comparar el empaque general del juego. La acci¨®n con varias de las armas es poco satisfactoria, no tanto por el sistema de apuntar y disparar -aroma a cl¨¢sico- sino porque los enemigos son poco variados y su exigencia es muy residual. Como dec¨ªamos al principio, una vez muertos dejamos el escenario como un p¨¢ramo, por lo que la tensi¨®n baja muchos escalones hasta cierto punto en el que tendremos un visitante algo m¨¢s molesto, pero poco. Solo en el tramo final tendremos la sensaci¨®n que hay que gestionar algo la munici¨®n que llevamos encima y saber esquivar a enemigos que nos superen en n¨²mero. Y eso tal vez pasa dos veces en todo el juego. Hasta llegar a ¨¦l habremos pasado por grandes rompecabezas, descubierto un sinf¨ªn de zonas, vuelto atr¨¢s varias veces, le¨ªdo todo tipo de archivos y disparado a varios enemigos. Y casi todo a un buen nivel, a pesar de su modestia.

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Por otro lado, el dise?o de personajes y las animaciones, sobre todo de la protagonista, quedan lejos de las consolas de nueva generaci¨®n y de las actuales, a lo que sumamos unas escenas de v¨ªdeo bastante flojas en todos los sentidos.El juego es lo que es, pero hay contrastes importantes entre los escenarios y la ambientaci¨®n con el resto de propuesta audiovisual (de hecho, hemos tenido varios fallos de sonido durante la partida), poco pulida. Tambi¨¦n hemos sufrido algunas ca¨ªdas de framerate aunque no nos han afectado a nivel jugable.

Que llegue totalmente traducido al castellano es una apuesta fuerte de PQube que se agradece: tenemos una infinidad de textos, documentos y elementos que leer que nos van construyendo una historia que seguramente sabes por d¨®nde va, pero que no por eso deja de tener ciertos giros de guion al final que se agradecen. Porque eso, leer documentos y sobre todo leer entre l¨ªneas, nos ayudar¨¢ a solventar puzles. A veces, claro. Y para los amantes de los cl¨¢sico, luego tendr¨¦is desaf¨ªos cl¨¢sicos, valga la redundancia: trofeo con otro final, trofeo con terminarlo antes de tres horas, sin guardar y/o sin usar curaciones. Hay juego para rato.