An¨¢lisis de Post Void: una peque?a joya
Aquellos que busquen un juego para relajarse, mejor que se alejen de esta sorprendente propuesta.
Despiertas en medio de un bosque. ?Qu¨¦ haces aqu¨ª? No lo sabes, solo sabes que debes proceder hacia adelante por el ¨²nico sendero disponible. Los ¨¢rboles te rodean de manera claustrof¨®bica pero ves una luz al final del t¨²nel. Sobre un pilar, un ¨ªdolo fulgurante, su procedencia desconocida. Coges el idolo. Ahora necesita sangre. Si el ¨ªdolo no consigue sangre en siete segundos morir¨¢s. Bienvenido a Post Void, donde quedarse quieto es morir. Esperemos que tenga buenos reflejos.
Avanza. Siempre
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La premisa de Post Void es sencilla. Tenemos un ¨ªdolo relleno de un misterioso fluido que solo podemos rellenar con la sangre de nuestros enemigos. La acci¨®n transcurre en estrechos pasillos de complejidad creciente, con una estructura que podr¨ªa categorizarse de ¡°roguelike¡±. Debemos atravesar los pasillos sin que nuestro ¨ªdolo se apague y al completar cada nivel podremos escoger entre distintas mejoras. Once niveles nos separan de la victoria y raro ser¨¢ que tardemos m¨¢s de dos minutos en cada uno.
Bastan un par de enemigos para darse cuenta de lo que caracteriza a Post Void: su ritmo fren¨¦tico. Comenzaremos cada intento con una simple pistola capaz de matar a la mayor¨ªa de los enemigos de un solo tiro en la cabeza. Pero estos enemigos son r¨¢pidos, veloces y sus tiros mortales. Si recibimos da?o de cualquier enemigo o si tardamos demasiado en matar a uno se activar¨¢ una r¨¢pida cuenta atr¨¢s desde 3. Al terminar se acabar¨¢ nuestro intento. Esto hace que la acci¨®n en Post Void sea una reducci¨®n pura que ataca directamente a la precisi¨®n, velocidad de reflejos y capacidad para orientarse del jugador.
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Las mejoras que obtenemos tras cada nivel nos permiten suplir algunas de nuestras desventajas. La ametralladora dispara de forma autom¨¢tica, haciendo que la precisi¨®n sea algo menos necesaria. Una br¨²jula apunta hacia nuestro destino, haciendo orientarse una tarea m¨¢s f¨¢cil. Si nuestra punter¨ªa no est¨¢ donde debe el pu?al nos ayudar¨¢ a acabar con enemigos desde cerca. Llevar una escopeta y hacer que nuestras balas reboten ayudar¨¢ a limpiar habitaciones dif¨ªciles, mientras que con la pistola y enemigos explosivos podremos acabar con ellos desde la distancia. Para lo poco que dura cada partida de Post Void la cantidad de opciones es m¨¢s que suficiente y ayuda a incrementar la variedad entre intentos.
Perfecciona. Y punt¨²a.
A pesar de que cada intento frustrado dure diez minutos en el mejor de los casos tardamos cinco horas en completar Post Void por primera vez. Este es un t¨ªtulo que requiere de la m¨¢s absoluta concentraci¨®n, poniendo a prueba nuestra pericia en cada palmo de su dise?o. La creciente complejidad y variedad de enemigos a medida que avanzamos, cada uno con su punto d¨¦bil, promueve la improvisaci¨®n y el perfeccionamiento de sus mec¨¢nicas. Post Void es un juego donde, como en una buena noche de fiesta, olvidamos lo que acaba de pasar al terminar. Los problemas y preocupaciones desaparecen ante la eterna sed del ¨ªdolo, llegar un poco m¨¢s lejos se convierte en nuestro ¨²nico pensamiento. Pronto nos veremos obsesionados con mejorar nuestras puntuaciones, con conseguir m¨¢s tiros a la cabeza y matar a m¨¢s enemigos, m¨¢s r¨¢pido.
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Todo esto viene aderezado de un dise?o visual y sonoro que confunde a los sentidos, un amalgamiento del pop-art y la psicodelia del siglo pasado. La banda sonora impregna nuestros o¨ªdos con eternos tremolos que recuerdan a la canci¨®n introductoria de Pulp Fiction. Si Hunter S. Thompson hubiera creado un videojuego ser¨ªa este, pura incoherencia para los sentidos impregnada de violencia. Habr¨¢ quien se vea abrumado por la extra?a perspectiva del juego, por la mareante forma en que se desarrollan sus pasillos. Pero es innegable que tiene estilo, personalidad, ese ¡°algo¡± que hace a una obra de arte inolvidable. Desde Devil Daggers no encontr¨¢bamos un t¨ªtulo con tan poco presupuesto y una est¨¦tica tan singular.
Conclusi¨®n
Menos de tres euros os separan de una de las obras m¨¢s ¨²nicas de nuestro medio. Post Void no es un juego que vaya a llenar nuestras vidas, separar familias o hacer fracasar carreras. No busca serlo. Post Void es un t¨ªtulo con una intenci¨®n clara (si bien extra?a) que pone todo su empe?o en su entrega sin tapujos. Habr¨¢ quien pruebe Post Void y lo reembolse inmediatamente, asustado de un dise?o hostil y extravagante. Pero as¨ª es el arte, no debe gustar a todo el mundo sino provocar una impresi¨®n. Post Void nace de la m¨¢s pura creatividad y exprime su sencilla f¨®rmula hasta que no queda jugo. Recomendamos experimentarlo.
Lo mejor
- R¨¢pido como el solo
- Estilo por los cuatro costados
- Una banda sonora peque?a pero matona
- Dise?o ¨²nico e innovador
- Su precio, sin necesidad de ofertas
- M¨¢s que rejugable si quieres batir records.
Lo peor
- Puede resultar mareante para algunos
- Escasa duraci¨®n si no est¨¢s interesado en perfeccionarlo