Mass Effect Legendary Edition
- PlataformaPS48.5PC8.5XBO8.5
- G¨¦neroRPG, Acci¨®n
- DesarrolladorBioware
- Lanzamiento14/05/2021
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorElectronic Arts
Vuelve la leyenda
Mass Effect Legendary Edition, an¨¢lisis. La mayor aventura de la galaxia
Analizamos la trilog¨ªa remasterizada de las aventuras del comandante Shepard, el mayor h¨¦roe de la galaxia.
Hace 14 a?os los usuarios de Xbox 360 tuvimos la suerte de recibir de la mano de Bioware un juego muy especial. Al abrir la caja, nos encontramos un canto a la ¨¦pica de la ciencia ficci¨®n, una ¨®pera espacial que quer¨ªa rivalizar en ambici¨®n y en escala nada m¨¢s y nada menos que con Star Wars. Y eso es algo que viniendo de los creadores de Caballeros de la Antigua Rep¨²blica (2003) no eran palabras de un cantama?anas cualquiera. El resultado tras m¨¢s de 4 a?os de desarrollo fue Mass Effect, un t¨ªtulo que bajo la perspectiva de shooter en tercera persona escond¨ªa un RPG con unas ganas terribles de construir para el jugador un universo plausible, entregarle unos personajes carism¨¢ticos que iba a adorar y por encima de todo, darle la sensaci¨®n de ser el protagonista y director en una buena serie de Netflix o HBO. Le dio la capacidad de incidir sobre el resultado de lo que se viera en pantalla. Y en ese sentido, hace d¨¦cada y media y a¨²n hoy, la trilog¨ªa de Mass Effect es un ¨¦xito rotundo que merece ser jugada y disfrutada de principio a fin.
Todos los ingredientes de la mejor experiencia cinematogr¨¢fica est¨¢n inclu¨ªdos. La introducci¨®n in media res para ambientar al mundo y situar a su protagonista ante nosotros. Las zonas grises de moralidad en muchas de las decisiones del juego, que recuerdan a nuestra realidad del d¨ªa a d¨ªa. La bomba de relojer¨ªa, los segadores, que marcan el ritmo del argumento y que recuerdan al jugador que hay una confrontaci¨®n final inevitable (al estilo del famoso ¡°Winter is coming¡± de Juego de Tronos). Los conflictos entre las diversas razas -humanos y turianos, geth y quarianos, salarianos y krogan, etc- y cuyos distintos enfoques para resolverlos depende en exclusiva de cada jugador.
El concepto de energ¨ªa oscura y los poderes bi¨®ticos. Una organizaci¨®n supragubernamental para resolver conflictos de cualquier forma integrada por los mejores de los mejores del universo conocido. Una sospechosa organizaci¨®n pro-humanidad, Cerberus, ¡°el grano en el culo del universo¡±. Y un elenco de personajes inolvidables que acompa?ar¨¢n a Shepard y ayudar¨¢n a darle color al lienzo que ser¨¢ su viaje por la galaxia. Todo esto es Mass Effect: es un c¨®ctel con un poco de Battlestar Galactica y otro poco del esp¨ªritu integrador de Star Trek, con topping de Star Wars por aqu¨ª e incluso ciertos toques de Firefly. Es, en definitiva, uno de esos t¨ªtulos que si te cautiva vas a recordar toda la vida.
Pero los a?os no pasan en balde. En t¨¦rminos de videojuegos 14 a?os es much¨ªsimo tiempo. Y teniendo en cuenta que esta Legendary Edition se lanz¨® hace un mes y la recibe el p¨²blico actual, resulta l¨®gico por lo menos intentar no hacer un an¨¢lisis basado en la nostalgia y apuntando simplemente los cambios a partir de una nota de prensa. Por eso hemos completado de nuevo los tres juegos, con todas sus misiones secundarias y con todo su contenido descargable con la mirada puesta en el posible comprador de 2021 y no en el de 2007, en el de 2010 o en el de 2012.
Y a pesar de la enorme diferencia que existe entre la primera y la tercera entrega (literalmente parecen de distintas generaciones de consolas), la trilog¨ªa aguanta el tipo. A pesar de que en especial la entrega original tiene costuras muy dif¨ªciles de obviar, la trilog¨ªa aguanta el tipo. Se deja disfrutar. Y por poco inter¨¦s que se tenga en el g¨¦nero, aqu¨ª hay m¨¢s de 140 horas que gozar si se quiere saber todo lo que Electronic Arts nos quiso contar. Vale la pena jugarlo otra vez o, ojal¨¢, jugarlo de nuevo por primera vez.
Jugarlo pero con matices
Y eso que jugablemente no puede haber t¨ªtulo m¨¢s plano. Desde el primer minuto de la primera entrega hasta ese final tan¡ divisivo para los fans en la tercera, Mass Effect se juega exactamente igual. No estamos ante uno de esos videojuegos que te van proponiendo mec¨¢nicas nuevas cada poco rato para dejarte a tus anchas en los ¨²ltimos niveles. Para nada. Se apunta y se dispara a lo que se mueve. Se le ense?a al jugador un breve sistema de piedra-papel-tijera (esto va bien contra armadura pero no contra escudos, esto va bien contra escudos pero no contra salud, esto va bien contra salud pero no contra armadura) y fin. Cierto que hay 6 clases distintas dependiendo de nuestro estilo de juego, ya sea m¨¢s en espacios cortos o en distancias largas, y se nos explican los poderes bi¨®ticos y t¨¦cnicos (la magia, vamos) y c¨®mo usarlos en nuestro beneficio.
Pero no hay ninguna evoluci¨®n jugable de ning¨²n tipo, m¨¢s all¨¢ de poner puntos en nuestras habilidades cuando subimos de nivel y que la Singularidad dure m¨¢s rato o que Incinerar haga un poco m¨¢s de da?o. Nada cambia. Y la raz¨®n de eso es que el combate, especialmente en el primer juego, es una excusa para llevar al jugador de A hasta B.
Incluso con las mejoras que ha recibido la edici¨®n legendaria con respecto al original, Mass Effect no fue ni se ha pretendido nunca que fuera un juego de combate. De hecho, el t¨ªtulo original apenas tiene un pu?ado de misiones ¡°de verdad¡± (Therum, Noveria, Feros, Virmire y Illos); entre estas misiones hay un sinf¨ªn de relleno para alargar la duraci¨®n del juego en forma de coleccionables, materiales para obtener mejoras y peque?as, peque?¨ªsimas dosis de lore desperdigadas entre horas y horas - muchas de ellas opcionales, eso s¨ª - a bordo del veh¨ªculo del juego, el infame Mako, que aporta tan poco a la experiencia que es un dolor que esta parte no se haya quitado definitivamente en este rem¨¢ster. Pero en ese pu?ado de misiones reside la aut¨¦ntica esencia de la saga, lo que la convirti¨® en leyenda: los conflictos en la galaxia, la manera en la que nos aproximamos a su resoluci¨®n y el impacto que de una u otra forma tenemos sobre los dem¨¢s. Una f¨®rmula bastante similar se repite en la segunda y tercera entregas, pero con enfoques bastante distintos; las misiones secundarias est¨¢n mucho mejor resueltas que en la primera parte e incluso el contenido opcional es de mucha mayor calidad. Adem¨¢s se fomenta mucho m¨¢s la interacci¨®n con nuestros compa?eros lo que a la postre se demostr¨® como uno de los mayores aciertos de la trilog¨ªa.
Muchas veces de forma trivial pero otras tantas de forma completamente consciente, tendremos la capacidad de alterar la vida de nuestros compa?eros y de otros tantos en la galaxia. La manera en la que se resuelve la mayor cantidad de situaciones no es disparando: es con la hoy famosa rueda de di¨¢logo, que actualmente damos por sentada pero que no lo era tanto en 2007. Nosotros no escogemos lo que va a decir Shepard exactamente, sino que apuntamos a la idea general de lo que queremos transmitir y dejamos que Shepard la lleve a di¨¢logo; esto es fundamental a la hora de mantener al jugador atento a la pantalla, porque no lee primero lo que va a decir y luego lo escucha de voz sino que le obliga a estar atento tambi¨¦n a lo que su propio personaje est¨¢ diciendo.
Y en los momentos m¨¢s importantes, en ocasiones se abren opciones nuevas en funci¨®n de nuestra actitud frente al universo hasta el momento, lo que el juego llama ¡°virtud¡± y ¡°rebeld¨ªa¡±. Aunque Bioware da completa libertad al jugador para escoger su propio camino - o una mezcla de ambos - lo cierto es que a menudo parece que empuje al jugador a tomar las decisiones de virtud, al margen de que sea la opci¨®n m¨¢s saludable con el fin de salvar la galaxia.
Porque no hay que olvidar que existe un objetivo final para completar la aventura: vienen los segadores, una raza de m¨¢quinas sapientes que cada 50000 a?os aparece y elimina toda vida org¨¢nica del universo. Y eso Shepard lo sabe desde el primer minuto y toda la saga va del intento de convencer al resto de especies para que se preparen a hacerles frente. Y eso le llevar¨¢ a los confines de la galaxia, a hacer pactos con el mism¨ªsimo Diablo, a hacer nuevos y buenos amigos y tambi¨¦n a perderlos. Porque no se puede salvar a todo el mundo y esa es una lecci¨®n que Mass Effect tambi¨¦n quiere transmitir, al estilo de c¨®mo lo han hecho algunas de las series de televisi¨®n de m¨¢s ¨¦xito en los ¨²ltimos tiempos.
Eso s¨ª, conviene no olvidarlo: buena parte del ¨¦xito del juego proviene del aspecto cinematogr¨¢fico con el que a prop¨®sito se le dot¨®; con el aspecto no nos limitamos a hablar de la elecci¨®n de los ¨¢ngulos de c¨¢mara o de la paleta de colores, sino tambi¨¦n al ritmo que se mueve la acci¨®n y a la forma que nos empuja a seguir adelante. A bordo de la Normand¨ªa SR-1, nuestro papel como Shepard, segundo de abordo del Capit¨¢n Anderson, es participar en una misi¨®n de reconocimiento para probar el nuevo sistema de ocultaci¨®n co-desarrollado entre humanos y turianos; pero pronto las cosas se van a torcer y en muy poco rato el jugador comprende d¨®nde se est¨¢ metiendo y lo vasto del mundo que le rodea. La primera media hora de partida podr¨ªa ponerse tranquilamente en un museo del videojuego, porque pocas veces se ha visto tanto en menos tiempo y a la vez tan bien explicado. Es un men¨² degustaci¨®n de Mass Effect y un anticipo de lo que est¨¢ por llegar.
Hay notables diferencias de factura t¨¦cnica entre las diferentes entregas de la saga y esto, a pesar del lavado de cara general, conviene se?alar. El primer Mass Effect, a nivel de escenarios, localizaciones y todo aquello que se aleje un poco del camino principal, es un juego bastante feo. Feo y muchas veces vulgar, con assets puestos sin ning¨²n criterio, colonias donde supuestamente habitan personas que transmiten todo menos habitabilidad e inmensas zonas donde no hay nada. La cosa cambia en Mass Effect 2, donde hay un mejor criterio a la hora de decorar lo particular y lo general y el salto gr¨¢fico es notable. La tercera es la m¨¢s completa de todas en ese sentido y todos los entornos son ricos en detalles y cre¨ªbles desde el punto de vista del espectador. Shepard est¨¢ doblado de forma estupenda - en ingl¨¦s - tanto en su versi¨®n masculina como femenina (una elecci¨®n que deberemos hacer al principio del juego) y contribuye a enriquecer la personalidad del comandante.
Hay muchas cosas que se podr¨ªan contar aqu¨ª para intentar convencer al lector de que participe de esta aventura por primera vez; pero ser¨ªa un flaco favor, porque es mucho mejor descubrirlo por uno mismo y sentir por primera vez el peso de la decisi¨®n sobre qui¨¦n tiene que vivir y a qui¨¦n hay que dejar atr¨¢s. Sentir qu¨¦ decisi¨®n es la correcta moralmente o cu¨¢l es la mejor para los intereses de la galaxia en su conjunto. Participar de la evoluci¨®n de nuestros compa?eros de aventuras, tanto de aquella evoluci¨®n de quienes est¨¢n con nosotros siempre como de los que ¨²nicamente est¨¢n de paso. Poder estar con nuestros amigos una ¨²ltima vez, en ese contenido descargable (incluido en la edici¨®n legendaria, como todo el resto de DLCs de la trilog¨ªa) que es a su vez una aventurilla m¨¢s ligera y puro fan service: Ciudadela. Disfrutar del momento cumbre que, al margen de que nos pueda gustar m¨¢s o menos el final, se ha ido construyendo durante tres juegos hasta ese punto.
Conclusi¨®n
Mass Effect est¨¢ bastante lejos de ser perfecto, tanto en sus entregas individuales como mir¨¢ndolo en su conjunto. Pero es un producto redondo, que ofrece con muchas garant¨ªas aquello que se pide de ¨¦l. Si uno llega aqu¨ª buscando la profundidad del combate o mec¨¢nicas nunca antes vistas en un videojuego, va a quedar terriblemente decepcionado. Pero si uno busca un mundo construido con cari?o, con enfermizo detalle a nivel conceptual, con una historia que no trata al jugador como si fuera un ni?o de 12 a?os y con un elenco de personajes que no va a olvidar, Mass Effect es su casa. Y lo ser¨¢ durante posiblemente muchos a?os, porque es de esas aventuras que se olvidan con dificultad; siempre nos quedar¨¢ Rapture, siempre nos quedar¨¢ La Comarca, siempre nos quedar¨¢ la Normand¨ªa.
Lo mejor
- Un worldbuilding dif¨ªcil de igualar
- Los personajes y las relaciones con y entre ellos
- Trata al jugador como a un adulto
Lo peor
- El combate es completamente plano
- El primer juego est¨¢ muy atr¨¢s a nivel t¨¦cnico
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.