Anthem merec¨ªa una segunda oportunidad

Era uno de esos rara avis que manten¨ªa la fe, que cre¨ªa que Anthem todav¨ªa no hab¨ªa dicho su ¨²ltima palabra y que sosten¨ªa que BioWare a¨²n pod¨ªa resucitar su proyecto m¨¢s reciente. Square Enix lo hizo cuando Final Fantasy XIV se descalabr¨® en su lanzamiento, al igual que Ubisoft con Rainbow Six Siege. Ambos ejemplos son la prueba de que un producto aparentemente condenado tiene la oportunidad de resurgir cual ave f¨¦nix. La producci¨®n de los canadiense, en cambio, se tornar¨¢ ceniza para siempre: Anthem Next ha sido cancelado.

Poco antes de que el juego llegara al mercado, en MeriStation hicimos un streaming para probar las mec¨¢nicas de juego. Las primeras sensaciones me dejaron un buen sabor de boca, sobre todo en lo que respecta al manejo de los personajes. Siempre he defendido que el n¨²cleo Anthem, la jugabilidad pura y dura, es el¨¦ctrica, engancha nada m¨¢s sostener el mando entre las manos. Y es que la mec¨¢nica de vuelo es una maravilla, por no hablar de los distintos sistemas de combate, en funci¨®n del arquipo de personaje que selecciones.

Sin embargo, en esa primera partida se dejaban entrever algunos problemas graves e incomprensibles de dise?o. En aquel entonces ya nos pregunt¨¢bamos si se solucionar¨ªan con la versi¨®n final, porque nos parecieron errores firmemente arraigados en el dise?o. Huelga decir que no fue as¨ª. A pesar de que se vendi¨® bien al principio, el castillo de naipes se desplom¨® apenas un par de semanas despu¨¦s, cuando los jugadores descubrieron los evidentes fallos y la falta de contenido alarmante. La hoja de ruta plasmada por BioWare nunca lleg¨® a desplegarse del todo y las salidas en el seno del estudio comenzaron a hacerse habituales. Y de ah¨ª al desastre no hab¨ªa mucha distancia.

El problema de Anthem es que nunca supo lo que era. Ni siquiera los propios creadores ten¨ªan del todo claro lo que estaban vendiendo. Bajo todas esas incertidumbres se escond¨ªa, por supuesto, un proceso de desarrollo tortuoso que desvel¨® el periodista Jason Schreier en Kotaku. Hasta el t¨ªtulo del juego fue decidido de forma arbitraria, cuando el estudio ya hab¨ªa preparado las camisetas que llevar¨ªan al E3. El merchadising oficial hablaba de un tal Beyond, que se convirti¨® en Anthem de la noche a la ma?ana. Luego est¨¢ el episodio de aquella demo falsa, una pr¨¢ctica bastante habitual en este tipo de ferias, pero que logr¨® confundir a todo el mundo (y las declaraciones de sus responsables no ayudaron a difuminar las dudas).

?Un juego narrativo? ?Un Destiny? ?La revoluci¨®n de los juegos online? Nada de eso, al final un proyecto fallido. Nunca conoceremos todo lo que ocurri¨® dentro de BioWare, cu¨¢les fueron los principales culpables o el grado de responsabilidad de EA en esta tormenta de decisiones desacertadas. Con todo, me viene a la cabeza el momento en el que se anunci¨® la cancelaci¨®n del Star Wars de Amy Hennig y el cierre de Visceral Games. Pattrick S?derlund, el jefe de EA de la ¨¦poca, public¨® un mensaje que se qued¨® grabado en mi mente: ¡°Ha quedado claro que, para ofrecer una experiencia que nuestros jugadores quieran seguir disfrutando durante mucho tiempo, necesitamos cambiar el dise?o¡±. En esencia, la tendencia del momento eran los juegos como servicio, por lo que no sorprende que las compa?¨ªas trataran de adaptar sus proyectos a este tipo de modelo de negocio, fueran como fueran en su concepci¨®n original.

Anthem merec¨ªa una segunda oportunidad porque ten¨ªa buenas bases, pero necesitaba un replanteamiento profundo para que verdaderamente pudiera funcionar. Dec¨ªa Christian Dailey, que estuvo a cargo de la versi¨®n Next hasta que fue llamado para supervisar el pr¨®ximo Dragon Age, que hacer juegos es dif¨ªcil. Y lo es, especialmente en los tiempos que corren, con el coronavirus campando a sus anchas. Pero tambi¨¦n es verdad que la sensaci¨®n que queda es que han dejado tirados a los usuarios que confiaron y se alegraron por el futuro renacimiento del videojuego.

Y pese a todo esto, comprendo que BioWare deba enfocarse en los pr¨®ximos Mass Effect y Dragon Age, porque del resultado de estos grandes proyectos puede depender su futuro. Anthem es el sacrificado esta vez, por lo que siempre me quedar¨¢ la espinita clavada de lo que podr¨ªa haber sido con una buena direcci¨®n y con el apoyo completo de EA. Me quedo con las ganas, y no creo estar solo en esto. Descansa en paz, Anthem.