Ghostrunner, an¨¢lisis

Regresamos una vez m¨¢s al futuro dist¨®pico m¨¢s cyberpunk y que tan de moda est¨¢ ¨²ltimamente en la industria del videojuego, aunque esta vez de un modo verdaderamente fren¨¦tico y sanguinario. Y es que Ghostrunner, lo nuevo de los polacos One More Level junto a los especialistas en FPS 3D Realms y Slipgate Ironworks bajo la batuta de All in! Games y 505 Games, nos sumerge en un futuro tecnol¨®gico y decadente en la piel (o m¨¢s bien metal) de un cyborg ninja con grandes habilidades para el parkour y el asesinato m¨¢s despiadado katana en mano. Todo ello mientras nos movemos a velocidades vertiginosas a trav¨¦s de las diferentes plantas de la llamada torre Dharma, el ¨²ltimo refugio de la humanidad tras un devastador cataclismo. Descubramos m¨¢s sobre Ghostrunner, un videojuego violento, despiadado y desafiante que apuesta por la acci¨®n y las plataformas m¨¢s fren¨¦ticas y que ya est¨¢ disponible en PC, PS4 y Xbox One. La versi¨®n para Nintendo Switch se ha retrasado a noviembre de este a?o, mientras que en 2021 aparecer¨¢ en PS5 y Xbox Series mediante actualizaci¨®n gratuita para aquellos que lo adquieran en la actual generaci¨®n.

La ¨²ltima oportunidad de salvar a la humanidad

Pero antes deteng¨¢monos en el contexto argumental que propone este nuevo exponente del cyberpunk en su vertiente m¨¢s salvaje y desenfrenada. En este sentido, Ghostrunner nos lleva a un futuro en el que la supervivencia de la humanidad pende de un hilo tras un cataclismo universal, malviviendo en el ¨²ltimo reducto humano, la colosal torre Dharma, lugar en el que la violencia domina las calles y en el que solo sobreviven los m¨¢s fuertes o los m¨¢s desalmados. Todo ello bajo la implacable tiran¨ªa de Mara, la ama del complejo que gobierna con mano de hierro sobre la cada vez m¨¢s diezmada poblaci¨®n. ?Nuestro objetivo? Alcanzar la cima de la torre para poner fin a todo este sufrimiento irracional y encontrar las respuestas que atormentan a nuestro ¨¢gil y misterioso protagonista.

Y es que tras despertar sin recordar nada, nuestro Ghostrunner emprende una huida hacia lo desconocido mientras recibe ciertas comunicaciones por parte de entes misteriosos, unas voces que nos van introduciendo tanto en la historia como en las diferentes habilidades que tendremos que aprender y desarrollar a medida que avanzamos en tan peligrosa escalada. Aqu¨ª es cuando debemos detenernos en el verdadero eje central del t¨ªtulo: su endiablada jugabilidad. Ghostrunner, en esencia, es un juego de plataformas y acci¨®n en primera persona con especial predilecci¨®n por el parkour y el combate cuerpo a cuerpo y en el que la movilidad lo es todo para sobrevivir y no caer en ¡°Fallo cr¨ªtico¡± o muerte cada dos pasos; algo que, no obstante, ser¨¢ muy habitual a lo largo de la aventura.

El t¨ªtulo bebe de diferentes experiencias que r¨¢pidamente podemos identificar; tanto es as¨ª, que coge de aqu¨ª y all¨¢ para proponer un estilo de juego con mucha personalidad y bastante ¨²nico, todo sea dicho. Elementos como la movilidad de Mirror's Edge, la imaginativa de Dishonored, la inmediatez de Hotline Miami o el desaf¨ªo de Superhot son solo algunos de los conceptos que Ghostrunner maneja con bastante ¨¦xito, posicion¨¢ndose como una propuesta con la suficiente entidad propia. Una vez a los mandos, y tras cierto periodo de adaptaci¨®n y la b¨²squeda de la combinaci¨®n de control adecuada, empezaremos a movernos con relativa soltura, saltando, desliz¨¢ndonos, corriendo por las paredes, usando una suerte de gancho cibern¨¦tico y, c¨®mo no, blandiendo la katana despedazando a nuestros rivales antes de que nos aniquilen.

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Y es que la velocidad es la clave para sobrevivir, ya que moriremos de un solo impacto, disparo o golpe de los enemigos; tanto es as¨ª, que quedarnos quietos es sin¨®nimo de ¡°volver al checkpoint m¨¢s cercano¡±. Eso s¨ª, el constante n¨²mero de puntos de reinicio favorece la manida mec¨¢nica del ensayo-error, provocando que cada enfrentamiento se convierta, en s¨ª mismo, en un rompecabezas que hay que aprender a solucionar sobre la marcha y sin bajar el ritmo, sin apenas respiro.

Y es en este aspecto, precisamente, cuando m¨¢s brilla Ghostrunner. El control es muy intuitivo y nos permite completar todo tipo de diabluras, tales como saltar entre muros o plataformas verticales, deslizarnos por debajo de tuber¨ªas o dar peque?os impulsos en el aire al estilo tiempo bala, ya sea para alcanzar plataformas m¨¢s lejanas o esquivar proyectiles o disparos para ganar la posici¨®n de un enemigo y darle la estocada mortal, acci¨®n que normalmente termina con el rival en dos mitades o m¨¢s; y sin escatimar en sangre y salpicaduras, por cierto.

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Su desarrollo es completamente lineal y alterna secciones de plataformas puras, donde la habilidad a los mandos ser¨¢ esencial, con otros tramos en los que eliminar cierto n¨²mero de enemigos para pasar al siguiente bloque; aqu¨ª es cuando el juego se vuelve ciertamente reiterativo y predecible, aunque el propio reto de superar cada enfrentamiento de la forma m¨¢s creativa hace el resto. No obstante, las posibles soluciones a cada encuentro suelen reducirse bastante, apostando normalmente por una ¨²nica soluci¨®n.

Pr¨¢cticamente, todos los enfrentamientos se solucionan a base de morir y volver a probar, una mec¨¢nica que ciertamente se vuelve adictiva pero que en ocasiones puede llegar a desesperar; menci¨®n especial para los duros jefes finales de la segunda mitad del juego. Tambi¨¦n nos enfrentaremos a fases ¡°virtuales¡± con plataformas puras y puzles de l¨®gica, a?adiendo algo de variedad a su desarrollo. Y es que Ghostrunner es un juego exigente, tanto por dificultad como por concepto, poco recomendable para jugadores que se rinden a la primera de cambio. Tampoco ayuda un sistema de guardado que puede dar al traste con una buena parte del avance conseguido si no prestamos suficiente atenci¨®n; y es que en ocasiones no queda muy claro qu¨¦ es un checkpoint y qu¨¦ es un punto de guardado.

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No obstante, tenemos varias ayudas a nuestro alcance, desde armas o power-ups que se usan solo en determinadas zonas a habilidades propias por desbloquear, como el golpe de telequinesis o el tiempo bala para aniquilar a varios enemigos de un tajo, entre otras. Adem¨¢s de un curioso sistema de personalizaci¨®n en el que desbloquear y encajar piezas de habilidades especiales al m¨¢s puro estilo Tetris y que podremos configurar seg¨²n la situaci¨®n en la que nos encontremos, para obtener unas ventajas u otras, como desviar m¨¢s disparos con la katana, disponer de un impulso extra o localizar a los enemigos m¨¢s f¨¢cilmente, entre muchas otras.

A todo ello debemos sumar un buen pu?ado de coleccionables y katanas de los m¨¢s variados dise?os repartidos por los 17 niveles de los que se compone la historia, una campa?a que podemos completar en unas diez horas de media, pero que pueden ser muchas m¨¢s dependiendo de nuestra habilidad o si queremos completar todo al cien por cien. Por ¨²ltimo, al final de cada nivel se muestran varias estad¨ªsticas como el tiempo empleado, elemento clave para los speedrunners.

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Ya en lo audiovisual, Ghostrunner se muestra realmente s¨®lido, con un dise?o art¨ªstico muy llamativo y logrado y una puesta en escena m¨¢s que convincente, especialmente a nivel de toda clase de efectos gr¨¢ficos, tales como la iluminaci¨®n, las part¨ªculas o las animaciones. A nivel de rendimiento se mantiene estable sin contratiempos destacables, algo esencial en un t¨ªtulo tan r¨¢pido y fren¨¦tico como el que nos ocupa, con 60 fps constantes.

Eso s¨ª, ciertas melod¨ªas s¨ª pueden hacerse un tanto repetitivas, todas ellas, de marcada personalidad electr¨®nica a cargo del compositor David Deluxe; los efectos son contundentes y casan muy bien con la ambientaci¨®n, mientras que las voces llegan en perfecto ingl¨¦s con subt¨ªtulos en castellano. Lamentablemente, si el jugador no tiene un buen nivel del idioma, puede perderse buena parte de los di¨¢logos, ya que tal es el frenetismo que no podr¨¢ prestar atenci¨®n a subt¨ªtulos mientras trata de no perecer una y otra vez.

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