Fallos de seguridad en juguetes sexuales: Ni de un vibrador te puedes fiar
Hoy d¨ªa, si es inteligente y est¨¢ conectado, puede ser hackeado. Pero, ?incluso un vibrador? Incluso eso.
Se puede hackear un m¨®vil, se puede hackear una tablet, un smartwatch, incluso un maldito electrodom¨¦stico o una bombilla. Solo hace falta que cumplan el requisito de ser ¡®smarts¡¯, de tener conectividad. Si se conecta a Internet, si forma parte del IoT o Internet de las Cosas -el ecosistema de productos inteligentes conectados entre s¨ª en un hogar, oficina, etc- es un candidato v¨¢lido para ser pirateado.
Incluso algo tan privado como un vibrador puede ser hackeado.
Los datos sobre comportamiento sexual, la nueva frontera
En Internet no hay nada que tenga m¨¢s valor que los datos. Ni el dinero, ni las joyas ni el arte. Los datos son la moneda m¨¢s valiosa con la que comerciar -la cantidad de ciberataques, malwares y t¨¦cnicas dise?adas s¨®lo para robar datos de usuarios ya da una pista. La edad, los gustos, las tiendas que visita una persona, sus datos bancarios, lo que come, lo que compra¡ Pero hay un sector ¡®virgen¡¯ o poco explorado por as¨ª decirlo: los datos sexuales.
Las preferencias que alguien tiene en su vida privada, lo que le gusta, la forma en que lo hace, c¨®mo lo hace, con qui¨¦n o con qu¨¦¡ Seg¨²n la compa?¨ªa experta en ciberseguridad y antivirus ESET, ¡°hay pocos tipos de datos con m¨¢s potencial de da?ar a los usuarios que los relacionados con sus preferencias y comportamiento sexual¡±. Sobre todo porque sigue teniendo ese velo de tema tab¨² a d¨ªa de hoy, por muy moderno que se suponga sea el mundo.
Dada la situaci¨®n que vivimos, el confinamiento y otras medidas derivadas de la pandemia actual no s¨®lo han aumentado el consumo de contenidos online, sino un incremento en las ventas de juguetes sexuales. Y para ver su nivel de seguridad, dado que muchos presentan elementos IoT para conectarse a distancia, videochats, servicios de mensajer¨ªa, etc, ESET ha llevado a cabo una investigaci¨®n que ha revelado ¡°fallos de seguridad derivadas tanto de la implementaci¨®n de las aplicaciones que controlan los dispositivos como del dise?o de los mismos¡±.
La exposici¨®n
Como ocurre con cualquier otro dispositivo de la IoT, existen ciertas amenazas a la privacidad cuando se utilizan juguetes para adultos con capacidad para conectarse a Internet. Las vulnerabilidades podr¨ªan permitir a los atacantes ejecutar c¨®digo malicioso en el dispositivo, o bloquearlo evitando que el usuario env¨ªe cualquier comando al juguete. De hecho, ya hemos visto escenarios de casos reales que involucran ataques similares.
Por ejemplo, y aunque suene un punto ¡®bizarre¡¯,el descubrimiento de un ransomware que bloquea cinturones de castidad vulnerables mientras los dispositivos est¨¢n en uso y exige a las v¨ªctimas que paguen un rescate para desbloquear el equipo y liberarse -por ejemplo unas v¨ªctimas que tuvieron que pagar 678 d¨®lares en criptodivisas para ello, o el tipo se quedaba con el cintur¨®n puesto.
Fallos de seguridad en los juguetes para adultos
Los juguetes sexuales inteligentes actuales vienen con muchas funciones, como:
Algunos modelos pueden sincronizarse para replicar sus movimientos y otros son wearables. En t¨¦rminos de arquitectura, ¡°la mayor¨ªa de estos dispositivos se pueden controlar a trav¨¦s de Bluetooth Low Energy (BLE) desde una aplicaci¨®n instalada en un smartphone¡±. La aplicaci¨®n es responsable de configurar las opciones en el dispositivo y controlar el proceso de autenticaci¨®n del usuario.
Para hacerlo, se conecta a un servidor en la nube que almacena la informaci¨®n de la cuenta de la persona. En algunos casos, este servicio en la nube tambi¨¦n act¨²a como intermediario entre parejas que utilizan funciones como chat, videoconferencia y transferencia de archivos, o incluso ceden el control remoto de sus dispositivos a un tercero.
Seg¨²n ESET, esta arquitectura presenta "varios puntos d¨¦biles que podr¨ªan usarse para comprometer la seguridad de los datos que se procesan: Interceptar la comunicaci¨®n local entre la aplicaci¨®n de control y el dispositivo, entre la aplicaci¨®n y la nube, entre el tel¨¦fono remoto y la nube, o directamente atacando al servicio basado en la nube.
"A pesar de que ya han sido sometidos al escrutinio de muchos investigadores de seguridad, nuestra investigaci¨®n demostr¨® que estos dispositivos siguen presentando fallas de seguridad que amenazan a la seguridad de los datos almacenados, as¨ª como a la privacidad e incluso la seguridad del usuario¡±.
Provocar da?os f¨ªsicos a distancia
Por descontado dada su naturaleza, la sensibilidad de la informaci¨®n procesada por los juguetes para adultos¡°es extremadamente cr¨ªtica¡±:
Adem¨¢s de las preocupaciones relacionadas a la privacidad como usar ese material robado para la ¡®sextorsi¨®n¡¯, los juguetes sexuales inteligentes tampoco est¨¢n exentos a la posibilidad de ser comprometidos por un atacante.
Como hemos visto con el cintur¨®n de castidad que mencionamos antes, un atacante podr¨ªa tomar el control del juguete y llevar adelante ataques de DoS (denegaci¨®n de servicio) que bloqueen el env¨ªo de cualquier comando, o que un dispositivo sea convertido en un instrumento capaz de realizar acciones maliciosas y propagar malware o, incluso, que sea deliberadamente modificado para causar da?os f¨ªsicos al usuario; por ejemplo, recalent¨¢ndose y explotando.
En el estudio, ESET da ejemplos analizando dos juguetes de marcas dedicadas a este sector, y termina pregunt¨¢ndose y lanzando la cuesti¨®n de las consecuencias:
?Cu¨¢les son las consecuencias de que alguien pueda, sin consentimiento, tomar control de un dispositivo sexual mientras est¨¢ siendo utilizado para enviarle ¨®rdenes diferentes?
?La legislaci¨®n vigente contempla la posibilidad de penar este comportamiento?
?Podr¨ªamos describir esto como un acto de abuso sexual?