Tanuki justice, an¨¢lisis. Plataformas con aroma a los 90

Tanuki Justice parece un juego venido de otro tiempo, de aquel a principios de los a?os 90, en que casi daba igual qu¨¦ caratula mirases en el videoclub, lo m¨¢s probable es que si no conoc¨ªas un juego, fuese un plataformas en 2D. El g¨¦nero m¨¢s prol¨ªfico de los 16 bits dej¨® grand¨ªsimas joyas, pero con el salto a las 3D pas¨® de dominar a casi desaparecer por completo. A esa ¨¦poca dorada del g¨¦nero nos remite irremediablemente este t¨ªtulo.

Creado con Clickfusion 2.5 por el creador del tambi¨¦n reputado plataformas Aggelos, Wonderboy Bobi, Tanuki Justice no intenta en ning¨²n momento mascararse como un juego actual. Todo (salvo quiz¨¢s el tener un corto tutorial) es una experiencia tal cual podr¨ªamos esperar de cualquier juego salido en los primeros a?os de las 16 bits.

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Afila tus Shuriken

Frente al estilo m¨¢s narrativo de Aggelos, Tanuki Justice es un plataformas de acci¨®n pura. Sin di¨¢logos ni una narraci¨®n como s¨ª inclu¨ªa su anterior obra. Si la inspiraci¨®n de Aggelos era Wonderboy, en esta ocasi¨®n estamos ante un t¨ªtulo m¨¢s cercano a Megaman. Un juego que nos reta a superar unos niveles no muy largos, pero s¨ª llenos de momentos complicados que, a la antigua usanza, al principio nos resultar¨¢n aut¨¦nticas trampas mortales pero que, tras unas cuantas partidas, podremos finalmente superar para seguir avanzando hasta el siguiente reto.

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A nuestra disposici¨®n tendremos unos shuriken que podremos potenciar, as¨ª como la posibilidad de usar un ataque especial (un Shuriken gigante). Para ello necesitamos rellenar suficientemente una barra especial que se incrementa con objetos que recogemos del escenario, as¨ª como atacando a los enemigos. Adem¨¢s, podremos bloquear la direcci¨®n de disparo de nuestros shuriken mientras avanzamos si as¨ª lo deseamos para facilitarnos las cosas. Un doble salto que podremos controlar incluso en el aire ser¨¢ tambi¨¦n imprescindible para sobrevivir en el aut¨¦ntico bullet hell que se convertir¨¢n algunas situaciones.

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Enfrente tendremos a una serie de enemigos que no por repetir siempre sus patrones de ataque ser¨¢n m¨¢s dif¨ªciles de superar, dispuestos en un inteligente dise?o de niveles que denota claramente que este juego se ha hecho con bastante mimo. De hecho, cada escenario tiene su propio estilo reconocible, adem¨¢s de un jefe final que nos pondr¨¢ las cosas dif¨ªciles.

La dificultad est¨¢ calculada para alargar la durabilidad que de otra forma ser¨ªa notoriamente corta con solo 7 niveles (si bien desbloquea nuevos retos como un modo supervivencia), y lo logra. Y si una vez acostumbrados al dise?o de niveles queremos un reto mayor, el juego incluye otros dos niveles de dificultad que incrementar¨¢n varias horas m¨¢s la experiencia de los m¨¢s dedicados.

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Experiencia totalmente retro

En lo gr¨¢fico estamos ante un juego muy colorido y que, sin destacar especialmente en ning¨²n aspecto, cumple de forma m¨¢s que correcta en todos, con unas animaciones fluidas, enemigos variados, jefes de grandes dimensiones y escenarios variados con fuerte personalidad.

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Lo mismo ocurre con el apartado sonoro, con efectos que nos sumergen de nuevo en los sonidos de los 90, y unas melod¨ªas que casan con el frenetismo en pantalla para sumergirnos de lleno en la acci¨®n.

Adem¨¢s, no tendremos por qu¨¦ jugar solos, el juego incluye la posibilidad de compartir la acci¨®n con un amigo o amiga en la misma consola. Un a?adido que no var¨ªa el dise?o de niveles pero que se agradece y redondea lo que sin duda es un plataformas que har¨¢ las delicias de los fans del g¨¦nero.