Axiom Verge 2, an¨¢lisis. Una odisea entre dos mundos paralelos

2021 es un a?o que parece obcecado en ser recordado por la cantidad de propuestas metroidvania que estamos recibiendo: Ender Lilies: Quietus of the Knights, Astalon: Tears of the Earth y Recompile son buena muestra de ello. Se trata de un g¨¦nero que el paso de los a?os ha situado entre los favoritos entre muchos jugadores, cuyo origen no es preciso explicar a estas alturas; todos sabemos qu¨¦ obras inspiraron las palabras que dan forma a su nombre. Tambi¨¦n es un estilo muy popular entre los desarrolladores independientes, que parecen haber encontrado un conducto para mostrar al mundo de lo que son capaces de lograr con pocos recursos. Y uno de ellos es Tom Happ, creador de Axiom Verge, el t¨ªtulo de 2015 que ahora cuenta con una secuela lanzada por sorpresa.

Axiom Verge 2 es una realidad. El juego, que fue anunciado durante los ¨²ltimos compases de 2019, aterriz¨® hace apenas unos d¨ªas en PC, PS5, PS4 y Nintendo Switch. Y en esta ocasi¨®n no son pocas las cosas que han cambiado, porque m¨¢s all¨¢ de compartir algunas se?as de identidad, resulta que estamos ante una continuaci¨®n ambiciosa y revolucionaria. Cambiamos los oscuros t¨²neles del planeta Sudra por una versi¨®n devastada de la Ant¨¢rtida, las armas de fuego por los combates cuerpo a cuerpo y nos adentramos en un mundo que se divide en dos realidades paralelas; repasamos las claves de una secuela que llega pisando fuerte.

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Metroid y Vania, en ese orden

Los primeros compases del juego son toda una declaraci¨®n de intenciones; bastan cinco minutos para comprobar que la superficie de la Ant¨¢rtida no es m¨¢s que la punta del iceberg ¡ªnunca mejor dicho¡ª, y que bajo ella se esconden grandes misterios. Tanto a nivel argumental como jugable, la aventura va de menos a m¨¢s, arranca de forma pausada pero deja vislumbrar la monta?a rusa que est¨¢ por venir. Al inicio no podemos hacer pr¨¢cticamente nada, al igual que Samus Aran aquel d¨ªa que aterriz¨® por primera vez en el planeta Zebes. No es raro detectar media docena de posibles caminos y no contar con los medios necesarios para tomar pr¨¢cticamente ninguno. Sin embargo, en cuanto el juego coge ritmo y echamos un vistazo al abanico de habililidades, gadgets y desarrollo de los mismos, se puede palpar que lo que comienza siendo Metroid, acabar¨¢ siendo un complejo Castlevania en cuanto a secretos por encontrar, la manera de acceder a ellos y lo complicado que a veces resulta hallar la ruta hacia el siguiente objetivo.

Como no pod¨ªa ser de otra forma, la exploraci¨®n es la piedra angular del juego. Hay una aut¨¦ntica monta?a de objetos ocultos a la espera de ser descubiertos: documentos que aportan detalles de la historia, armas, habilidades, aumentos de salud y puntos de hackeo¡­ Axiom Verge 2 ofrece una experiencia de lo m¨¢s gratificante en ese sentido, pues a menudo visitamos varias veces una misma secci¨®n y no somos capaces de alcanzar un objeto que hab¨ªamos visto mucho antes; los niveles cuentan con m¨²ltiples conexiones y el abanico de habilidades de movimiento (podemos escalar, emplear un gancho, destruir estructuras¡­) nos obligan a permanecer con los ojos abiertos en cada paso que damos. Eso s¨ª, se echa en falta un mapa m¨¢s funcional, porque su aspecto apuesta por mostrar la topograf¨ªa del lugar con realismo, pero se antoja confuso y pr¨¢cticamente no ofrece ayuda alguna.

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La voluntad de dar protagonismo al combate cuerpo a cuerpo resulta interesante, aunque crear¨¢ divisi¨®n de opiniones entre quienes prefieren sentir el feeling de las armas de fuego. Hay algunas, pero la identidad del t¨ªtulo apunta en otra direcci¨®n y eso da lugar a que las sensaciones al empu?arlas se resientan; el juego no se siente c¨®modo al entablar combate a distancia, a pesar de ser un recurso muy v¨¢lido en determinadas ocasiones. Asimismo, hay que decir que las armas de mano son muy efectivas y la acci¨®n de t¨² a t¨² se ha dise?ado con acierto, es precisa y los enemigos act¨²an en consecuencia.

Una de las cosas que m¨¢s nos ha gustado es la posibilidad de hackear sistemas. Mientras exploramos el mundo podemos usarlo para abrir o cerrar puertas, desplazar plataformas o alterar algunos artefactos en nuestro beneficio. Pero lo m¨¢s interesante reside en sus caracter¨ªsticas ofensivas, ya que podemos piratear a casi todos los enemigos ¡ªincluso partes concretas de los mismos¡ª y aplicarles efectos de estado como lentitud, autodestrucci¨®n e incluso lealtad, una funci¨®n capaz de convertir a la m¨¢quina m¨¢s hostil en un fiel y poderoso aliado. Adem¨¢s, el hackeo es una habilidad que se desarrolla como otra cualquiera y nos permite mejorar su velocidad, el ratio de impacto o los programas disponibles, entre otras.

Axiom Verge 2 es un metroidvania notable, pero adolece de un problema que nos ha sorprendido negativamente: los jefes finales. En la entrega original nos toc¨® hacer frente a algunos memorables, de esos en cuyas inmediaciones comenzamos a intuir que algo est¨¢ a punto de pasar. Lamentablemente, aqu¨ª sucede todo lo contrario, ya que no son m¨¢s que enemigos de gran tama?o, pero carentes de alma; poco inspirados y sin apenas presentaci¨®n. Algunos ni siquiera suponen mayor amenaza que un enemigo normal y en ning¨²n momento tenemos la sensaci¨®n de que hemos entrado en una batalla especial. Sorprende ¡ªpara mal¡ª tanto porque en otros aspectos se trata de una secuela muy ambiciosa, como por el hecho de que resulta pr¨¢cticamente imposible encontrar un metroidvania carente de grandes jefes.

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La Brecha: un portal hacia el mundo digital

En su momento, el t¨ªtulo original ya nos invit¨® a traspasar la realidad hasta llegar a una especie de entorno paralelo, y dicha mec¨¢nica se ha convertido en una de las claves de Axiom Verge 2: no es que haya peque?as secciones alternativas, sino que pr¨¢cticamente podemos contar con un mapa dual y perfectamente conectado. Como humanos exploramos el mundo f¨ªsico, mientras que al transferir nuestra identidad a un peque?o robot ar¨¢cnido tenemos la oportunidad de cruzar La Brecha y adentrarnos en el equivalente digital de la regi¨®n.

Durante los primeros compases del juego apenas lo hacemos con la intenci¨®n de desbloquear un atajo o conseguir un determinado objeto, pero conforme progresamos en la historia y despejamos el mapa nos vamos dando cuenta de que todo es mucho m¨¢s complejo de lo que parec¨ªa. El reino digital es extenso, diferente a lo que hab¨ªamos conocido hasta entonces y cuenta con sus propios puntos de guardado y viaje r¨¢pido. Adem¨¢s, algunas habilidades y enemigos son exclusivos de este inh¨®spito lugar. Por ejemplo, a menudo aparecen datos corrompidos que suponen un obst¨¢culo insalvable en los entornos f¨ªsicos, pero siempre podemos hallar el modo de acceder a su ubicaci¨®n desde el mundo digital y despejarlo gracias a las capacidades de limpieza de nuestro inseparable bot.

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El t¨ªtulo ha sido dise?ado teniendo en cuenta en todo momento la posibilidad de saltar entre dos mundos, tal y como en su d¨ªa vimos en nombres propios como The Legend of Zelda: A Link to the Past o Metroid Prime 2: Echoes, entre otros. Eso s¨ª, hay que decir que las mec¨¢nicas de combate son muy diferentes a las que encontramos en el plano f¨ªsico; se antojan sencillas y generalmente no aportan nada m¨¢s que un tr¨¢mite, debido a la simpleza de los enemigos y la escasa oferta de habilidades de la simp¨¢tica ara?a mec¨¢nica. Si bien es cierto que la complejidad de explorar dos mundos eleva las cotas de ambici¨®n con respecto a la anterior entrega, tambi¨¦n lo es que se podr¨ªan haber aprovechado mejor algunas situaciones.